-Usted puede, Misaki-sama- escuche como Nowaki me empujaba con delicadeza. Sentía mis piernas temblar. Definitivamente fue mala idea pedir consejos a mis guardianes.
-Si no lo logra, yo lo ato y tu lo amordazas, Kasuma- la idea de Miyagi no era mala a comparación de la del idiota de Ijuuin. Quien en su sano juicio le coqueteaba a su profesor, ¡A su Profesor!. Aunque bueno, si deseo que se case conmigo le tengo que conquistar. ¡Pero soy malo en eso!.
- Estoy loco- y dándome un ataque de valor lo decidí. Entraría a la oficina donde se suponía que se encontraba Usami-san. Mi cuerpo comenzó a liberar adrenalina, mi pulso se aceleró al mil, y con valor abrí la puerta.
-¡Usami-sa...!- un libro salió volando con tal intensidad que a la hora de impactar contra mi frente caí al suelo causando un ruido sordo. Ahora lo único que observaba eran varias estrellas en al blanco techo del pasillo.
- ¡Te dije que te alejaras!- un grito masculino captó mi atención, y con dolor y ayuda de un preocupado Nowaki me puse de pie. Dentro de la oficina, Hiroki-san lanzaba libros como demonio a un Akihiko, quien se cubría con una tabla de apoyadera. No entendía nada.
-Pero no tengo la culpa que me asignaran ese salón- se escuchaba Usami-san. ¿De qué demonios hablaban?.
-Padre me confirmó que TU elegiste ese salón- un bufido por parte de Usami-san desató aún más furia por parte de mi antiguo profesor de Literatura.
-¡Hiro-san!- Llamo un alegre y sorprendido Nowa-...Espera ¿Qué? ¡¿QUÉ?!.
-¡¿Hiro-san?!- pregunté con espanto, de donde conocía Nowaki a Hiroki-san.
-Así que Hiro-san, ¿Huh?- una sonrisa socarrona por parte de Usami-san captó por completo mi atención. Era una sonrisa linda y sexi. ¡Misaki, calmate!.
- ¡TE DIJE QUE NO ME LLAMARAS ASÍ!- con una enciclopedia en mano amenazó al más alto de los cuatro. Voltee a mirar a Nowaki, quien tenía una sonrisa de bobo. Fruncí el ceño, esa sonrisa era la que medicaba a mi. No tenía sentimientos por Nowaki ni nada parecido, era un amor Fraternal. Pero que pusiera esa cara por un hombre que le ganaba un edad y que su carácter fuera peor que los mil demonios. Era algo porqué preocuparse. Luego preguntaría esto a Miyagi.
-Takahashi - una voz fría y siniestra me llamó, al ver el rostro de mi anterior maestro mi piel se puso de gallina y tenía la necesidad de salir corriendo. Su mirada desprendía maldad pura- ¿Qué carajos haces aquí?- su pregunta desto aún más miedo.Si le respondía con la verdad siento que me ha a matar y mochar en pedacitos.
-Pues...- mi cuerpo comenzó a temblar- El profesor Usami me pidió que le trajera mi ensayo- sacando levemente la carpeta que tenía tras mía le enseñe los papeles. Con un poco de brusquedad me quito los papeles para revisarlos. Su rostro de irritación paso a uno de sorpresa.
-No es tan malo, es mucho mejor de lo que esperaba de ti- la verdad no se si sentirme alagado o irritado. Mejor tomemoslo con la forma positiva.
-Misaki-sama es asombroso- la voz alegre de Nowaki agrando el poco ego que me quedaba con la presencia de Kamijou-san.
-Pero tus comas y puntos y comas están siendo aplicadas de forma incorrecta. Su parafraseo de la cita 4 página 6 esta mal, ya que aplicaste lo mismo en el párrafo uno. No llevas una estructura adecuada- con cada palabra que salía de su boca ocasiona un dolor en mi cabeza.
-Y decías que lo preferían a él- con burla Usami-san comento eso mientras con un suspiro. Asintiendo escuchaba los reclamos que me decía "amablemente" mi antiguo profesor.
- Gracias- mencionó Ijuuin a una sirvienta quien tenía la cara más roja que un tomate en su punto. Ijuuin se encontraba en la cocina de su gran casa de campo a fuera de la ciudad. Su aroma junto con un aroma más suave inundaba la casa. Esto ocasiona que incluso los betas - que eran los únicos aparte del omega y alfa que se encontraban en la casa- se sintieran débiles ante el par de aromas. La puerta de la cocina fue abierta dejando ala vista a una bella mujer omega junto a su alfa.
- Carolina-san- mencionó calmado Ijuuin. La rubia solo se acerco para besar ambas mejillas del pelinegro- ¿Qué hacen aquí tan temprano?, me hubieran encontrado en mejores condiciones- solo vistiendo unos pantalones de tela negra, Ijuuin dejaba a la vista su torso desnudo quien estaba adornado por rasguños, mordidas y marcas rojas y moradas. Dando a entender la situación en la que se encontraba horas antes y la reacción de cualquier empleado que trabaja ahí.
-No te preocupes, querido. Solo quiero ver como se encuentra Ishi, ya es el cuarto día de su celo, quiero ver que tal lo está llevando- y con una afirmación por parte del pelinegro menor salió de la habitación rumbo a la alcoba principal.
- ¿Qué tal está?- preguntó el pelinegro mayor. Él no tenía permitido ver a su lindo cachorro, si lo hacía podía causar aun más trauma en Shizuku. Ijuuin con frustración llevó el vaso con sake a su boca.
- Ishi ya posee mi marca y yo la de él. Mi cuerpo la acepto con facilidad, pero su cuerpo no acepta con tanta facilidad la mia- sentándose Ryuu imito la de su ahora nuero- su celo a pesar de tener relaciones sexuales, sigue expulsando feromonas. El doctor explicó que se debe al trauma y al mecanismo de defensa de su cuerpo. No es fácil aceptar una marca a la fuerza y para que después venga otro alfa para volver a marcarlo....-
-Ya veo- el silencio se extendió en toda la habitación, por instinto Ijuuin le ofreció un trago a su "padre". Aceptando bebieron en silencio. En todos los clanes de Japón se corrió la noticia del secuestro y marca del joven Shizuku, todos lo sentían por el clan Shizuku. Ningún Alfa y beta Jefe Yakuza deseaba que sus hijos sufrieran este tipo de situación. Por esa razón existía una ley no escrita entre la sociedad japonesa , nunca marcar a un omega, beta o alfa a la fuerza, si ocurría lo contrario la Yakuza entraría en acción.
-Hable con la mafia estadounidense, más bien el que habló fue Takahashi-san. Ellos no tendrán represalias contra ningún clan- un peso fue quitado de los hombros de Kyo. Al instante entró un beta con la respiración acelerada.
-Shizuku-sama entro en celo de nueva cuenta- Ryuu solo suspiro. Ijuuin se levantó y llevando consigo una charola con comida se encaminó a su habitación. Al llegar a la puerta se encontró con una preocupada Carolina. No intercambiaron palabra. Solo una sonrisa.
-Kyo~~- con voz suave Shizuku llamaba a su ahora compañero. Este se encontraba acurrucado dentro de una montaña de ropa de Ijuuin. Este solo sonrió enternecido. Le había preparado un nido. Dejando la charola en la mesa de noche se acercó al cuerpo desnudo del joven.
-Despertaste mi lindo gatito. ¿Puedo entrar?- preguntó con precaución. Shizuku solo asintió. Entrado en el gran y lindo nido del omega Ijuuin abrazo a Ishi. Este último comenzó a besar la clavícula del mayor. Ijuuin con toda su fuerza de voluntad apartó un poco al menor.
-¿No me quieres?- preguntó con sollozos Ishi.
-No mi vida, pero tienes que comer. No lo has hecho en un día entero- tomando el plato con frutas Kyo trato de darle comida, pero este solo negó y se enterró en el montón de ropa que se encontraba en la cama.
-¡Quiero a Kyo dentro de mi! ¡Eso es lo que quiero!- Ijuuin con poca paciencia se preguntaba cómo era posible que su lindo y serio Ishi fuera tan diferente cuando su lado omega salía a flote. Con un suspiro cansado, Ijuuin se escabulló dentro del grande nido para comenzar otra ronda de sexo.
-Kyo... - el lindo ronroneo del pelinegro despertó el dormido miembro del alfa. Este con lentitud Lamia la marcada clavícula del omega.
-¿Te gusta, mi pequeño niño? - el cuello del menor se llenaba de mordidas y Chupetones rojos. El pelinegro solo gimió en respuesta.
La guerra de besos no tardó en llegar, el menor controlaba el beso. Era algo que le encantaba a ambas partes. En un movimiento brusco, Shizuku monto a su pareja. Kyo solo sonrió complacido. De manera lenta y sensual, el omega comenzó un lento bailén donde ambos miembros se rozaban fuertemente. Era una sensación cálida e íntima.
- Voy a tomar a Kyo ~~- canturreo el pelinegro, el rose había quedado en el pasado. Ahora Ishi de manera agresiva simulaba embestidas, el trasero redondo y blanco de Ishi contra el miembro duro oculto entre las ropas de Ijuuin.
- Ngh... - Kyo trataba de controlarse, este deseaba perder el control y tomar el Delgado cuerpo de su omega con fuerza bruta. Pero había aprendido en esos días de sexo que el omega de Ishi le gustaba tomar el control. E Ijuuin por su omega sería y haría todo. Al ver sumisión por parte del mayor, Ishi solo aumentó la presión de los saltitos. El omega interior del pelinegro quería, deseaba ver la cara de desesperación por parte del alfa. En cierta medida deseaba que sufriera la desesperación que el sufrió durante sus primeros días de celo.
-Mi alfa me desea, ¿verdad? - susurro con aliento cálido al oído de Ijuuin mientras se detenía de manera súbita. Las intensas miradas de ambos eran obvias. Ambos se deseaban a muerte.
- No sólo deseo a mi omega - con delicadeza tomó el cuerpo del menor y lo abrazo, ocultando el rostro en su cuello- También deseo a mi lindo y agresivo Ishi. Ese hermoso hombre que cargue desde bebe - el rostro rojo y con sus largas pestañas húmedas, Ishi comenzó a sollozar. Todo su ser estaba eufórico, era tanto que ni sabía cómo expresar ese sentir. Así que solo lloro. Kyo de forma tierna acurrucó el pálido y sonrojado rostro del menor. Suavemente, la nariz del alfa,comenzó un tour por el cuello y cara del menor.
-Te amo, Kyo - una vez recostado en la cama, Ishi susurro esas hermosas palabras.
-Lo se- y sin decir nada más iniciaron ese baile erótico y lleno de intimidad, dejando todo de lado.
Dejando el hecho de que tal vez Ishi pudiera quedar embarazado en su primer ciclo de celo. Dejándoles como consecuencia un lindo y rechoncho cachorro.