Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amor del demonio por Sakuriita_Henandez

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Anteriormente:

-El, es mio - decreto el demonio con autoridad avanzando en un abrir y serrar de ojos hasta donde el humano se encontraba - Y tu, eres parte de mi - anunció tomándolo del cabello y desapareciendo al instante de la misma forma en la que había aparecido, sin que nadie lo viera o lo notara.

.
.
.

Unos momentos antes en el infierno

-Karma-kun... Estas seguro de que ese humano esta muerto? - pregunto el ser amarillo con seriedad poco común en el.

-Si, bastante seguro - respondió el de ojos cobrizos dudando un poco de sus propias palabras. El había sentido como el corazón del humano dejaba de latir, su mente, su vida misma se apagaba. 

Lo sintió, lo vio, el lo causo.

-Karma-kun. Lo que tengo que decirte no es algo fácil de digerir, pero quiero que lo tomes con calma, ¿entendido? - puntualizó el pulpo plantándose muy serio frente al pelirrojo - tu sabes que cada humano tiene dos entidades, ¿verdad?

-Si, claro que lo se. Tiene su entidad mortal, la entidad celestial y la infernal.

-Perfecto! - le felicito el pulpo con un circulo verde dibujado en el rostro - Sabiendo esto, ¿sabes cual es la labor de cada una de ellas?

-Vine aquí para que me ayudaras con mis preocupaciones, no para que me aplicaras un maldito examen, pulpo de mierda!

-Responde y no me faltes al respeto - reprendió el mayor dando un golpe a la cabeza pelirroja - contesta o traigo a Okuda de vuelta.

-Eres despreciable - murmuro Karma con desprecio - la entidad terrenal solo tiene que vivir básicamente. Por otro lado, el ángel asignado a ella tiene que procurar que su protegido siga el camino del bien y tenga una vida justa - dijo con asco de solo pensarlo - En cambio, el demonio solo tiene que tentar a las personas, hacer que hagan oídos sordos a esos pájaros imaginarios y se destruyan lentamente hasta que lleguen al infierno.

-Es correcto, veo que has estudiado.

-Tengo mas de mil años, claro que sabré estas insignificancias - alardeo el de ojos cobrizos con su clásico aire de superioridad.

-Es verdad, pero recuerda que el demonio no es mas sabio por mas edad que tenga, es mas sabio por que aprende - dijo el ser amarillo con gracia - a nosotros, muy a diferencia de los ángeles, no se nos restringe el conocimiento. Somos libres de aprender leer y averiguar todo lo que queramos, sin embargo, Él les prohíbe tanto a los humanos como a sus ángeles, saber algunas cosas - informo tomando asiento frente a su pupilo nuevamente - recuerda que el conocimiento es un arma de doble filo y, así como crea, destruye todo lo existido y por existir.

-Por que tengo la sensación de que estas defendiendo a "esos" - pregunto Karma viendo a mal las palabras de su maestro.

-Karma-kun, recuerda que nosotros también fuimos ángeles alguna vez... Bueno, algunos; otros decidimos serlo al no estar de acuerdo con lo mandado por el creador - explico con suma paciencia, estaba por pisar campo minado y sabia que no saldría bien librado de ello -(Que Lucifer me ampare)- pensó soltando un suspiro antes de volver a hablar - Dime, ¿recuerdas como llegaste al infierno?

-Ammm... Si, morí a causa de la peste al rededor del año 512.

-Esa es tu muerte, te pregunte como llegaste a este lugar.

-Yo... Yo... Desperté en una celda... Okuda fue la que me libero y yo...

-Karma-Kun... Despertaste hace mil doscientos veinte años exactamente en esa celda de la que me hablas - recordó Koro, el era quien mejor sabia esa fecha, el había tomado como protegido y discípulo al pelirrojo problemático y ahora le diría algo que le estaba prohibido recordar al pelirrojo, pero a el nada le prohibía decircelo... O al menos, eso quería creer el.

-Ok, y eso que tiene que ver?

-En que año nos encontramos ahora?

-2018

-Ok, entonces has cuentas y dime si existe o no una laguna que no puedes explicar - pidió el pulpo.

Karma hizo lo que se le mando y, exactamanete como el pulpo suponía, existía una laguna de 286 años que el no recordaba en lo mas mínimo. Miro con preocupación a su mentor en busca de respuestas que calmaran sus dudas, pero lo único que encontró en ellos fue el inmenso dolor con hedor a culpa que provoca saber de otro lo que ni el conoce.

-Koro-sensei... Por que soy un demonio?

-Nada me gustaría mas que decirte el porque, sin embargo, ya he hecho demasiado al darte las herramientas de búsqueda - informo el ser amarillo con claro dolor en su voz.

Abrazo a su discípulo.

En si, no es que los demonios no pudieran sentir, eso solo aplicaba a casos especiales, tales como el de Karma. Los demonios pueden llegar a sentir afecto por otras cosas u otros seres, y eso el lo sabia muy bien, el tenia también un "amor imposible", solo que el suyo no era tan trágico.

-Karma-kun, yo solo puedo decirte que debes volver al mundo humano y descubrir lo que falta sobre esa laguna - le dijo en tono paternal - y, con respecto al humano parecido a ti...

-El...?

-El es tu parte humana - soltó de golpe causando una confusión colosal en el mas joven, que ya se disponía a realizar mas preguntas pero fue cayado por su maestro - No te puedo responder el porque no es tu encomendado, tampoco el porque nunca has visto a tu contra parte angelical, pero te aseguro por cada uno de mis tentáculos que ese humano es parte de ti.

-Pero, entonces... Por que paso lo del corazón? ¿Los celos? ¿Los sueños? - pregunto sintiendo como comenzaba a faltarle el aire -(se me termina el tiempo).

-Karma-kun, el es tu parte humana por lo que sientes lo que el siente y, muy posiblemente, ese humano ya estaba enamorado de Nagisa explico el pulpo.

-Estas de joda, ¿verdad? - cuestionó Karma abrumado - ¿Como es posible? ¿Ese idiota enamorado de Nagisa?... ¿Tu como sabes que se llama Nagisa? - pregunto agitado, no solo porque el tiempo que se le tenia permitido estar en el infierno se agotara, existía algo mas...

El no recordaba haber dicho el nombre de Nagisa frente al pulpo.

Ni siquiera frente a Nakamura. ¿Como sabia su maestro que el nombre de su presa era Nagisa?

-Yo se muchas cosas Karma-kun (algunas me gustaría decírtelas, pero no puedo...), pero no las ando mostrando por ahí.

-Koro-sensei yo...- sintió un halón desde lo profundo de su ser, su tiempo para visitar a su maestro se acababa y, de alguna forma, sentía la certeza de que alguien quería intentar algo con su peliazul - sensei... Yo... Que debo...? - trato de preguntar pero el dolor que sentía le impedía hablar claramente.

-Debes irte, este lugar no es para los que tienen medio sello - respondió el amarillo con firmeza - después debes tratar de llegar a un acuerdo mutuo con tu yo humano y, finalmente, observar realmente a Nagisa. Ahora vete, no quiero ver sujetos incinerados a estas horas - le despacho antes de que unas cadenas lo arrastraran fuera del infierno.

Nuevamente estaba en el mundo terrenal, con mas preguntas que respuestas, con mas preocupaciones que otra cosa.

-(Por Beelzebub... Lo que faltaba!)- pensó al ver nuevamente a ese estúpido e insignificante humano - (¿Que "yos" esta tratando de hacer?) - pensó al ver como el vivo se acercaba poco a poco hasta donde Nagisa reposaba.

-(Que se me castigue cuando muera, pues no creo ser digno de tal belleza)- escucho pensar al humano, lo cual le molesto bastante; solo el podía tocar al peliazul, sólo el podía verlo dormir y solo el tenia el derecho a estar en esa misma habitación con el.

El otro humano sobraba y, como a todo extra, se le tenia que eliminar.

No supo si fue intencional o no, pero en cuanto volvió su mente al humano, noto como su aura infernal se había desatado dejando paralizado al otro pelirrojo, muy (demasiado) cerca de Nagisa.

-Es cierto. Tu no eres DIGNO de tocarlo - puntualizó a sus espaldas con una voz ronca, oscura.

Aterradora era lo que el buscaba y claramente consiguió.

-Alejate de el, escoria - le ordenó en seguida, molestándose aun mas cuando el idiota se puso como escudo humano entre Nagisa y el -(Este pendejo que se cree? Nagisa es mío! El no tiene derecho a estar junto a el! Ni siquiera debería respirar el mismo aire!)- pensó molesto.

-Disculpa? Que quiere una cosa como tu con un ángel como el?

Si antes Karma estaba molesto, llegados a ese punto, ni las mismas calderas infernales le calentaban.

Un insignificante y despreciable ser como ese, osaba nada mas y nada menos que interponerse entre Nagisa y el. Esa fue la gota que derramo el baso, un baso muy pequeño y que ya estaba cerca del borde.

-El, es mio - decreto el demonio con autoridad avanzando en un abrir y cerrar de ojos hasta donde el humano se encontraba - Y tu, eres parte de mi - anunció tomándolo del cabello y desapareciendo al instante de la misma forma en la que había aparecido, sin que nadie lo viera o lo notara.

O...

Al menos eso había pensado.

Quizás Nagisa no hubiera escuchado la platica o algo de lo que pasaba, pero había alcanzado a ver como una mancha rojiza se desvanecía entre llamas.

Miro el reloj con pereza, aun le quedaba tiempo para dormir y no lo desperdiciaría pensando en ese demonio.

-Maldito Karma... El y sus rituales satánicos mañaneros... ¿Serán... Su paja de... Cada día? - pensó en voz alta antes de sucumbir nuevamente ante el sueño.

.
.
.

En algunos lote baldío del mundo.

Sabia que no podría matarlo, pero no era necesario que el vivo lo supiera, lo haría romperse desde adentro por haber intentado algo con su presa, claro que sin causar mucho daño, después de todo, no podía lastimar a su disfraz.

Muy a su estilo, apreciaba el parecido que tenia aquel mortal con el.

Lo tenia tirado contra la pared de una vieja casa abandonada, unos pequeños corres a lo largo de su cuerpo, golpes no muy serios en el tórax y en el rostro y un golpe, quizás algo serio, en la cabeza.

-(No se morirá... Supongo)- pensó al ver la maltrecha apariencia de su contrario.

-Tu... Tu por qué... Por qué quieres a Nagisa? - pregunto el humano con dificultad. Se sentía como mierda y sabia que asi lo había dejado ese demonio, pero aun era Akabane Karma (el humano) y ni un maldito demonio podría más que el.

-Tu no aprendes, ¿verdad? - pregunto el demonio con voz socarrona mientras se acercaba al humano para propinar le una parada mas en el abdomen - que te hace creer que puedes hablar, maldita escoria! - le grito bajando hasta donde se encontraba y tomándolo del cabello para azotarlo contra el suelo - aprende tu lugar, bastardo. Pero, responderé tu pregunta antes de volver a adueñarne de tu cuerpo. Yo no "quiero a Nagisa" yo quiero el alma de ese idiota, ¿ok?

-Eso es mentira...- negó el humano tosiendo un poco de sangre al hablar - puedo ve en tus ojos que quieres mas que eso...

-Callate! - grito el demonio furioso.

Algo dentro de el había removido.

Algo comenzaba a caminar dentro de su pecho.

Algo viejo llegaba a el en forma de nuevo.

Y eso a el no le gustaba nada.

Miro fijamente al vivo que le sostenía la mirada, burlona, altanera, calculadora y transparente mirada. Le daba asco de solo verle.

-Bien. De acuerdo - dijo después de soltar un suspiro relajado - Tu ganas. Ya no te haré mas daño - afirmo levantando las manos en son de paz - creo que ya hice demasiado y eso no esta bien... Tu y yo somos uno mismo después de todo, y creo que la temporada "emo" ya quedo muy atrás como para seguir auto-lesionandome - dijo al aire despreocupado.

El humano tembló.

En esos malditos seis minutos había conocido todas las facetas de ese ente y, sin vergüenza alguna, temía mas por su aparente calma que por su muy particular forma de imponer autoridad.

-Que me vas a hacer? - pregunto con voz y semblante firme pese a que por dentro temblaba cual gelatina.

-Todavía lo preguntas? Pensé que ya lo sabrías... No eres tan inteligente como pensé - se burlo el ser con cuernos mientras pasaba a ser una sombra desvanecida en el aire - voy a volver a mi disfraz.

-Que? Ah!

.
.
.

De vuelta a la habitación de Nagisa y Karma

Era la primer mañana tranquila que pasaba en años.

Nadie gritaba, nadie le reprendía... Nadie exigía su alma.

Si, era perfecta hasta que bajo a la estancia y encontró a un muy maltratado Karma tirado en la puerta. El alma casi se le fue del cuerpo y, antes incluso de pensarlo  ya se encontraba al lado del mas alto para ayudarlo a recargarse en la pared y poder hace una valoración de sus heridas.

-Por todos los cielos, Karma! Que ha pasado contigo!? - pregunto histérico una vez que lo pudo acomodar.

-Me pelee con mi reflejo...

-No estoy para bromas! Estas hecho una lástima! - le regaño mirando de un lado a otro en busca del botiquín.

-(No es broma...) ok, perdón... Un pequeño accidente... Solo dame un segundo - dijo para chasquear los dedos y quedar en perfecto estado, aun con Nagisa arrodillado entre sus piernas.

-Y si podías hacer esto, por que no lo hiciste desde un principio? - pregunto Nagisa un poco molesto al sentir como el de ojos cobrizos tomaba su cintura entre sus manos y lo acercaba hasta quedar a escasos centímetros de su rostro.

-Quería saber si te preocupaba.

-Me preocupa "Karma-kun", no " Karma" - informó el de ojos color cielo haciendo una clara distinción entre el cuerpo del humano y su portador.

->>Se preocupa por mi!<< (Ni siquiera había notado tu existencia hasta que aparecí, así que callateYo se que te preocupo - mencionó el dominante de ese cuerpo después de discutir con su dueño.

-Si, como sea... Yo me largo a la escuela - proclamo Nagisa sacándose de las manos de Karma - Gakushū-nii quedo de pasar por mi - dijo en cuanto sonó el timbre y la voz del nombrado se dejo escuchar.

-<<(Ese bastardo)>>.

Bien, quizás podría llevarse bien con la conciencia del vivo que llevaba dentro.

Pero eso lo descubriría después, de momento debía molestar al cabeza de fresa declorada y eso era prioridad.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).