Hace 3 meses
Le daba cierta gracia la escena que se repetía algunas mañanas.
Seguía como si nada acostando en el sofá para luego despertar en su cama con algún detalle en su mesita de noche. Sonriente salía a la cocina a servirse su chocolate con malvaviscos. Mientras Wayne ojeaba expedientes en la mesa con su taza matutina de café cuando esta de turno.
No es coincidencia que siempre escoja los casos más brutales y regar las fotos sobre la mesa de comer. Ninguno come desde entonces al lado del murciélago a esa hora en la mañana. Solo Diana que asegura haber visto peores cosas en los campos de concentración, tomando como si nada su té.
No era idiota, es simplemente una cortina de humo. Las riega "accidentalmente" para que nadie esté en la cocina, con Diana es obvio que se rindió. Se sienta en un lugar estratégico donde puede observarlo bien sin delatarse. Hal hasta hace un mes pasado se dio cuenta de la estrategia del murciélago para ver su reacción en las mañanas. Solo una vez lo cacho con mirándolo pero no cometió ese error de nuevo. Pero cuando se volteaba sentía su mirada.
Le era tierno el actuar de Bruce.
Hizo como que no quiere la cosa de ser más cariñoso con él, invitarlo a tomar cervezas con los demás o sacarle platica. El gato gruñón lo amenazo con la mirada, con un par de insultos y se iba bufando. No es más que un acto para no exponerse, o simplemente no le gusta exponer sus sentimientos ante los demás.
Que tierno.
Lo más que le sorprendía es que él solito lo pudo averiguar. Estaba hablando del mejor detective del mundo. Y pudo descubrir sus intenciones. Aunque claro le tomo un año y tres meses darse cuenta que el hombre de las sombras era su Ángel. Le sorprendía no haber confrontado todavía al señor de la noche con lo impulsivo que es. No iba a mentir, ya tenido la tentación de hacerlo, pero simplemente quería hacer algo significativo para que eso suceda.
No tenía 15 años, sabia cuando sentía que le gustaba y quería alguien. El murciélago le ha calado hasta el coxis, bien enterrado como tornillos. No podía evitar sentirse especial al descubrir el lado meloso y bueno del gato gruñón. Sobretodo que era por él.
Ahora notaba muchas cosas que le paso desapercibidas. Cada mañana en la alacena, estaba sin falta un paquete de malvaviscos de su marca de preferencia. En la barra una taza de porcelana de canela en polvo. Jamás sufrían de falta de café. Los gritos que le daba durante misiones no eran para herirlo, si no para corregirlo. Siempre que salía de misión con los linternas le preguntaba su destino. Pensaba que era para fastidiarlo pero tras fondo de las palabras con gruñidos eran de preocupación.
Solo quedaba saber una cosa.
¿Qué hacer ahora? ¿Podría funcionar que la luciérnaga este con el murciélago?, además que sabía que Bruce ante las muestras de afecto huía o se mostraba recio, demasiado reservado. Tan diferentes...y eso lo hacía gustar más.
Si...posiblemente piense en hacer una locura que podría acabar mal.
Presente
-estoy seguro- exclamo con mirada al frente mientras su mejor amigo expresaba su mejor cara de horror.
El confesarle a Barry de sus sentimientos hacia el hombre tenebroso le hizo perder menos peso y tomar valentía, a lo que muy probablemente sea, la mejor o peor decisión de su vida.
Salió del invernadero con paso seguro, sin hacerle caso a las suplicas del hombres más veloz del mundo que no lo hiciera. En el camino los siguió Oliver y Arthur al escuchar las suplicas de Flash que no lo hiciera. Después Diana con Zatana al escuchar el escandalo con el nombre Bruce de por medio. No se detuvo ni siquiera cuando el detective marciano le suplicaba no pelear físicamente con el caballero de la noche. Si supiera...
Llego a la sala comunal, donde Batman sin capucha, como siempre bebía café con expedientes en sus manos, sentado a su lado estaba Clark, muy cerca para su gusto.
Entre tanto escándalo que hacia Barry, bruce levanto la mirada hacia el oji-café. Vio con una ceja alzada a los demás tras el, que se quedaron callados.
-¿Qué significa esto?- la sola pregunta con ese tono frio logro hacerlos dudar si debían estar ahí.
El linterna se quitó el antifaz del rostro, mirando fijamente al caballero de la noche con expresión seria, reto aceptado por el millonario. Los ojos grises fríos lo observan sin hacer un solo movimiento, pero su espíritu rebelde no flaqueaba. Clark notaba que estaba en medio de una guerra, que poco a poco se fue alejando hasta la puerta donde los demás presenciaban.
Diana estaba lista con el lazo para una posible pelea, Oliver ya tenía una flecha con gas lacrimógeno. Arthur estaba que se carcajeaba por lo bueno que estaría la pelea. Zatana se quejaba por no ver. Barry se mordía las uñas preocupado por los testículos de su mejor amigo.
-lo sé todo-exclamo el linterna relajándose.
El magnate levanto de nuevo la ceja con duda. En el rostro del piloto comenzaba a formarse una sonrisa genuina, que por primera vez le dio algo de nervios a Batman.
-¿sabías que solo 17 personas en todos los estados unidos tienen criaderos de la Aeonium arboreum?, claro, más conocido como la rosa negra. Sí, yo también hago mis tareas. Se aprende siempre algo nuevo en wikipedia-
El rostro serio de Bruce por unos segundos deformo a nervioso, que solo vio el linterna que sonrió aún más. La maldita pared de hielo comienza a derretirse.
-y tu...querido bats, tu eres una de tres que solo tiene en Gotham estas flores- se permitió dar un paso adelante. El murciélago no cambio su postura ni almendro. Pero el folder comenzaba a humedecerse.
Los demás miraban desconcertados por las palabras del linterna y la incomodidad del murciélago.
-tu eres el único que se desvela en las noches. Tú tienes acceso total a las cámaras de todo el satélite. Para ti es juego de niños borrar las cintas por solo unos minutos.- saco de bolsillo la venda verde.
-este venda, curiosamente es la misma que Damián se pone cuando entrena con Dick. El mismo me confirmo que era suya pero "desapareció" y tuvo que conseguirse otra-
El murciélago se permitió expresar sorpresa para el gusto del piloto.
-mi marca favorita de malvaviscos son fly. Nadie además de Barry lo sabe. Y tu bats, te encargas de surtir la comida en atalaya. Y Barry no tiene suficiente dinero para comprar un paquete cada 3 días-
Esta vez el murciélago entrecerró los ojos con mirada pistola que los hizo tragar duro los de atrás, pero el linterna era valientemente estúpido y le pareció tierno el mecanismo de defensa.
-nadie se toma las molestias de siquiera darme una mirada mientras duermo en el sofá. ¿Cómo amanezco cada mañana en mi cama?-
El millonario se levantó de su silla, con barbilla alta caminando hasta quedar enfrente del linterna que no se inmuto, si no que le sonrió coqueto y cómplice.
-nadie tiene tan hermosa caligrafía como la tuya Bruce-murmuro.
Iban a intervenir pero el rubio no los dejo. Viendo bien la escena ante sus ojos, decidió darle un voto de confianza a su mejor amigo que parecía tener todo bajo control.
-nadie recita en cartas frases de Alan Watts mejor que tú. Porque bueno...eres el único que me enviado una así-murmuro viéndolo con cariño. La expresión gruñona comenzó a decaer en el oji-gris. Mirándolo con incertidumbre.
Clark comenzó a sudar frio al escuchar las palabras.
-"Tu eres el Big- Bang, la fuerza original del universo, representada en quien quiera que seas". Algo que se apega mucho a mi ¿no crees?- se atrevió alzar su mano suavemente hasta tocar con la punta de los dedos su mejilla. Despacio para no asustarlo.
Si nadie sabía que pasaba, ahora nadie sabía siquiera en que universo estaban.
Hal sonrió al ver que la tensión de bruce poco a poco reducía y se dejaba acariciar.
-me gusto cada carta. Me hizo feliz que cada noche te molestaras en llevarme a mi cama-
Le tomo del mentón, mirando los ojos grises que se movían por todo su rostro analizándolo. No hizo nada aun para que pudiera asimilarlo y no se sintiera abrumado. Al ver que no tenía respuesta negativa se acercó más. Chocando su aliento con los labios del vigilante.
Se permitió verlo una vez más. El detective se veía en incertidumbre e incredulidad, inquieto por no saber qué hacer. Con sus brazos quietos y tensos sin saber cómo proceder.
Sonrió juguetón y se separaba de él, mientras Bruce lo miraba sin entender y algo asustado.
Se arrodillo al suelo ante la mirada perpleja de los demás y del murciélago. Consideraba enserio que la estupidez del linterna había pasado los limites.
Hal tomo respiración mientras trataba de suprimir la vergüenza que le invadía al no solo ser observado por el millonario, si no también por sus compañeros.
-sexi Ángel de sueños. Enserio te digo que mi yo de hace 3 años supiera lo que voy hacer, el mismo me mataría. Bueno técnicamente se estaría matando a mi yo mismo pero soy del futuro así que seguiré viviendo y.....mierda que difícil-
Barry hacia fuerzas con Diana para que no interrumpiera. Sabía que Hal le había costado días y un par de huevos extra para hacer lo que va hacer.
-Bruce yo....maldita sea, me gustas, te quiero. Sí, soy gay, este hombre me hizo gay ¿contentos?. Bueno ese no es el punto. Bruce, enserio no imaginas las ganas de vomitar que tengo ahora, me costó 3 semanas en siquiera pensar una frase con sentido para hoy. Así que por favor no me mates y se mi novio- iba a vomitar. Pensó que declarársele al fin iba a librarse de un peso encima, pero la mirada seria que le dedicaba el murciélago desde arriba lo hizo triplicar por toneladas.
La liga veía si creerse que esté pasando eso ante sus ojos. Diana estaba tensa, Clark nervioso rogaba que Bruce no humillara al linterna. Oliver repetía "Hal es gay". Arthur era el único entretenido, después de todo tenía una esposa que lo trato de asesinar. Zatana admiraba la valentía del linterna al declararse de forma pública ante mato-con-solo-la-mirada-porque-soy-Batman.
-por favor bruce di algo...-
En cuestión de milésimas de segundos, se escuchó algo parecido a una carcajada. Que comenzó una pequeña sonrisa a reírse abiertamente suavemente, con hoyuelos en las mejillas y ojos entrecerrados.
Los brillos del sol en el vacío contra las ventanas iluminaban aun lado de su cara, dándole un aspecto fresco y juvenil. Hal creia que si se reía por lo ridículo que fue, valió la pena al ver al gato gruñón reír tan abierta mente sincero.
Oliver lo tomo como una señal del fin del mundo, Barry rio discreto mientras el hombre de acero y la amazona estaban con bocas entreabiertas.
-lo siento... es que jamás creí que podrías descubrirme que me parece algo gracioso- termino de reír pero sin quitar la expresión feliz y serena.
El justiciero se inclinó al arrodillado, mirando de cerca los ojos de Hal.
Tomo su mentón y le dio un casto beso en sus labios, un beso cariñoso mientras le acariciaba la nuca gentilmente, no dudo en corresponder al contacto, pasando sus brazos por sus hombros.
-si le quitas la capa a Clark considera la noches de bodas adelantada- respondió bruce en susurro.
El murciélago sonriente tomo su capa y se fue de la sala hacia la plataforma para irse. Pasando de largo a los atónitos compañeros mirándolo con boca abierta. Hal durante minutos no se movió del suelo, sin creerse que eso haya pasado.
-Hal, amigo, ¿estás bien? ¿Qué te dijo?- la mano del rubio en su hombro lo saco de su ensoñación. Barry lo miraba preocupado, pero la sonrisa alegre del linterna parecía que había tenido un afirmativo.
-Clark dame tu capa-
-¿Qué?-
-¡dame tu maldita capa. Mi luna de miel está en juego!- se abalanzo contra el hombre de acero que lo manoteaba tratando de bajárselo.
-¡Barry ayúdame!, ¡si se la quitó tendré una cita!- volaba detrás del superhombre que huía entre los pasillos.
Diana negó cansada con la cabeza, murmurando lo inmaduros que son los hombres. Bruce desde el Batplane miraba las cámaras de seguridad en atalaya. Riendo divertido al ver al linterna con tijeras enormes tratando de cortarle la capa a Superman, que inútilmente era sujetado por Barry.
epilogo proximamente