Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

You Gave Me A Home por KuroAshi_ZxS

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Los personajes de Marvel y sus historias no me pertenecen.

¡Hola a todos! Estoy muy feliz de verlos. Logré traer el cap un poco antes de lo planeado, y también me siento muy contenta de darme cuenta de la buena aceptación que ha estado teniendo mi historia. Por eso se los agradesco mucho.

También se que a veces mis caps tienden a ser cortos, pero por lo mismo, trato de actualizar cada pocos días. Me demoro en escribir mucho más caps largos y luego traerlos, porque tiendo a frustrarme, que algunos algo más resumidos pero que puedo actualizar dos o tres veces a la semana. Espero me comprendan.

Saludos especiales a: wandarogersstark y Shofi21 ¡Muchas gracias por comentar!

Disculpen cualquier posible falta ortográfica.

Una carpeta, escondida tras unos gruesos libros de matemáticas, llamó su atención. Ignoró la advertencia de Steve demasiado tarde, pues nuevos bocetos cayeron a sus pies antes que pudiera atraparlos. Se puso de rodillas, notando aún más sorprendido que muchos eran sobre él.

Pero uno en particular llamó su atención “Steve…es bellísimo…” sus rasgos, su sonrisa torcida, el brillo maniaco en su mirada cuando inventaba, su ropa rota y cubierta de grasa de motor. Era particularmente íntimo, delicado: la mirada de un artista bajo su fachada, mostrando a su yo inventor, a ese que no muchos veían y su verdadera persona, la que se escondía tras las máscaras. Esa faceta que pocos intentaban conocer.

Entonces una idea asaltó su mente, logrando que su corazón latiera desbocado “¿es así cómo me ves?” como toda respuesta, el rubio se acercó a él, agachándose a su lado. Pronto, sus rostros estuvieron lo suficientemente cerca, como para hacerse una idea de la respuesta del chico “Steve ¿esto significa…?”

xxxxx

“Estoy significa que lo que dije…sigue siendo cierto. Quiero que seas feliz, por eso me resigné a verte con Strange…pero más me gustaría, siempre he soñado, que lo seas conmigo”

“Lo soy” sabía que en esos momentos seguro debía verse patético, con las lágrimas corriendo libremente por sus mejillas “saber que estás vivo, solo tener la certeza, me ha hecho el hombre más feliz de este mundo…” notó como su líder le dedicaba una pequeña sonrisa, acercándose un poco más a él, permitiendo que el calor reconfortante de sus brazos calmara su miedo interior “Durante mucho tiempo yo…yo…”

La sonrisa de Steve se ensanchó, pero sollozaba entrecortadamente, al igual que él “Yo también” y allí estaban, sus labios sobre los suyos, y el mundo se paralizó.

No era nada como había esperado: sus labios secos, su aliento a café, sus manos en sus mejillas. Sí, no se parecía en nada a sus fantasías, pero eso lo hacía era mejor, cientos de veces. Porque no era una simple ilusión. Aquello estaba ocurriendo en verdad.

El roce de su barba hacía cosquillas en su piel, sabiendo que Steve debía estar sintiendo lo mismo, a juzgar por los escalofríos que recorrían su cuerpo. Además, esa confesión le había embargado, sumido en una dicha plena. Se sentía seguro, confiado; pues aunque había pensado que el sacrificio del chico estaba basado en la culpa, sin duda los celos eran un factor desencadenante.

Y los propios también, si el malentendido con la madre de Mary no era un indicio lo suficientemente claro.

Era sin duda un enorme alivio saberse querido, saber que aún había una oportunidad. La pequeña sobrina de Steve era un tema latente, como caminar en aguas cada vez más profundas. Pero podía permitirse ese pequeño respiro, ambos podían, y simplemente disfrutar del consuelo ofrecido en los brazos del otro.

Terminaron de algún modo aún abrazados, apoyados contra el librero donde había encontrado los bocetos de Steve. Tony sostenía ese dibujo en sus manos, sintiéndose incapaz de dejarlo ir. Era una muestra de aprecio tan enorme, que se sentía como un niño en navidad: el mejor regalo que había recibido en toda su vida. Pues sí, el rubio se lo había regalado, y él planeaba atesorarlo.

“Esta es mi respuesta, Tony. Te he amado durante mucho tiempo…daría lo que fuera por ti” acariciaba con tal dulzura su cabello que, por un momento, pensó que podría dormirse, arrullado por tal apacible quietud “pero…pero tendré que hablar con Mary” su boca se frunció en una mueca de preocupación, fijando su mirada en una de las fotografías donde había capturado a su sobrina en plena carcajada “cuatro días es un tiempo muy limitado. Ha sufrido tanto, que no me gustaría poner más peso sobre sus hombros…”

“Steve, sabes que si no puedes, yo…no me enfadaré. Es una niña que ha perdido demasiado. Se merece todo el amor que puedas darle” decir aquello en voz alta rompía su corazón, pero era sincero en sus palabras. No deseaba que la pequeña tuviera una relación con su abuela, porque estaba más que seguro, que sufriría tanto como él en su niñez. Si una vez había ocurrido, la segunda siempre podría ser mucho peor.

“Pero ella merece saber, Tony” ahora, un deje de súplica era más que palpable en su voz “durante años confié en no volver a verlos, pero ahora ya no tengo excusa para mentirle. Mary merece poder decidir…” su agarré en el castaño se tensó, pero Tony no dijo nada, a sabiendas de lo duro que debía estar resultando para él solo decirlo “Quiero tomarlo con calma, al menos solo por hoy. Es mucho…me siento abrumado. Ya mañana…podré contarle todo con más calma. A ella y a Roberta…y depende de lo que ocurra, seguro que también con mi madre”

“Hey, Steve, está bien. Iremos paso a paso, y yo estaré aquí contigo” Tony rozó suavemente sus labios contra su frente, intentando infundir tranquilidad con ese simple gesto “y yo estaré aquí para ti hasta que nuestro tiempo se agota. Sea lo que sea que ocurra, me resulta demasiado doloroso pensar en alejarme de ti”

“¿Cómo es posible que pueda merecerte?” murmuró con la voz quebrada “te beso y confieso cuanto te amo, pero destruyo cualquier oportunidad de ser felices dependiendo de lo que diga mi sobrina…y tu ofreces quedarte conmigo a pesar de todo, estos días. Es…demasiado doloroso, no deberías hacerlo” negó repetidas veces con su cabeza “sé que suena egoísta poner a un universo sobre las personas que más quiero. Pero no puedo evitarlo, ya lo hice una vez, después de todo”

“Y me preguntas como puedes merecerme, cuando diste tu vida por mi” fue el turno de Tony de parecer incrédulo “Estoy hablando con un tipo que soportó que lo tratara de la peor forma posible, y que, en vez de enfadarse, intenta darme una oportunidad. Realmente no te entiendo”

“Ni yo a ti, después de tanto daño que te causé” con suavidad, colocó su mano sobre el pecho del castaño, donde años antes debió estar el reactor “pero quiero que sepas que daré todo de mi para poder estar a tu lado. Y si eso no funciona, al menos para apoyarlos en la última batalla. Sea con estrategias, sea con apoyo o entrenamientos. No puedo defraudarlos”

“Nunca lo harías” y ahí estaba esa certeza, la sensación de saber que su líder daría todo por él, por el equipo, por su mundo.

Volvieron besarse, perdiéndose el uno en el otro, dejando que sus sentidos retuvieran cada segundo junto a la persona que más amaban. Pero una suave voz logró sorprenderlos, logrando que Tony golpeara su cabeza contra la de Steve “¿Seguro que él no es tu nuevo novio, Frank?”

Frotando su frente, Tony vio a Mary en la entrada de la casa, con Roberta a su lado “Vaya, si no te conociera, diría que tienes una obsesión con ese chico” la mujer veía los dibujos en el suelo, escéptica, pero sin juzgarlos. En cambio, su tono de voz era sorprendentemente amable “de haber sabido que dibujabas tan bien, te habría ayudado a buscar un empleo en la escuela en vez de dejarte reparando botes. Seguro ganarías más dinero”

Las orejas y las mejillas de Steve estaban completamente rojas por la vergüenza “no soy tan bueno” se encogió visiblemente de hombros al escuchar que tanto su sobrina como Tony y Roberta, bufaban a la par, recelosos.

“Esto es increíble” recalcó Mary, marcando con énfasis cada silaba “pero me ofende que no tengas uno solo de mí. O de Roberta. O de…de mamá” agregó en un suave susurro, como si temiera una reacción negativa de parte de su tío. Él nunca le había negado historias o fotografías sobre Diane, pero aunque ella sentía el vacío de su madre en su vida, no era lo mismo que ocurría con Frank: era quizás aún más doloroso, dado que eran muy cercanos.

“Claro que tengo dibujos de ustedes. Pero era para su regalo de cumpleaños”

“¡Regalo!” alzó ambos brazos, corriendo alrededor de su tío. Podría ser una genio en matemáticas, pero seguía siendo una niña, sumamente emocionada ante la expectativa de un presente.

“Eso no sería justo, y lo sabes” Steve agachó a su lado, riendo divertido al notar el ansia de la pequeña por revisar cada rincón de su casa “tienes que esperar. Además, no falta mucho tiempo”

“Debo admitir que yo también estoy intrigada” Roberta parecía casi tan curiosa como Mary, aunque sin duda, lo escondía mucho mejor “a no ser que prefieras contarnos como te conociste con este caballero…con quién te estabas besando de un modo tan entusiasta… podría desviar mi atención”

Tanto Steve como Tony se congelaron, pues ninguno de los dos estaba seguro de abordar aquel tema. Claro, el chico había mencionado que necesitaba tiempo antes de hacerlo, pero ahora no contaban con ello: mentir no era una opción, y si contaban la verdad, no podrían omitir ningún detalle y buscar un modo de comprobar su alocada historia.

“Eres cruel. Y se supone que eres mi amiga” Steve hizo un puchero, intentando desviar su atención. Prefirió ir en busca de los mentados bocetos, intentando desviar su atención tanto como fuera posible.

Mientras el castaño ayudaba a guardar los dibujos que habían caído al suelo, su líder les mostraba a las chicas el resto de sus trabajos. Ambas asentían con aprobación, murmurando comentarios entusiastas sobre su técnica y acabado. Dado que Steve no contaba con el dinero para pagar lápices y pintar sus lienzos, había decantado por usar una pluma, lo máximo que podía costear con sus escasos recursos: pero eso no parecía importar en lo más mínimo, pues como el propio Tony había hecho con su dibujo, tanto Mary como Roberta parecían renuentes a dejar que cualquiera les arrebatara sus hermosos bocetos.

Fue entonces cuando golpearon la puerta. Tony hizo una mueca, casi seguro de quién podría ser. O quienes, si era técnico: sus compañeros, más que cabreados de haber sido dejados atrás.

No podía evitar pensar que había pasado demasiado tiempo, pues conociendo a Natasha, en esos momentos ya debería estar intentando estrangularlo. Creía que quizás habían preferido llegar de noche, conscientes del informe de FRIDAY, a la espera de darle un golpe por idiota y luego charlar con su Capitán.

Pero al parecer se había equivocado, pues quién entró a la habitación en ese momento, fue una chica. Era guapa, un poco menor que Steve, de cabello azabache y ojos castaños. La reconoció de una de las fotografías que había en el álbum y en la nevera, pero no podía recordar su nombre “Hola, no nos conocemos, soy Tony Stark” puso su mejor sonrisa de hombre de negocios, deslumbrante y atractiva, pero por sobre todo falsa. Notó como Steve parecía pálido, pero también fruncía notoriamente el ceño, viendo sin dudas bajo su máscara.

Volvió a sonreír, pero esta vez fue suave y serena. Por supuesto que Steve sería capaz de notar hasta los más pequeños engaños que le dirigiera al resto de las personas.

“Bonnie Stevenson” respondió, y claro, ahora recordaba. Era la chica que compartía un nombre con su chico, y con quién también había tenido una relación. Esperaba que los celos no fueran demasiado notorios en su voz, pues no quería traerle más problemas a Steve.

Aunque eso estaba fuera de sus manos, realmente, pues fue Mary quién logró que Robert casi escupiera la tasa de café que Steve le había servido, que su líder tartamudeara y el mismo se sintiera aún más nervioso “vaya, esto debe ser raro. Tener a tu ex pareja y a tu nuevo novio en la misma habitación ¿no es así, Frank?” la niña le miró a los ojos, pensativa “Aunque no sé si es oficial, no han dicho nada…” sonrió ladina, sin apartar su vista de él “¿será que aún no se lo has propuesto? Pues si antes se estaban besando supongo…”

“Creo que eso es suficiente, Mary. De verdad, no debes ser tan sobreprotectora conmigo” el rostro anteriormente pálido de Steve ahora brillaba producto del rubor “además, eso no…yo…”

“En realidad, parece que ella tiene un punto, Frank” paladeó aquel nombre, sin duda extraño, sobre todo saliendo de sus propios labios. Pero no había otro modo, no si quería seguir adelante “y ahora es tan buen momento como cualquier otro, por lo que te preguntaré ¿quieres ser mi novio?”

No sabía cómo era posible, pero el delicioso sonrojo de Steve se había extendido hasta su pecho, y si podía apostar, seguro llegaba hasta su pecho “yo…yo si…si quiero. Me gustaría ser tu novio” oh, dios, nunca había visto a Steve tan nervioso en su vida. Siempre había conocido ese lado seguro y valiente, capaz de enfrentar cualquier calamidad; pero no esa parte de su personalidad. Era un precioso descubrimiento “pero…Mary ¿tú…?”

“Lo apruebo” asintió la pequeña, sonriendo juguetonamente “tuvo las bolas para declararse, aún con tanta presión. Me gusta”

“¡Mary!” exclamó escandalizado “creí que teníamos un acuerdo para esto”

“Solo decir malas palabras cuando estés en casa” asintió la niña, riendo al notar la expresión de su tío.

Tony también rio, más que divertido ante la sobrina de Steve. No podía evitar pensar en que, a pesar de su primer encuentro, seguro se llevaría muy bien con ella. Y le entendía: era su única familia, la que casi le habían arrebatado por culpa de la sed del reconocimiento, sin pensar en cuanto pudiera sufrir. Casi se sentía feliz que solo le hubiera tratado de idiota, imaginando el arsenal de palabrotas que una niña tan pequeña podía poseer. Aún más con un intelecto como el suyo.

También debía darle el crédito correspondiente a Bonnie. Esperaba que se escandalizara, que objetara, o que incluso se enfadara; pero parecía tan dulce como había mencionado Steve en sus relatos. A pesar de que había permanecido boquiabierta durante los comentarios de Mary y su posterior proposición, ahora sonreía casi tan brillante como su líder “Oh, estoy tan feliz por ti, Frank” luego de dejar un paquete en la mesa de la cocina, abrazó con fuerza a Steve “estoy lamentando haber venido de sorpresa. Tengo libre mañana, en el trabajo, y pensé que podríamos ir a cenar junto con Mary y Roberta. Debí llamar, no esperaba interrumpirlos”

“No te preocupes, no tenías modo alguno de saberlo” a pesar de la breve punzada de celos, Tony no pudo más que sentirse feliz al ver la relación entre ambos. Se asemejaba a la que tenía con Pepper, y le alegraba saber que Steve tenía a una mujer tan maravillosa en su vida.

Fue una cena agradable, debía admitirlo. Nunca habría imaginado que Steve fuera tan mal cocinero, pero sin duda, las recetas de Roberta eran excelentes. Compartieron entre risas, disfrutando luego del pastel que había traído Bonnie como regalo.

Eran personas únicas, y a diferencia de lo que había ocurrido durante gran parte de su adolescencia y años posteriores, Tony se sentía completamente a gusto. Ellos no sabían quién era, ni tenían expectativas sobre su persona: una vez que fueron capaces de darse cuenta que iba en serio con su ahora novio (esa palabra sonaba cada vez mejor, irreal, pero maravillosa), parecían haberle aceptado sin tapujos.

Con ellas se sentía cómodo, ni siquiera abrumado, pensando en lo mucho que deseaba haber tenido esa comida a solas con Steve. Ahora entendía porque su chico las quería tanto, eran personas maravillosas. Solo las conocía un par de horas y ya las estimaba.

Bajo un acuerdo tácito, explicarían todo tras la cena. Y Tony ya sabía cómo demostrarles que no mentía. Su plan no funcionaría del todo si Bucky, Natasha y Clint no se presentaban; pero ya tenía una idea de respaldo lo suficientemente buena para dejarlos a todos alucinando.

Por supuesto, no había tenido una oportunidad real de decirle a su novio que no se encontraba solo, pero se sentía complacido al notar que la comunicación entre ellos seguía siendo tan efectiva como siempre: podían interpretar sus gestos y miradas, casi a la perfección, pero el castaño no se atrevía a intentar nada más sin parecer sospechoso.

Más temprano que tarde, todos terminaron riendo, sentados en el porche de la pequeña casa. Bonnie y Roberta ocupaban las sillas, con Mary sentada en el regazo de esta última. Tanto él como Steve estaban en las escaleras, bebiendo limonada. No lo diría en voz alta, pero agradecía que su novio fuera tan atento como siempre: a pesar que las chicas bebían cervezas, había servido para ellos y para su sobrina un refresco. Sabiendo de su pasado y su renuencia a beber alcohol, era un detalle que no había pasado desapercibido.

“Entonces, novio” Roberta recalcó aquella palabra con sorna, aún demasiado divertida que alguien hubiera dejado sin palabras a su amigo “¿nos contarás algo de ti? Has estado evitando cualquier tema relacionado a tu vida o tu trabajo, excepto que conoces a este chico desde hace años y trabajas en una empresa de renombre”

Tony dirigió su mirada hacia Steve, quién se limitó a asentir, dándole el pase que necesitaba. Desde ahora, solo existiría la verdad. Reunió el valor necesario, pensando en mil formas de empezar, pero decantándose por la más común y obvia “Pues soy un genio reconocido, multimillonario, filántropo, ex playboy. Y también un superhéroe”

Notas finales:

Espero les haya gustado, y si todo sale bien, el siguiente cap estará por aquí lunes o martes. Espero no retrasarme.

También ahora la trama de esta historia...dará un vuelco, porque nuevos personajes entrarán en escena ¿quizás puedan adivinar que ocurrirá? uan pista: se avecina una pelea jaja

Nos vemos en la próxima ¡Hasta entonces!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).