Era sábado y contrario al habitual humor que sentía un sábado por la mañana, Heechul estaba de muy mal humor.
Su maravilloso plan había fallado y todo era culpa del idiota de su primo; por si fuera poco, Leeteuk ahora no quería saber nada de él y con justa razón.
Pero era el gran Kim Heechul, y él no se daría por vencido, así que ya tejería un nuevo plan. Leeteuk se quedaría con ellos por un trabajo que tenían que hacer, y Heechul pensaba aprovechar para acabar con esa situación de una vez por todas, así tuviera que llevar a Kangin por las orejas.
Heechul, Sungmin y Ryeowook pasaron toda la mañana holgazaneando en la piscina, jugando y tramando divertidas situaciones para unir a Leeteuk y Kangin.
A las dos en punto de la tarde, Leeteuk llegó con una mochila llena de libros, pero Heechul notó que estaba desanimado y tenía manchas oscuras bajo sus ojos.
Ver así a su amigo, hizo que Heechul se sintiera aún más enojado, todo el esfuerzo que le había costado hacer que Leeteuk admitiera sus sentimientos y el idiota de su primo lo arruinó todo en un abrir y cerrar de ojos.
Los tres donceles se cambiaron de ropa, luego se reunieron con el mayor en la biblioteca donde se supone tenían que estudiar.
— Teukie yo no sé qué pasó ayer, pero estoy seguro que se va a resolver. — Heechul trató de alentar al mayor, generalmente era bueno en esas cosas, pero ahora no sabía que debía hacer.
— No pasó nada extraordinario, Kangin me dejó en claro que ya no siente nada por mí y probablemente nunca sintió nada. — Leeteuk sacó el primero de sus libros.
— ¿Él te dijo eso? —Ryeowook estaba un poco sorprendido, eso no podía ser cierto, Kangin si estaba enamorado de Teukie Omma.
— No lo dijo pero lo mostró con sus acciones. — Leeteuk soltó un pequeño suspiro. — No quiero hablar de eso, por favor, ¿Podemos empezar con el trabajo?
Todos asintieron, pero ninguno estaba conforme con la respuesta.
Alrededor de una hora después, Heechul salió para traer alguna merienda y aprovechaba para estirar los músculos. Se decidió por hacer unos sándwiches, que eran prácticamente todo lo que podía cocinar.
Heechul estaba tan concentrado cortando las rodajas de tomate que no se percató cuando Siwon entraba por la puerta de la cocina y se acercaba a él pero al verlo con un cuchillo decidió no molestarlo mientras estaba tan cerca.
— Hola gatito, que suerte tengo de encontrarte aquí. — Siwon se apoyó en el otro lado de la encimera.
— ¡Madre de todos los Versace! — Heechul llevó su mano libre a su pecho. — ¡Ash! Tenías que ser tú. ¿Qué quieres, Siwon?
— Hablar contigo sobre algo realmente importante, pero no aquí, en un lugar un poco más privado. — Siwon no quería que nadie los escuchara hablar.
— Mira, Siwon, si esta es otra de tus bromas de mal gusto, te juro que voy a patearte tan fuerte que lo sentirán tus hijos. — Heechul lo señaló con el cuchillo que tenía en la mano.
Siwon se rió por la amenaza de Heechul, pero luego se puso completamente serio. — No es ninguna broma, gatito. Por favor.
Heechul asintió, nunca había visto a Siwon tan serio, "Luce tan guapo". Se reprendió por su pensamiento y lo siguió hasta la oficina de Key.
— Bien, ¿Qué es tan importante que me pediste algo tan amablemente? — Heechul se quedó cerca de la puerta, solo por si Siwon intentaba algo raro.
— Es sobre Kangin y Leeteuk. Veras... Creo que le di un mal consejo a Kangin sobre olvidarse de Leeteuk y tener un poco de orgullo de hombre. — Siwon pasó la mano por su cabello, no le gustaba admitir que había cometido un error frente a Heechul, pero no tenía opción; Kangin había empezado a actuar como un mujeriego y eso no le gustaba para nada, además, había visto la forma herida en que Leeteuk miraba a su amigo y entonces supo que la había cargado.
— Lo sabía, sabía que tú habías tenido algo que ver con esto. — Heechul suspiró.
— En mi defensa, solo quería que Kangin dejara actuar como un tonto, no sabía si Leeteuk le correspondía o no, a veces lo miraba de una forma que parecía que le gustaba, pero entonces iba y rechazaba a Kangin. Fueron dos años de rechazos, Heechul y esos rechazos estaban haciendo estragos en su autoestima, por eso Kyuhyun y yo le dijimos que era mejor buscar a alguien más, nunca imaginamos que empezaría a actuar de esa forma. — Siwon se encogió de hombros.
— Si fueron ustedes los que le dieron el consejo, entonces ¿Por qué me estás diciendo que fue un mal consejo? — Heechul frunció el ceño, no entendía que era lo que Siwon quería lograr con eso.
— Porque sabemos que él no es así y porque... Mmm... No sé si estoy en lo cierto, pero Leeteuk se mira un poco afectado con eso, especialmente ayer. — Siwon suspiró. — Mira, nosotros intentamos hablar con Kangin, pero él está decidido a no volverle a rogar a Leeteuk, así que creo que podrías hacer algo para que Leeteuk mostrara un poco de interés por él, tal vez que le pidiera una cita o yo no sé, tú siempre tienes todo tipo de ideas locas y pensé que tal vez puedas pensar en algo.
— Son un par de idiotas, pero al menos lo hicieron por una buena causa. — Heechul mordió su dedo meñique. — Bien, ya sé que voy a hacer. — Heechul miró a Siwon y le sonrió. — Gracias por decirme, estaba a punto de matar a mi propio primo.
Siwon se rió y se acercó un poco a Heechul. — ¿No crees que merezco un premio? Tal vez podrías dejarme tocar tu trasero. — Movió las cejas de forma sugerente.
— Tú no cambias, maldito caballo pervertido. — Heechul salió del estudio y fue directo a la cueva, donde se encontraban Kyuhyun y Kangin; Siwon entró detrás de él. — Kangin, ¿Podemos hablar?
— Ahora no, Hee, estoy jugando. — Kangin jugaba una partida con Kyuhyun y estaba tratando de concentrarse.
Heechul no tenía tiempo para eso, fue hasta la tableta donde estaban conectados el televisor y la consola de videojuegos y la apagó.
— Ahora vas a escucharme quieras o no. ¿Acaso no ves lo que estás haciendo? ¡La estás cagando, Kangin! Actuando como un gilipollas la última semana te has asegurado de echar todo por la borda. Necesitas hablar con Leeteuk, al menos debes darle la cara y dejar de ser un maldito capullo.— Heechul puso sus manos en su cadera.
Kangin lo miró sorprendido, pero entonces miró a Siwon y luego negó. — No voy a caer en sus juegos, no sé cómo es que ustedes dos se pusieron de acuerdo en esto, pero ya tomé una decisión y no voy a volver a rogarle a nadie. Ahora déjenme en paz, esto no es asunto suyo.
— Y yo que pensaba hacer esto a las buenas. — Heechul suspiró y se acercó hasta quedar cara a cara con su primo. — No quieres verme enojado Kangin, no quieres tenerme en tu contra. Así que tú vas a ir en este preciso momento y vas a decirle a Teuk por qué has estado actuando como un imbécil está semana y vas a disculparte con él. Nadie te dice que le ruegues, pero al menos es tiempo de dejar las cosas claras para evitar malentendidos y sufrimientos.
Kangin tragó saliva, Heechul podía ser más pequeño que él, pero daba mucho miedo cuando se enojaba, además todo lo que estaba diciendo podía ser cierto. El día anterior había sido el más completo de los imbéciles, desde que Leeteuk se había ido se sintió como el peor de los bastardos, al menos tenía que disculparse y explicarle a Leeteuk lo que estaba pasando.
— ¿Qué estás esperando? Acaso quieres que te lleve yo mismo? — Heechul entrecerró los ojos.
— Eso no será necesario. — Leeteuk estaba en la puerta, miró a Heechul y sonrió. — Estabas tardando mucho, así que bajé para ayudarte, pero los escuché al pasar por aquí.
— Bah. — Heechul se apartó de Kangin y se cruzó de brazos. — Eres un chismoso, Teukie.
— Solo un poco. — sonrió al adentrarse en la habitación y miró a Kangin. — ¿Te gustaría hablar conmigo a solas?
Kangin se puso de pie y asintió, miró a sus amigos y señaló la puerta. — Largo.
— Como lo tratan a uno en esta casa. — Kyuhyun sonrió y salió sin llevarse sus cosas, no se iría de la casa, estaba curioso por saber cómo terminarían las cosas.
Heechul y Siwon también salieron de la habitación, pero Heechul se dio la vuelta y pegó su oreja a la puerta.
•••••CUEVA•••••
Leeteuk y Kangin solo se miraban uno a otro, ninguno hablaba, Leeteuk estaba pensando por dónde empezar, mientras que Kangin estaba avergonzado por su comportamiento.
Leeteuk tomó aire y decidió romper el silencio. — Hay algo que quiero saber. ¿Fue por el cambio de look? ¿Por eso decidiste que ya no te interesaba?
— ¿Qué? ¡No! Eso... No es así porque... Porque no has dejado de gustarme. Desde que te miré me gustaste y conforme enttabas en mi vida gracias a mi hermano, más me gustabas, intenté acercarme una y otra vez, pero tú siempre me rechazabas, yo no había podido aceptarlo y seguía insistiendo. — Kangin se sonrojó.
— ¿Entonces qué fue lo que pasó? ¿Qué cambió? — Leeteuk no entendía, un día juraba amor eterno y al siguiente decidía que ya no quería tener nada que ver con él.
— Eso no tiene nada que ver con el cambio de imagen, bueno no del todo. Yo había tomado la decisión desde antes, me dije que si no podía hacer que salieras conmigo antes que terminaran las vacaciones, te dejaría tranquilo. Entonces decidiste hacerte todas esas cosas, y te volverse aún más hermoso, más sexy, más... inalcanzable. — Kangin suspiró. —Kyuhyun dijo que si no te habías fijado antes en mí, mucho menos lo harías ahora, Siwon dijo que debía dejarte tranquilo y buscar alguien más y yo supe que mi anterior decisión había sido la correcta. Me di cuenta que debía ser muy molesto para ti tenerme siempre detrás insistiendo, así que me decidí a dejarte tranquilo definitivamente y me dispuse a conseguir una novia, me sorprendió saber que algunas chicas creen que soy atractivo.
— ¿Eso es todo? ¿Tú creíste que al verme mejor que antes no tendrías oportunidad alguna conmigo? Eso es tan tonto. — Leeteuk lo miró molesto.
— ¿Tonto? ¿Qué pensarías tú si el chico del que has estado enamorado por dos años, que no hace más que rechazarte y ser indiferente contigo de repente cambia y se vuelve más hermoso? Kangin también se sintió molesto. — Nuevos pretendientes llegarían, alguno llamaría la atención que yo no pude conseguir y lo que menos necesitabas era a un tonto rogón corriendo todo el tiempo detrás de ti. Yo no soy guapo como Siwon o inteligente como Kyuhyun, ni siquiera soy igual de carismático que Shindong, yo soy brusco y tengo una apariencia más ruda. ¿Cómo podría seguir esperando que ocurriera un milagro y te fijaras en mí? Así que solo renuncie. Lo que yo no entiendo es por qué de pronto todos actúan como si estuviera mal, a ti ni siquiera te importa. ¿No es eso lo que me decías tú también? ¿Que buscará a alguien más? ¿Que no estabas interesado?
Leeteuk mordió su labio y bajó la cabeza, Kangin tenía razón, él no podía molestarse cuando nunca había dado ni una sola señal de interés hacia el chico, al contrario, siempre se mostró frío e indiferente con él, siempre que lo rechazaba le decía que lo dejara en paz y buscara a otra persona, pero Kangin nunca se rendía, siempre seguía fiel a su palabra de conquistarlo, había querido aceptar sus sentimientos en varias de esas ocasiones, pero tenía miedo y terminaba diciendo que no, si tan solo hubiera sabido el daño que le estaba causando a Kangin.
Leeteuk por primera vez, se acercó a Kangin y lo abrazó, escondiendo su rostro en pecho ajeno, Kangin se sorprendió pero correspondió el abrazo.
Sin levantar la cabeza Leeteuk empezó a hablar. — Yo no tengo la belleza de Heechul ni la ternura e inocencia de Ryeowook y Sungmin, pero tú te enamoraste de mi y no de ellos, bueno aunque sería demasiado extraño porque son familia. Pero lo que quiero decir es que no me importa que no seas tan guapo como Siwon, inteligente como Kyuhyun o carismático como Shindong, porque la persona que me gusta eres tú y no ellos.
Kangin soltó a Leeteuk, la confusión estaba escrita por toda su cara. — ¿A qué te refieres con que yo te gusto? Tú siempre fuiste tan indiferente.
— No era indiferente, aunque lo parecía, no lo era. Me comporté como un idiota, tenía miedo por razones estúpidas y solo me valía de excusas para no aceptar tus avances, porque sabía que si lo hacía, terminaría completamente enamorado de ti, lo que no sabía es que ya lo estaba y cuando lo descubrí me aterré aún más. ¿Qué pasaba si un día decidías que yo no era lo suficientemente bueno para ti? Cuando encontraras a un chico de tu clase y te dieras cuenta que no podías ser feliz con alguien de clase inferior. Entonces seguí rechazándote y aparentando ser indiferente, pero Dios sabe que no era así, que me moría por perder mis miedos y dejarme llevar. — Leeteuk suspiró, por fin estaba diciendo todo lo que sentía. — Fue entonces que Heechul apareció y me hizo ver lo estúpido que estaba siendo y dejé que me transformara, porque decidí que sería un nuevo Leeteuk, ya no tendría miedo y lucharía por lo que quería... Y yo te quería a ti. Pero cuando me había decidido, parecía que tú ya no me querías y fue muy doloroso.
Kangin no podía creer lo que estaba oyendo, estaba tan sorprendido que no podía reaccionar.
— Por dios, Kangin, di algo. Sé que fui un tonto pero estaba realmente asustado. — la voz de Leeteuk se quebró en la última palabra.
Kangin reaccionó y estiró sus brazos para atraerlo hacia su pecho. — Lo siento, yo no sabía que sentías eso, si lo hubiera sabido jamás habría hecho semejante estupidez. — ajustó un poco más el abrazo. — Realmente todo este tiempo creí que eras indiferente a mis sentimientos, pero me gustabas tanto que no podía simplemente darme por vencido. Supongo que tanta insistencia dio resultado.
Leeteuk sonrió. — Supongo que sí lo hizo.
— Entonces... ¿Ahora somos novios?
— ¿Esa es tu propuesta? No es tan romántico como esperaba, pero supongo que lo merezco por tonto. — Leeteuk río.
— No quiero arriesgarme a que cambies de opinión. — Kangin se separó del abrazo y lo miró a los ojos. — Pero también quiero tener tiempo para cortejarte como se debe, ya sabes, salir a citas y esas cosas. ¿Entonces qué dices?
— Que sí, me gusta mucho esa idea, nunca acepté salir contigo antes, pero es bueno empezar una relación de esa forma. Aolo tengo una condición. — Leeteuk lo miró molesto. — Ya no vas a coquetear con ninguna chica, no lo harás, Kangin.
— ¿Por qué lo haría? Por fin tengo a mi hermoso Leeteuk conmigo. — Kangin lo abrazó de nuevo. — Por cierto, te ves muy bien con ese estilo, el loco de mi primo sabe cómo hacer un cambio.
— Deberías ver toda la ropa que me compró y cuando le dije que no podía recibirla casi me come vivo. — Leeteuk sonrió. — Heemin no solo es hermoso, también es muy astuto e inteligente, lástima que no sea más aplicado en los estudios.
•••••PASILLO•••••
Fuera de esa habitación, Heechul asesinaba a Siwon y Kyuhyun con la mirada, Ryeowook y Sungmin tenían un perpetuo puchero, los tres con los brazos cruzados y recostados a la pared del frente. Siwon y Kyuhyun también estaban con los brazos cruzados, recostados en la puerta, evitando que los tres donceles escucharan a escondidas.
— Estoy seguro que a Leeteuk Omma no le molestaría que escucháramos. — Sungmin se quejaba.
— Yo estoy seguro que si Leeteuk hubiera querido que escucháramos, no nos habría pedido salir de la habitación. — Kyuhyun alzó una ceja divertido.
— Pero somos sus mejores amigos, tenemos derecho a saber lo que están hablando. — Ryeowook trataba de convencerlos.
— Si es así, Leeteuk les contará todo con detalles, pero no van a escuchar detrás de la puerta. — Siwon sonrío viendo como Heechul bufaba.
— Par de entrometidos, ustedes tienen la culpa de que Kangin actuara como un idiota y gracias a mí las cosas se están arreglando. Ustedes deberían estar postrados a mis pies dándome las gracias. — Heechul los miró enojados.
— Te agradecemos, pero no dejaremos que escuchen nada. — Siwon estaba disfrutando ver rabiar al gatito.
Heechul alzó sus brazos e hizo un sonido de molestia, se dio la vuelta y caminó hacia la cocina donde había dejado olvidada su labor de hacer la merienda.
Siwon lo siguió primero con la mirada y luego fue tras él. Cuando ambos estuvieron nuevamente a solas, se sentó frente a la encimera donde doncel trabajaba.
Heechul lo vio entrar y rodó los ojos, realmente nunca conseguiría que el gigantón lo dejara en paz. — ¿Qué quieres, Siwon?
— Quiero mi premio, fui un buen chico hoy y a los chicos buenos les dan premios. — Siwon sonrió de lado, esa sonrisa traviesa que no sabía que tenía hasta que conoció a Heechul.
— ¿Qué? ¿Ahora eres un perro y quieres ir recibiendo premios por cada buena acción que hagas? — Heechul lo miró alzando la cejas.
— Si eres tú quien me da los premios, podría correr detrás de la pelota las veces que tú quieras. — se inclinó más en la encimera. — ¿Qué dices gatito? Solo un beso, no pediré nada más.
Heechul lo miró en silencio por unos segundos. La verdad es que no le costaba nada darle un beso a Siwon, aunque no se llevaban bien, el gigantón era muy guapo y también sabía besar, además, se había portado muy bien, tal vez no era tan idiota como había pensado.
— Está bien, puedes tener tu beso. — Heechul contestó mientras se limpiaba las manos en un paño de cocina.
— ¿Lo dices en serio? — Siwon lo miró sorprendido, no había pensado, bajo ninguna circunstancia, que Heechul aceptaría.
— Muy en serio, ¿O qué? ¿Ya no quieres? — Heechul alzó una ceja.
Siwon no se molestó en contestar, se levantó de la silla tan rápido que está cayó hacia atrás y en tres pasos ya estaba frente a Heechul. Rodeó su cintura con uno de sus brazos y lo pegó a él, mientras llevó su otra mano detrás de la cabeza ajena.
Desde el momento en que se miraron a los ojos estando tan cerca, las chispas comenzaron a saltar por todas partes, sus corazones empezaron a latir desbocados, sus pulsos y respiraciones se aceleraron, el cuerpo de Heechul tembló ligeramente, mientras que el de Siwon se erizaba.
Siwon miró los rosados y tentadores labios de Heechul y humedeció sus labios con la punta de su lengua, volvió la mirada a sus ojos y empezó a acercarse poco, estaban a solo unos pocos centímetros.
— Ejem... Disculpen, pero Kangin y Leeteuk están esperando por ustedes, creo que tienen una noticia que darnos. — Kyuhyun los miró sonriendo con malicia, mientras Siwon y Heechul saltaban del susto y se separaban tan rápido como podían.
El rostro de Heechul estaba completamente sonrosado, había estado a punto de besar a Siwon por voluntad propia, pero fue la reacción de si cuerpo lo que le sorprendió.
— Yo... Mmm... Entonces yo me adelanto... — Heechul salió prácticamente corriendo de la cocina.
Siwon vio al doncel irse y soltó un suspiro de resignación. — ¿Sabes, hermano? A veces eres la persona más inoportuna del planeta.
— Lo sé y a veces es muy divertido. — Kyuhyun se rió y salió de la cocina, como le encantaba molestar a sus amigos.
— Veamos que tan divertido es cuando alguien frustre tus planes con Minie. — Siwon levantó la silla y salió de la cocina al lado de su amigo, quien no dejaba de reír.
— Entonces, ¿estabas a punto de besar a Heechul con su consentimiento o volverías a recibir una patada en las pelotas? — Kyuhyun preguntaba para regordearse.
— Era mi premio por ser buen amigo. — se encogió de hombros. Había estado tan cerca.
— ¿Premio? Bro, ¿estás consciente que suenas como un cachorro obediente? — Kyuhyun lo miró entre sorprendido y divertido.
— Hee dijo lo mismo. — sonrió, llegaron a la cueva y Siwon se recostó en la puerta después de cerrarla. — Bien, aquí estamos, ¿Para qué nos llamaban?
— Queríamos dar un anuncio, Kangin y yo hablamos y decidimos que después de haber actuado como un par de tontos, vamos a darnos una oportunidad. — Leeteuk les sonrió.
— ¡Siiii! ¡Por fin! — Ryeowook y Sungmin se tomaron de las manos y empezaron a saltar, provocando un sonrojo en la recién formada pareja.
Heechul sonrió, esperó hasta que los chicos se calmaron para entrar con su ataque de preguntas. — ¿Una oportunidad? ¿Qué clase de oportunidad? ¿Son novios o no? — estaba ansioso por saber los detalles. Si los hubieran dejado escuchar ya sabrán cada detalle.
— Primero tendremos algunas citas y si las cosas se dan bien, vamos a dar el siguiente paso. — Kangin tomó la mano de Leeteuk y sonrió.
— Al parecer los milagros si existen y tanta insistencia por fin dio sus frutos. — Kyuhyun sonrió. — Felicidades, Bro.
— No era insistencia, era perseverancia. — Leeteuk corrigió, defendiendo a su futuro novio.
— Y ahora que estamos aquí, supongo que debemos pedirle disculpas a Leeteuk, lo que pasó fue nuestra culpa por dar tan malos consejos. — Siwon miró al mayor de los donceles.
— Nosotros solo queríamos verlo feliz, no sabíamos que tú correspondías sus sentimientos, de haberlo sabido, jamás hubiéramos interferido. — Kyuhyun por primera vez lucía apenado.
— No se preocupen por eso, sé que actuaron con las mejores intenciones, ustedes vieron que él estaba sufriendo y como amigos intentaron ayudar. — Leeteuk les sonrió, diciendo de esa forma que no estaba enojado con ellos.
— Son unos idiotas pero los perdono. — Kangin les dio un golpe en el brazo a cada uno.
— ¡Oye! Es cierto que nosotros te dimos un mal consejo, pero no te dijimos que anduvieras de puto. — Kyuhyun sobaba su brazo.
Kangin se sonrojó. — Yo no estaba de puto...
— Sí lo estabas. — Sungmin lo acusó.
— Bueno, ya lo he perdonado por eso. — Leeteuk sonrió. — Pero nada de esto hubiera pasado sin Heechul, fue él quien me abrió los ojos y me ayudó a cambiar.
— Nada de eso, no tienen que agradecerme, yo solo les di un empujoncito, aprovechen el momento y sean felices. — Heechul se levantó de dónde estaba sentado. — ¿Que hacen ahí sentadotes? ¿Acaso no tienen una cita a la que ir?
— ¿Hoy? Pero tenemos mucha tarea pendiente. — Leeteuk miró a Heechul. — Prometí ayudarte con tu tarea.
— No te preocupes por eso, le pediré ayuda a Kyuhyun y el resto lo haremos mañana. — Heechul señaló la puerta. — Vayan a divertirse, es una orden.
— Ya escucharon, el gatito les di una orden y no creo que quieran desobedecer. — Siwon se apartó de la puerta y la abrió para ellos.
— Bien, ya que insisten. — Kangin sujetó la mano de Leeteuk y sonrió. — Vamos a nuestra primera cita, Hyung.
— Y para asegurarme, yo mismo los llevaré al auto. — Heechul caminó hasta quedar detrás de ellos y empezó a darles pequeños empujones, hasta que llegaron al auto y se quedó en el lugar hasta que estos se fueron. — Bueno, uno menos, quedan dos.
Heechul levantó la vista y como si fuera una señal del cielo, lo vio ahí de pie, observando la casa; sonriendo de oreja a oreja, se acercó hasta el muchacho, que al ver que se acercaba lo miró extrañado.
— Hola, soy Heechul, así que tú eres nuestro nuevo vecino. — estiró la mano en forma de saludo.