Rueda los ojos sintiéndose muy molesto – entiende, yo fui muy claro cuando te pedí un “favor” – enfatiza las palabras y mira molesto al chico que le había llevado en su moto
- favor o no, deberías ser agradecido y pagarme de alguna forma
-ya te dije, llévame a casa y te pagare lo que has gastado o déjame ir en taxi y te pagaré otro día– se cruza de brazos –
Sonríe victorioso y continúa acercándose y acorralándolo contra la pared – ¿de verdad crees que me interesa el dinero? Que ingenuo eres, no acepte ser tu chofer y encima esperar solo por un poco de dinero, conozco un lugar cómodo cerca y podríamos no sé, comer o hacer cosas mas… divertidas
- que te jodan, primero muerto que hacer algo contigo – evade al chico y cuando estaba por irse siente como sujeta su muñeca con fuerza – déjame ir, no seas imbécil
- ahora hasta me insultas y cuando necesitabas mi ayuda me hablas bonito – lo jala intentando besarlo cuando siente un golpe directo en su mejilla – pero que mierda – mira al tipo que lo había golpeado - ¿Quién te crees que eres?
- no, ¿Quién te crees tú? ¿Acaso no entiendes cuando te dicen que no quieren nada contigo? – estaba pasando cuando sin querer escuchó la discusión, no se iba a meter, pero cuando vio el forcejeo su cuerpo reacciono antes que su cerebro -
- y a ti que te importa lo que haga, ¿acaso quieres llevarte una golpiza?
- inténtalo si quieres – se pone en posición de pelea – te enseñare a respetar cuando te dicen que no
- ¡espera! - después de unos segundos logra reaccionar y toma al desconocido en brazos – gracias, pero no necesito ayuda, yo solo puedo con este imbécil
- ya escuchaste niño, retírate y no te metas en discusiones ajenas – vuelve a tomar la muñeca de Heechul – vámonos lindo
Mira su muñeca aprisionada y frunce el ceño – ¡que no iré contigo pedazo de imbécil! – se suelta y con todas sus fuerzas le lanza un puñetazo en el rostro haciéndolo caer al piso, una vez que lo ve ahí empieza a patear su estómago hasta cansarse – a mí nadie me obliga a hacer nada ¡¿entendiste imbécil?!
No podía creer lo que veía, el chico a pesar de su aspecto delicado era bastante fuerte – ey, ey, tranquilo – lo detiene antes de que termine de matar al otro –
Mira molesto al tipo que yacía en el suelo – ahora aprenderás a respetar cuando te dicen que no – le da una última patada y se endereza - ¿ves que si puedo solo? -
El chico se levanta apenas, suelta un par de injurias y se va cojeando dejando a los otros solos – creo que ambos lo vimos, bueno, él lo sintió – mira la mano del otro que estaba hinchándose – pero creo que necesitamos curar eso
Mira su mano hinchada y bufa – por culpa de ese idiota mi mano quedó horrible – mira al desconocido – bueno, gracias, creo… ahora puedes irte – sacude su mano a modo de despedida
- pero no puedo dejarte así, necesitas una curación, en mi carro tengo un botiquín – le señala su auto – prometo que no haré nada indecente, pero no puedes caminar así
- ¿y después me vas a cobrar el favor? No gracias – se cubre la mano con la manga de su chompa y sin mirar atrás camina hacia la parada de taxis –
No podía culparlo por estar a la defensiva paro igual estaba preocupado – al menos vamos a una farmacia para comprar algo, no puedes irte así
- mira como lo hago – para un taxi y se sube dejando al otro chico en la acera – idiota, ¿acaso cree que soy una damisela o qué?
No podía quedarse tranquilo dejándolo irse así, sube a su auto y desde una distancia prudencial comienza a seguir el taxi, solo quería asegurarse que llegara a salvo a casa, no vaya a ser que el chico decidiera regresar por venganza.
- Ya estamos por llegar, ¿estás listo para la aventura? – nota que el otro estiraba el cuello para poder ver por la ventana – conejo, deja de moverte tanto, harás un hueco en tu asiento
-lobo… - avergonzado se sienta de nuevo, pero sigue intentando mira por la ventana – es solo que, es la primera vez que hago algo así, es normal que este un poco nervioso –
- ¿primera vez que haces algo así? ¿no crees que eso es un poco peligroso?
- ¿peligroso? La verdad, ni lo había pensado… - se queda pensativo analizando la magnitud de sus acciones - oh mi cielo, que hice, Kang tiene razón, a veces hago las cosas sin pensar y termino metiendo la pata
- oye, tranquilo, tranquilo – lo sacude un poco para que se calme – si te desesperas no ganaras nada, tranquilízate un poco
- pero como me dices eso, es la primera vez que hago algo así, no conozco nada ni a nadie, ni siquiera sé dónde podría hospedarme, ¿y si no me alcanza el dinero?
Se queda en silencio un rato, en parte para pensar en una solución y en parte para dejar que el otro se desahogue – bien, ¿te sientes mejor? Te tengo una propuesta
- ¿propuesta? ¿Qué clase de propuesta? ¿me vas a cobrar los chocolates?
Lo mira con los ojos entrecerrados y vuelve a pellizcar sus cachetes- en serio, a veces dudo de tu humanidad, ¿cómo puedes ser tan tú? Hasta pensaría que finges, pero todo te sale de forma muy natural, así que deduzco que siempre eres así, pero volvamos a lo nuestro, no me refiero a una propuesta indecente ni nada, pero piénsalo, ambos hemos venido por una aventura, o sea que es obvio que ninguno conoce el lugar, y hasta ahora nos hemos llevado bien, entonces, ¿Qué dices si nos hacemos compañeros de aventuras?
- compañeros…. No es que piense mal de ti, pero, ¿Qué ganarías con eso? Debo decirte que tengo novio y lo amo
Rueda los ojos y le da un manotazo entre delicado y fuerte – ya sé que tienes novio, me lo dijiste trecientas veces, te dije para ser compañeros no para casarnos, no seas tan tú
- oh… lo siento – lo mira avergonzado – creo que podría funcionar…