"La vida es pasajera, el amor permanente"
-ANÓNIMO
Los dos preciosos niños estaban jadeando sin control alguno. Escondidos en una fábrica abandonada, esas joyas de niños se veían uno a otro. Café contra violeta.
-Tienes unos hermosos ojos - fue lo primero que salió de la pequeña boca del castaño. El de ojo violeta lo miró incrédulo para después lanzar al aire una sonrisa cargada de confusión y estrés.
-Eres estúpido- más que una pregunta lo afirmó. El castaño sólo le respondió con una cara de indignación.
-Pero al parecer, ser estúpido en este mundo es lo ideal - terminó de hablar el ojivioleta para pararse y comenzar a caminar hasta llegar a la gran puerta de entrada de la fábrica.El sol estaba saliendo, el ojivioleta odiaba el sol.Lo apartaba de su amada oscuridad,aunque bueno , la oscuridad siempre estaba reinando en su mente y en su corazón.El amor humano era simple y limitado, en cambio el que la oscuridad le tenía al ojivioleta era más que un simple y limitado amor, era mucho más que eso.
-¿Adonde te diriges? - pregunto asustado el castaño. Tenía terror de ser dejado en ese lugar solo y sin compañía, sin nadie en quien confiar.
-¿Tienes miedo de morir? - le respondió con otra pregunta el ojovioleta al castaño. Esa pregunta desubicado al precioso castaño. Pero este sabía perfectamente su respuesta.
-Si. Le tengo terror. - le respondió seguro, pues quien no tenía miedo de ya no ser consciente de estar vivo. El ojivioleta solo río.
-Yo no tengo nada de terror- contestó en un susurro, pero a pesar de eso el castaño escucho.- No tengo terror a la muerte, es más la espero con ansias-las lágrimas caían de forma lenta.
"Hermoso" fue el único pensamiento que tuvo el castaño al ver al niño. Las lágrimas resalta el hermoso color violeta de los ojos de esa pequeña luz que cada día cae más en la oscuridad.
Sin ser consciente de sus propias acciones, el castaño se levanto del sucio suelo y caminó de forma lenta hasta llegar junto al niño de ojo violeta , lo tomó de las mano que eran un poco más grandes que las del castaño. Otro duelo de miradas se desató, ninguno cedía. Ese momento decidiría el futuro de ambos niños.
Rendirse o Luchar.
Retroceder o Avanzar.
Ser Golpeado o Golpear.
Ser Comido o Comer .
Morir o Vivir.
De poco a poco la mirada del chico ojivioleta cayó hasta mirar al suelo. Y sin más ambos pares de ojos estallaron en lágrimas.Estaba decidido, a pesar de no conocer ni sus nombres y haberse conocido unas cuantas horas atrás, ambos niños habían decidido luchar, avanzar, golpear, comer y vivir. No importaría quienes se les interpusiera en el camino, ellos dos se encargaran de quitarlos del camino, de apartarlos.
Ellos caminaran hacia la luz de un hermoso y maravilloso día.
JA! JA! JA! . Niños...
Recuerden... ellos viven en la oscuridad, y la oscuridad es celosa de sus habitantes. La oscuridad permite que todos entren, ellos los abraza y los llena de una calidez que ni el mismo sol les podría dar, pero ten cuidado...los celos son malos y más de un ser tan grande.
Los niños aprenderían a no jugar con el cariño de la oscuridad, aprenderían a no querer salir de ella ...y aprenderán de la forma mala
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