La mañana llegó demasiado rápido para su gusto. La luz del sol dio de lleno sobre su rostro, trató de usar una de sus manos para cubrirse pero no funcionó.
Soltó un gemido lastimero.
Tendría que haber cerrado la cortina antes de acostarse, pero siempre tenía costumbre de dejar todo para luego y se había dormido sin hacerlo.
Estaba por darse la vuelta cuando sintió un movimiento, un cálido cuerpo más pequeño que el suyo se pegó a su espalda acurrucándose. Se quedó completamente quieto y por un segundo el pánico invadió su cuerpo, hasta que recordó la noche anterior.
Suspiró aliviado y se dio la vuelta, Sungmin, el lindo mejor amigo de su primo Ryeowook. Sus grandes cachetes, pequeña y respingona nariz y bonitos labios le daban el aspecto de un lindo y tierno conejo.
Después de todo lo que habían hablado la noche anterior, supo, sin lugar a dudas, que Sungmin era tan lindo, tierno e ingenuo como su propio primo Ryeowook.
Se sentó en la cama y bostezó estirando sus brazos, él había perdido esa ingenuidad típica de la inocencia hace mucho tiempo. El mundo del modelaje era demasiado cruel y no había lugar en él para alguien ingenuo, así que tuvo que quitarse la venda de la inocencia y abrirse paso a codazos, igual que todos.
— ¿Heemin? ¿Por qué estás despierto tan temprano? — se sentó en la cama y miró su primo.
Miró a su primito y sonrió. — Me gusta despertarme temprano para hacer un poco de ejercicio aprovechando el aire y sol de la primera hora. — se puso sus pantuflas favoritas y se levantó para ir al baño. Aunque no estuviera activo como modelo, no podía descuidar su apariencia. Se lavó los dientes, el rostro y se puso un poco de crema hidratante.
Cuando terminó su rutina matutina de belleza, se puso unas mallas para hacer yoga y una camiseta de tirantes, al terminar de cambiarse de ropa, salió del baño para toparse con un aún adormilado conejo, su primo al parecer había bajado pues no estaba en la habitación.
— ¿Qué hora es? — Sungmin talló su ojo con una de sus manos mientras hacía un tierno puchero.
— Es temprano aún, puedes volver a dormir si quieres. — Heechul sonrío a su nuevo amiguito mientras tomaba una sudadera y se la ponía sobre la ropa de ejercicio.
— No puedo. — aumenta su puchero. — Mi mamá me dio permiso de quedarme con la condición de regresar muy temprano a casa. — Sungmin bostezo mientras trataba de levantarse de la cama.
— Entonces deberías cambiarte de ropa, ve al baño y te espero para que bajemos juntos. — se sentó en la cama y tomó su celular para revisar sus redes sociales.
En un par de días su tía daría el anuncio de su retiro temporal del mundo de modelaje, cuando lo hiciera, sabía que los paparazzis se volverían loco tratando de averiguar las causas de su descanso, seguro se harían muchas locas teorías. Por eso había decidido viajar antes de dar el anuncio, incluso había dejado un video grabado donde hacía de conocimiento público su decisión.
Cuando Sungmin estuvo listo, bajaron juntos hacia la cocina donde se encontró con sus tíos y Ryeowook.
— Cariño, ¿cómo están despierto a esta hora? — Key se acercó a su sobrino y besó su mejilla. — Y tú, Minie, deberían dormir un poco más. Ya se me hacía extraño que el pequeño Wookie estuviera despierto a tan temprano en plenas vacaciones.
— Yo tengo que volver temprano a casa, pero me gustaría un poco de jugo de naranja antes de irme. — Sungmin se sentó en una de las altas sillas del desayunador.
— Yo igual estoy bien, estoy acostumbrado a levantarme temprano. — Heechul esbozó una pequeña sonrisa mientras caminaba alrededor de la isleta de la cocina y se sentaba en una de las sillas altas al lado de Sungmin. — También estoy acostumbrado a dormir poco, y a ir de un lado a otro sin parar.
— Para alguien que tenía una vida tan movida como la tuya, debe ser un poco aburrido estar en un solo lugar. — Jonghyun miró divertido a su sobrino.
— Pues la verdad es que cuando tienes una vida muy ajetreada y pública, aprendes a valorar la tranquilidad y la privacidad. — suspira apoyando los codos en la mesa y su mentón en sus manos. — De verdad amo mi carrera, si tan solo hubiera una forma de tener éxito sin ser asediado o que tu vida entera esté bajo la lupa.
— ¿Cómo Hannah Montana? — Sungmin sonrió al recordar su antiguo programa favorito de Disney.
— Tienes un nombre diferente y esa es una ventaja, nadie sabe que Casey Kim es Kim Heechul. — Ryeowook sonrió y miró a su primo mientras servía un vaso de jugo de naranja a Sungmin.
— Eso fue gracias a la fabulosa idea de mamá de cambiarnos los nombres coreanos por nombres americanos, incluso escogió un nombre que es tanto para mujer como para hombre, es como si ella supiera en qué clase de bello doncel iba a convertirme. — sonríe al recordar a su madre, era una mujer muy especial, luego sacude su cabeza y hace puchero.
— ¿Por qué no usas una peluca como hace Miley? Aunque sería al revés pero en general es el mismo concepto. — toma del jugo de naranja, Sungmin estaba empeñado en que Heechul fuera la Hannah Montana de la vida real.
— La idea es asombrosa, pero definitivamente no engañaría a nadie usando una simple peluca, en la vida real las personas no son tan tontas como para no notar el parecido.
— Entonces que piensas hacer cuando ingreses a la escuela, ¿no has pensado que tal vez una persona podría reconocerte? Digo, sé que no eres muy reconocido en este país, pero alguien podría ser un gran fanático y reconocer a Casey Kim. — Sungmin miró con preocupación a Heechul.
— Eso es algo en lo que no había pensado. Si alguien reconoce a Heechul, pronto se sabrá su identidad y su paradero, los periodistas no tardarán en asediarlo nuevamente. — Key frunció el ceño viendo a su esposo.
— Yo si había pensado en eso desde antes de venir a Corea, así que hice una extenuante investigación de cómo podría encubrir mi identidad y encontré la solución perfecta al problema. — sacó de la bolsa de su sudadera los feos anteojos que había estado usando el día anterior y se los puso. — Si Superman pudo esconder su verdadera identidad con unos lentes como estos, entonces yo también podré hacerlo. — sonrió con gran orgullo por haber resuelto el problema por sí mismo. — Soy un genio, ¿no lo creen?
Sungmin pensó que si fuera uno de esos personajes de manga que solía leer con Wookie, ahora mismo su rostro estaría contra el suelo de la cocina, era la típica reacción a una respuesta tonta.
Jonghyun tuvo la sensación de que su sobrino realmente había pensado que era una idea estupenda, pero para él era algo realmente tonto y nada ingenioso. — Lo cierto es que no veo ninguna diferencia entre una peluca o unas gafas.
Key miró nuevamente a su esposo mientras fruncía el ceño, pero esta vez era de molestia y no de preocupación. — ¿Cómo puedes decir que no hay diferencia, amor?
Jonghyun miró a su esposo e hijos, ambos lo miraban con el ceño fruncido. — ¿Qué acaso ustedes ven la diferencia?
— Una peluca solo cambia el color de tu cabello, para Heemin que es modelo y ha tenido que usar un sinnúmero de pelucas de todos colores no habría diferencia alguna.
— Así es, en cambio las gafas, son capaces de ocultar algunos rasgos del rostro, alterando visualmente la estructura. — Heechul se encogió de hombros como si su lógica era tan obvia que todo mundo debía llegar a la misma conclusión.
— Ohhhh, ahora lo entiendo. — Sungmin se sintió un poco tonto al no haber captado la diferencia desde el comienzo, entonces descubrió que Heechul podía parecer un chico bobo, pero no lo era.
Jonghyun se sintió avergonzado y solo prefirió quedarse callado, aunque la verdad seguía sin ver tanta diferencia entre una cosa o la otra.
Sungmin terminó su vaso de jugo y se puso de pie. — Yo debo regresar a casa, pero mi tía se irá esta tarde así que vendré en cuanto pueda. — se despide de todos y sale apresurado hacia su casa.
— Bien, yo iré un momento al jardín para hacer un poco de yoga, la mañana es el mejor momento del día para hacer ejercicios. — también se pone de pie y sale muy tranquilamente hacia el jardín, ese día empezaban sus tutorías y quería estar en la mejor condición posible.
Hizo ejercicios de yoga por al menos 40 minutos hasta que sintió su estómago rugir. Se detuvo y tomó nuevamente su sudadera del suelo y caminó para entrar por la puerta que daba directo a la cocina.
Llegó a la cocina justo al mismo tiempo que Kangin y Wookie, seguro el menor de ellos fue a despertar a su hermano mayor. Cuando Ryeowook lo vio, corrió a abrazarlo.
— Buenos días de nuevo pequeño Wookie. — Heechul le regresa el abrazo a su primo. —
— Hoy has estado muy cariñoso, Wook, ¿acaso sucede algo especial? — Key miró interrogante a su hijo.
Ryeowook sintió su rostro arder y negó con vehemencia. — Solo estoy un poco triste, hoy inician las tutorías de Heemin y ya no podrá jugar mucho tiempo con nosotros.
— Ni me lo recuerdes, no sé en qué momento me dejé convencer de aceptar todo eso. — Heechul soltó a su primo y soltó un bufido mientras se sentaba a la mesa. — Seguro no estaba pensando con claridad cuando lo hice.
— No digas eso, Hee. Yo voy a ayudarte en todo lo que pueda, además estarás en el mismo grado y salón que nosotros, será muy divertido, ya lo verás. — Wook sonrió para darle ánimos a su primo.
— Eso es lo único que me consuela, estar con mi adorado primito y su amigo el señor conejito.
— Wookie tiene razón, Heemin, antes estabas muy limitado por tu carrera y no pudiste disfrutar mucho de la vida escolar, pero ahora podrás integrarte en muchas actividades. — Key dejó los platos de comida frente a cada uno de los chicos.
Kangin tomó su plato de comida y miró a su primo. — Yo estoy en el club de lucha, soy el capitán del equipo, y Wook está en el club de música, al igual que Sungmin y Kyuhyun.
— ¿Kyuhyun? ¿El chico con sonrisa de lobo está en el club de música? — Heechul estaba impactado, ese chico no parecía ser alguien a quien le gustara el canto.
— El mismo, y también está en el club de matemáticas. — Ryeowook entró en su estado de vieja chismosa. — Él tiene una hermosa voz, aunque no se compara con la de Yesung oppa, su voz es como la de un ángel. — los ojos de Wook brillaron al pensar en su oppa, se había enamorado del presidente en cuanto escuchó su voz en su primer día en el club. — Y además es taaan guapo.
— Y es un año mayor que tú. — Kangin frunció el ceño ante la soñadora voz de su hermano.
— ¡Bah! Un año es como nada, yo tuve un novio que era cinco años mayor que yo, era guapo y buen tipo, pero era un niñito de mami. — Heechul rodó los ojos ante el recuerdo.
— Opino lo mismo, si a Wookie le gusta el muchacho, tú no vas a meterte, él ya tiene edad suficiente para tomar sus propias decisiones, ¿entendido?
— Pero ¡mamá! El chico es muy raro, casi todo el tiempo está solo, siempre usa ropa oscura y ¡usa delineador! — Kangin miraba incrédulo a su madre.
— ¡Él no es raro! — Ryeowook golpeó la mesa con la mano y miró molesto a su hermano. — Que sea solitario y use delineador ¡no lo hace raro!
— Es suficiente, los dos van a calmarse en este instante. — Key soltó un suspiro y miró a sus hijos. — Kangin, vas a respetar las decisiones de tu hermano, si me doy cuenta que lo has molestado tendré que castigarte.
— Pero... — Kangin miró el rostro serio de su madre y suspiró derrotado. — Está bien, pero yo solo quiero cuidar de mi hermanito.
— Yo lo aprecio, pero no soy un niñito. — Wook hizo un lindo puchero.
Heechul había observado la discusión en completo silencio, por un lado Wook y Key tenían razón, pero no podía negar que Kangin también llevaba un poco, Wook era muy inocente e ingenuo y cualquiera podría lastimarlo.
El resto del desayuno fue en completo silencio, roto solo por los sonidos de los cubiertos. Cuando terminaron de comer, todos se levantaron y fueron a sus respectivas habitaciones, excepto Key, que se quedó limpiando la cocina.