Tres meses habían pasado desde la partida de su pareja y aun esperaba con ansias un mensaje o una llamada del otro, pero parecía que el otro se había olvidado de su existencia, suspira deprimido mirando una última vez su celular esperando algún mensaje
- No te ha escrito, ¿cierto? – Heechul soltó con algo de frialdad mirando la tristeza de su amigo – ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? Él no te va a llamar, no entiendo porque sigues esperando
- Hee… - lo mira algo asustado – él me lo prometió… me dijo que me llamaría todos los días – se muerde el labio para evitar llorar – me dijo que me amaba antes de irse…
- Ajá… y por eso siempre te mantuvo oculto – suspira – Minnie… si ese día, de casualidad yo no hubiera ido a tu casa y los hubiera visto de la mano, ahora estarías sufriendo solo por todo lo que él te hace
- Era por nuestro bien… si sus padres se enteraban nos iban a separar, él no quería eso
- Rueda los ojos enfadado por la ceguera de su amigo – si tanto te amaba, le hubiera importado un pepino todo, y mínimo no te hubiera escondido de sus padres, o tus amigos…
- Heemin… por favor, detente – suspira, escuchar eso solo lo lastimaba - estoy seguro que tiene alguna razón para que no me haya llamado – mira una última vez el celular – cuando me llame me explicará, yo lo sé…
- Y claro, tú volverás a creerle – suspira con frustración – eres muy ingenuo Min, espero que no termines lastimado por esa razón
- Iba a refutar cuando su teléfono empieza a sonar – ¡viste! ¡es él! – salta emocionado, pero en cuanto mira su teléfono su expresión decae –
- ¿Qué paso? ¿no piensas responder? – lo mira confundido y toma el teléfono – espera… éste no es su número… – deja yo me encargo – mira la expresión de tristeza de su amigo y responde el teléfono - ¿hola? ¿Quién habla?
- ¿Minnie? – mira su teléfono confirmando el numero - ¿este es el número de Sungmin? ¿con quién hablo?
- Heechul, soy el amo y señor de Sungmin – bufa – ahora responde ¿Quién eres?
- ¿Heechul? – suelta un resoplido molesto – soy Kangin, pásame con Sungmin, por favor – suelta con toda la educación que podía
- ¿Tú? – bufa y mira a su amigo – cariño, es tu amado – le entrega el celular – si te dice algo me avisas y le diré hasta de lo que se va a morir – le guiña y sale del lugar –
- Toma el celular y juntando todo el valor que podía, responde - ¿hola? Habla Sungmin…
- ¿Minnie? Hola…
- Kang… ¿Kangin? – escuchar su voz era tan emocionante como escalar la montaña más alta y escabrosa del mundo – Kangin… ¿de verdad eres tú? – sentía su corazón latir con mucha fuerza, de una forma casi dolorosa, sus piernas flaquearon, parecía que con el simple sonido de su voz estas hubieran decidido no sostenerlo. Como pudo se sentó en la primera superficie firme que encontró - ¿cómo estás? Hace meses que no sé nada de ti…
- Minnie – se aclara la garganta – lo sé… y lo siento, en serio lo siento tanto… surgieron muchos problemas, quise llamarte, pero no podía…
- ¿Problemas? - frunce el ceño – ¿Qué clase de problemas? ¿fueron tan terribles como para no poder mandar un simple mensaje?
- Entiendo que estés enfadado Minnie, para mí también fue horrible – intenta convencerlo – no podía encontrar un simple cuarto, me robaron y me quede sin celular, no sabía cómo contactarte Minnie… use todo mi dinero para comprar un nuevo teléfono y no preocupar a mis padres, pero no me atrevía a decirles lo que me había pasado. Lo siento tanto mi amor… ni siquiera pude entrar a una simple cabina para escribirte, perdóname mi pequeño
- ¿Qué?! ¿Cómo que te robaron? Dime que estas bien, pero cómo es posible que eso suceda, ¿acaso no te fuiste a una gran ciudad? ¿no se supone que hay más seguridad ahí? Pobrecito mi amor, y encima te quedaste sin dinero
- Minnie… ¡Minnie! – alza un poco la voz para tranquilizar sus balbuceos – mi pequeño Minnie, lo siento, justo eso quería evitar. Te hice preocupar mucho, ¿verdad?
- Como no me voy a preocupar si desapareces tanto tiempo – grita en dirección al teléfono – y cuando por fin apareces, me cuentas que tuviste un sinfín de problemas, es obvio que me voy a preocupar – empieza a sollozar – eres un idiota, debiste decirme, te hubiera apoyado, te hubiera mandado dinero, incluso hubiera visto como viajar para poder apoyarte. No es justo, no eres justo, no confiaste en mí, no sabes lo mucho que me dolió tu desaparición – intentaba limpiarse las lágrimas que no paraban de salir – y yo soy aún más idiota por preocuparme y esperarte cuando es obvio que no confías en mi ni me amas… no como yo lo hago
- Minnie… - deja salir un suspiro al escuchar su llanto – no es digas eso mi pequeño, como no te amaría si eres el niño más dulce del universo, y confío ciegamente en ti. Es justamente porque te conozco que sabía que si te decía algo te pondrías así, yo no quiero preocuparte ni ser un lastre para ti.
- ¿un lastre? ¿crees que yo pensaría eso de ti? Y dices conocerme, ¡ash! ¿Cómo pude enamorarme de ti? – bufa realmente molesto – ¡Esperé semanas una llamada o un simple mensaje! Y entiendo tus razones, créeme que lo entiendo, pero me duele que no me hayas contactado a mí… no imaginas lo mucho que me hiciste falta, lo mucho que te necesité – empieza a sollozar de nuevo –
- Minnie, mi pequeño – suspira – lo siento tanto mi amor, sé lo mucho que te hice pasar, a mí también me hiciste mucha falta, estas semanas sin ti fueron lo más doloroso que nunca creí… vamos mi amor, te lo suplico, no llores, me siento terrible por haberte dejado solo tanto tiempo
- ¿En serio? – intenta controlar su llanto – ¿También me extrañaste? Pero fueron casi tres meses… es demasiado tiempo
- Lo sé amor, créeme que lo sé. Contaba los días y las horas para volver a hablar contigo, encima perdí tu número y no sabía cómo contactarte, junté cada centavo que tenía para poder comunicarme contigo de nuevo, en cuanto compré un teléfono fuiste al primero que llamé. Busqué por todos lados, incluso en las redes sociales, pero al final pude contactarte.
- Pero pudiste preguntar a nuestros amigos… todos tienen mi número, sé que no está en ninguna red social, pero, eso fue porque tú me lo pediste, dijiste que si alguien se enteraba de lo nuestro podría sacar mi número y hacernos daño… lo siento, en cuanto desapareciste, debí pensar en lo mucho que me necesitabas – empieza a sollozar nuevamente – lo siento tanto, soy un tonto… debí suponer que sucedía algo, pero no, fui tan tonto y egoísta que desconfié de ti…
- Minnie, mi amor, por favor no llores, tú no sabías lo que sucedía, y lo del número, no puedes culparte, solo hiciste lo que yo te pedí
- Pero, ¿porque no le preguntaste a nuestros amigos?
- Minnie, mi amor, tú sabes incluso mejor que yo el porqué. Aún no sabemos si mis padres se enteraron de lo nuestro para separarnos, no podía arriesgarme a que nos descubrieran.
- Pero me necesitabas, ¿acaso importa más que empiecen a sospechar de nosotros que tu seguridad? Es lo más tonto que alguna vez has dicho
- No es tonto, solo me preocupo por nosotros, no quiero que nada nos separe, ni siquiera un simple rumor – se muerde el labio – por favor mi amor, tienes que creer en mí. Prefiero mil veces pasar el dolor de no poder hablar contigo a que algo nos aleje…
- ¡Pero ya estamos lejos! Tus padres te llevaron a otra ciudad, no sabemos si podremos vernos pronto. No es justo Kangin, te necesito, es demasiado…
- Lo sé amor, para mí también es demasiado, no imaginas el dolor y la ansiedad que me provoca esta distancia, necesito poder tocarte, abrazarte, sentir que eres mío y que yo soy tuyo…
- ¿En serio me necesitas tanto? – dejó salir una ligera sonrisa – tú también me haces muchísima falta, incluso con mis amigos, sin ti siento que estoy vacío…
- ¿Amigos? ¿tienes muchos amigos ahora? ¿Cómo el chico que respondió el celular?
- Ah sí, es Heemin, somos buenos amigos, él siempre está ahí para escucharme. Te lo presenté una vez, ¿lo recuerdas?
- Uhm… quizás lo hiciste – rueda los ojos, molesto por la mención de una tercera persona – entonces… ¿él sabe de nosotros? Me llamo tu amado. Sungmin, habíamos quedado en que lo nuestro sería secreto, al menos hasta que podamos ser independientes y nuestros padres no interfieran en nuestra relación.
- Querrás decir, tus padres, te recuerdo que los míos hace años que saben que soy gay y me apoyan completamente, además, yo no le dije nada a Heechul, es solo que él nos vio de la mano y dedujo todo – hace un puchero herido por las dudas de su pareja – créeme
- Suspira – te creo mi amor, es solo que, me tomó por sorpresa la forma en que me respondió, creo que no le agrado, ¿verdad?
- Bueno, él está algo molesto porque no me llamaste en estos últimos tres meses, pero yo sabía que era por algo, tú no me abandonarías ni te descomunicarias sin alguna razón, ¿verdad?
- Mi amor… gracias por nunca dudar de mí, prometo que te compensaré cada lagrima que derramaste por mí, este es mi número y ahora sí que podremos estar en constante contacto, tal y como lo prometimos.
- Tal y como lo prometimos… si Kang… si amor – sonríe al decir esas dos últimas palabras, poder hablar con Kangin lo relajaba de formas inimaginables –
- Bueno, ahora tengo que ir a clases, en cuanto salga te llamare, lo prometo. Hablamos después mi amor, te amo
- También te amo – susurra encandilado y corta la llamada sin poder quitar la expresión de felicidad de su rostro –