Saliendo del aeropuerto se pusieron a buscar un lugar donde alquilar algún auto porque lobo, como había decidido llamarlo, creía que con un auto podrían buscar un lugar cómodo para dormir, y en parte tenía razón, los hoteles que estaban cerca del aeropuerto eran muy caros para su presupuesto.
Después de varios minutos caminando y cuando ya estaba por rendirse por fin encontraron una tienda que tenía carros decentes y económicos para alquilar, observaron varios hasta que encontraron uno que a ambos les gustó, firmaron los papeles y por fin sus pies pudieron descansar dentro del automóvil – Lobo, tú manejas por hoy, ¿sí? Me arden los ojos y mis piernas apenas me responden
- sin contar con que debes estar bastante empalagado de tanto chocolate – bromea y acomoda el equipaje en el maletero – pero a cambio tu nos guías con el mapa hasta algún pueblo cercano
- ¿Por qué a un pueblo? – se acomoda en el asiento delantero y extiende el mapa intentando ubicarse –
- simple, en los pueblos el hospedaje es más económico y cómodo que en la ciudad, además que hay menos posibilidades de que nos roben
- no había pensado en eso… de verdad eres muy inteligente, pero ahora mando yo – sonríe y empieza a dirigir de acuerdo al mapa –
- conejo… - mira la carretera algo preocupado – ¿estás seguro que este es el camino?
- ¿no confías en mí? – hace puchero – el mapa dice que este es el camino correcto, y te aseguro que sé leer mapas – fingía seguridad, pero estaba casi tan seguro como el otro de que estaban perdidos, continuó encaprichado hasta que quedaron atascados en un callejón sin salida – maldición… - mira asustado la reacción del otro – lo siento, creí que estábamos yendo bien
Alternaba la mirada entre la pared del callejón y su acompañante - estamos perdidos – mira una vez más el callejón y empieza a reír - no puedo creerlo, nos perdimos, y el primer día
Mira confundido al chico - ¿no estás enojado? Por mi culpa estamos perdidos…
- ¿enfadarme? – niega con la cabeza – solo estamos perdidos, no es como si nos hubiéramos muerto o hubiéramos aparecido en el quinto círculo del infierno de dante, solo tomamos el camino equivocado
- ¿infierno de Dante? ¿Es en serio? Estamos perdidos y solo te ríes – lo mira un rato más y empieza a reír con él –
Con el ambiente más relajado reclina un poco el asiento y toma el mapa – bueno, según esto íbamos más o menos bien, pero después de aquella plazuela confundiste norte y sur
Se cubre el rostro avergonzado y suspira – lo siento, soy demasiado torpe, siempre arruino las cosas
- pero no has arruinado nada, errar es normal, además, tú lo dijiste, tus ojos están cansados, seguro que no es lo único – se estira un poco y sonríe – relájate un poco, solo tenemos que volver el camino y retomar la ruta correcta, pero, ¿Por qué reaccionaste así? ¿es la primera vez que te pierdes?
- eres muy bueno – sonríe agradecido – bueno, una vez me perdí cuando salí a comprar unas cosas con mi pareja, le dije que conocía un lugar donde vendían todo barato, él me dijo que no conocía esa zona pero yo me encapriche en llevarlo, estaba un poco distraído y terminamos perdidos – juega con sus manos nerviosamente – no se lo tomó muy bien que digamos, pero tenía razón para molestarse, sus papás le habían dado tiempo límite para salir y por mi capricho nos excedimos del tiempo, seguro que lo regañaron en su casa
- pero se perdieron, o sea que no es tu culpa – alza la mano para evitar ser interrumpido – mira, no sé el contexto ni la situación, pero si te puedo decir una cosa, si te pierdes, lo último que debes hacer es buscar culpables, todos cometemos errores, y más si estamos con nuestra pareja, estoy seguro que estabas más concentrado en tu cita que en el camino, lo único que tenían que hacer era preguntar como volver y ya está, todos contentos y cursis
Se queda unos segundos procesando las palabras - ¿Cómo ahora?
-exacto, como ahora, imagina que nos hubiéramos puesto a pelear por quien es el verdadero culpable, perderíamos más tiempo y se echarían a perder nuestras vacaciones, y apenas es el primer día – se endereza y emprende el camino de nuevo – descansa un poco conejo, cuando lleguemos a la plaza revisamos el mapa entre los dos.
- esta vez no me voy a equivocar – con seriedad toma el mapa y esta vez lee veinte veces antes de dar cada indicación, aunque iban más lento al menos estaban yendo por el camino correcto – llegamos – señala la entrada a un pueblito – ojalá encontremos un buen alojamiento, realmente estoy cansado, y seguro que tú también –
-tardamos un poco pero ya estamos – maneja un poco más hasta que ven un alojamiento que parecía bueno, tenía una cochera y un pequeño restaurante.
Contentos se estacionaron y arrendaron dos habitaciones contiguas, ya relajados ambos suben al piso correspondiente – tenías razón, valió la pena el viaje… -sonríe al llegar a su habitación – voy a dormir un poco, si quieres algo solo tocas la puerta
- descansa conejo, te despertaré para cenar – entra a su habitación, pone la alarma, se tira en la cama y cae profundamente dormido -