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Los hijos de Odín por MichaelJ2099

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-No puedo creer lo que me dices.- Contestó Volstagg después de darle un inmenso mordisco a un gran pan de ajo relleno de carne y frutos.

Fandral dejó la copa de vino en la mesa.

-Es como te digo, yo mismo lo vi, la chica iba caminando sin haberse dado cuenta de que había ocasionado que casi le rebanase el brazo a Thor.-Respondió divertido.

Hogun escuchaba con calma el relato entre los dos hombres delante de él. El día había terminado y los guerreros se encontraban en un salón del castillo donde se les había proveído de alimento y bebida. Thor siempre les invitaba a cenar después de las prácticas con armas. El mencionado tardo en llegar, entró con el brazo derecho envuelto por una delgada gasa de color blanco.

-Aquí viene Romeo.-Bromeo Volstagg.

Thor miró a Fandral como reclamo por haber contando ‘la anécdota’ sin su permiso y probablemente añadiendo detalles que no eran ciertos.

-¿Esta tu brazo bien?-Preguntó Hogun.

El rubio asintió y comenzó a devorar lo que había sobre su plato. Al ver la falta de conversación por parte del príncipe los jóvenes se contemplaron entre ellos. Finalmente Fandral habló:

-Vamos principito, solo fue un desliz por hoy. Ya habrá más oportunidad para que hables con ella.-Y le dio un apretón en el hombro. El rubio le miró por unos segundos y prosiguió a tomar la copa ante él.

Enseguida tosió ante el líquido que recorrió su garganta.

-¡Esto es-!

Y esta vez Volstagg le puso la mano para que no dijese otra palabra.

-Si, es vino, no arruines la cena.- Le susurró esperando que los sirvientes no escuchasen.

El joven monarca les miró con reproche, una vez que se calmó volvió a hablar.

-Ustedes saben que estamos a un paso de poder beber con tranquilildad y legalidad. Adulterar la bebida en estos momentos puede ser motivo de un gran regaño de mi padre hacia nosotros.-Dijo con la nariz roja debido a que el líquido le había calado en primera instancia. El gordo pelirrojo le miró:

-Relájate, no se darán cuenta si nos deshacemos de toda la evidencia.-Y con cinismo alzaba su copa llena del líquido ilegal.

Finalmente Thor rio y prosiguieron el festín de comida ante ellos. La noche cayó de manera más profunda y los amigos parecían no poder terminar de contar todas las anécdotas e historias que venían a su mente. Los platos ya se encontraban vacíos cuando los sirvientes llegaron para asear el lugar.

-Tengo un plan *hic* para ti, Romeo.-Dijo Fandral.

Ambos fueron cargados enseguida por Volstagg.

-De acuerdo, creo a todos nos ha pegado, será mejor que nos mudemos a otro sitio menos concurrido, sino nos descubrirán. Hogun trae las armaduras por favor.

Y a través de los pasillos casi desiertos los muchachos fingieron un andar recto y una mirada sobria. Pero como todo joven, siempre se cree que nadie se da cuenta aunque sea la cosa más obvia. Los guardias contemplaron los enrojecidos rostros y la mirada cristalina de ellos.

Los guardias se miraron entre ellos y compartieron una risa de camadería. Ellos también habían sido jóvenes, por ahora, fingirían que no los habían visto en tales condiciones. Les dejaron marcharse a los jardines principales que ya daban pie al pueblo. Atravesaron el gran patio con la luz de la luna bañándolos. Una vez lejos del halo lunar se dejaron caer casi a la entrada.

Riéndose con chuecas carcajadas.

-Hay que hacer esto más seguido.-Dijo Thor.

-Fuiste el primero en reprochar lo del vino en las copas y ahora quieres unirte, eres un príncipe muy fácil de convencer.-Decía Hogun divertido. Su estoica figura ya también había sucumbido a los efectos de la bebida.

El grupo todavía se quedó en silencio en la oscuridad de la puerta de servicio. Los guardias se habían movido de lugar para cubrir perímetros, así que tenían unos minutos antes de que volviesen.

-¿Y bien Thor, qué te parece?-Habló de nuevo el guerrero rubio.

-Creo que es una idea muy tonta.- Le respondió y no obtuvo sino un cabezazo del rubio. Pronto se retorcieron entre dolor y risas.

-¿De qué tanto hablan?-Preguntó Volstagg.

-Tengo un plan y Thor tiene miedo de llevarlo a cabo.-Habló de nuevo Fandral.

-¿Tendrá que ver con una linda chica de servicio?-Preguntó Hogun. Y la chispa se incendió en los jóvenes que rodearon al príncipe.

-Oh vamos, ¿qué tiene de malo? No es posible que seas capaz de matar a cientos de rebeldes en los nueve reinos pero no seas capaz de hablar con una simple muchacha.

-Exacto, deberías ser más valiente que solo en el campo de batalla, un guerrero también necesita alimentar su corazón y mente en estas pruebas.-Explicó el chico de cabello negro.

-Yo digo que hay que hacerlo.-Dijo Volstagg.

-Esto es lo que haremos, conozco a un conocido de la familia de ella, la haré venir al campo de los manzanos que está a las afueras del castillo. Como está de lado opuesto al muelle no habrá casi gente y podrás hacer lo tuyo.- Explicó Fandral dándole un codazo en las costillas.

El rubio hizo un recuento de ocasiones en las que había hecho caso a los planes de los muchachos, no todos fueron derrotas pero siempre fueron cosas que se quedarían en las memorias de todos. ¿Qué tan memorable podía ser la primera cita de Thor?

Se restregó las manos contra los ojos.

-¿Qué dices?

El rubio no hallaba manera de poder cambiar el tema, o de siquiera dejar que los demás le respirasen encima. No se sentía bien debido a la bebida y estos muchachos no paraban de interrogarlo por cuestiones que para él no debían darse demasiada importancia. Aún no sabía cómo sentirse respecto a la muchacha, era linda sí, pero no sabía como dirigirle la palabra. Tan es así que necesitaba pasar por un escrutinio en su cerebro. Nada podía ser tan sencillo como sus amigos lo planeaban. Una cita a ciegas en un lugar lejano no parecía satisfacerlo del todo. Pero el había iniciado el tema y no sabía como cerrarlo.

-Esta bien, hagan lo que quieran, a mi me dicen que tengo que hacer.-Respondió de mala gana y los demás estallaron en felicidad.

Pronto continuaron con alguno que otro comentario al respecto y salieron. La cabeza de Thor daba vueltas, el efecto en vez de parecer desaparecer más bien parecía estarse intensificando. Necesitaba poner en práctica el consumo de alcohol, tal vez podría volverse un mejor ‘bebedor’.

Caminó y giró su vista esperando que nadie lo estuviese viendo. Atravesó la gran plaza y subió las escaleras. Tropezó un par de veces pero jamás tocó el suelo. Logró escabullirse sin llamar la atención. Cruzando los pasillos sintió que la estructura del castillo se tambaleaba ante sus ojos. ¿Ahora hacía donde debía caminar? ¿Derecha?

Sí, tenía que ser por aquí, se convenció.

Pronto con la palma sobre la pared caminó casi arrastrándose.

-No vuelvo a hacer esto.-Se decía.

La mentira más grande del mundo.

De momento escuchó las armaduras de los guardias que se movían en su dirección. Será mejor que mostrase una mejor cara o sería llevado con su padre, esto le generaría un problema. Sin embargo, el piso mismo parecía un mar embravecido y sus pies no encontraban el equilibrio necesario.

Lo iban a encontrar.

Cerró los ojos rendido a que sucediese lo que tenía que suceder. En eso sintió una mano que le hizo levantarse.

-Pasa tu brazo sobre mi cuello.-Susurró.

-L-loki.

Y así lo hizo. De manera escurridiza el menor de los hermanos le obligó a caminar hasta sus aposentos. Evadió toda seguridad gracias a sus ilusiones. Por última vez, Loki miró ambos lados buscando que no hubiese testigos y entraron juntos a la habitación.

-Vaya, vaya hermanito.-Dijo con dejo de cansancio y dejó caer a Thor en la cama.

-Te estas ganando con creces el reproche de nuestro padre.-Le decía mientras servía agua en un recipiente. Tomó una tela blanca y la sumergió en la fría agua.

Regresando al lecho acomodó el cuerpo de Thor sobre la cama y puso la jerga sobre su frente. El golpe de frío contra la piel ardiente del príncipe le hizo soltar un gemido.

-Gracias.-Finalmente susurró Thor.

El ojiverde contempló el estado ebrio de su hermano y soltó una risita.

-Tienes suerte que los haya visto tambaleándose hacia la puerta de servicio.

-Creí que pasaríamos desapercibidos.-Respondió.

-Thor, apestaban a alcohol.

Y el joven simplemente soltó un bufido de insatisfacción. Se apartó la gasa sobre sus ojos.

-Será mejor que descanses, me pondré a meditar si le digo a padre tus travesuras.-Dijo Loki con una risa en medio. Dejó al muchacho en su habitación, justo cuando iba a salir, el rubio le llamó:

-Loki, por favor no les digas nada a nuestros padres. Ellos solo lo hicieron porque querían divertirse y hacerme olvidar un poco de…-No terminó la frase.

Arqueó una ceja y se acercó de nuevo a la cama ocupada.

-Si quieres olvidarte de algo, puedo ayudarte.-Dijo malévolamente mientras jugaba con sus manos en el aire. Thor sabía de las habilidades de Loki para hacer de las suyas con las memorias ajenas. Alguna vez se llegó a preguntar si esas habilidades no las había llegado a utilizar sobre él.

-¿Borrarías mis memorias?-preguntó.

En ese instante un terrible dolor golpeó el corazón de Loki. Solo una vez en su vida había hecho eso, y aún se lamentaba por ello aunque haya sido por encargo de su padre. Borró su sonrisa y alejó su mano.

-No gastaría mis energías en hacer eso.- Dijo apartando la mirada, fingiendo.

Thor eructó.

-Que asco.

-Ojalá pudieras hacerlo ahora.-Dijo el chico del trueno. Esto desconcertó a Loki. Le miro de vuelta.

-¿Por qué querrías eso?

Parecía meditarlo un poco o más bien estaba intentando no vomitar.

-Pienso demasiado sobre esa chica, no sabría que hacer si la tuviera en frente, me gustaría tener un plan de ataque, como en el campo de batalla. Así las cosas serían más sencillas.

Los ojos de Loki relampaguearon. Otra vez el tema de la tonta muchacha. Apartó la mirada con el ceño fruncido.

-¿Por qué prestarle tanta importancia a alguien como ella?-Masculló.

-Creo que no todo gira en torno a la chica en sí.

Era el colmo, Thor no paraba de hablar incoherencias, debía ser por el alcohol. Loki contempló la idea de tener un hermano borracho. Parecía causarle gracia.

-¿Entonces?

En este punto finalmente el briago hermano cesó sus palabras. Se quedó mirando al infinito mientras seguía eructando de vez en cuando.

-Me iré a dormir, será mejor que tu hagas lo mismo.-Loki se levantó pero antes de poder dar un paso sintió el agarre de su hermano.

-No te vayas *hic* por favor.- Protestó.

-¿Quieres alguien que cuide por ti?-Preguntó como desafío.

-No, solo necesito tu compañía.- Habló con sinceridad y un dejo de inocencia. Con los ojos cristalinos y una sonrisa insípida en su rostro. Aún así, las súplicas de su hermano en una situación donde parecía sufrir siempre fueron un punto débil en Loki. Él disfrutaba de hacerle sufrir pesadas bromas y demás, pero solo si era el autor de ellas. Ahora la cosa era distinta, veía el sopor de su hermano por alguien que no era él. El simple hecho le molestaba.

-Solo será un momento.-Susurró mientras volvía sentarse en la cama. No tardo mucho en irse de espaldas. Thor lo había tomado por los hombros y lo había arropado entre sus brazos. Ahora Loki le daba la espalda a su hermano mayor mientras este enterraba su cabeza entre los cabellos negros de él. De nuevo, siempre la misma historia desde que eran niños. Thor adoraba de encimarse a Loki como si de un oso se tratase.

El corazón del ojiverde estalló en latidos sin control. La cercanía de la piel de su hermano era algo que ya no era tan común como cuando eran infantes. Ahora tenía el aliento de Thor chocando contra su oído.

No opuso resistencia solo se quedó quieto.

-Quédate conmigo.-Susurró. En ese momento Loki quiso oponerse mientras el rostro se le encendía en miles de colores.

-No sé porque cuando estoy contigo encuentro las respuesta a mis problemas.-Continuó. Esta vez los labios del menor se cerraron. Solo bufó.

-Es obvio, soy más inteligente que tú. Mis consejos son dignos de cualquier oráculo o consejero real.

Thor le abrazó más fuertemente.

-Loki, no sé que es lo que siento.- Volvió a hablar y esta vez su voz parecía entrecortada.

¿Estaba llorando?

El alcohol, el alcohol, el alcohol. Se repetía. Era eso, su hermano era una masa de músculos nada más. No podía tener ahora un arranque de emociones solo porque sí.

-¿Te estas esmerando en descifrar lo que hay dentro de ti?

-Si, hermano. No entiendo qué me provoca la figura de esa muchacha. Me gusta pero… No sé si sea lo suficiente como para depositar mis afectos en alguien así.

-Es comprensible, es una plebeya, no es digna de ninguno de nosotros.

-No hables así, además ambos sabemos que no es cierto eso que dices. No sé que interés hay querer aparentar ser algo que no eres, Loki.

Guardó silencio como sintiéndose descubierto.

-No intentes entender como me siento yo. Ese es asunto mio.-Le reprochó y luchó por soltarse. Ya tenía demasiado de aquél arranque de confesiones, se iría ahora mismo de la habitación porque sentía que la mente se le nublaba.

Pero la diferencia de corpulencia le volvía débil contra su hermano. De hecho, en un punto, Thor logró alcanzarlo de manera que ahora pudo ponerlo de frente a él.

-No me refiero a su posición social.-Le dijo de manera seria.

Ambos guardaron silencio mientras se miraban a los ojos.

-¿Qué tiene entonces que te detenga a siquiera hablarle?

-No lo sé, sintiera que aún hay algo que me falta. Como un plus.

Y la mirada desatinada de Thor hizo que Loki en verdad se interesara. En la cabeza brotaban las palabras de la anciana.

La experiencia es mil veces mejor que los libros. No hay conocimiento que no haya sido puesto en práctica antes que puesto en una hoja.

-¿No hay algo entonces que te impulse?

-Creo que no, o no lo sé. Tal vez sí, pero no sé como saber si en verdad es eso o un simple capricho.

Y continuaron las miradas. Ya no sabían que más decirse. Loki quería descifrar que había dentro de la mente de su hermano, que cosa era la que le abría las puertas a la confusión. Permanecieron quietos, sin apartar sus ojos del otro. Con los rostros sonrojados. ¿Qué situación era aquella?

El hermano menor observó cada detalle del rostro de Thor. Los ojos azules, cuando eran niños parecía que el azul se asemejaba a un lago cristalino. Ahora con los años, parecía que su tono de azul se hubiese oscurecido, ahora eran dos mares imponentes. Las marcadas facciones varoniles en él. Los dorados cabellos que se revolvían, el vello facial que salía con más abundancia le habían dado ahora un toque maduro con la barbilla cubierta. El tiempo no pasaba en vano.

Del mismo modo, Thor sintió perderse en las lagunas de Loki, el color esmeralda de sus ojos parecía haber cambiado pero no sabía en qué exactamente. Tenía características muy finas, desde sus cejas delgadas, pasando por sus pómulos serenos y su barbilla puntiaguda. Loki no era partidario del vello en el rostro, empezando porque era lampiño. Así que siempre tendría su rostro revestido de inocencia traicionera.

-¿No quieres pasar la noche aquí? Me siento un poco solo.

-Cada uno tiene su habitación Thor ¿por qué quieres que me quede?

-Cállate y hazlo

Y nuevamente ahí estaban los intentos de Thor de retenerlo a su lado. Pero su hermano ya estaba cansado de ese teatro que no parecía llegar a ningún lado, estaba cansado de no tener la certeza de saber que había en el corazón de Thor. ¿Por qué lo ponía tan de malas esa situación? ¿Qué cosa era aquella que le impedía ver a Thor contemplando a alguien más? Prestándole atención.

Con frustración detuvo sus robustos brazos y lo colocó en su lugar. Luchó un poco más, hasta que supo como retener al intenso de su hermano mayor. Se colocó encima de él finalmente deteniendo así su fuerza.

Respirando agitadamente. Sonrió victorioso por finalmente deshacerse del agarre de Thor. Aunque pronto la seriedad llegó a él cuando vio la mueca de sorpresa en el hombre bajo él. No se habían puesto a pensar que la posición en la que estaban podía comprometerlos si alguien entraba por la puerta. Loki lo pensó enseguida pero aún así, no pudo separar sus manos del pecho de él.

En el ambiente solo estaban oscilando sentimientos de confusión. Permanecieron allí, callados, asustados casi, no sabiendo como sentirse, ahora el de los ojos verdes se unía a la desenfrenada situación de no saber qué hacer.

Loki tragó saliva ruidosamente. Thor volvió a eructar.

-Será mejor que me vaya a dormir.

Pero pronto una mano lo detuvo. Thor acarició su mejilla. El escenario era cada vez más penoso. La inmensa cama de seda blanca parecía relucir con la luz de luna. Los luceros azules de Thor. La ansiedad en la mirada de Loki y sus corazones que pronto se saldrían de su pecho.

Esto no era normal, este tipo de cosas, no era lo que los hermanos hacían. No debía ser así… Aun con todo ello, ninguno parecía poner resistencia. ¿Por qué?

En un instante todo cambió. El mayor le jaló del brazo y lo obligó a estar a escasos centimentros de su rostro. Los labios del rubio se abrieron un poco y su aliento chocó contra la piel de porcelana.

-Solo acompáñame hasta que pueda dormir.-Le susurró.

Fue lo último que se dijeron. Sin saber realmente por qué, Loki asintió y se quedó a lado de su cama. Con un poco de torpeza Thor se despojó de sus ropas hasta quedar en un pantalón de seda. Loki solo atinó a deshacerse de su armadura y quedarse en sus acostumbrados pantalones oscuros. Volver a sentir la piel desnuda de su hermano en verdad lo estaban poniendo de nervios. El efecto del alcohol generaba que su piel estuviese más caliente de lo demás y esto no ejercía un efecto de paz en el hermano menor. La comprometida situación no parecía acabar.

En el otro extremo de la cama, Loki intentaba alejarse del corpulento ser de Thor, pero parecía inútil, los centímetros que lograba separarse Thor los acortaba. Infló las mejillas en frustración. Pasaron los minutos y tal vez una hora. A momentos el mayor retenía su mirada sobre el chico de ojos verdes, a momentos parecía recorrerlo con su vista. La piel de porcelana que brillaba con la luz de luna.

-Ella no tiene esa piel, es morena. Y no es que me desgrade, pero no parece tampoco generarme un gran sentimiento.- Volvió a hablar.

Loki se miró el torso desnudo y supo que estaba haciendo comparaciones con la muchacha de servicio.

-No te atrevas a ponerme a la par de ella. – Masculló.

-No lo hago, tu eres mil veces mejor…-Susurró.

Y el comentario que debía ser odiado terminó generando un color carmín aún más pronunciado en Loki.

-Me gusta más el carmín en tus mejillas que en los cabellos de ella.- Habló.

Los rayos lunares encontraron un escondite en los ojos verdes del menor, un rayo de flagelantes emociones ante las palabras de su hermano. ¿Le prefería a él que a una mujer?

¿En verdad eso podía pasar?

-Loki… No entiendo algo que debería ser obvio.

-¿Qué cosa, Thor?- Susurró con un dejo de felicidad y dulzura.

El rubio cerró los ojos, amenazando con no responder. Esta vez, envuelto por el aroma embriagador del vino, el calor de su cuerpo y la melodía de su voz, Loki se acercó a su hermano y acunándose en su pecho le miró:

-¿Thor?

Este volvió a abrir los ojos casi bruscamente, en verdad el sueño le estaba reclamando en ese momento.

-No entiendo, por qué… siento tu mi hermano.

Aguardó.

Sus entrañas parecían removerse de emoción o tal vez nerviosismo. Sus esmeraldas necesitaban ver el mar de su hermano para descifrar lo que quería decir.

-Porque cada vez que encuentro algo bello, siento que tengo que compararlo contigo, aunque sé que es inútil. Siempre me has cautivado por sobre todas las cosas.

Y el refulge de su corazón pareció un volcán en erupción. Tan potente que le hizo saltar de su sitio y finalmente encontrar exquisito el sabor del vino proveniente de los labios de su hermano.

No pudo pensar en algo más que no fuese en no romper esa unión. Que para nada fue fugaz. La boca de ambos se movía de manera constante como si todo este tiempo solo necesitasen de una excusa para volver a encontrarse.

Hubo unos cuantos gemidos y un par de gruñidos, mientras a segundos se separaban para tomar de nuevo el fresco aire para nuevamente unirse.  

Timados por el tiempo y el calor de sus cuerpos encontraron en tan descarado acto, una nueva sensación de felicidad y excitación. Empero, todos conocemos el rumbo de esta historia.

Las anchas manos de Thor lo separaron enseguida.

-Loki, no.

Y él se quedó petrificado.

-S-somos hermanos… Esto… No está bien. No es que… no te quiera pero… no está bien.

Su alma entera se resquebrajó en ese momento, sucumbió y su ceño se entristeció. Estoico donde estaba, apartó la mirada realmente apenado. A pesar de lo sucedido, una enorme furia comenzaba a abrigarse en el pecho del menor, le miró esta vez con un brillo ladino.

-Aunque lo niegues, lo que ha pasado, es un hecho… Esto Thor… Es el amor, es aquello que esperabas encontrar en esa escuálida muchacha y no encontrarás. La chispa que te lanzó a recibirme hace unos instantes. Esto es el amor, es una emoción, no la ecuación de un libro.

La mirada azul de su hermano lo observó por un largo rato como si la embriaguez hubiese acabado. Pero aún se veía en ellos una inmensa confusión y temor.

Pasaron un par de minutos, y la respiración de ambos finalmente se acompasó. Con el rostro escondido Thor se apartó y de nuevo cubierto por las sábanas se arrojó al sueño que hacía ya unos minutos lo llamaba.

No paso mucho tiempo antes de que incluso comenzara a roncar. Así que con la mirada vacía. Loki se alzó en tiempo y salió de la habitación. Aún afuera, se llevó la mano al pecho para sentir como el corazón en ningún momento le había dejado de retumbar a grandes tropeles.

Suspiró varias veces intentando reacomodar su ritmo. Así fue como a mitad de la noche, el príncipe recorrió el castillo y se internó en su habitación sin decir nada más. Una vez allí, sin poder procesar algo más, se quitó la armadura y ropa que portaba (tuvo que ponérsela de nuevo para no levantar sospechas). Ante un gran espejo de cristal puro contempló su figura. Su pecho aún subía y bajaba. Su rostro estaba coloreado en tonos rojizos y sus ojos aún podían reflejar la total sorpresa.

Como niño inocente se llevó la mano a donde su hermano le hizo una caricia y después lo besó. Negó de manera brusca y se tumbó sobre la cama perfectamente dispuesta.

El amor es algo que solo se encuentra como un animal escurridizo en el bosque, no puedes apelar a una ecuación. El amor, es algo que se lleva por dentro y se descubre una y otra vez, no lo puedes encerrar en un solo lugar.

Las palabras de la anciana volvieron a retumbar en su cabeza. Escondió su rostro entre las almohadas y pidió por tener una noche tranquila. Aunque era obvio que esa sería una de tantas noches en las que la tranquilidad desaparecería constantemente.

Notas finales:

Gracias a los que han apoyado este proyecto, temí que dejarlo en una ligera pausa fuese perjudicial sin embargo solo ayudó a que me diera cuenta de que muchos estaban contentos con el trabajo. Gracias de nuevo, ya estamos cerca del final, pero por ahora, espero hayan disfrutado este capítulo.


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