-H-Hey...- una voz tenue despertó al lindo niño de ojo violeta. Este algo soñoliento solo levanto un poco las cobijas para que el castaño entrara entre ellas.
-Otra pesadilla- susurro el castaño mientras se acorrucaba entre los brazos del peliplateado. Este solo lo junto más a su pecho. Ya había pasado seis meses desde que llego a ese lugar, tres desde que el pequeño omega le tomaba la palabra, cinco desde que Yujiro le dijo sobre el embarazo de Shiro y dos desde que el omega mayor estaba en el hospital por culpa del mismo embarazo-aunque ahora Shiro se encontrara estable- . Se diría que la vida del peliplateado estaba pasando por altos y altibajos.
- Sabes que solo son pesadillas- desde que Shiro y Yujiro se encontraban en el hospital, este ultimo cuidando de su esposo, el de lindo ojos violeta se encargaba del cuidado constante de su pequeño omega. Por que si, el castaño era del peliplateado y este nunca lo dejaría solo. No de nuevo.
-Si, pero ...- el mayor espero respuesta, pero esta nunca llego. Solo abrazo con más fuerzas el beta al pequeño omega.El único beta en la, ahora, familia Takatsuki sabia perfectamente lo que pasaba el omega menor, el niño también tenia pesadillas. Pero él tenia que ser fuerte. Por el futuro de sus dos lindos Omegas.
- Esta bien. Yo estoy contigo- dijo en un susurro el beta, era como si fuera un secreto que solo ellos dos compartirían.
-Nunca más me dejaras solo, ¿Nunca?- el castaño comenzó a respirar de forma tranquila, el ligero aroma del beta tranquilizaba bastante al lindo omega. Este se encontraba entre la pequeña linea del sueño y la realidad.
-Nunca- le reafirmo el mayor, y como muestra de la promesa que había hecho le dio un pequeño beso en los labios al pequeño castaño que navegaba entre los sueños.
-Mis pequeños niños- el omega mayor que vestía un gran vestido suelto abrazaba con demasiado amor a los dos pequeños . Estos trataban de no molestar tanto al bebe que se movía con disgusto al sentirse tan apretado.
-Shiro-nii, el bebé se esta disgustando- dijo en un susurro el castaño. No quería incomodar al primogénito de la familia Takatsuki.
-Eso es verdad, Shiro- con voz calmada el peliplateado deshizo el abrazo. Shiro solo comenzó a llorar dramáticamente. Yujiro solo los veía con una linda sonrisa en sus labios. El Alfa amaba a esos niños.
-Vallan al cuarto, ahorita les llevo un refrigerio- dijo con voz gruesa el alfa.
-Que sean camarones con fresas y crema batida arriba- dijo Shiro mientras arrastraba a unos niños asqueados a la habitación principal.
- Claro ~~- el marido divertido solo acepto el mandato de su pequeña reina. Una vez en la habitación Shiro se a costo y en cima de él, sin llegar a lastimar al bebé, el castaño le comenzó a platicar su semana en la escuela. El peliplateado sin decir nada comenzó a sobar los pies de Shiro,era algo que al mayor le gustaba desde que el vientre de este había crecido. Al poco tiempo Yujiro entro con una gran bandeja de postres y té.
-¡No trajiste mis camarones con fresas y crema batida- se comenzó a quejar el omega mayor, Yujiro solo atino a abrazarlo mientras se llevaba de por medio al castaño que solo luchaba por agarrar aire. En ese momento mientras el peliplateado comía un pedazo de tarta dijo.
-Parecemos una familia- dijo inconscientemente. La "pelea" de la pareja junto al castaño paro. Ahí fue cuando el de ojo violeta sintió la verdadera vergüenza.
-Pues somos una familia- dijo Yujiro mientras le jalaba y se realizaba el gran abrazo de oso al estilo Takatsuki.
Un sentimiento se instalo en el pecho del peliplateado, un sentimiento que solo había sentido cuando su madre llegaba de trabajar y le depositaba un beso en la frente.
Sintió amor.