Era su última noche en aquel pequeño pueblo, gracias a su amigo había logrado distraerse de todo, aunque aún le dolía el eterno silencio de Kangin, al menos ya no sentía que moría. Termina de acomodar su ropa en las maletas y sonríe, ahora incluso tenía ropa nueva y un estilo más acorde a su cuerpo y que resaltaba su belleza. Termina de guardar todo y va a la habitación de su amigo – Lobito… ¿ya terminaste de alistar todo? Tengo hambre…
- ¡ya casi! – termina de arreglarse y sale de la habitación encontrándose con su amigo - ¿en serio? ¿otra vez el saco de papas? Justo cuando creía que habíamos progresado, al menos no te pusiste los campanarios
Sungmin no puede evitar reír al escuchar la dura crítica a su ropa - ¡oye! A mí me gusta mucho esta chompa, además, la ropa bonita que compramos ya está guardado – se queda callado unos segundos y sin pensarlo abraza a su amigo –
Sorprendido mira al mayor y con algo de torpeza le devuelve el abrazo, después de unos segundos se separa y pellizca sus mejillas – ni que te pongas a llorar, lamento decirte que me quede sin chocolates en el avión
- malo, no soy tan llorón – toma aire profundamente y sonríe – ¿vamos a dar un último paseo?
Alza una ceja divertido – después de que estuviste días quejándote del dolor que te había dejado los juegos mecánicos ¿ahora quieres salir a pasear?
- vamos, no seas malo… - toma su mano y lo jala – es nuestra última noche aquí, nos merecemos una noche de locura
- espero que después no te quejes – sonríe ladino y toma su mano – esta noche, perderemos el control.
Al día siguiente, al abrir los ojos lo primero sintió fue un terrible dolor de cabeza, como si tuviera cientos de agujas pinchándolo desde adentro, intentó cubrirse con una cobija dándose con la sorpresa de que su amigo dormía junto a él – ¿lobo? – su voz salía pastosa y ronca provocándole incomodidad –
- ¿Uhmmm? – se remueve y abre los ojos con pereza encontrándose con la mirada de un tierno conejo – buenos días – sonríe y acaricia sus mejillas – te ves muy lindo recién despierto
Sorprendido por el piropo se ruboriza y golpea su pecho – tonto… ¿Qué haces aquí? ¿Qué hicimos anoche? No recuerdo nada…
- ¿nada de nada? – deja salir una sonrisa ladina – me lastimas conejo, después de todo lo que hicimos anoche y ahora me dices que no recuerdas nada
- todo lo que… ¿hicimos? – lo mira asustado e intenta separarse sintiendo un terrible dolor en la cabeza y en la espalda – ¿Por qué me duele todo? ¿Y porque estoy sin ropa?
- ¿de verdad no lo recuerdas? - se acomoda sobre él y señala su pecho desnudo – ¿acaso no es obvio?
- dime que no hicimos eso…. – intenta escapar del menor hasta quedar acorralado contra la cabecera de la cama – lobo… por favor dime que no hicimos nada… yo no pude… mi primera vez… ay dios, ¿Qué le voy a decir a Kangin? – empieza a hiperventilar – no pude hacerlo… yo no… dios, dios, dios –
Estaba por reírse cuando notó las lágrimas del otro y se detuvo - ¿conejito? No… no llores
- ¿Cómo me pides que no lo haga? ¡Le fui infiel a mi novio! – empieza a golpear a Kyuhyun – me engañaste, abusaste de mí, y yo como idiota caí. Kangin tenía razón, soy un tonto confiado, nunca debí salir solo, ahora él no me va a querer, me va a botar – se cansa de golpear y se deja caer agotado –
No sabía cómo reaccionar ante la reacción del mayor, lo dejó desfogarse un rato hasta que lo notó más tranquilo – conejo… conejito… ¿de verdad crees que te haría algo sabiendo que amas a otra persona?
- ¿no? – hipea - pero… ¿porque estoy desnudo? ¿y porque me duele todo el cuerpo? – niega con fuerza ignorando el creciente dolor de cabeza – no te creo, lo dices para burlarte de mi
- no… vamos, sabes que puedo ser jodido, pero nunca te haría algo tan indeseable – suspira – tranquilo mi pequeño – se levanta y toma un pañuelo para dárselo al mayor, se sienta al borde de la cama y sonríe –
- ¿me lo juras? – toma el pañuelo e intenta tranquilizarse – pero entonces… ¿Por qué estoy así?
- ¿Por qué? – suelta una carcajada – será porque cierto conejo ha tomado como vikingo hasta perder la conciencia, estabas tan mal que cuando intentamos volver te caíste, quizás por eso te duela la espalda
Escuchaba atento cada palabra enrojeciendo cada vez más hasta quedar completamente rojo y escondido debajo de una sábana - ¿hice todo eso? Imposible…
- pues, te tomaste a pecho eso de celebrar hasta las últimas consecuencias – sonríe enternecido, toma la sabana y la descubre hasta quedar cara a cara con el pequeño - y estas desnudo porque con tanta sacudida terminaste vomitando hasta el alma, apenas pude quitarte la ropa y a medio baño quedaste completamente dormido
- ¿me bañaste? – intenta taparse y al no poder usar la sábana usa sus manos - ¿Por qué hiciste eso? ¿y cómo terminaste en mi cama?
- ¿preferirías dormir lleno de vómito? – sonríe enternecido – y con todo el ajetreo, créeme que lo último que quería es caminar hasta mi habitación habiendo cama aquí
- lobo… -se sienta y acaricia su mejilla – lo siento tanto… encima que cuidas de mi te grite y hasta te he golpeado…
- bueno… ahora me debes una buena y gran compensación – sonríe y pellizca sus mejillas – vístete y vamos a desayunar, después tenemos que ir al aeropuerto