Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Otra vez no... por marlov

[Reviews - 75]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

- Arruiné nuestra amistad… me enamoré de ti, Cho Kyuhyun - Esperó en silencio alguna respuesta, pero el otro no decía nada, apenas se movía para respirar y eso lo enfadaba - ¿no me dirás nada?

Se quedó frío ante la declaración, apenas estaba procesando sus palabras cuando fue cortado por el otro - ¿Qué quieres que te diga? 

- no lo sé, recházame, dime algo, no te quedes callado, sabes que eso me pone ansioso

- ¿Quieres que te rechace? – preguntó con cautela –

- Obviamente no – frunce el ceño – Nadie se declara esperando ser rechazado ¿sabes qué? dejémoslo aquí, finge que nunca te dije nada, es lo mejor para los dos

- ¡no! Tenemos que hablar – toma su mano e intenta llevárselo a algún lugar más privado -

- pero no hay nada de qué hablar… Kyuhyun, suelta mi mano – después de un jaloneo logró soltarse – déjame ir…

– Minnie, ¿Por qué crees que arruinaste todo?

Se recostó en la pared de mala gana, su mente no dejaba de maquinar mil excusas para evadir el tema, pero a la vez quería sacar todo lo que tenía guardado - no me hagas repetirlo, por favor

- Pero sabes que tienes que sacarlo, ¿Qué arruinaste?

- ¿no es obvio? confundí nuestra amistad, tus muestras de cariño, todo lo confundí y al final, me enamoré, pero es innegable que tú no sientes lo mismo.

- ¿Por qué crees eso?

- Kyuhyun… - rueda los ojos irritado - ¡incluso intenté seducirte! Pero obviamente esto es unilateral, tú solo te comportabas como un amigo y yo terminé tergiversando todo

- tergiversar…

- ¡si! ¡lo hice! Tú siempre fuiste mi mejor amigo, me acompañaste en mis peores momentos, me dabas chocolates, me comprabas cosas, me ayudaste a encontrarme a mí mismo, y ¿Qué hice yo? Nada, solo te cargaba con todos mis problemas, me acostumbré a que estés aquí conmigo, a que seas mi soporte, se volvió tan natural que estés en mi entorno que, cuando di cuenta, mis sentimientos se transformaron y cuando menos lo pensé, dejé de verte como amigo

Kyuhyun ya no escuchaba nada, en su cabeza solo zumbaba la idea de que su conejo estaba enamorado, sin pensarlo dos veces acortó la distancia que había entre ambos, con el brazo izquierdo rodeó su cintura, y con la otra mano tomó su mentón, lo miró a los ojos y, esta vez sin temor atrapó sus labios con el beso con el que tantas veces había soñado, no fue un beso sensual, ni siquiera fue largo, apenas un roce de labios, pero había bastado para confirmar todas sus fantasías, Sungmin era tan delicado y sensible como siempre había soñado, sus labios eran aún más suaves y dulces de lo que había imaginado, pero lo que más lo enloquecía, era su aroma que lo embriagaba por completo. Juntó todo su autocontrol y con pesar se separó de él para mirarlo a los ojos – entonces, ¿lo logré?

- ¿lograste? – apenas podía procesar lo que había pasado, todavía sentía los labios ajenos sobre los suyos, avergonzado le devolvió la mirada y dejó salir una pequeña sonrisa – ¿no me vas a rechazar?

- ¿Por qué rechazaría al hombre que amo? – acaricia su mejilla con una sonrisa boba – El hombre que me enamoró casi desde el día que lo conocí en aquel pueblo desconocido, y encima ese hermoso chico me dice que me intentó seducir

- ¿me amas? Espera, espera – sacude un poco la cabeza como intentando ordenar sus ideas – dices que… ¿desde el viaje al pueblo? Eso fue hace más de un año… imposible… ¿por qué no me dijiste nada?

- Tú sabes mejor que nadie la razón – toma su mano y besa el dorso disfrutando poder tocarlo – cuando te conocí eras un conejito asustado y muy herido, acepto que al principio solo me acerqué por curiosidad, después fue admiración, admiraba a ese pequeño conejo que amaba con locura y entregaba tanto de sí mismo, envidiaba a ése tipo que teniéndote y teniéndolo todo, no te sabía apreciar, fue ahí que me di cuenta de que algo estaba surgiendo dentro de mí.

- ¿y ahí te diste cuenta de que estabas enamorado de mí?

- no, todavía no, ahí fue cuando supe que debía protegerte, que tenía que sacarte del hoyo negro en el que te estaban metiendo, me quise volver en tu mejor amigo, pero cada sonrisa que me dedicabas me confundían más y más. Pero el día que todo terminó, cuando estábamos en el bar, en nuestra despedida, me cuenta de que lo que sentía no era una simple amistad, esa noche, mientras tú dormías yo no podía dejar de pensar en todo lo que habíamos vivido, no quería separarme de ti, fue ahí que entendí que me había enamorado de ti, fue duro, casi doloroso, y decidí que continuaría como tu amigo

- pero te fuiste, ¿Por qué? nunca entendí eso, hasta creí que había hecho algo malo

- ¡no! Tu jamás harías algo malo, es solo que, ese día en el aeropuerto, cuando bajamos del avión y te aferraste a mi ropa para no perderte entre la multitud, no imaginas como enloqueció mi corazón, y para rematarla, cuando te quise dar a lobito, ese dulce puchero que hiciste negándote a aceptar mi regalo para no despedirte de mí, supe que no podía quedarme contigo como amigo, que lo que sentía era demasiado intenso y eso solo me volvía egoísta, sentía que si me quedaba contigo terminaría matando a… ése sujeto - suelta lo último casi escupiendo la palabra – y lo que sería peor, terminaría acorralándote o secuestrándote en un intento egoísta de protegerte

- pero, yo terminé con Kangin hace mucho, e igual no me dijiste nada

- lo sé, pero tú estabas herido, no podía aprovecharme de ti, por mucho que te amara, yo no podía hacerte eso – suspira – tú estabas herido, primero tenías que sanar, volver a conocerte, amarte, y solo después de eso, yo podría arriesgarme e intentar conquistarte

- ¡pero tardaste demasiado! ¿y qué hubiera pasado si yo no daba el primer paso?

- pues… no sé

- ¡yo sí! ¡nada! ¡No hubiera pasado nada! – bufa – casi, casi me obligaste a confesarme, y luego me sales con que me amas, eres un idiota, además, no respondiste mi pregunta

- ¿Qué pregunta?

- no es obvio, ¿mi lobito? – se para frente a él y se pone de puntillas intentando robarle un beso, como había visto en las novelas, pero sin éxito – Agáchate – bufa, se vuelve a parar de puntillas, toma su corbata y con algo de rudeza lo jala para poder besarlo, pero el beso no duró mucho pues su lobo empezó a reír contagiándole – ¡no te rías! Es tu culpa por ser tan alto

Vio que su pequeño intentaba besarlo, pero por la diferencia de altura no podía, sin querer no pudo evitar reírse – perdón mi conejito, pero tengo mi respuesta – con un poco más de seriedad se inclina y lo besa – sería un honor ser tu novio


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).