Hablaba con su pareja todos los días, al despertar lo primero que hacía era manda un mensaje de buenos días y antes de dormir le decía cuanto lo amaba, a veces el otro no respondía o simplemente le daba una respuesta cortante, pero él lo entendía, sabía que estar estudiando en otro lugar, haberse visto obligado a prácticamente a empezar de cero en un lugar nuevo y desconocido debía ser agotador, o al menos eso se decía a si mismo cuando veía a su pareja en línea pero igual no respondía sus mensajes, estaba ocupado, demasiado ocupado, era lo único que podía pensar, era también la excusa que le daba a su amigo, el único que sabía cuánto en realidad le dolía las acciones de Kangin.
- Ocupado, ¿acaso en toda esta semana no entró ni al baño para poder escribir un miserable mensaje? ¿cómo puedes tragar semejantes excusas? – suspiro al ver las lágrimas en el rostro de su amigo – no Minnie, no te lo digo para que llores, es solo que me frustra como te estas acabando por una persona, que, a mi parecer, no te valora como te lo mereces
- No lo entiendes Heechul, él me ama, yo lo sé – suspira – ni siquiera imaginas lo dulce que es conmigo, es el único que me escucha siempre, me entiende y nunca me ha juzgado, con él me siento completo en todos los aspectos… es el único que me podría amar, no soy interesante, la gente se aburre conmigo, ni siquiera soy guapo como tú
- ¿Pero te estas escuchando? ¡No es así! ¡Eres de las mejores y más hermosas personas que he conocido! y mira que te lo estoy diciendo yo, que no considero a estos simples mortales siquiera lindos
- Dejo salir una sonrisa sincera, sabía que su amigo lo decía justo por eso, por amistad, pero él era más consciente que nadie de sus características, es justo por eso que sabía que solo Kangin lo amaría – solo digo que debo entenderlo, es mi pareja, me escogió a mi sobre todas las personas.
- Ay mi pequeño… solo quiero que seas feliz, no quiero que nadie te lastime
- Lo soy, cuando estoy con él soy inmensamente feliz, es más, nos complementamos tan bien que nunca peleamos
- Nunca pelean porque nunca hablan – regaña a su amigo, aunque sabía que sería más efectivo hablarle a una pared – pero si dices que eres feliz – saca uno de sus pañuelos y limpia las lágrimas de su amigo – al menos no lo digas llorando o me pondré a llorar contigo
- Lo siento, en serio lo siento – se sorbe la nariz y se deja limpiar las lágrimas por su amigo – sabes Heemin, a pesar de lo que dice la gente, eres el chico más dulce y sobre protector del mundo, no sé qué haría sin ti
- Posiblemente estarías sumido en una terrible y profunda depresión, es más, quizás ni siquiera estarías vivo – empieza a actuar dramático – la soledad y tristeza te hubieran consumido lentamente y te hubieras apagado como una vela – pone con delicadeza el dorso de su mano sobre su sien fingiendo dolor – mi pequeño Minnie se hubiera consumido por la tristeza sin mi
- Verlo actuar tan él ayudo un poco a olvidar el dolor y pudo reír – para Hee, no tienes que ser tan dramático, o ¿acaso quieres que cuando me vuelva en un fantasma te persiga y te jale las patas?
- ¡No! ¡Mis hermosas piernas no! – empezó a reír junto a su amigo – solo, por favor no me vuelvas a ocultar nada, no me gusta tener que atraparte llorando la próxima vez
- Es que Hee – lo mira y hace puchero – no quiero agobiarte con mis ridículos problemas de pareja, no es justo para ti
- Ni es justo para ti tener que cargar toda esa tristeza solo – suspira y lo abraza – bueno, ahora, como recompensa, iremos a la cafetería y me compraras mi malteada de fresa favorita
- Trato hecho – suspira y se levanta sintiéndose muchísimo más ligero que cuando fue a esconderse a ese rincón para llorar – vamos por una malteada de fresa súper extra grande para mi Heemin – lo toma del brazo y entre bromas retoman su día intentando olvidar el mal momento y al causante de sus lágrimas con su insistente ausencia
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“Ajá”, esa había sido la respuesta que su supuesta pareja le había dado antes de colgar, habían pasado tres semanas desde un mensaje decente, y más de un mes desde su última llamada, y cuando por fin habían podido hablar, el otro solo le había contado lo difícil que era estar en otra ciudad, lo agotado que se sentía, y lo duro que era no tener tiempo para nada, cuando escucho esas palabras recordó lo que le había dicho su amigo, ¿acaso estaba tan ocupado que no era capaz de mandar un mensaje aunque sea en el baño?, pero en cuanto dio una indirecta quejándose, lo único que gano fue que su pareja se molestara iniciando una discusión.
- Apenas puedo entrar al baño y relajarme unos segundos, ¿crees que tengo cabeza para mandar mensajitos estúpidos y cursis?
- No te pido mensajitos estúpidos y cursis, pero al menos un buenos días, o un simple estoy vivo sería suficiente, pero no sé nada de ti, no imaginas lo preocupado que ando cuando no me respondes, o cuando veo que estas conectado a las redes sociales, pero nunca me llega respuesta
- Entonces, ¿es por eso tu queja? Porque a veces aparezco como conectado y no respondo, pues te cuento que eso pasa cada vez que mi teléfono se conecta a alguna red, no es porque yo ande de vago en internet ignorándote, ¿es tan mala la idea que tienes de mí? No puedo creerlo Sungmin, creí que me conocías, pero veo que me equivoque, que la persona que… que tú pienses esas cosas de mi…
- ¡no! No es eso lo que quise decir – intento corregir sus palabras – solo me preocupo por ti, necesito saber que estas bien, no te enojes por favor, sabes que jamás podría pensar que eres malo conmigo
- Lo haces, por eso me reclamas, si no pensaras así de mi podrías entenderme – se escuchó algunas voces detrás suyo y soltó un suspiro – me tengo que ir Sungmin, tratare de ser más comunicativo contigo – enfatizo las últimas palabras con ironía – ¿Cómo dijiste? Ah sí, te mandare mensajes hasta cuando este en el baño, es más, me reportare cada hora
- Eso no es lo que quise decir… Kang, no te enojes por favor… por fin pudimos hablar un poco
- Yo no fui quien empezó con quejas ridículas, yo solo quise llamar a mi pequeño Minnie, pero con tus quejas eso es imposible, tú no sabes lo que es estar lejos, estoy prácticamente solo, tengo que defenderme cómo puedo y no siempre me doy abasto, pero tú que puedes saber, estas en casa con tus padres
- Kang… sabes que no es así… por favor cálmate, sabes que también vivo solo
- Claro que vives solo, pero en la misma ciudad que tus padres, si necesitas algo simplemente puedes ir corriendo a verlos, no Sungmin, tú no sabes nada
- Lo siento… no quise arruinar nuestro momento – se muerde el labio sintiendo la culpa invadirlo y su congoja aumenta cuando escucha que las voces llamaban a su pareja – debes ir, ¿cierto?
- Tú mismo lo escuchaste – suspira – adiós Sungmin, ya hablaremos
- Adiós Kang… te amo – dejo salir en un último intento de reconciliarse –
- Aja – solo escucho eso y después la finalización de la llamada dejándolo una vez más con esa sensación de soledad y dolor, ni siquiera una palabra cariñosa, un simple “aja” era todo lo que había recibido, ¿y por qué? Porque se le había ocurrido quejarse en lugar de disfrutar de esos pequeños momentos que podía estar con su pareja, pero no, tenía que arruinarlo todo, acaso Kangin no había sido claro cuando le había contado lo estresante que era su vida y lo agotado que lo dejaba, se dejó llevar por los celos reclamando y malogrando todo, se quiso estampar contra una pared y desaparecer, se sentía tan inútil e idiota.