“oh no, maldita sea, esto no es bueno” exclamó Clint, segundos antes que una fuerte luz brillara en toda la habitación.
Su tecnología era lo suficientemente buena como para no romperse bajo el peso de un hombre mayor, pero tenía escondido un pequeño botón cerca de la cámara, que en ese momento había sido presionado. Lo había instalado junto con Shuri y Strange, permitiendo que incluso separados entre dos mundos, este fuera capaz de enviar una señal de auxilio. No sabían a qué tipo de dimensión se enfrentaban, así que habían acordado que si uno de ellos lo activaba, el doctor les transportaría directamente de regreso.
Un enorme circulo de energía se abrió a sus pies, haciéndoles caer en el vacío inter dimensional. Era lo suficientemente grande como para que todos fueran arrastrados, y la voz de Steve llamándole desesperadamente, fue lo último que escuchó antes de caer en la inconsciencia.
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“¡¿Se encuentran bien?!”
Un conjunto de voces preocupadas y el repiqueteo de pasos, cada vez más cerca, arrancaron a Mary de su estado de inconsciencia. Abrió los ojos con dificultad, enfocando su mirada en el variopinto grupo de personas que se acercaban a ellos, encabezados por una chica hermosa y de largo cabello castaño.
La pequeña intentó incorporarse, dándose cuenta tardíamente que se encontraba recostada contra el pecho de su tío, con uno de sus brazos rodeando posesivamente su cintura. Gracias a ello, había evitado que sufriera el impacto de la caída. Donde quiera que se encontraran en ese momento.
A su lado, abrazado también con fuerza contra el cuerpo del rubio, se encontraba el señor Stark. Recordaba vagamente que tras la advertencia del señor Barton, su tío rápidamente se había puesto de pie, lanzándose hacia donde el chico se encontraba, mientras gritaba su nombre. Solo segundos después el suelo bajo sus pies había desaparecido, sumiéndolos en una negrura opresiva y aparentemente infinita.
Había intentado gritar, pero su voz había desaparecido. Antes de desmayarse, solo había sido capaz de verificar que su tío tomaba de la muñeca al señor Stark, aferrándose a él con toda la determinación y fuerza que era capaz.
Parpadeando, logró enfocar su mirada, jadeando al darse cuenta que no eran los únicos que se encontraban allí. La señorita Stevenson y Roberta estaban a su derecha, quienes habían sido protegidos por el hombre de cabello negro, el señor Barnes. La señorita Romanov se había encargado de sus abuelos, y para su alivio, el señor Barton de sus gatos.
Siendo la única persona despierta en ese momento, no fue extraño que los recién llegados se acercaran primero a ella. No tenía miedo, de alguna forma, sabía que ellos no le harían daño. Parecían honestamente preocupados, y aunque vestían de manera extraña, luego de ver la armadura del señor Stark, sería difícil para ella volver a emocionarse tanto por un traje.
Wanda, por su parte, se encontraba en la sala de estar de los Vengadores cuando la alarma había sonado. El extraño sonido hizo que corriera a la biblioteca, donde el doctor Strange y Wong, se encontraban repasando algunos libros ancestrales. De haber sido una llamada corriente, FRIDAY prontamente les habría dado las coordenadas y entregado un primer informe; pero dado que la IA no se había pronunciado, solo quedaba una opción posible: la llamada de socorro de Stark y el resto de los chicos.
Su intuición al parecer era verdadera, pues nada más llegar, vio a ambos hechiceros y a Loki, trabajando de modo conjunto. Aquello era extraño, y logro que un acceso de pánico naciera desde lo más profundo de su interior: no solo se trataba que el portal no se manifestara, sino que por los signos de dolor y el evidente esfuerzo de los tres hombres, algo estaba saliendo mal.
“¡Maximoff!” exclamó Strange, llamando la atención de la chica “Ve a las afueras de la base, dos kilómetros al sudeste. Stark dio su llamada, pero algo ocurre, hay más personas de las que esperábamos, y no podemos dar marcha atrás al hechizo”
“Si lo hiciéramos…” continuó Loki, murmurando entre dientes “podríamos matar a alguien, o que terminaran en el tejido inter dimensional, perdidos para siempre. Solo podemos dirigirlos fuera del edificio, no hay mucho más que podamos hacer”
“Podemos hacer esto” Wong fue el último en hablar, con el sudor corriendo por su rostro y sus manos temblorosas “Ve, eres uno de nuestros bateadores más fuertes. No podemos distinguir si traemos solo a los nuestros, o si hay algún ente involucrado. Pueden correr peligro, y este tipo de magia, los noqueará solo momentos de abrir el portal. Quizá necesiten ayuda”
Asintiendo ante sus palabras, y a sabiendas que no contaban con mucho tiempo, le dio órdenes a FRIDAY antes de abandonar la sede oficial de los Vengadores. Rhodas, Sam y Scott se encontraban en la base, por lo que los llamó a ellos, pidiendo que la siguieran. Hulk también era una buena opción, pero de momento prefería no apresurarse, a sabiendas que el hombre verde podía causar más daño, dado que se encontrarían peleando en un espacio demasiado reducido: una de las nuevas pistas de aterrizaje para las naves, que lindaba con el límite del bosque.
De momento, los hechiceros necesitarían la ayuda de un doctor, pues corrían el riesgo de desmayarse, o incluso tener un ataque al corazón. Loki podría ser un dios y permanecer despierto, pero sus fuerzas también se verían mermadas. Si sus compañeros lo necesitaban, ambos al mismo tiempo, tendría que elegir. Con Bruce a su lado, al menos se aseguraba que todos fueran trasladados rápidamente a la enfermería.
Gracias a ser la primera en abandonar su hogar, fue la primera en ver a un grupo de personas desmayada, a solo metros de la construcción. Y en medio de todos, una niña de cabello rubio y sorprendentes ojos azules, era la única consciente.
Queriendo alertar su presencia, y angustiada de igual manera que una infante se viera involucrada, exclamó en voz alta, preguntando por su estado. Ella no le contestó, parecía algo distraída, pero los efectos usuales de la magia con portales podían desorientar a cualquiera, durante su primera experiencia, por lo que eso no la preocupó.
Solo cuando se encontraba a escasa distancia, se dio cuenta de la razón de la presencia de la niña: su parecido con su líder resaltaba a plena vista, y al notar que este también se encontraba a su lado, no pudo evitar colapsar bajo sus piernas temblorosas y llevar una mano a su boca, cubriendo sus sollozos. Sus lágrimas fácilmente se deslizaban por sus mejillas, el regocijo mezclado con el alivio, la felicidad con la euforia. Steve estaba allí, el hombre a quien tanto admiraba y había llegado a querer como un segundo hermano.
Tanto Clint como él se habían hecho cargo de ella luego de la muerte de Pietro, entrenándola, ayudándola a seguir adelante. Tiempo después se había encariñado con la espía, pero su relación era lo suficientemente nueva como para no tener el mismo peso, y luego había muerto gracias al Guantelete.
“Loki tenía razón…” consiguió murmurar, aún sorprendida ante esa situación “oh, Dios, esto está ocurriendo en verdad…”
La Bruja Escarlata vio de reojo como Rhodas y Scott se encargaban de comprobar el estado de sus compañeros, visiblemente confusos al notar a las cuatro personas que habían hecho entrar en conflicto a los hechiceros, pero visiblemente tranquilos al notar que no parecían ser enemigos. Lang parecía visiblemente divertido al ver tres gatos siendo custodiados por Clint, y se lo hizo saber tan pronto como este despertó, burlándose de él sin piedad.
“Gatos, quién lo diría” comentó con tono burlón, pero la sonrisa en su rostro, poco tenía que ver con los felinos y su amigo “tienen mucho que explicar, según veo”
Rhodey también se veía animado, con los ojos brillantes por las lágrimas no derramadas, mientras ayudaba a Bucky a ponerse en pie “Lang tiene razón aquí, Strange se quejará con ustedes por días, no al menos hasta que pueda volver a utilizar su magia” le dio una palmada amistosa al ex Soldado del Invierno, para luego ofrecer su ayuda al hombre mayor que se encontraba con ellos, desorientado y con el rostro pálido, como si fuera a vomitar. Aquella era otra consecuencia frecuente producto de los viajes, por lo que War Machine solo pudo mirarle con simpatía, dándole tiempo para reponerse “casi sufrimos un infarto al escuchar la alarma. Llegaron dos días antes de lo previsto, creímos que los atacamos”
“Bueno, sufrimos un ataque” Barnes frunció el ceño, mirando de reojo hacia donde se encontraba Steve, preocupado “y que se activara la llamada de socorro fue solo producto de las circunstancias”
“Te apoyo en eso, fue bastante ridículo” replicó el arquero, verificando con algo de molestia a los gatos “Pero ya estamos aquí, y en una sola pieza. Podría ser peor”
Mientras esa interacción tenía lugar, Sam se había agachado junto a Wanda, tomando sus manos entre las suyas. La chica le sonrió, entendiendo aquel gesto de apoyo, antes que este se dirigiera hacia la pequeña.
“Hey, hola ¿cómo te sientes? ¿Te duele algo?” con evidente esfuerzo, Falcon había alejado su mirada de Steve, intentando centrarse en la pequeña. No sabía mucho de magia, pero dado que había sido un hechizo de emergencia, no dudaba que aquellos que se encontraban más cerca del centro, tardarían un poco más en recuperarse. La niña, en cambio, era un verdadero misterio. Pero al igual que Wanda, era capaz de atar cabos fácilmente.
“Estoy bien” respondiendo con voz dubitativa, aferrándose con fuerza a la camisa de Steve. No parecía temerosa, pero si preocupada de ver que ninguno de los dos adultos parecía dar indicios de despertar prontamente “Me llamo Mary…” hizo una pausa, intentando valientemente ahogar un sollozo “Pero mi tío…él…él no…y el señor Stark…”
“Hey, está bien, no pasa nada” sintiéndose lo suficientemente repuesta para hablar, Wanda la tomó entre sus brazos, intentando calmarla “solo están dormidos. Un viaje como estos agota tanto a quienes lo realizan, como quienes lo formulan. Deben descansar un poco”
“Eso me alegra” el hombre mayor, a quién Rhodas había ayudado, se encontraba cerca de ellos “¿son ustedes sus compañeros?”
Parpadeando en repetidas ocasiones, visiblemente sorprendido, Sam tardó unos segundos en responder “no sé cuánto les hayan dicho…pero sí, somos parte de su equipo”
“No mucho, pero lo suficiente para saber que nos encontramos en buenas manos” les sonrió, acercándose a la pequeña, quién prontamente se deshizo del agarre de Wanda para trepar en sus brazos “Mi nombre es Walter, y esta pequeña y encantadora damita, es mi nieta” con inmenso cariño, Walter limpió las lágrimas en el rostro de Mary “y Frank…Steve, él es mi hijo” ante la sorpresa de sus rostros, no pudo evitar reír, divertido “técnicamente, soy su padrastro. Mary es su sobrina, y esa mujer es su madre” señaló con un poco de dificultad a la mujer rubia a la que Rhodey cargaba en sus brazos, pues Bucky se había negado terminantemente a acercarse a ella “es una larga historia, y seguro ustedes tienen una igualmente enorme. Pero será más fácil contarlas cuando todos estén despiertos ¿no es así?”
En ese instante, y con notoria pesadez, los ojos de Steve y Tony empezaron a abrirse. Tan confundidos en primer momento como el resto, se incorporaron, apoyados el uno en el otro. Al notar donde se encontraban, el ingeniero sonrió brillantemente, dándole un rápido beso a su novio.
Alzando las cejas, claramente impresionados, Sam y Wanda se miraron con sonrisas cómplices. A ese par le habían hecho falta años y la desaparición de uno de ellos, para ser capaces de aceptar sus sentimientos y dejarse llevar.
“Chicos…” murmuró Steve con la voz quebrada, sonriendo ampliamente, al notar a parte de su equipo frente a él.
“Es un gusto volver a verte, hombre. Nos hiciste pasar por un susto terrible hace unos meses” replicó Sam, ayudándolo a ponerse de pie “pero creo que Natasha ya te dio tu merecido”
“No tenías que recordármelo. Casi no siento mi mejilla” se rió con humor, antes de besar suavemente la frente de su sobrina “Mary ¿estás bien?”
“Lo estoy, no te preocupes” la pequeña también sonrió, permitiéndose mirar el lugar con más detenimiento “se ve todo tan normal… ¿es tu mundo?”
“Lo es…aunque no haya estado entre nuestros planes traerlos hasta aquí sin tomar en consideración su opinión” miró de reojo a Bonnie y Roberta, quienes parecían algo asustadas, pero la Viuda Negra parecía estar haciendo un buen trabajo en calmarlas.
“Fue un accidente, no debí dejar mi teléfono sin supervisión. Ni tampoco perder los estribos de esa manera” Tony recogió su celular del suelo, haciendo una mueca.
“Y yo lamento pisarlo. Supongo que fue mi culpa que termináramos metidos en este lio”
El ingeniero alzo ambas manos “al menos es un lío que podemos arreglar. Stephen estará agotado, pero dentro de algunos días, quienes no decidan quedarse podrán volver. Fuera de una desagradable experiencia de viajar entre dimensiones, no tienen nada que temer” miró a la madre de Steve, aún desmayada en los brazos de su mejor amigo “y quizás de ese modo…” no terminó la oración, pero para su novio, tuvo todo el sentido del mundo.
“Entonces… ¿podemos volver?” preguntó Bonnie, caminando a su lado, luego que todos decidieran que era mejor dirigirse a la sede de los Vengadores, y permitirle a Evelyne descansar en la enfermería “y ese señor…¿Stephen? Es el encargado…”
“Que no te escuche como le llamas señor, seguro se enfadará” replicó Tony entre risas “pero sí, junto con Wong y Cuernitos, podrán hacerlo sin problemas. Pero nos trajeron a todos, incluido a las mascotas de Mary. Aún con tres magos competentes, eso consume mucha energía, e intentar hacerlo sin descansar podría acabar matándolos. Quizá una semana, y tendrán su boleto de regreso”
“Esperaremos” Roberta fue la siguiente en tomar la palabra, y no parecía molesta en lo más mínimo ante tal expectativa “lo importante es saber que se trata de un hecho concreto. Pero no pondremos a otras personas en riesgo, por lo que hizo esa perra” esa última palabra salió de sus labios en voz baja, pero con una cantidad impresionante de veneno tras ella. Walter y Mary charlaban animadamente con Sam, por lo que la pequeña se encontraba lo suficientemente distraída, para no escucharla tratar de esa manera a su abuela.
Caminaron en silencio hacia la base, y cuando se encontraron frente a ella, Steve vio a sus amigas jadear por la sorpresa. Aquello mejoró su ánimo, sabiendo que aún podría enseñarles lo mejor que deparaba su mundo para ellas y brindarles un buen tiempo. Sabía que Bonnie regresaría, pero albergaba la esperanza que, si Mary decidía quedarse, también lo hiciera Roberta. La mujer no tenía familia, y su esposo había muerto tempranamente producto de un ataque al corazón. La conocía lo suficiente como para saber que el dinero no era algo que realmente le importara, y él realmente la consideraba parte de su familia. No quería perderla.
Sentado en uno de los bancos, a la sombra de la entrada, se encontraba Bruce esperándolos. Este se puso rápidamente de pie al notar que no había ninguna amenaza, seguro alerta de la llamada de Wanda para transformarse en Hulk. Sereno como siempre, se acercó a paso decidido hacia ellos, dándole a Steve un fuerte abrazo “Es bueno volver a verte. Nos tenías a todos muy preocupados”
“Yo también lo estaba, no sabes cuánto, Bruce” y aunque no lo hubiese dicho en voz alta, sabía que sus amigos, o al menos Bucky y Tony, entenderían a que se refería.
Claro, había muerto por ellos, y lo haría otra vez con mucho gusto. Un hombre por miles de vidas era un precio razonable a pagar. Pero Steve nunca había podido comprobar si su sacrificio había sido o no en vano, o si Thanos igualmente los había derrotado. No había sido hasta que Tony le había explicado todo, que ese temor finalmente había sido capaz de desaparecer.
“¿qué está pasando aquí?” una voz sumamente molesta llamó la atención de todos, y por un segundo, Steve se encogió sobre sí mismo, sin saber cómo reaccionar: Evelyne había despertado, y seguro se preparaba para contraatacar, dispuesta a acusarlos de vándalos, o incluso secuestradores.
Sintió como Tony rodeaba su cintura con un brazo, al tiempo que Mary se abrazaba a su pierna. Incluso Walter, su padrastro, colocó una mano en su hombro, dispuesto a mostrarle su apoyo incondicional. Pero sorprendentemente, nada de eso fue necesario: el cielo despejado y la cálida brisa, fueron reemplazados de un segundo a otro por una verdadera tormenta en crescendo.
Tras un enorme trueno, una figura descendió en medio de las nubes, y aquel vendaval desapareció tan pronto como la figura envuelta en una armadura de combate y una enorme capa roja se acercó a ellos “¡Amigo Steven! ¡Es un honor volver a verte!” tronó con fuerza Thor, abrazando con excesiva fuerza a su amigo “las estrellas anunciaban tu regreso, y aunque has caído como un verdadero héroe, mi corazón rebosa de alegría” fue entonces que Thor reparó en el resto de los recién llegados, actuando rápidamente y tomando a una inconsciente Evelyne en sus brazos “Oh, pido mis más sinceras disculpas. Mi hermano me contactó, y no pude esperar para comprobar con mis ojos si todo era cierto”
“No te preocupes por eso, Thor” Clint le dio una palmada a los enormes bíceps del dios, riendo a carcajadas “supongo que eso será prueba suficiente para ella, aunque se haya desmayado una vez más”
“¿Thor? Como él…” balbuceó Bonnie, mientras el rubio se presentaba.
“Sí, como el dios del trueno” respondió Natasha, guiando a todos al edificio “su hermano, Loki, fue quien ayudó a traernos aquí en primer lugar”
“¡Eso es sorprendente!” por supuesto, Mary parecía realmente emocionada, dejando que Thor la cargara y la lanzara al aire un par de veces.
Steve solo pudo sonreír, negando un par de veces con la cabeza, evitando con ello que Roberta entrara en una crisis de pánico. Confiaba en el dios, y sabía que a pesar de lo imponente que podía parecer, era sumamente delicado con los niños. Los amaba, y nunca había tenido problemas en dar autógrafos o jugar con ellos cuando visitaban hospitales, escuelas o guarderías. Siempre terminaba con él haciendo carreras, cargándolos y enfrentándose en breves batallas falsas, para diversión de los infantes.
“Es un placer verte otra vez” Loki apareció frente suyo, arrancando un breve grito de susto de Bonnie. No era extraño que el dios aún conservara sus poderes, pero solo para realizar pequeños hechizos, como el de desplazamiento “Lo lamento, mortal, no quise asustarte. No sabía que venían otros visitantes, aunque eso explicaría las dificultades que tuvimos para traerlos de regreso”
“No…se preocupe…” rápidamente, la chica se dio cuenta que el hombre alto y de cabello oscuro frente a él, debía ser el hermano del imponente dios del trueno “lamento los problemas que pudimos causarle”
“Lo hecho, hecho está. Al menos todos se encuentran en buenas condiciones” a pesar de lo calmado que parecía Loki por fuera, se encontraba en realidad bastante nervioso. Los Vengadores, en algún momento u otro, habían aprendido a aceptarle. Tras rastrear al Capitán, y durante su trabajo con varios de ellos, incluso había sido capaz de forjar una naciente amistad.
Pero no sabía cómo el antiguo líder de los Avengers reaccionaría. Le debía mucho, aunque fuera indirectamente: gracias a que este trajera a todos de regreso, es que habían recuperado la Gema del tiempo, y que él se encontrara otra vez con vida. Por sobre todo, le debía al Capitán haber mantenido cuerdo a su hermano, cuando el dolor de la pérdida y la soledad comenzaba a sobrepasarle.
“Gracias” fue lo único que dijo, pues si bien no sabía cómo relacionarse con el dios de las travesuras, sabía que gracias a él es que le habían encontrado.
Le sonrió quedamente, viendo como el chico de cabello negro le devolvía aquel gesto, antes de continuar “Strange y Wong están agotados, aunque ya deben saberlo” hizo una pausa, sin saber cómo tomarían aquella información “dos semanas. Eso demoraremos antes de estar en condiciones para llevarlos a casa”
“Dado que acabamos aquí por mi culpa, es menos tiempo del que podría imaginar” Walter parecía avergonzado, pero tranquilo, al notar que tanto Roberta como Bonnie no parecían molestas ante esa declaración “Solo espero que Evelyne no tenga una crisis durante ese tiempo”
“Estará bien. Una vez sepa que no es permanente, solo se quejará. Es lo que usualmente hace” Steve parecía relajado, conocía a su madre, y dos semanas era el tiempo suficiente para que Evelyne no tuviera que interactuar con ellos y vivir relativamente tranquila, sin estresarse.
Lang, por su parte, se acercó a su sobrina, agachándose a su lado “Hola, pequeña, mi nombre es Scott” el hombre hormiga le tendió su mano, sonriendo amigablemente a Mary “sé que esto debe ser nuevo para ti, pero tenemos habitaciones suficientes para todos. Además, no estarás sola. Mi hija, Cassie, tiene tu edad. Y los hijos de Clint también te harán compañía” le guiñó un ojo al notarla más calmada “estarán de regreso esta noche. Mi novia, Hope, y la esposa de Clint, Laura, los llevaron de paseo a la ciudad. Entonces podrás conocerlos”
Tanto Tony como Steve sonrieron amenamente, agradeciéndole a Scott por darle una vía de escape a Mary. Si bien el castaño podría ayudarla en sus estudios, seguía siendo una niña, que necesitaba divertirse y jugar. Con el resto de los infantes en casa, su ansiedad desaparecería, y podría hacer amigos sin problemas.
“FRIDAY, cariño, pide algunas pizzas. Dos…no, tres de todo. Bianca seguro puede encargarse, no tengo duda alguna” Tony pidió, deseoso de celebrar el regreso de Steve a su mundo. No sabía si sería permanente, estaba consciente que todo dependería de Mary, pero planeaba hacer lo posible para convencerlos de apoyar su decisión.
Además, las pizzas de Bianca eran las mejores, y la chica estaba más que acostumbrada a recibir órdenes masivas todo el tiempo.
Pero mientras, si IA logró asustar a todos nuevamente “La señorita Ferrati tendrá sus órdenes dentro de cuarenta y cinco minutos” tras una breve explicación de su creador, y de la presentación de cada visitante para brindarles acceso a la cede, FRIDAY añadió “Es un gusto tenerlo de regreso, Capitán”
Steve sonrió con cariño, pues al igual que su predecesor, FRIDAY tenía una personalidad y emociones muy marcadas. Era una más de la familia, y velaba por todos, como una madre sobreprotectora “También estoy feliz de volver, Fry, también lo estoy”
Su sonrisa rápidamente dio paso a una mirada de confusión, pues incluso Walter, quién regresaba de la enfermería donde habían dejado a Evelyne, tenían una expresión indescifrable en sus rostros “No nos dijiste que eras del ejército, muchacho” explicó su padrastro, lo que provocó una nueva ola de risas de parte del arquero.
“Es verdad, aún no les has dicho nada sobre ti, aunque conozcan casi todo sobre nuestras historias” sujetó su estómago con fuerza, sin poder dejar de reír “aunque en su mundo era viernes, aquí es en realidad domingo. Es perfecto”
“Clint…ni se te ocurra” rápidamente, Steve captó el doble significado de las palabras de su compañero, con el rostro enrojecido por la vergüenza.
“¿a qué te refieres?” preguntó con confusión Roberta.
“Que mañana es lunes. Y, por ende, el Smithsonian se encontrará abierto” la sonrisa de Clint no auguraba nada bueno “¿y qué mejor que responder a sus preguntas, que con un recorrido por el inicio de todo?”