De vuelta al castillo
No lograría llegar al castillo por sus propios medios, la sensación de hambre en su estómago era martirizante, el cansancio de sus piernas y la debilidad del cuerpo lo obligaban a dejarse caer a cada momento, solo había una oportunidad, era arriesgar todo o nada, la simple idea lo llenaba de terror, loki pensó en los posibles finales, ser apedreado o apaleado hasta su muerte, o morir lentamente de hambre sin poder moverse mientras su cerebro aún era consciente de los instantes finales de su existencia.
Dejo a un lado su disfraz de aesir, su piel se vivió azul y sus marcas características aparecieron, esperaba ser visto, que avisaran a los guardias, su plan era que una vez se diera su avistamiento, los guardias irían por él, eventualmente, Thor se enteraría, y no importaba el castigo que venía después, siempre y cuando fuera una muerte rápida, sin más sufrimiento. Y si, el hecho de morir aun hacía temblar cada musculo de miedo, llenaba su corazón de aflicción y hacia a sus ojos derramar lágrimas.
Con la última zona de piel blanca esfumándose, también se fue su conciencia, lo único que permaneció en él fue el anhelo incrustado en su alma de volver a casa, volver a ser abrazado y besado por su padre, sentir el cariño y los cuidados de su hermano, sentirse pleno, y era como una pequeña llama de esperanza, fuego luchando por mantenerse vivo ante la ferocidad de una tormenta.
Cuando despertó, lo hizo en una fría celda, estaba de vuelta en los calabozos de asgadr. Frente a él, un recipiente abollado y sucio con agua. Se arrastró con desespero, no presto atención a las cadenas en sus tobillos y muñecas, lo tomo en sus temblorosas manos, y bebió a grandes tragos sin importar la tierra que se asentaba en el fondo o lo turbio del líquido, el sabor era extraño, una mezcla de algo picante, salado y amargo, la carcajada que resonó en las paredes de la celda lo hicieron soltar aquel recipiente, estuvo casi dispuesto a aprovechar hasta la última de las gotas que quedaban bebiendo directo sobre el suelo, pero aquellas carcajadas se convirtieron en una voz tosca.
- Maldito monstruo, nunca vi a alguien beber orina con tanto gusto.- loki, volvió la mirada al suelo, sus ojos se llenaron de lágrimas, un sentimiento de impotencia se acuno en su pecho, el cual solo fue superado por el asco, vomito el líquido que contenía su estómago - ay vamos, no te pongas triste, puedo llenarlo de nuevo, solo dame un poco de tiempo, sabes, los rumores dicen que tienes habilidades en varios campos, que te dejas montar por cualquiera que te da algo de comer. ¿Dime jotun, tienes hambre? - Loki se acercó a él, su mirada suplicando por un final, su aura devastada, asintió. el guardia comenzó a bajar sus pantalones- si te atreves a morder te juro que te vas a arrepentir.- loki solo deseaba morir, después de esa última humillación, el mismo le pondría fin a su vida, y que los dioses lo perdonaran, pero antes, en verdad necesitaba algo de alimento, algo que sofocara la sensación dolorosa y punzante en su estómago, que apaciguara aquellos ruidos que emitía y no tenía ni idea de que lo que planeaba aquel espantoso hombre, pero, por esta última vez le seguiría el juego.
- ¡Quien se va a arrepentir eres tú!- la voz de Thor resonó con fuerza y furia, el pantalón del guardia cayó al piso y en un movimiento nada agraciado este se apresuró a fajárselos.
- Su majestad, solo estaba bromean...-
- ¡Lárgate! - exigió Thor, el guardia no puso pero alguno,
Thor camino hasta quedar frente a la celda, loki estaba hecho un ovillo, su ropa sucia, y rota, su piel azul casi pegada a los huesos, el sollozo de su llanto siendo audible y el estremecimiento de miedo de su cuerpo, el rubio busco las llaves con la mirada, sin resultado alguno, opto por hacer uso de su fuerza.
El corroído metal cedió doblándose ante su poder, quitando algunos de los barrotes, fue capaz de entrar, loki se arrastró con temor para alejarse de él, Thor sintió una emoción extraña en el pecho, quería desesperadamente consolar a aquel pequeño, ante su mirada no era más que aquel joven indefenso de ojos hermosos e inocencia inmaculada. Pero se detuvo cuando vio a loki hacer una reverencia, tan baja que su frete toco el piso, su voz llena de aflicción suplicando.
- No fui yo, no fue mi padre, Odín llego a nuestro reino, los tratados de paz avanzaban sin contratiempos, - su voz llorosa y entrecortada, débil y cansada- alguien nos atacó, yo estaba junto al padre de todo, lo siguiente que supe es que estaba en este reino – se tomó un instante para recuperar algo de aire, y valor. - me maravillo la luz, sus colores – lo pronuncio como si fuera uno de sus más grandes secretos - pero le tuve miedo a los guardias, fui cobarde ante la posibilidad de morir… - los dedos de loki se apretaron en puños atrapando en ellos el lodo y suciedad de la celda, su voz ahora tenía un tono de culpa - el ofreció comida, yo… yo tenía hambre, jamás había pasado hambre, mi estómago dolía, hacia un ruido terrible, y yo acepte algo de comida, el me profano y… yo lo permití a cambio de un poco de comida, ahora mismo pensé en volver a permitirlo, manche mi orgullo de príncipe por cobardía, me he humillado ante todos y todo. piedad le pido a usted señor, por favor, se lo suplico, acabe con mi vida.
Thor rompió las cadenas que lo sujetaban, después se acuclilló a un lado del joven, primero fue su mano la que se deslizo en un gesto de consuelo atravez de su espalda, pero después, había tomado al jotun en sus brazos, y loki se quebró ante aquel gesto, como lo hacía con su hermano, sus brazos rodeando el cuello del rubio, sus piernas abrazadas a su cintura, y no había nada de morbo en el gesto, nada de segundas intenciones.
Thor, quién en un principio descendió a los calabozos para burlarse de aquel ser, cuyo escape se había frustrado, ahora caminaba rumbo a sus habitaciones, con aquel cuerpo protegido entre sus brazos y su gruesa capa roja abrigándole, cubriendo su maltrecho cuerpo.
Se las arregló para abrir la puerta, después de asegurar está, coloco a loki con delicadeza sobre la cama, el jotun se aferró a la capa, se cubrió con ella y se encogió sobre sí mismo tanto como pudo, el rubio fue hasta el baño, dispuso de agua caliente, jabones y toallas. Desvistió el cuerpo del jotun quien había caído inconsciente.
Lavo aquel cuerpo como adorándolo, pero también, como no queriendo aumentar sus pecados, una y otra vez se preguntaba en donde estaba su otro yo, ese que se consideraba todo un macho y que seguramente se estaría burlando de su forma de proceder actualmente, pero todo perdió importancia cuando comenzó a lavar el largo cabello negro, sintiendo aquella suavidad, la delicadeza de cada hebra, poniendo atención en su rostro.
Loki despertó, su cuerpo aun cansado y adolorido, el estómago con la sensación urgente de nauseas, se levantó tambaleante, debía ir al baño, Thor entro justo en el momento en que caía al piso, corrió hasta él y loki temió lo peor, se preparó para el golpe, pero este nunca llego, en cambio una mano firme tallaba su espalda, una voz gruesa hablándole
- Tranquilo todo está bien. – le aseguraba el rubio. Y aunque la sorpresa logro retrasar lo inevitable, loki vomito justo frente al príncipe de asgard, pero en el rubio no hubo incomodidad, más bien, preocupación - llame a los sanadores, creo que estas enfermo. es mejor que tomes otro baño, has, manchado tu ropa y cabello.
Loki asintió incapaz de decir algo, no entendía lo que ocurría, estaba completamente perdido, como debía actuar ante este hombre, quien en un principio fue cruel y déspota y ahora actuaba de forma tan benevolente, en su mente la idea de que sería tomado como una mascota comenzó a surgir dolorosamente, un ser destinado a cumplir los antojos de su nuevo dueño.
Apenas salió del baño envuelto en una bata, Thor se dio la vuelta, al menos, loki interpreto eso como que no habría ningún intento de aprovecharse de su cuerpo, se sintió tranquilo ante la idea y tomo la ropa sobre la cama, se vistió con rapidez y sé quedo de pie esperando a que Thor dijera algo, este volteo después de unos minutos.
- Deberías recostarte estas débil. – loki obedeció. – enviare a jane a hacerte compañía- termino por decir antes de salir del lugar.
El rubio camino con las ideas aglomerándose en la cabeza y su corazón confundido ante una realidad tan evidente, tan clara como el miedo que reflejaban los ahora cansados y agobiados ojos verdes del jotun, incluso había vuelto a tomar aquel aspecto de piel blanca, nada que pudiera negar el cómo inconscientemente buscaba resguardarse, buscaba sobrevivir aun cuando momentos antes, víctima de la más horrenda desesperación había rogado por la muerte, sin duda Thor compendio que lo había quebrado.