- Maldita sea, contesta Sungmin – escucha por décima vez el sonido de buzón, ya llevaban varios días sin comunicarse y cada vez se preocupaba más – vamos Minnie, por favor
- entonces, ¿me llamaste para que te vea llamar a tu amigo? – frunce el ceño –
- No Siwon, te llamé para decirte que dejes de seguirme, pero da la casualidad que llevo horas intentando hablar con mi mejor amigo – frustrado deja caer el celular – lo siento, creo que hoy no tengo ganas de amenazarte
- tranquilo, seguro que tu amigo está bien - le acerca un batido de fresas – toma, relájate un poco
Mira el batido y frunce el ceño – no quiero ni preguntar como sabes lo que me gusta – preocupado se pone a juguetear con el vaso –
- disculpa que me meta, pero ¿Dónde está tu amigo? Si quieres podemos ir a buscarlo
- no tengo idea de donde esta – suspira – el imbécil de su pareja lo había vuelto a herir así que decidió viajar sin rumbo para descansar, pero ya llevamos dos días sin comunicarnos
- bueno, si decidió alejarse de todo para pensar, es entendible que haya dejado el teléfono a un lado, al menos es lo que Kyuhyun me dijo y hace unos cuatro días que no me responde las llamadas
- ¿Kyuhyun? Niega con la cabeza – no creo, Minnie no es así, algo le pasó, estoy seguro
- Mi hermano menor, lo despedía el día que nos conocimos, también se fue a algún lugar desconocido para descansar
- ¿y no estas preocupado? – lo mira con desconfianza – yo estoy que me muero de ansiedad
- lo estoy, pero también sé que si hubiera pasado algo malo ya me hubiera enterado. Vamos, piensa en positivo
- es difícil, ese conejo es como un hermano para mí – suspira – gracias Siwon, aún no te he perdonado, pero gracias
- al menos ya no me gritas – sonríe –
- no me tientes, tengo mucho estrés acumulado
- yo sé cómo desquitar eso – se levanta – sígueme, te llevare a un buen lugar para relajarse – al ver su expresión ríe – no haremos nada indecoroso, lo prometo
- si haces algo prometo que te asesino – se levanta y camina junto a él – soy bueno peleando y lo sabes
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Bajaron a la cocina del pequeño hotel con todos los ingredientes que habían comprado, Sungmin estaba entre emocionado y preocupado mientras veía al menor alistarse para cocinar – Lobo… ¿estás seguro que sabes cocinar? Si quieres yo te puedo ayudar
- claro que sé cocinar – sonríe orgulloso mientras sacaba todos los ingredientes – tú solo siéntate que yo me encargo del resto
- pero… las papas no se pelan así – señala como sujetaba el cuchillo – la parte fila es la que debería pelar – se muerde el labio para no reír –
Avergonzada gira con rapidez el cuchillo e intenta fingir – ¡Yah! solo lo hacía para saber si estabas atento
- ahora la papa te está saliendo cuadrada… - se cubre el rostro intentando calmarse – vamos lobo, no seas orgulloso y déjame ayudarte
- ni te atrevas – le gruñe – dije que haría el refrigerio y lo haré –
- te creo – sonríe – pero al menos déjame lavar o picar, prometo que no haré nada que no me indiques – se acerca y puntea su mejilla – vamos lobito, déjame ayudar… además, si no me distraigo me pondré a pensar en cosas tristes – se cruza de brazos y hace un puchero de esos que ni Heechul podía aguantar –
- eres un pequeño demonio – suelta una carcajada y asiente – yo te indico y tú me sigues
- ¡hecho! – toma los instrumentos y se pone a trabajar de acuerdo a lo que su amigo le indicaba, aun cuando la lógica indicaba que no era así –
- ¡listo! – Kyuhyun aplaude emocionado cuando terminan de cocinar – viste que si sé cocinar – mira con orgullo su creación – y tú que dudaste de mi
- yo nunca dude – sonríe enternecido – ahora solo hay que guardar la comida y limpiar todo
- yo limpiaré, tú guarda la comida – junta todo y se pone a lavar –
- lobo... no te ofendas, pero, así no se lava
- no me salgas conque hasta para lavar platos hay un orden – resopla – al final todo estará lavado – ignorando el comentario del otro termina de lavar y acomodar todo en su sitio – viste, al final todo quedó como nuevo
- si lobito – le acerca el paquete con una sonrisa – y ya está lista la comida – sonríe – lo único malo es la hora señala el reloj que estaba en la pared – es casi hora de almorzar… - lo mira culpable por haber tardado en la mañana – lo siento, si me hubiera alistado en lugar de… ya sabes, hubiéramos acabado temprano
- ¿qué? – sonríe enternecido y desordena su cabello – ni pienses en culparte por eso, tardamos lo mismo jugando por el teléfono e intentando cocinar – se encoge de hombros – entonces será un súper almuerzo, comemos y luego vamos a la feria, justo como habíamos quedado ¿viste que al final nada cambió?
- lobo… - lo mira sintiendo unas enormes ganas de llorar – eres demasiado bueno´
- si te pones a llorar te muerdo
- no te atreverías – da un paso hacia atrás asustado e instintivamente cubre su cuello - ¿o sí?
- ponte a llorar y lo averiguas – bromea y toma el paquete – vamos conejito