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Fragile Love [HIATUS] por xMaiia

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Notas del capitulo:

Wattpad.

El japonés y el kazajo esperaban fuera de la casa a Victor, quien salió como alma que lleva el diablo, enojado, herido, con muchos sentimientos en su interior, Yuri tenía problemas, ya no sabía cuál era la razón.

- ¿Qué pasó Vitya? -Murmuró el nipón, imaginándose la situación en la que los rusos habían discutido.

- Yuri está mal. No podemos seguir con él así. O lo llevamos a terapias o nos alejamos de él completamente…

- Victor, sabes que eso le haría más daño. -Contestó el de lentes, sabía cómo podría reaccionar el menor, sabía que eso lo destruiría más.

- Iré yo, pueden esperarme aquí o ir a casa, las cosas se pondrán difíciles, pero no me alejaré de Yuri, intentaré arreglarlo. -El moreno se acercó a la pareja, despidiéndose con un suave abrazo.- Alimenten a Potya, por favor. Ha estado deprimida. -La pareja asintió, entendiendo que el kazajo quería que regresaran más a que se quedaran.

Entró a su hogar, dirigiéndose a la habitación. Entró en silencio, pero por la alerta en la que Yuri estaba, supo que él se había dado cuenta de su presencia.

- Vete Otabek.

- No me iré, Yuri. -Se acercó decidido, y, como semanas antes hacía, tomó con delicadeza al rubio, arrastrándolo fuera de la cama para dirigirse al baño.- ¿Por qué no te has bañado? -Murmuró, el aroma de su omega estaba disfrazado detrás del mal olor.

El ruso no respondió y sus ojos se llenaron de lágrimas. El moreno no dijo nada más, simplemente lo sentó en la tapa del baño, colocando una mano en su pierna para así impedirle escapar, mientras que con la otra abría el grifo del agua caliente, llenando la tina lentamente. De pie, buscó las sales aromáticas que tanto le agradaban a su pareja, esparciéndolas con tranquilidad, dejando que el baño se impregnara del delicioso aroma.

De vez en cuando miraba al chico, su corazón se rompía cada vez más, cualquier rastro de felicidad en su novio ahora no existía, dando paso a una enorme depresión, mal humor y sarcasmo. Suspiró por los recuerdos anteriores.

Negando con la cabeza, lo levantó, comenzando a desvestirlo con cuidado, notando lo delgado que estaba… ¿Una persona podría adelgazar tanto en una semana? No lo sabía, pero ahí estaba la prueba. Podría decir con seguridad que Yuri era huesos con piel.

Escuchó más sollozos por parte del menor, así que, levantando la vista a su rostro, lo encontró con la nariz roja, ríos de lágrimas bajando por sus mejillas, sus pestañas húmedas, sus labios secos, temblando por el llanto.

Sin más, lo abrazó contra su pecho. El rubio no se movió, sólo seguía descargando todo lo que sentía. Unos cuantos minutos después, Otabek sintió las manos del menor alrededor de su cuerpo, agarrando en puños su camiseta.

Los sollozos se convirtieron en gritos, tan fuertes que sabía que más adelante le dolería la garganta a su novio. Acariciando su espalda, tomó la decisión de meterse a la tina con él. Lo despegó un poco, dándose el tiempo para cerrar la llave y desvestirse con rapidez.

Entró a la tina primero, tomando la delicada mano para ayudarlo a meterse también, dejándolo entre sus piernas, recostado en su pecho. Unos minutos después y sólo se escuchaban hipidos, el cuerpo convulsionaba levemente sobre el suyo.

- Beka… -Escuchó el suave murmullo, haciendo que dirigiera una mirada hacia él.- ¿Por qué…?

- ¿Qué sucede Yura?

- ¿Por qué sigues aquí después de todo…? -El moreno dirigió su vista al frente mientras procesaba la pregunta, regresándola a los segundos al rubio.

- Porque te amo y quiero que superemos esto juntos… -Contestó igual en suaves murmuros, creando un ambiente relajante. Liberando unas cuantas feromonas con la finalidad de hacer sentir seguro a su omega, continuó.- Porque la muerte de nuestro cachorro no nada más te concierne a ti, todo lo que sucede nos concierne a los dos, somos una pareja… Los problemas de uno, son los problemas del otro.

- Pero… Yo… Soy un omega inútil… No fui bueno para cargar a tu hijo, no soy bueno para tenerlos…

- Yuri, mírame. -Sin esperar respuesta, dirigió ambas manos al rostro de su amado, levantándolo para mirarlo a los ojos.- Por algo nuestro cachorro no nació, pero no significa que seas inútil o no puedas tenerlos. Simplemente es algo que la naturaleza nos dio y nos quitó. No debes sentirte culpable, no debes sentirte menos. Somos destinados, fuimos creados el uno para el otro.

El rubio bajó la mirada, sintiendo como Otabek acariciaba la marca en su nuca, esa marca que representaba propiedad y él, sin saberlo, llevaba con orgullo. Se sentía orgulloso de ser la pareja destinada del kazajo.

- Lo siento… -Susurró, jamás había sido fácil disculparse, pero sabía que su pareja había aguantado mucho de él.- ¡Lo siento!

- No por qué disculparte, Yura. Sé que todo esto nos afectó, pero como dije antes, vamos a salir juntos ¿entendido? -El rubio asintió, así que decidieron relajarse, ya habían hablado lo que sentían, ya podían estar tranquilos.

- Beka, te extrañé…

- Y yo a ti, gatito.

//

2 semanas después.

Tanto Yuuri como Victor habían comenzado a buscar terapias para que acudiera el ruso, encontrándose el mejor psicólogo para omegas, según las referencias.

Lo contactaron, hicieron cita y se dirigieron a casa del kazajo y del rubio, tocando suavemente la puerta. Otabek abrió, dejándolos pasar. Habían decidido hacer una comida para convivir los cuatro, Victor y Yuuri ya habían hablado con el rubio, disculpándolo.

- Encontramos el psicólogo perfecto para Yuri. -Dijo Victor, quitándose el abrigo para colocarlo sobre el sofá.- El dr. Adrik Válkova. Según sus referencias, es el mejor psicólogo para omegas.

- ¿Ah sí? -El kazajo ladeó la cabeza, alzando una ceja. Sentía que había escuchado ese nombre en otro lugar, pero no recordaba dónde.

- Sí, es un alfa y…

- Me niego. -Rápidamente respondió, algo le daba mala espina y más el hecho de que fuera un alfa-

- Pero Otabek, ¿no quieres que Yuri tome terapias?

- Sí quiero, pero no con un alfa…

- Otabe…

- ¿Tú estarías seguro si Yuuri fuera a tomarlas con un alfa? ¿Acaso no te darían celos? -El platinado se quedó callado, pensando en eso y, por una parte, su amigo tenía razón, no le agradaría que su nipón tuviera que quedarse a solas con un alfa hablando de sus problemas.- Eso creí. Así que, como alfa, tú entiendes el por qué me niego.

- Anda, Ota, Victor se hará cargo de las terapias, si no te convence, simplemente Yuri deja de ir. -Entró el japonés, quien había escuchado lo último.- Ya viene Yuri, se está terminando de arreglar. Por cierto… Potya estaba desesperada y la trajimos, aunque Yuri aún no lo sabe.

- Está bien, es hora de que Potya regrese a su hogar. Y sobre lo otro… Está bien. -Suspiró derrotado, viendo como entraba su pareja, que se acercaba a él en busca de un abrazo suyo, dándoselo con rapidez. Ahora se había vuelto cariñoso y siempre le buscaba para ese tipo de gestos.

- Gatito, conseguimos tus terapias… -Habló suavemente Victor, haciendo que el rubio asintiera con la cabeza, habían llegado a ese acuerdo.

- ¿Cuándo empiezan? -El kazajo colocó una mano sobre la cintura de su amado, mirando al nipón y al ruso mayor.

- Mañana, a las 3 de la tarde. La dirección te la dará Victor.

//

Yuri estaba nervioso, sus manos temblaban, sus pies se movían, sabía que tenía que hablar de los temas más delicados de su vida con un doctor que ni siquiera conocía. Sintió una mano en su muslo, calmándose casi de inmediato. Efectos de su alfa en él. La cálida sonrisa que su novio le dedicó le hizo sentir aún más tranquilo, relajándolo también. Se sentía más seguro.

La puerta del consultorio se abrió, saliendo de él una persona alta, de cabellos rubios, ojos azules e imponente postura, intimidándolo un poco.

- ¿Yuri Plisetsky? Pase por favor. Mi nombre es Adrik Válkova, seré tu psicólogo.

Otabek se levantó con rapidez al verlo, colocándose frente a su pareja, mirando de mala manera al alfa.

- Adrik…

- ¡Otabek! Qué sorpresa verte. ¿Cómo has estado en todo este tiempo? ¿Me olvidaste? -Una sonrisa sínica se dibujó en el rostro del rubio alfa.

El kazajo hizo una mueca, demasiado alerta y desconfiado. Ahora recordaba el por qué ese nombre se le hacía conocido.

¿Por qué, de todos los psicólogos, tenía que ser él?

Notas finales:

Chan chan chan chaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan...

Lamento la tardanza, ya saben, la universidad y todo eso. 

Espero que el capítulo les haya gustado, por fin Yuri ya se comporta como debe de ser y ahora quien sabe que pasará.

¿Quién creen que es Adrik? ¿O qué relación tiene con Otabek?

Muchas gracias por leerlo, nos vemos en el siguiente capítulo. ¡Saludos!


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