Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El último Milagro de Sherlock Holmes por sherlocked221B

[Reviews - 26]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, gracias por leer el fanfic, porfis no olviden dejar sus comentarios con sus impresiones al finalizar la lectura. 

Un gran abrazo!

La tenue luz del exterior que se colaba por los ventanales de la sala proyectaba sombras en su rostro afilando aún más el contorno de sus mejillas, Sherlock lo besaba con maestría, sin separar sus labios ni por un segundo, disfrutando de los silenciosos jadeos ahogados del doctor mientras lo empujaba lentamente hacia el escritorio, rozando sus caderas en un vaivén sutil sintiendo la placentera fricción de sus cuerpos deseosos de unirse nuevamente.
Finalmente, la espalda de John chocó contra el grueso escritorio, Sherlock aprovechó esa interrupción para elevar al rubio del suelo tomándolo por la cintura y para luego sentarlo sobre la marquesa del mueble, un leve gesto de dolor apareció en su rostro solo un instante, sus ansias por poseer a John le habían hecho olvidar el constante escozor de la herida en su pecho. 
—Sherlock…podemos hacer esto en otro momento— advirtió el rubio preocupado por la mueca de dolor en el rizado
Sherlock cerro los ojos unos instantes, aún estaba débil debía admitirlo, sin embargo quería decirle a John que quizás no habría otro momento para amarse en la intimidad de su hogar, quizás jamás volverían a estar así de tranquilos, libres, felices y vivos...la incertidumbre se agolpaba en su pecho, deseaba amar a John con todo su ser, para ellos solo existía el presente…el futuro era incierto, tal vez incluso…inexistente.

Disipó esos temores tan rápido como habían aparecido en su mente, sacudió sus rizos en negativa, olvidando su propia incertidumbre—te necesito...John—dijo mirándolo fijamente, con su deseosa mirada verdiazul. Esas dos palabras fueron suficiente para que John Watson olvidara sus últimos vestigios de preocupación, él también necesitaba al rizado, como jamás había necesitado a otra persona en su vida, lo amaba de forma obstinada e incondicional, sin importar los errores que Sherlock cometiera continuamente, el siempre estaría ahí, no estaba dispuesto a renunciar al detective. Tomó el rostro de Sherlock en sus manos besándolo con toda la pasión contenida durante esos largos días, sus manos se deslizaron por la fina tela de la camisa del rizado palpando cada fibra sensible de su piel, comenzó a desabrocharla lentamente con extremo cuidado para no pasar a llevar los vendajes de su pecho.

Una vez terminada su labor contemplo el pálido pecho del detective con sus músculos marcados, le pareció aún más pálido ante la tenue iluminación de las luces del exterior, Sherlock Holmes se veía perfecto, “apetecible” pensó su lado más instintivo.
Besó su pecho con infinita paciencia, trazando un camino en descenso  con sus labios y lengua, lamiendo  cada recoveco, haciendo que Holmes se estremeciera tensando sus músculos, bajó del escritorio, tomó a Sherlock de la cintura para luego bajar sus manos hasta su trasero apretándolo con deseo y terminar  volteando a Holmes acorralándolo contra el mueble, Sherlock le dedicó una mirada algo contrariada arrugando el entrecejo, mientras apoyaba su espalda contra el escritorio.

El detective a medio desvestir con expresión grave en el rostro y las mejillas levemente sonrojadas a John jamás le pareció más sexy…finalmente se arrodilló ante él, quería disfrutar cada parte de la anatomía del detective, lentamente bajo sus pantalones, y continuó depositando besos por su cuerpo hasta llegar a la entrepierna de Sherlock, quien  lo observaba desde su envidiable altura con total concentración, parecía estar absorto en los movimientos de Watson, finalmente apoyó las manos sobre el escritorio y sintió como lentamente se hundía en la humedad de la boca de John una y otra vez en un delicioso vaivén constante, lanzó un largo suspiro expulsando todo el aire de sus pulmones, se arqueó inconscientemente cuando John comenzó a succionar con fuerza, abrió los labios para emitir un gemido mudo, sentía que todo su ser le enviaba erráticas señales de placer a cada parte de su cuerpo, aturdiéndolo, cerró los ojos con fuerza mientras echaba la cabeza hacia atrás y solo pudo sentir la boca de John, sus labios envolviéndolo, su lengua, los húmedos sonidos que emitía al succionar su zona más sensible, deseaba absorber cada detalle de esos momentos guardando en su memoria cada una de las ocasiones en las que se habían amado de esa forma. 
Intentó removerse, las atenciones del rubio estaban provocando estragos en su cuerpo, no podría controlar ese placer que urgía por ser liberado—basta—pidió Sherlock con voz grave—no aguantaré mucho si sigues  haciendo eso
John le dedico una mirada maliciosa junto a una sonrisa desafiante, se separó lentamente y recorrió con el vaho de su aliento la longitud de su miembro, Sherlock se estremeció fuertemente, apoyando todo su peso en el mueble, Watson aprovechó ese momento para continuar succionando sin importarle las continuas advertencias de Holmes, sin embargo Sherlock poseía un control impresionante sobre su cuerpo, apretó los labios con fuerza conteniendo hasta lo impensado el imperioso orgasmo que amenazaba con explotar en su interior.
John finalmente desistió de su tarea—es increíble que seas tan obstinado incluso en situaciones como esta—Sherlock sonrió victorioso ante ese comentario.
—eso se llama tener control sobre tus propios procesos biológicos, querido Watson, la razón triunfando sobre el instinto—ironizó Sherlock con su típica actitud presumida de siempre. 
John se incorporó y Holmes volvió a sentarlo sobre el escritorio, abriendo sus piernas de forma demandante, quedando de pie entre ellas...
El rizado observó a John unos instantes, como si estuviese a punto de confesar algo importante-quiero que me hagas un favor—John lo observó con expresión interrogante—deseo que verbalices tus sensaciones, no te guardes nada, descríbelas de la forma más fiel posible…quiero que me digas como te hago sentir…
John pareció bastante extrañado con la petición—¿describirlas por qué?...tú también lo sientes Sherlock
-no sé cómo lo sientes tu...-John comprendió que algo más allá de su comprensión se escondía tras aquella petición, era como si Holmes quisiera comprenderlo todo, como si deseara entrar en su  mente...

 Más rápido de lo que pudo asimilar Sherlock Holmes había quitado sus pantalones, recorría sus piernas rozando con exquisita delicadeza la zona circundante a sus boxes rojos, palpo el miembro del rubio por sobre la tela, sintiendo su clara excitación
—¿cómo se siente esto? —interrogó el rizado apoyando su frente en la de John
—Sherlock... —replicó el doctor Watson, era difícil explicar ese tipo de sensaciones además sonaba embarazoso describirlas frente a él—no creo que... —
En ese momento Sherlock colaba dos de sus dedos por la prenda aprisionando el miembro de John

—y esto...¿cómo se siente?

—mmmm...es...intenso

—creo que tendrás que esforzarte un poco más John—replicó el rizado, devorando a besos los labios el rubio mientras estimulaba su miembro con una de sus manos, sin molestarse en quitarle el bóxer.

—¡Sherlock! —exclamó John, Holmes lo masturbaba con rapidez, envolviendo su miembro con energía, propinándole la presión exacta, rozando las zonas correctas para dejarlo al borde del éxtasis—más…por favor, es…muy placentero…me dejas al borde del éxtasis—Sherlock disminuyó el ritmo al oír esas palabras—maldita sea Holmes, dame lo que deseo de una vez…deja ya este juego—Sherlock sonrió, le complacían esos cambios abruptos en John, su actitud demandante. Sabía que no era buena idea hacer esperar a John por lo que termino por deslizar la ropa interior entre las piernas del rubio.

John abrió sus piernas de forma instintiva y Sherlock cogió una botella de lubricante para prepararlo correctamente. Luego de unos minutos Holmes estaba posicionado en su entrada presionando la punta de su miembro entre los glúteos de John, quien apretaba los labios con fuerza para no terminar gimiendo, ese dolor mezclado con el placer de sentirse lleno lo aturdía. Sherlock comenzó a envestir lentamente, tan lento que a Watson le pareció una especie de tortura, sintiendo ese sutil placer esquivo en cada envestida, estaba recostado sobre la fría marquesa del mueble, viendo como Sherlock lo penetraba de pie junto a él, agradecía el hecho de estar solos pues habría sido embarazoso que la señora Hudson los encontrara en esa situación tan… “comprometedora”. Luego de varios minutos manteniendo ese ritmo tranquilo, Sherlock decidió aumentar el compas de las envestidas abruptamente

John gimió sobresaltado, el placer que antes le parecía esquivo ahora lo estaba inundando enviándole oleadas de sensaciones, Sherlock había encontrado el punto preciso y envestía sin piedad esa zona arrancándole gemidos aterciopelados a John. Ambos mantenían sus miradas fijas en el otro mientras hacían el amor, a veces al doctor Watson le daba la impresión que Sherlock era capaz de leer cada una de sus sensaciones solo observando las expresiones de su rostro, sentía que compartían una especie de complicidad única. No supo cuanto tiempo exactamente estuvieron unidos, a intervalos Sherlock estimulaba su miembro dejándolo al borde del orgasmo mientras lo penetraba tan profundo como esa pose se lo permitía, sintió muchas veces que llegaría al éxtasis, pero Holmes en el último instante hacía algún inesperado movimiento, cambiando de posición, aminorando la intensidad de las envestidas o deteniéndose un par de minutos, para impedirle acabar dejándolo pidiendo más. Finalmente, ambos llegaron a su liberación al unísono entre fuertes sonidos de placer. Luego de descansar unos minutos ambos agotados avanzaron hasta la cama, John se acurrucó abrazando al detective para dormir plácidamente. Sherlock cerró los ojos pasando uno de sus brazos por el cuello de John, cubriéndolo en un abrazo protector.

John habló repentinamente, algo ensimismado demostrando el agotamiento que sentía— he estado pensando…me gustaría que en unos años viajáramos por Europa…sería romántico, sé que no será un viaje convencional, estoy seguro que encontrarás crímenes por resolver, pero eso le daría el toque de misterio…¿Qué piensas Sherlock?

El detective guardo silencio sopesando la envergadura de las palabras formuladas por John… “en uno años” el doctor pese a todo pronóstico proyectaba su relación, una relación de pareja, estable y duradera. La atenta mirada de John ante su prolongado silencio lo sacó de sus cavilaciones—en unos años…bien…aunque no comprendo el propósito del viaje…¿es de la clase de conductas que tiene la gente normal en sus vidas normales? Ir de vacaciones a un lugar…por el placer de visitarlo…

—sería un viaje romántico…navegando por Venecia, atrapando criminales en parís…tomando una copa de buen vino en las costas del Sena…

—eres un romántico…¿te lo había dicho? —preguntó Sherlock algo divertido

—Quizás unas mil veces—Replicó John esbozando una sonrisa en su rostro cansado, apenas tenía la oportunidad Sherlock hacía referencia a  su mentalidad romántica, embellecida  e idealista

—si…en unos años…pero nunca tendremos la certeza de lo que pueda suceder el día de mañana John… por el momento…tenemos el ahora… es todo lo que necesitamos para ser…felices —confesó Sherlock con aire despreocupado, intentando ocultar el profundo mensaje que se escondía tras esa frase.

Finalmente, John Watson se hundió en un profundo y reponedor sueño, Sherlock lo observó dormir por horas, disfrutando de cada expresión que el rubio inconscientemente hacía al dormir, los imperceptibles movimientos de sus labios, su cabello desordenado, su clavícula derecha bellamente marcada por la inclinación de su cuello  al dormir, deseaba disfrutar esa noche como ninguna otra acompañado de la única persona que amaría a lo largo de su vida. Protegiendo su sueño, almacenando cada detalle de la existencia de John en su mundo. De pronto lo invadió un mal presentimiento, esa corazonada que antes había deseado ignorar, el juego llegaría a su fin…muy pronto, quizás no volvería a estar con John nuevamente en la intimidad, quizás nunca volvería a amarlo…su parte más humana traicionó su fría racionalidad, deseó tener más días de vida para compartir junto a John Watson, para hacerlo feliz y disfrutar de la cotidianidad junto a él. El doctor lo había salvado de tantas formas…se incorporó lentamente de su esquina de la cama, cuidando de no despertar a John, aun así, el rubio se removió algo inquieto.

Sherlock se dirigió a una de las tablas suelta del piso junto al ropero. De ella extrajo un cofre color ocre, lo abrió en el silencio del cuarto, sintiendo la respiración tranquila de John al dormir. Tomó la carta contenida en su interior, en ella se leía claramente “Estimado Doctor John Watson” atentamente S.H    al releerla la creyó tan formal, tan impersonal…que parecía una broma frente a todo lo vivido durante esos últimos meses junto  John, a todas las palabras confesadas  entre la calidez  de las paredes de Baker Street, todas las promesas, proposiciones y muestras de afecto. Se dirigió sigilosamente hacia la chimenea, tomó el cuchillo con el que siempre apuñalaba este tipo de escritos y finalmente ensartó la carta, John debía leerla luego de que todo sucediera… “todo terminará muy pronto” pensó para sí.

Finalmente tomó su móvil y releyó lo mensajes recibidos esa tarde

“Ya es hora que terminemos con nuestro juego Señor Holmes, estaré esperándote mañana en el último piso del Hospital Bart´s. Solo dos opciones… Más te vale que no me hagas esperar…o el adorable John se muere” S. B.

“No hace falta decir que vengas solo ¿o sí? … si acudes a tu hermano para trazar un ingenioso plan con el iluso objetivo de  salir libre de esto te aseguro que lo sabré. Hace un tiempo que la seguridad del gobierno británico ha dejado de ser impenetrable ¿no crees?” S.B.

“Un incentivo extra…Mary estará gustosa de verte” S.B.

Sherlock emitió un largo suspiro, recordó la ocasión en la que fingió su muerte cuando saltó del último piso del Hospital, escuchó las palabras que había cruzado con John durante esa última llamada, esta vez él dejaría una nota, esta vez sería transparente con John Watson, le daría un punto final a su historia para que él pudiese continuar su vida…


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).