Los ojos verdes…
Jane dejo caer los vestidos que llevaba en brazos apenas vio la espalda de Loki, estaba tan sorprendida que no sabía qué hacer, el gigante volteo hacia ella con inseguridad y la mujer llevo sus manos a cubrir su boca. Un par de ojos verdes le miraban, e inconscientemente ella se preguntó si aquel color de ojos podía siquiera existir, y es que en la tierra, midgard como le llamaban ahí, las personas lucían un sinfín de apariencias y por ese hecho estaba acostumbrada a rasgos muy especiales, pero este color era diferente, era un verde que destellaba de alguna forma sobrenatural, un verde que hechizaba, un verde que impactaba. ,
Aquel jotunn ahora era completamente diferente. Su físico que de por sí era andrógino, se volvía aún más delicado, y a pesar de su delgadez, aún conservaba sus anatómicas curvas, en jane nació un sentimiento de vergüenza y bajo la vista, cómo podía ser un gigante de hielo tan bello?, su piel dejo atrás el intenso azul para volverse casi blanca, aún así no era un blanco enfermizo si no más bien uno radiante, lo que sea que Loki hiciera le ayudó a borrar las fuertes heridas en su cara y ahora ahí en la bañera, sus cabellos negros se deslizaban como una fina cascada desde su cabeza y Nuca , hasta tocar su espalda a la altura de la cintura, su rostro un tanto infantil e inocente mezclado con sus perfiles elegantes y finos le daban un aire de sensualidad y pureza, que terminaba adornándose con esos perfectos labios, Loki se puso de pie, y camino aún cohibido hasta la joven.
- queria… ocultar que soy un jotunn, pero… creo que empeore las cosas , - dijo y jane levantó la vista para verlo, inmediatamente negó con la cabeza.
- No, para nada, es solo que… cualquier mujer se sentiría celosa frente a ti- Loki ladeó la cabeza.- yo misma sentí vergüenza, eres hermoso Loki, nadie puede decir lo contrario.
- Celosa?,- volvió a cuestionar sin entender.
- olvídalo, termina de asearte, e traído algo de ropa..
Esta vez la mujer le puso una de sus túnicas, el corte de la misma tenía un discreto escote redondo que dejaba ver solo el cuello de Loki, la parte que correspondía al pecho le quedaba “floja” y aún así, gracias a la cinturilla de aquella prenda, el cuerpo de Loki no perdía ni un ápice de encanto, la castaña observó al gigante algunos segundos, sonrió.
- Bien, nadie sospechara lo que eres, - Loki entristeció Jane le acarició el rostro, - solo es para evitar problemas, ahora descansa en la cama vamos, yo comenzaré a limpiar el pasillo.
Loki aún se sentía inseguro, pero no podía negar que estaba exhausto, se recostó sobre la cama, los intentos por no recordar al rubio tocando su cuerpo fallaron, era acaso que en asgard eso era normal?, todos los sirvientes pasaban por eso?.
En poco tiempo se quedo dormido, entre la suavidad de la cama donde su ser reposaba, la sedosa sabana que acarician su piel y las agradables ráfagas que se colaban por la ventana, Loki comenzó a soñar con su hogar, con su hermano y su padre, en su mente sus voces sonaban tan reales, que cuando escucho un “ Loki yo siempre te protegeré hermanito” se levantó de golpe, de nuevo el terror se apoderó de el, al ser consciente del lugar en que se encontraba, y este creció aún más cuando los rayos ahora más tenues del sol apenas y brindaban claridad a lo que restaba del día, los nervios se le crisparon, cuánto tiempo se quedo dormido?, se despojó de la sabana que lo cubría, bajo con sumo cuidado de la cama, sus movimientos eran precisos y bien planeados, destinados a no generar el menor ruido, estaba apunto de tocar la perrilla de la puerta, pensando que tal vez jane seguía allí afuera en el pasillo, sus dedos tocaron la manija. Rogó para que nadie lo viera asomarse.
- Oh Loki estás despierto.
a pesar de la voz suave de la castaña, el corazón de Loki se estremeció, no fue consciente de cómo se había dejado caer haciéndose un ovillo, con la espalda pegada a la puerta y sus manos cubriendo su cabeza, el corazón de Jaén se estrujo, desde el baño escucho a Loki levantarse de la cama, no era su intención asustarlo de esa forma. claro que sabía el por qué de aquellas reacciones, y aún que en ningún momento hablo de ello, pudo notar que el maltrato que el gigante sufría no solo era por golpes y humillaciones, también se habían propasado con su pudor, aquel pensamiento la lleno de rabia, como explicarle que lo que le hacían no estaba bien?, de qué serviría si ella no podría defenderlo. Camino hasta el y se sentó a su lado, lo abrazo y como un niño buscando la protección de su madre Loki se quebró en sus brazos.
- Siempre será así?, siempre tendré miedo a que me lastimen ?, solo quiero ir a casa!, yo sé que no me creerás pero… - Loki seco sus lágrimas. – nosotros no atacamos a odin, no sé qué pasó pero no fuimos nosotros.
- La mujer casi podía entender ese sentimiento, el sentimiento de estar lejos de su hogar y las personas a las que se ama - No puedo asegurarte nada, quisiera decirte que todo terminará pronto, pero no lo sé, en lo único que te puedo ayudar es aconsejándote, estos hombres, son menos violentos cuando frente a ellos tienen una apariencia normal y frágil… no quiero decir con esto, que los abusos pararan será muy difícil, a pesar de que ahora te vez así, seguirán tratándote de forma diferente, pero te aseguro que el sufrimiento ira disminuyendo gradualmente, por qué eres más aceptable dentro de sus estándares. – Loki asintió. – ahora pequeño, no puedo llevarte conmigo, te quedarás aquí, - el jotunn se aferró a ella, y Jane lucho para mantenerse firme – mantente sumiso, evade cualquier contacto tanto como puedas, y si él te quiere tocar, simplemente llora y si es necesario suplica, entiendes?.
- Si – le dijo Loki con marcada tristeza. Jane estaba segura de que al verlo de esa forma, cualquier persona lo pensaría dos veces antes de dañarlo, después de todo, ahora más que nunca, la extrema juventud del jotunn era evidente.
La mujer se retiró de la habitación no sin antes poner nuevas sabanas en la amplia cama, Loki se enteraría después de que jane había cambiado su turno de trabajo con tal de quedarse a velar su sueño, a si que con su miedo latiendo dentro de su ser, espero el regreso del rubio, cada minuto era un suplicio el solo imaginarlo entrar, el dolor de los golpes en su piel, la asquerosa sensación de ser tomado por la fuerza, no podía soportarlo más, y ahí estaba, los pesados pasos de thor frente a la puerta, Loki se quedó inmóvil en su rincón, la habitación a media luz, le dejaba adivinar apenas la silueta del rubio al entrar, el ligero olor a alcohol se fue haciendo más evidente y vio como thor se sentaba en la orilla de la cama.
- Vamos inútil, quítame las botas, - pidió el rubio, el jotunn se acercó a él casi encorvado,
Thor presto atención en la figura del gigante. No le sorprendió verlo con otras ropas, tampoco lo hizo el que actuará de forma tan indefensa, lo que lo dejo en shock, fue ver aquella tonalidad verde en los iris del jotun, la embriaguez pareció abandonarlo de golpe, esos ojos proyectaban un gusto místico y exquisito, era como Si atra vez de ellos el jotunn pudiera saber cada secreto del rubio, cada preferencia, cada debilidad y fortaleza, pero al mismo tiempo, se adivinaba en ellos cierta ignorancia y nobleza. El mayor apreto sus propias manos obligándose a reaccionar al tiempo que también observaba la piel blanca, thor se puso de pie y por instinto Loki se dejó caer hacia tras alejándose en el acto, con las luces de afuera el rubio tubo una perspectiva completa de Loki, lo miró, con atención, con recelo, con curiosidad y hasta asombro. Se acuclilló para ponerse a su altura y estiró su mano hasta la cara del menor, pero este se cubrió por instinto, thor detuvo su avance.
- Levántate, - le ordenó el mayor, y muy a su pesar Loki lo hizo. – quítate eso – señaló hacia la túnica el rubio, y el jotunn bajo la mirada, - QUÍTATELA ¡ - volvió a ordenar con más impaciencia. Thor sabía que el gigante era un “hombre” lo sabía, sin embargo, de esa forma, con esa apariencia… solo debía volver a constatarlo.
Thor se sentía contrariado, tenía frente a él al jotunn, era un maldito gigante de hielo, su mera mención provocaba incomodidad y asco, desde pequeño su mente se lleno de mil relatos en los que, estos no eran más que bestias sin conciencia, sanguinarias y brutas, monstruos horribles cuya piel y estatura, solo lograban infundir miedo, seres que vivían de sus instintos más básicos, que no entendían, y por lo tanto no tenían sentimientos, solo sabían de traicion y beneficios propios, y entonces?, por qué thor estaba tan abrumado?, por qué su corazón latía desesperado, ante la visión de este jotunn, por qué tan de repente surgía en el la necesidad de hacerlo suyo pero de una forma más haya de la física.
Y es que sus ojos no lo engañaban, quien no apreciaría la belleza del rostro frente a él, que se enmarcaba con aquellos cabellos semi ondulados y tan negros como la noche, como no sentirse incapaz de dañarlo cuando aquel aniñado rostro dejaba entre ver gestos de el más puro miedo?, y ese verde, el verde tan vivido, cuál retoño de una planta, un verde tan único, tan especial e irrepetible, los ojos del rubio descendieron por su delicado cuello, examinaron la blancura de su piel inmaculada, delinearon los huesos de las clavículas y se trasladaron hasta aquellos pequeños relieves que formaban su pecho y que en su punto más alto se adornaban con rosados pezones medio erectos “tan parecidos a los de una dama “ pensó en el momento el rubio, y si iba aún más abajo, cómo podía ser que aquel cuerpo, se estrechará tanto al nivel de la cintura, para luego ensancharse en unas redondas caderas, thor fue consciente de cómo sus deseos despertaban al tiempo que seguía su inspección… lo vio, vio el sexo de Loki, nada lo cubría, ni un solo vello, genitales pequeños que en lugar de incomodarlo avivaron lo que sea que estuviera sintiendo, ¿Qué tan grande podía llegar a ser la ereccion del jotunn?, ¿Cómo se sentiría esa parte de su piel?,¿de que formas gemiría si jugaba entre sus dedos con aquellos testiculos pequeños?. No se detuvo más tiempo ahí y siguió sirviéndose de la vista que tenía pero ahora no perdiendo detalle de las piernas, camino un poco para rodear a Loki y examinarlo desde todos los ángulos, se topó con los grandes relieves que formaban sus nalgas, quería tocarlo, quería sentirlo, y es que antes no había prestado atención a tal grado, tal vez por la repulsión de verlo enfundado en esa piel azulada, pero ahora era diferente, y aún que por algunos segundos la idea de poseerlo nuevamente taladro sus pensamientos no se sintió capaz de hacerlo, estaba seguro que a la menor suplica el jotunn lograría doblegar su voluntad. Pues ahora a sus ojos solo era un niño.
- Loki – hablo el mayor con un deseo contenido, emitiendo una especie de ruidos guturales – sal de mi vista, - el jotunn se sorprendió al escuchar aquello, ya se había resignado a lo que muy probablemente vendría, pero al saberse libre levantó con rapidez la túnica mientras se lanzaba casi corriendo al baño.se oculto dentro de la tina, si es que a eso se le podía llamar escondite.
Thor se dejó caer sobre la cama, llevo una de sus manos hasta su entre pierna, su pene ya se alzaba en una ereccion que solo constataba lo exitado de su cuerpo, levantó un poco la cabeza asegurándose de que el menor no lo observará, se molesto con el mismo por sentirse “ cohibido” introdujo su manos por la ropa hasta tocar su falo, y comenzó a masturbarse de forma necesitada y ruda, contuvo los gemidos mientras imaginaba que aquello que apretaba su miembro no eran sus dedos si no el interior estrecho del jotunn, el orgasmo fue inminente y su semen quedo manchando su mano.
No era suficiente, llevo si mirada hasta el cuarto de baño, necesitaba más, pero si lo tocaba, si lo obligaba...
Se levantó molesto, acomodo sus ropas y salió de la habitación, que le había hecho ese monstruo, que ahora el también estaba hundido en los bajos deseos de tener sexo entre hombres, qué pensarían sus amigos si se enteraran, que el gran thor, el príncipe de asgard , honorable heredero de odin, disfrutaba de hacer suyo el cuerpo de uno de sus mayores enemigos, qué pensarían si supieran que lejos de darle asco, como el aseguro en un principio, la verdad era que lo excitaba al punto, de desear tocarlo en todo momento. Camino con el aura de enojo cubriéndole, maldijo al joven gigante asegurándose a él mismo, que este de alguna forma lo había hechizado, se convenció de que no era su culpa, era culpa de la bestia que arrastraba a todos los hombres a continuar con aquellos actos perversos.
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