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You Gave Me A Home por KuroAshi_ZxS

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Notas del capitulo:

¡Hola a todos! Se que siempre lo digo...pero mil disculpas por la tardanza. He tenido mis problemas, como siempre ocurre, y por eso también quería hacer un breve comunicado: por un tiempo, solo actualizaré este fic.

No se si tarde solo dos semanas, un mes o más tiempo en volver con nuevos trabajos o seguir con el resto, pero ello se debe a que, siendo sincera, los últimos fics no han tenido lecturas. Buena parte de ello es mi culpa, dado que no he logrado actualizar con regularidad, pero también quiero ver una opción para mejorarlos, si mi problema también tiene que ver con la escritura. Iré en busca de un beta, y así tener otra opinión y traer fics que realmente sean buenos para todos ustedes.

Los motivos por el que solo seguiré este son dos: la mayoría que ha revisado mis otros trabajos lee este, y también fue esta idea la que me trajo de regreso a escribir, más aún en este fandom. Amo de todo corazón este fic, y dejarlo sería como dejar la escritura.

Pero debo aclarar: no estoy dejando ningún fic. Terminaré todos, sin importar cuanto tiempo me lleve. Es un hecho, así que no se preocupen por ello. 

Ahora, volviendo a la trama...se que es algo más corto de lo usual, pero por una buena causa. Tiene un pequeño..llamémoslo, Easter Egg. Espero que alguien sea tan aplicado como nuestro querido Cap y se de cuenta de la referencia jajaja

También un aviso: en este y en el siguiente, puede tener contenido algo fuerte. Menciones de tortura, nada explícito...pero la cosa se pondrá fea.

Como siempre, saludos especiales a: Hino Jaganshi Minamino y ringo ringo ¡Muchas gracias por comentar!

Mil disculpas por las posibles faltas ortográficas.

“¿qué carajo…?” murmuró Clint impresionado “es como lo que mencionaste…tu cuerpo cambió de un segundo a otro, Steve…”

“como un fénix” agregó la chica, tan impresionada como ellos “por un momento…casi te fusionaste…”

“¿cómo un fénix?” tartamudeó Steve, antes de oír la carcajada divertida de Tony a través de las comunicaciones.

“Cariño…durante días intentaste ponerte en contacto con la piedra, y ahora reacciona cuando Katniss estuvo en peligro. Es…renaces para protegerlos, asumes un nuevo poder de acuerdo a la circunstancia, para mantenernos a salvo” poco a poco la voz del genio se volvió más tierna “ahora ya sabes la clave para desbloquearla. Pero mientras apresurémonos, quiero patearle el trasero a ese tipo por darme un susto de muerte y…”

Pero antes que pudiera continuar, una voz emergió desde los altavoces de la base: la voz de Red Skull “Bienvenido, Capitán. Veo que es el candidato adecuado para traer a HYDRA una vez más a la cima del poder”

xxxxx

Un peso terrible se asentó en el estómago de Steve, intentando no perder la compostura ante las palabras de su peor enemigo.

Se había creído preparado luego de saber que Schmidt seguía vivo luego de tomar el Cubo Cósmico y ser transportado a uno de los sectores más alejados de la galaxia. Había estado seguro de poder enfrentarse a él cara a cara en una batalla, de salir victorioso. Había pensado que luego de establecer una alianza con Thanos, este le traicionaría debido a sus ansias de poder y su orgullo: Red Skull no había experimentado con el Suero de Súper Soldado por nada, quería ser un líder, y él mismo cumplir sus metas, sin estar bajo el dominio de otro.

Aunque ese otro, claro, hubiese sido el Titán que por un tiempo, había logrado desaparecer a la mitad del universo y destruir planetas completos, como había ocurrido con Gamora y Drax.

Dado que ya conocía como actuaba, pensaba que Schmidt podría fingir ser un fiel vasallo y aprovechar los recursos a su mano para reconstruir HYDRA. De ser ese el caso, quizás…solo quizá, Natasha podría recuperar información valiosa mientras ellos los distraían. También podría intentar vengarse de él por lo ocurrido, de dejarle varado en un planeta desconocido sin poder poseer una de las Gemas y a causa del poder de otra.

Pero nunca, ni en sus más locos sueños, pensó que Schmidt podría intentar usarlo a él para su fin.

Pensándolo detenidamente, tenía sentido. Seguro Thanos le había dicho que ahora era el portador de una de las Gemas, y que intentaría arrancársela en cuanto tuviera una posibilidad. Pero no…Red Skull era demasiado inteligente, y aprendía de sus errores. Esperaba, de todo corazón, que la idea que tenía en mente no fuera verdad.

Porque HYDRA estaba acabada, ese era un hecho.

Durante los dos largos años en que se había separado de Tony a causa de los Acuerdos y lo ocurrido en Siberia, y poco antes que Bucky volviera a las cámaras criogénicas, le había pedido que le entregara toda la información que poseía sobre ellos: miembros, modos en que atacaban, cedes…todo era valioso. No soportaba quedarse de manos cruzadas durante tanto tiempo, viviendo tranquilo en Wakanda, a pesar que T’Challa se lo había propuesto.

Cuando Natasha finalmente dio con él y se unió a su equipo, fue un poco más sencillo seguir con las infiltraciones, dado que Clint y Scott por ese entonces, habían vuelto a Estados Unidos con arresto domiciliario por dos años, para cumplir su condena. Wanda también había sido una gran ayuda, y dado que había sido entrenada por la mismísima Viuda Negra, era una experta también en ese tipo de misiones.

Y ahora, sin contar esa base que creían descontinuada, un puñado de sitios eran manejados hasta la fecha por HYDRA, con aún menos miembros intentando mantener viva esa organización.

Seguro llevaba un tiempo organizándose, y debía saber qué había ocurrido durante todos esos años. Pero había mencionado que él sería el “candidato adecuado” para revivir a HYDRA. Quería pensar que se refería a intentar dar con la Gema, pero su corazón le decía otra cosa: el programa del Soldado del Invierno.

Sentía la bilis subir por su garganta, francamente aterrado. No solo por la perspectiva que le hicieran eso a él, sino que también…dios, que lo pudieron hacerlo a otras personas antes que supieran que él estaba de regreso.

Porque si Red Skull era cuidadoso y temía volver a tocar una Gema, podría hacerlo fácilmente si lograba manipularlo a él.

Y no quería saber cómo planeaba conseguirlo. Debían derrotarlo antes que supiera de Mary, o aquello sería aún peor.

Sabía que Bucky estaría escuchando por las comunicaciones, y debía encontrarse realmente desesperando en esos momentos. Pero su mayor consuelo es que ninguno estaba solo en ello: sus amigos, su familia, estaban a su lado.

Lo supo ante el agarre de Clint en su hombro, quién murmuró un suave “gracias”, seguro tras salvarlo de los lanzallamas. También en la pequeña sonrisa de ánimo en el rostro de Wanda, y en las voces tranquilizadoras de Nat y Tony en las comunicaciones.

“Denme solo un poco más de tiempo. Ya tengo a dos hombres de HYDRA en mis manos, desarmados, y les quité las píldoras de cianuro. Estoy descargando los archivos de su base de datos, necesito al menos…veinte minutos más. Esta computadora es en extremo antigua…tardaré más de lo necesario antes de poder salir de aquí…” murmuró la Viuda Negra, ciertamente enfadada “entonces podremos romperle el rostro desfigurado a ese cabrón”

“Tranquilo, cariño, no dejaremos que te ponga una mano encima” aseguró su novio con fiereza “¿están seguros que yo no…?”

“No, Tony. Eres nuestra mejor arma por si algo sale mal” le respondió Steve con una sonrisa cariñosa, a pesar que este no podía verla “le daremos tiempo a Tash y luego volaremos todo aquí”

Junto con Wanda y Clint entraron sin miramientos a la base, tomando la entrada principal, y desde donde habían escuchado la voz de Red Skull. Sabía que seguro estaría en el subsuelo, en una sala muy protegida, por si algo salía mal. Debía estarlos vigilando por las cámaras, por lo que se entretuvo en el camino de romper cada una con su escudo.

Era extrañamente satisfactorio, no solo ocultar el posible paso de Tony para HYDRA y cabrear un poco más a Schmidt, destruyendo sus cámaras; sino que también utilizando por primera vez en años su escudo. Se sentía estupendo, invencible una vez más. Realmente lo había extrañado.

“Pareces un niño pequeño” replicó Clint con una sonrisa “y se de lo que hablo”

Steve puso los ojos en blanco, luchando por no contestar a su comentario. Sabía que el arquero intentaba distender la tensión de las palabras de Red Skull, pero fue de todos modos muy efectivo. Que lo comparara con sus pequeños o con su sobrina le arrancaba una sonrisa, sin importar la situación en que se encontrara.

Pero la distención que Clint había logrado no duró mucho, pues una vez que el camino se bifurcó en diversos senderos, las trampas volvieron a atacar.

La mayoría consiguió sacarles de quicio, tanto, que incluso Wanda parecía notoriamente molesta y, en vez de seguir usando sus poderes, decantó por lisa y llanamente esquivar cada una de ellas. Steve la entendía, aquello parecía cosa de niños. Una pistola que se disparaba al abrir una puerta aquí, una trampilla allá. Era demasiado simple pero, a su vez, terminaba por retrasar su caminata.

“Intentan huir” propuso Clint, dándole una patada a una lanza que había aparecido del techo “estas mierdas…la mayoría, al menos un tipo con un poco de imaginación y mucha basura a su alcance podría montarlas”

“Deja de quejarte, Barton” bufó Tony por medio del enlace de comunicaciones. Steve no pudo evitar poner los ojos, con su novio en la conversación, solo se seguirían insultando los unos a los otros hasta que dieran con Red Skull “ese tipo no intenta huir, Tasha nos hubiese advertido. Está en la sala de controles, después de todo”

“Por más que me pese…él tiene razón” la voz de Wanda dejó entrever un suave acento, aquel que solo aparecía cuando estaba muy molesta “creo que solo intentan agotarnos. O hacer que perdamos el foco de la misión. De otro modo, Schmidt se habría marchado tan solo al vernos llegar”

Lo que ninguno sabría, y solo más tarde se daría cuenta, es que estaban en medio de una vil trampa.

Por cerca de quince minutos siguieron así, entre quejidos de Clint y su pelea con Tony, a la cual afortunadamente Natasha fue capaz de poner fin. Estaban en medio de un entramado de caminos, cada vez más estrechos, profundos y lúgubres. Las trampas seguían siendo las mismas, pero el espacio jugaba en su contra, por lo que estaba siendo bastante difícil esquivar las trampas sin acabar necesitando de su fuerza bruta.

Al final, acabaron por reagruparse: con Wanda a la cabeza, usando sus poderes como escudo; Clint con su arco en mano, protegiéndolos de las posibles tramas y Steve, con su escudo también en la mano, cerrando la marcha. Con su audición y reflejos, era más sencillo protegerlos de los proyectiles que aparecían cada cierto tiempo, intentando dar con sus puntos débiles.

Pero cuando llegaron a una nueva intersección en su camino, y no más de cinco minutos después de reagruparse, se activó una trampa que ninguno había esperado. Estaban tan acostumbrados a ese ritmo fácil, que cuando dos paredes se levantaron del suelo antes que cualquiera pudiera reaccionar, terminaron separados en la guarida de Cráneo Rojo.

Ambas habían encerrado a Clint, por lo que Wanda, desesperada por quién quería como un hermano mayor, del mismo modo que lo había sido Pietro, dio todo de si por liberarlo. Las paredes le estaban aplastando, buscando triturar su cuerpo bajo la presión. Eran de acero reforzado, por lo que la Bruja Escarlata tuvo que tener mucho cuidado para liberarlo sin acabar hiriéndolo aún más en el proceso.

“¿Te encuentras bien?” preguntó con temor, ayudando al arquero a sentarse para que recuperara el aliento.

“Sí…esa cosa nos tomó desprevenidos. Supongo que pensaba deshacerse de alguien, o de Steve…seguro pensó que…”

“¿qué? ¿qué ocurre?”

“¿Dónde está Cap?”

Aún más aterrada que antes, se dio cuenta que no había oído en ningún momento su voz ni el sonido característico de su escudo. Conociéndolo, Steve habría intentado sacar a Clint de esa trampa mortal, aunque tuviera que abrirse paso solo con sus manos y gracias a su fuerza. Sintiéndose agotada, pero francamente preocupada por su líder, aplastó la pared contra el suelo para ver…

“Nada, no está aquí…” su labio inferior tembló, pues fuera de las trampas descartadas en el pasillo, no había rastro alguno del Súper Soldado.

“No…el plan de Schmidt no era agotarnos…era separarnos…” Clint golpeó el suelo, asustado ante aquel descubrimiento “conocía a Steve lo suficiente como para saber…que sin importar quienes vinieran, él querría cerrar la marcha. Y yo fui el señuelo perfecto…mientras tú me liberabas, encubrimos sin querer que vía tomaron…” a trompicones se puso de pie, tanteando con sus dedos la pared, pero sin dar con ninguna saliente, además de una trampilla desde donde habían brotado dardos envenenados “tenemos que encontrarlo…tenemos que…”

“…Tony, cálmate. Encontraremos a Steve, nosotros…”

Solo entonces, luego del breve episodio en que casi había perdido su vida, Clint prestó atención a las comunicaciones, y su corazón se estremeció de pura decepción hacia sí mismo. Le habían fallado, a Tony, aun cuando habían prometido que mantendrían a Steve a salvo.

Golpeó su cabeza contra la pared, intentado serenarse. Debía mantener la calma, y buscar a su líder. Luego tendría tiempo de culparse por lo ocurrido. Solo cuando vencieran a Schmidt y estuvieran a salvo en la seguridad del Quinjet.

“Lo siento, Tony. Pero Tash tiene razón, daremos con Steve y nos encargaremos de ese desgraciado. Confía en nosotros ¿quieres?”

“¿Cómo quieres que confíe si, estando con ustedes, lo perdieron totalmente de vista?” gruñó enfadado, y Clint sabía que si hubiese estado con él, se habría ganado al menos un puñetazo. Pero entonces la voz del genio se quebró, y si eso no hizo que su corazón se rompiera en mil pedazos, nada lo conseguiría “no puedo perderlo, no…no otra vez. Mary tampoco lo soportaría, y sus padres…yo debo, por favor…”

“aún no, Tony. Eres la clave para salir de aquí. Si nos atrapan a todos, y sin el Quinjet…estamos fritos” la voz de Natasha era determinada, pero no por ello exenta de suavidad y entendimiento “luego podrás regañarnos cuanto quieras…en especial a Clint...” el arquero no pudo evitar bufar ante su comentario, pero más calmado al recibir su apoyo “pero tiene razón. Solo confía, te daré la señal para que irrumpas desde el techo cuando sepamos donde se encuentra. Yo ya tengo los datos que necesito, iré en su encuentro y revisaré algunas salas sin cámaras mientras voy hacia allá. Pero si tuviera que apostar…”

“él está en el subsuelo, en los últimos niveles, con Red Skull” completó Wanda “Steve nos lo dijo, que ese hombre querrá mofarse de Steve, de cómo su plan está funcionando. Y querrá verlo de primera mano…sea lo que sea que tiene preparado para él…”

La Bruja Escarlata no necesitó de más palabras, pues todos entendían el significado implícito: el modo en que Schmidt intentaría convertirlo en la clave para traer a HYDRA a su época dorada. Ninguno quería pensar en cuáles eran sus planes, que tan horrible podía ser. Intentaron centrar su mente en la búsqueda de su Capitán, mientras que Tony, con la información que la Viuda Negra le había transmitido, luchaba por desmantelar cada sala y poner en funcionamiento algunas cámaras desde la distancia.

Cuando se enteraron de lo ocurrido, el plan de mostrar lo bueno que era Steve luchando, también acabó. Tenían suerte que solo estuvieran grabando, y Bucky, el encargado junto a Strange de prestar su apoyo desde Hong Kong, estaban francamente aterrados. De haberle pedido a la madre de Steve que los acompañara para que finalmente aceptara quién era su hijo, ya no era una opción.

Y saber que lo tenían entre sus garras, lo que pudieran hacerle…hizo que colapsara en el piso de la sala, teniendo un ataque de pánico tan fuerte como no los sentía al enterarse que Steve había muerto para traerlos de regreso. Solo Shuri, quién había llegado poco después de la partida del equipo a Alemania, en busca de hablar con Strange sobre su gema, fue capaz de calmarlo.

Su tiempo en Wakanda los había unido, y dado que ella había sido quién había hecho su nuevo brazo, le daba la seguridad a Barnes para que ella se acercara sin que terminara dañándola.

Con la información en sus manos, transmitida por Tony, intentaron ayudarle a recorrer la base extremo a extremo. Pero para ello, y contando que su reducido equipo era más que eficiente, tardarían casi una hora en dar con el rubio. Una hora en la que Red Skull, del peor modo posible, intentaría romper al soldado. No solo por placer, aunque era una de sus retorcidas metas. No, sino para cumplir su promesa y obligarlo a servirle…a revivir a HYDRA…a ocupar el puesto de Barnes, luego que este lo hubiera liberado de sus ataduras…

El soldado perfecto, con una Gema que podía y obligaría a controlar. El poder era tentador, claro está, pero verlo como un arma era cientos de veces mejor.

Lo acondicionaría, lo ocuparía, y entonces se lo entregaría a Thanos. Tenía un año para dar con el Capitán América y para que el Titán creara su nuevo Guantelete, el tiempo que estimaba, demoraría en ensamblar un nuevo ejército y arrebatarles la Gema del Tiempo.

Su misión antes había durado más de dos décadas, un par de meses era una cantidad ínfima en comparación.

Además, y sin saberlo, Steve solo se había equivocado en un supuesto: Schmidt no trabaja para Thanos, eran aliados en ese momento. El único modo en que el Titán, sabiamente, sabría que Red Skull podría hacer su trabajo sucio. Él ya había probado al rubio, usando a los restos del ejército desechable y moribundo con los que había atacado las tierras de Wakanda. Mientras debía prepararse, hasta dar con él.

Habían planeado paso a paso como conseguir lo que deseaban. Tenían que volver a Steve Rogers más fuerte, fundirse con la Gema y nutrirse de ella: utilizarla para lo que había sido creada. Ello rompería su espíritu, su determinación, pero era lo que ambos buscaban: necesitaban un arma, un guantelete que fuera capaz de servir a sus propósitos, lo suficiente para resistir un chasquido más.

Para Thanos, Red Skull podría intentar revivir su organización, porque su promesa no había sido del todo verdadera: la mitad del universo desaparecería aleatoriamente, por orden de la suerte y no sus designios. Schmidt creía que él lo manejaba, y que los mantendría a salvo, y le bastaba. Si luego seguían vivos, no dependería de él en última instancia.

Solo le quedaba observar, gracias a la Gema del Espacio, cómo se desarrollaba todo. Y su Skull fallaba…pues aún tenía otro plan bajo la manga…

Steve despertó poco a poco, sintiendo su cuerpo entumecido y rígido. Estaba atado con cadenas de Vibranium a una silla del mismo material, viendo con dificultad la deprimente habitación en la que se encontraba. Estaba desprovista de muebles, a excepción de una celda, en la esquina opuesta de donde se encontraba.

Allí había una chica, un poco mayor que Wanda, de largo cabello rubio. La habría llamado de haber podido, pero su boca había sido sellada con cinta. Y la sangre que aún goteaba de su cabeza, luego que esas paredes se interpusieran entre sus amigos y una tercera, proveniente del techo, lo golpeara con tal fuera que sintiera su cráneo crujir, le indicaban que no habían pasado más de diez minutos desde entonces. Por lo general, una herida en esa zona de su cuerpo no tardaba en sanar más de un cuarto de hora, si es que esta era muy profunda.

Cerró los ojos, intentando concentrarse una vez más. Hizo una revisión mental de su cuerpo, de sus ataduras, y sintiéndose más frustrado que antes, se dio cuenta que ni siquiera podía mover el cuello.

Tenía que salir de allí, salvar a la chica y encontrarse con sus amigos. Por lo que poco a poco intento girar su muñeca entre las cadenas, forzando el espacio suficiente para poder zafar al menos su mano derecha. Trataba de hacerlo con cuidado, a sabiendas que podían estarlo vigilando, aunque no viera cámaras en el lugar. Suponía que al menos debían existir sensores de movimiento, dada la aparatosa cantidad de cámaras en los niveles superiores, del mismo modo que las trampas en los pasillos.

Pero a escasos intentos de lograr su cometido, escuchó pasos acercarse a la habitación. La chica, a quien había creído inconsciente, se sentó en el suelo con miedo, apretándose lo que más podía a la pared. Era un evidente signo de miedo, y solo entonces se dio cuenta de lo mal que se encontraba: golpeada, con evidentes signos de desnutrición, temblando por completo.

Su cabello estaba sucio, y su piel pálida salpicada de moretones. De haber estado en mejores condiciones incluso pudo pasar por su hermana, aunque Diane solía ocupar el cabello corto desde secundaria: inclusive tenía los ojos azules, igual que él.

“Steven Rogers, ha pasado una temporada desde que nos vimos. Casi cien años, si puedo añadir” Red Skull entró en la habitación, sonriente, claramente satisfecho con su victoria “te agradezco que hayas venido, y no solo ignorado mi mensaje… ¿pero tú no eres de aquellos que le da la espalda al peligro, verdad? Ese modo de actuar es demasiado previsible, Capitán. Al igual que las estrategias de combates de sus compañeros”

Hizo una pausa, acercándose un poco más a él. Seguro había afianzado también su cabeza para evitar que lo golpeara, porque la cercanía era tal que resultaba opresiva “la señorita Maximoff…creímos que la traería. Y mis súbditos supieron bien cómo manejarla…después de todo, ella fue creada por nuestra organización”

Dado que Red Skull le impedía ver lo que los dos acompañantes hacían a sus espaldas en ese momento, intentó concentrarse una vez más en liberar su mano, cuidando que su viejo enemigo no notara sus tretas “Pero eso ya no importa. Estás aquí. Y planeo cumplir mi promesa”

La sonrisa de Schmidt era amplia y grotesca, y el brillo maniaco en su mirada le hizo detener sus movimientos una vez más. Su instinto le decía que, sus siguientes palabras, podrían decidir el destino de su vida por completo.

“Las gemas son cambiantes, poderosas y casi indestructibles. Pero luego de pasar décadas cuidado la que tienes aquí, se lo que hace falta para ponerla en funcionamiento” Puntualizó cada palabra, al tiempo que ponía sus manos en su pecho y rasgaba su uniforme, no sin dificultad. Aquello, de ser posible, le habría valido una sonrisa divertida en el rostro, debido al buen trabajo que había hecho su novio construyéndolo. Pero cuando el brillo de esta bañó la habitación, como palpitaba en su pecho, entendió todo de sopetón “Sí, Capitán…porque cuando su portador está en peligro, son capaces de actuar para resguardarlo”

Schmidt se movió de su campo de visión, permitiéndole ver como sus ayudantes habían traído a la chica, quién intentaba defenderse, pero sin mayor éxito. También había sido atada y su boca vendada, obligándola a acercarse a él “Cómo seguro te habrás dado cuenta…ella es igual que tu amiga, Maximoff. Es un producto dañado, podía hacerse invisible y a veces crear campos de concentración, pero no era capaz de mantenerlos por mucho tiempo. Así que con la dieta adecuada…ni siquiera es capaz de usarlos ahora”

Red Skull le tomó por los hombros, acercándose una vez más para susurrar en su oído “Thanos me dijo que tus poderes solo se desencadenan si quieres salvar a un ser querido, pero ahora mismo estás solo. La gema del alma trabaja absorbiendo otras, y luego haciéndose con su poder…eso es lo que harás. Pero no te preocupes, dado que ella nació de una Gema, será más sencillo para ti…”

El fulgor de la Gema del Alma en su pecho aumentó, haciendo sentir a Steve aún más nervioso y preocupado “te romperé, Capitán. Y luego te nutriré de tus propios amigos, y de otros seres. Serás mi nuevo Soldado a mi cargo…y traerás HYDRA a la vida. Este es solo el primer paso, y una vez que pruebes el poder, ni siquiera tú serás capaz de dar marcha atrás…un lindo perro que come sumisamente de la mano de su amo…”

Hizo un par de señas, para que solo uno de sus subordinados se quedara con la chica, mientras que el otro se acercaba a él con un cuchillo que, a todas luces, parecía hecho de vibranium. No tenía idea de donde habían sacado tanto, pero con un metal tan poderoso, sería imposible evitar cualquier herida.

El hombre, con una sonrisa tan horrible como la de su líder, se lo colocó en el cuello “tiene diez segundos, Capitán” murmuró con la voz ronca “sino la absorbe…cortaré su cuello. Y aunque usted no quiera…la Gema, para salvaguardar a su guardián, lo hará por usted”

“Heinz tiene toda la razón” confirmó Schimtz con una sádica mueca “y desde ahora, empieza la cuenta regresiva para usted, Capitán”

Notas finales:

Espero les haya gustado, y cualquier duda o reclamo por el cap, puede dejarlas en comentarios. Estaré de regreso con la conti antes de lo que creen ¡Hasta entonces!


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