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El último Milagro de Sherlock Holmes por sherlocked221B

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Por la mañana John preparó el desayuno intentando aparentar total normalidad, sin embargo, Sherlock no le dirigió la palabra, tampoco comió un bocado de la comida preparada por el doctor, solo tomó el té que la Señora Hudson había dejado sobre el escritorio como cada mañana.

-Sherlock debes ingerir algo más que una té- advirtió John sin mirarlo.

-No tengo hambre -fue la escueta respuesta del detective.

-Sherlock…deja de ser tan infantil, ¡ya supéralo! -

Sherlock puso los ojos en blanco, y se quedó de pie frente a la ventana mirando hacia la nada con las manos cruzadas tras la espalda, John lo miraba de reojo mintras comía en la mesa de la cocina. La delgadez del detective era más notoria que antes  pero aun así se veía perfecto y elegante con el cabello mojado y revuelto luego del baño…el silencio reinó por varios minutos, hasta que finalmente escuchó los pasos del detective a su lado, observó estupefacto como Sherlock por primera vez en mucho tiempo le hacía caso tomando asiento en la cocina frente a él y echándose una tostada a la boca con expresión de aburrimiento… el detective se aclaró la garganta y finalmente se atrevió a decir -siento lo de ayer…me sobrepasé, todo lo que dije… estaba molesto…-admitió atropelladamente entre balbuceos.

-fue bastante notorio Sherlock -dijo John con las cejas levantadas

-ya lo se, me comporté como un cretino, pero quería preguntarte si tu querías…salir conmigo…

John no podía creer lo que escuchaba, Sherlock disculpándose y luego…invitándolo, lo observó esperanzado.

-A resolver un caso…-finalizó el detective.

John sonrió contrariado… ¿es tu forma de pedirme disculpas?

-Es mi forma de mantener tu mente ocupada… un gran caso- dijo Sherlock sonriendo orgulloso

-Gracias por la invitación, pero aun debo organizar lo que queda de mi vida

¿De que estás hablando, creí que te mudarías? Dijo Sherlock con extrañeza  

-Claro que lo haré, pero debo resolver un par de asuntos primero, el tema de la mudanza y…tengo que renunciar formalmente a mi trabajo…una amiga me ayudará a traer nuevamente mis cosas en su coche.

-Una amiga? ¿qué amiga? - Preguntó Sherlock levantando la voz y arrugando el entrecejo

-…se llama Mary es la asistente de mi consulta-

- ¿Son muy amigos? Jamás la has mencionado…-

-Si la he mencionado, el problema es que jamás me escuchas…bueno ella es -John sonrió recordando la entusiasta y alegre actitud de Mary siempre que estaba junto a ella- es una mujer encantadora…dijo al fin

- Debo haberlo borrado…información sin importancia- soltó Sherlock son desprecio, desviando la mirada con aire de superioridad.

-Seguro que si…no es importante, de todas formas, se trata de mi-dijo John con ironía

Sherlock solo emitió un gruñido a modo de respuesta, se levantó, tomó su abrigo y salió del apartamento sin despedirse, a grandes zancadas. Si John no lo conociera juraría que Sherlock Holmes estaba celoso, pero ese tipo de desconsideradas actitudes eran tan usuales en él…que ya se había acostumbrado.

El día transcurrió de forma tranquila, Las charlas con Mary le hacían olvidar sus propios problemas, no entendía como esa mujer siempre era tan dulce y alegre, sus interesantes conversaciones le traían algo de esa lejana paz, contagiándose de su estado de ánimo y recordándole el hombre que era antes de perder a Sherlock Holmes hace 2 años.

Realmente era una buena amiga, quizás la persona en quien más confiaba desde que Sherlock había “muerto”. Mary lo invitó a un par de copas luego de trasladar sus cosas a Baker Street y John acepto gustoso, le contó a grandes rasgos lo que había sucedido esos días evitando las complicaciones amorosas que había tenido con el detective. Habló del retorno de Sherlock y el peligro que enfrentaron al intentar desactivar la bomba subterránea que había instalado una célula terrorista en un carro de tren, la cual pudo haber asesinado a cientos de personas.

-realmente tienes una vida ajetreada, es increíble como la rutina cambia en unos pocos días, Sherlock parece una persona fantástica- exclamó Mary con vivo interés mientras bebía de su trago

-Bueno…es un ser único- respondió John con una mueca

-Volvió a poner tu mundo de cabeza - dijo ella sonriendo, supe que había vuelto hace unos días “el detective de la gorra” ha sido noticia en varios canales nacionales-

-Si…está muy cerca de la fama supongo…-

-Y bueno…me tomé la libertad de leer tu antiguo Blog-

- ¿De verdad? - preguntó el doctor sorprendido.

-Si, ¡tú narrativa es buenísima!, me devoraba tus historias…tu forma de referirte a Sherlock es muy especial…debes quererlo mucho, eres muy detallista en tus descripciones…

-Bueno…él es el hombre más inteligente que he conocido, y usa sus habilidades para el bien. Eso es admirable, también el grado de compromiso que mantiene con su trabajo, cuando acepta un caso no come ni duerme hasta terminar, el proceso es agotador y estresante pero cuando por fin logra resolverlo…su razonamiento, sus deducciones, es sencillamente espectacular de presenciar. – dijo John entusiasmado-

-Se ve que lo admiras muchísimo -dijo Mary sonriendo encantadoramente

-pero también es un presumido…es bastante desagradable la mayor parte del tiempo, por lo mismo no tiene muchos amigos-

-pero te tiene a ti…debes importarle muchísimo- admitió la rubia

- ¿por qué lo dices? - preguntó Watson extrañado

-bueno, por todo lo que me acabas de contar…eres a la primera persona a la que buscó para desmentir su muerte, al primero a quien quiso darle la noticia, eso es especial…por qué te informó a ti antes que a los medios.

-Bueno…si Sherlock es impredecible-

-además quiso que volvieras a Baker Street enseguida, significa  que te necesita cerca y pidió tu ayuda para resolver el caso de la red terrorista subterránea…por lo que me dices él es totalmente autosuficiente, podía realizar avances sin colaboración de nadie, sin embargo…te quería a ti en el caso, disfruta de tu compañía…

John sonrió complacido, no había notado esos detalles, todo había sido tan rápido tras sel regreso de Sherlock que no había tenido tiempo para pensar en esos detalles. -…eres realmente observadora, a veces dudo que yo le importe…Sherlock es una persona muy reservada con sus sentimientos, nunca expresa lo que quiere, es muy complicado relacionarse con él. Pero tienes razón, uno debe captar los pequeños detalles que indican que Sherlock si es un ser humano…el siente a una frecuencia única es un enigma que debe ser resuelto pacientemente-

-bueno las mujeres somos más receptivas en cosa de sentimientos, por ejemplo, puedo darme cuenta que tu…también necesitas mucho de él-

- ¿a qué te refieres? -interrogó John incómodo, quizás levemente sonrojado al ser descubierto.

-desde que él regresó por fin vuelves a sonreír, a exteriorizar tus pensamientos, yo te conocí en esos años de crisis John, eras un ente vagando por los pasillos del hospital, tu pasión se había esfumado, ahora estoy conociendo al verdadero John Watson-

- ¿ah sí?-una sonrisa ladina apareció entre los labios de John

-si…y debo decir que eres encantador -dijo Mary acercándose unos cuantos centímetros con la mirada fija en las pupilas de John, con ella todo era tan simple, John se sentía cómodo y seguro, oportunamente se percató de los indicios de coqueteo en ella, podía besarla y ya…era una mujer atractiva, pero recordó su beso con Sherlock, sus sentimientos estaban con el detective, no podía dejar de pensar en él.

Justo en el momento en que la cercanía con Mary comenzaba a tornarse peligrosa John reaccionó excusándose de que ya era tarde y ambos habían bebido bastante. Mary comprendió el mensaje instantáneamente emitiendo algún comentario gracioso y desviando el tema, como si el momento anterior jamás hubiese sucedido, ambos pidieron la cuenta y luego salieron del local. Mary llevó l doctor de vuelta a su nuevo hogar en su auto, al bajarse frente al 221B John agradeció sinceramente a Mary por la velada, ella lo ayudaba a distraerse del caos en el que se había convertido su vida, Mary sonrió y al despedirse depositó un beso en la mejilla del doctor quedándose unos segundos más de lo necesario cerca del rostro de John para finalmente subirse a su autor y marcharse.

John se sentía algo mareado, miró el auto de su ahora ex asistente alejarse entre las tenues luces de la calle, hasta que todo quedó en silencio a su alrededor, finalmente alzó el rostro observando el frontis del apartamento, las luces del interior aún estaban encendidas, de pronto sus ojos se conectaron la mirada glacial de Sherlock, quien lo observaba atentamente analizando cada detalle desde la ventana. Se veía realmente malhumorado, a John un escalofrío le recorrió la espalda, tenía un mal presentimiento.


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