Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Y es color azul por alex solano

[Reviews - 24]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

El desértico país de sudan no era nada nuevo que enfrentaban, ya han tenido misiones antes así, el Cairo podía ser muy similar, con los vendedores ambulantes que ponen largas alfombras en la cee, exponiendo reliquias o productos de sospechosa procedencia, con regateos por aquí y apretón de manos por allá, y el tintineo de las monedas o transacciones electrónicas.

Dick caminaba tranquilamente entre los ciudadanos del centro de la ciudad, mezclándose con las ropas turista y lentes rayban oscuros, alertaría a los locales de un alfa con ojos rojos caminando entre ellos, aquí se tomaban enserio la pena de muerte por amenaza.

Jason a su lado no ha dejado de tocar sus dedos sus dos pistolas gemelas ocultas entre sus túnicas, dándole seguridad y algo para bajar la ansiedad.

Después de irse de aquella casa de secuestro partieron a Gotham a reabastecerse. Tim con Stephanie cuidaran de la ciudad mientras Barbara custodia Bludhaven con ayuda de Kori a petición de Dick, les desearon las mejores suertes al circense y pistolero antes de partir a sudan, en los territorios enemigos.

-¿estaremos dando vueltas toda la maldita mañana?- gruño Jason. Han estado caminando por Jartun, en las zonas comerciales del sur.

-ella vendrá a nosotros-

-¿Cómo sería eso?-

-ella no ignoraría a los hijos de Bruce Wayne caminar por su territorio sin saludar- se quitó los lentes, mostrando los ojos rubíes.

Jason resignado se quitó la gorra beisbolera, siguiendo el paso al acróbata por las calles hacia el norte, Talía era una mujer de lujos, no se hospedaría en una cantina de mala muerte, pero sus cómplices sí. Vio de reojo a las personas que veían a su hermano al pasar, definitivamente llamaban la atención. Las cámaras de seguridad en lo alto de los postes ayudaran a esparcir el rumor que dos héroes de Gotham están aquí.

Después de haber caminado un buen tramo, comenzado lo que demonio Jason Barrio de Riquillos, Dick fue a sentarse en una mesa con sombrilla en un restaurante, pidiéndole al mesero dos vasos de limonada en el idiota nacional.

-¿Cuánto crees que tome?-

-puede que a una hora…o en 5 minutos- apoyo los codos en la mesa.

-¿y si solo nos mata y no quiere saludar?-

-a la fuerza será entonces- bebió tranquilamente de su vaso con hielo.

El mercenario se preguntaba a que se refería en usar la fuerza, definitivamente saldrán en noticiarios internacionales.

Siguieron bebiendo tranquilamente, Jason pidió una cerveza ante la negativa del peti-azul, no quería enfrentarse a la pelirroja con un loco con dos pistolas en la mano ebrio. Miro a su alrededor, era definitivo que estaban muy expuestos, con muchas maneras que esa mujer puede pensar para asesinarlos, pero si no ha recibido un tiro entonces significa que está considerando su decisión.

No importaba si rehusaba ayudar, encontrara otras opciones para salvar a su petirrojo en donde quiera que esté. Antes siquiera bajar del avión vomito en el baño, viendo su reflejo en el espejo…

Estaba pudriéndose

Cada día que pasaba Damián fuera de sus brazos era como una enfermedad consumiéndolo. No podía comer tranquilamente, no podía dormir, tenía alucinaciones y tetras de su mente, se le iba la cordura poco a poco.

Ese instinto que tienen todos dentro está ahí desde que naces, como una segunda alma o mente que totalmente opuesta a ti. Y se ha estado volviendo muy violento, muy agresivo, muy opuesto a su yo verdadero.

Querida echarse a llorar, pero no era la solución, tenía que seguir consciente los mas que pueda, decirse que Damián no era un omega indefenso, era un Robin, que aprendió de las mejores asesinas del mundo, del caballero de la noche, de los concejos de Alfred, de su sentido de pertenencia y hermandad, esperando que el también encuentro el camino a casa, en sus brazos.

¿Dami donde estas?

 

 

-¿Grayson?- volteo a ver a todas partes emocionado.

-¿sucede algo?- Domino, el pequeño omega de ojos ámbar le pregunto desconcertado.

Por una fracción de segundos creyó escuchar la voz de Dick, casi susurrándole al oído, con leve tirón en su corazón de esperanza que al voltear el este detrás de él.

La decepción que no fue más que una ilusión estuvo palpable en sus gemas jade, recomponiendo la compostura.

No era bueno haciendo amigos pero ha comenzado a forjar algo parecido con el niñato omega de ayer, era el único que se le acercaba sin trabas y no hablaba tanto como Jon, tal vez le agradaba un poco para el tiempo en esta jaula de oro.

El almuerzo de hoy fue como era usual desde su llegada, con Alessandro mirando sonrientes a todos contando su día, Rex viendo de reojo cuando esta vez pusieron tenedores de plata porque estaban cansados de utilizar de plástico por miedo a que Damián tomara de Rehén a otro omega para escapar, el niño a su lado probaba más fluido su copa de helado al no temerle tanto, y por ultimo las miradas acuchillantes entre él y Derek desde sus lugares.

Salió de ahí tan pronto como termino, seguido de Domino que apuro a comer el helado y Salir detrás de el cómo patito siguiendo a su mamá, ganándose una ceja alzada de Rex.

Esta vez, en su caminata diaria para ver algún punto vulnerable de esos muros, le complació al niño contándole brevemente como eran los justicieros de Gotham, cuidando un poco de sus palabras para no revelar nada importante. No es que crea que el niño tenga malas intenciones, pero podría decir de más en algún momento.

Bufo un poco ante la brisa que acaricio sus piernas, extrañaba los jeans, estas túnicas no le eran muy cómodas.

En su tiempo de estar aquí pensó que ese su primo querido tenía alguna mierda rara con los colores. Cada omega de esta casa vestía de un color en específico, Derek el que le cae mal vestía de blanco, Domino de verde, una tal Alicia azabache de color azul, Jona que es el omega más pequeño de aquí de café, el resto no sabe sus nombres, pero tenían colores diferentes sin repetir, rosa, negro, purpura, naranja y etc y más mierda. Él para su suerte le toco el rojo, cosa que no tiene nada en contra, pero le hubiera quedado mejor el negro, estaba que pedía amablemente las ropas de aquel que le toco ese color o simplemente amenazarlo a que se empelote.

-cuéntame más de Batman-

Su padre, en algún lugar del infinito cosmos se preguntaba siempre que estará haciendo, y por supuesto que rogaba a los doce del zodiaco que Jordán no la cague, padre era perfecto, un dios que no debía tocarlo ningún mortal, y el linterna era uno que se atrevía a tocarlo, y estaba entre la molestia o enojo, la primera en dejar que toque con sus sucias manos el cuerpo perfecto de su padre y comparta sus cursis sentimientos, o enojo de intervenir en medio de ellos y exigirle a su padre que ni lo mire o se trae a su madre para prender mierda y arda Troya,

Aunque no lo creyeran el quería una familia, y la tenía, rota pero tenía, sus más cercanos era su padre, Alfred y su Acróbata, Tim tenía roces y Jason apenas comenzaba a formar algo, nunca pensó en agregar a la ecuación al justiciero intergaláctico, con esa sonrisa estúpida y tanta trasparencia como impulsividad e idiotez.

Era egoísta y posesivo, pero también debía pensar en la vida de su padre. El tan pronto cumpla la mayoría de edad inevitablemente llegaran situaciones que requerirá que salga del nido, y no quería dejar solo a su padre, podría visitarlo pero no sería lo mismo, Alfred tampoco cuenta. Ha escuchado desde la propia boca de su progenitor como la paso desde el asesinato de sus padres, esos retratados en los cuadros que le hubiera gustado mucho sentarse junto a su abuela y abuelo paternos en la tranquilidad de la biblioteca. Su padre estuvo solo, muy solo, con Alfred siendo su única compañía leal. Le aseguro que ya no se sentía así porque tenía a sus 4 hijos ahora y amigos, pero podía ver en sus ojos el temor de la soledad cuando Drake comenzó a decir la universidad que le gustaría asistir. Él nunca se separaría de su lado, pero sabe que padre no quería eso si impedía hacer su camino. La solución que le llego fue tan absurda como aceptable: una pareja.

Su padre era un alfa solitario, saliendo siempre con Betas o Alfas que resultaban al final muy problemáticas, terrorista, ladronas (su mamá gata que pillaba robando algo), asesinas ( su madre biológica) y otras más que solo quieren la famosa verga del hombre más rico de Gotham. Y estando cociente el caballero de la noche de siempre sus malas elecciones de pareja, se convenció que era mejor estar solo que mal acompañado.

Que no le podría dar un ataque al considerar al piloto como potencial fue más falso que la vida sexual salvaje que tanto presumía Drake. Después de una misión de la liga el linterna llego volando con su padre detrás de él en una burbuja lesionado. Vio incrédulo la delicadeza del linterna a la hora de llevarlo adentro de la mansión, sus ojos chocolates preocupados genuinamente al padre de familia, y demás signos físicos que delataban que tenía hasta los huesos a Bruce Wayne. Se había quedado en blanco en cuanto la solución de acabar la soledad de su padre seria ese linterna había pasado por su cabeza, y no le desagrado la idea para su pesar. Ese hombre era muy diferente a las anteriores parejas de su padre; demasiado trasparente sin dobles intenciones, impulsivo, idiota, considerado y muy cursi, demasiado que le enfermaba, con problemas serios de dejar las hamburguesas, un horrible departamento, un omega que era la casta que le daba miedo a su padre a llevar a la cama, y sobre todo un pobretón, uno pero con mucho orgullo que no andaba tras la fortuna de los Wayne.

Debía admitirlo, nadie más calificado que Hal Jordán para ser el consorte de su padre.

Solo esperaba que no la cagara, o muy posiblemente su padre no lo aleje como el terco que es.

-¡Mocoso!-

Esperaba que fuera Domino y no el, porque se lanzara a la yugular de quien lo halla rebajado así.

-¡el de rojo!-

-malditos hijos de puta- gruño, caminando hacia el guardia que feliz de la vida sonreía inocente.

Se preguntaba qué tan rápido puede darle una paliza a ese alfa que tenía cara de ingenuo e idiota, sin traumatizar por supuesto al niño de atrás y hacerlo antes que llegue Rex.

-¡Domi!-el alfa se arrodillo sonriente hacia Domino que corrió lo más que le permitía el kosode verde hacia sus brazos.

-T.T- no podrá morderlo si ese niñato estaba de por medio.

Aunque viéndolos bien, tenían un parecido físico que comenzó a sospechar seria mente si eran parientes, tal vez hermanos, el cabello del mayor era oscuro, pero esos ojos eran igualitos al infante, con algunos rasgos en el rostro. Era algo inusual que alfas pudieran entrar aquí en el poco tiempo que estudio el lugar. Aun no comprendía de todo las intenciones de Alessandro al separarlos de todo y que solo pocos dominantes pudieran acceder aquí.

-Dami, es mi hermano- como lo sospecho desde un principio, el parecido genético delataba todo, y gruño porque no le había dado todavía tanta confianza para llamarlo así.

-¿tú que quieres?- miro fijo al alfa.

-vaya que actitud, solo quería decirte que el jefe te quiere ver en su recamara- alzo las manos en señal de paz.

Aunque era una loca coincidencia, esa pose de manos y sonrisa nerviosa eran iguales a Dick cuando se enojaba, y las punzadas de su corazón al extrañar su hogar fueron intensas.

-maldito pervertido, ahora que querrá…-murmuro maldiciones comenzó marcha adentro de la casona.

-¡Adiós Dami!-

-cómo sea- bufo.

Camino entre pasillos, recordando el camino hacia el cuarto del alfa, nunca había entrado ahí, pero lo había visto entrar en sus aposentos cuando planeaba su muerte silenciosa, la última en el pasillo del piso dos de la casona, con esa puerta tan simple, pero con aires misteriosos y leve pisca que apestaba a algo malo ahí.

Se dio cuenta ahora que su recamara estaba a poca distancia de la suya, era la tercera puerta de la izquierda del pasillo, casualmente al lado de la de Derek y frente de Alicia, Domino estaba ubicado al lado de la puerta de ese alfa para su disgusto.

Dami y Domi, que gracioso juego de palabras.

Corrió la puerta sin tocar, no le debía respeto alguno a Kaen. Tal como esperaba el alfa estaba sentado en una mesita al lado de la ventana, iluminando la habitación los rayos del sol de la tarde, con una tetera en medio y tazas de porcelana con detalles de la guerra Ming, casi un pecado tocar y beber de ahí.

-¿Qué quieres?- le gruño, entrecerrando los ojos.

-siéntate por favor- le molestaba al Robin esa tranquilidad que siempre tenía, con esa sonrisita que deseaba derribar con su puño.

Pero debía hacer gala que no era un animal como Todd y Drake en la mesa, él tenía sus modales.

Se recogió con molestia las largas telas de su vestimenta, acomodándose en la silla victoriana con elegancia. Se sirvió el mismo el agua caliente en la taza, tomando la bolsa de te de clavos y hiervas de borneo.

-me he dado cuenta que has hecho un amigo, nuestro pequeño Domino-

-¿es acaso algo malo?- arqueo la ceja.

-no, me alegra que al fin socialices con los demás-

-ni festejes, no dudare en cortarle los meñiques a ese oxigenado si me jode- tomo un sorbo.

-paso a paso- suspiro.

-¿Por qué estoy aquí?-

-¿no te gusta la casa?- pregunto curioso.

-¿Por qué yo estoy aquí?- de nuevo pregunto.

Los ojos oscuros lo vieron fijo por un momento.

-eres especial-

-¿en qué diablos soy especial?- siseo.

-no te hagas ideas equivocadas Damián, tu eres especial, así como todos aquí tienen algo también que los hace únicos-

-¿entonces somos eso? ¿Una colección? ¿un zoológico?-

-no en ese sentido- aclaro agregando un cubo de azúcar morena a su taza.

Damián volvió a rellenar la suya, sabiendo que necesita algo con que relajarse para no matar ahora mismo a Alessandro.

-formar este imperio no fue fácil, me tomo 58 años levantarlo y hacerlo firme como una roca-

-¿58?- este alfa aparenta 28.

-¿no creerás de verdad que solo nuestro abuelo tiene la fórmula de la juventud o sí?- rio.

-eres un pedófilo- bufo con una mueca.

-mi madre Nyssa me abandono en la segunda guerra mundial, dejándome a mi suerte en la liga de asesinos como un vil sirviente, yo era producto de una violación con un teniente norteamericano en Berlín. Ras me despreciaba por ser impuro, asi que al cumplir 20 me escape de ese pozo de serpientes, llevándome los secretos de lázaro-

Damián entrecerró los ojos, no era nada inusual despreciar a hijos que fueron producto de personas fuera de la liga, aun se practica el incesto para mantener la sangre pura, que su abuelo haya apreciado la esperma de Bruce Wayne germinando en un ovulo fue todo un acontecimiento, Ras solo tenía ojos a Alfas fuertes, Batman entraba en su lista.

-comenzó como un simple Clan, Rex también es un despreciado de una de las hermanas de Nyssa, juntos comenzamos a crecer, formando poco a poco este pequeño imperio. Nuestro abuelo no nos consideraba una amenaza, pero madre no le gustaba que estuviera respirando, muchas veces trato de matarme hasta que ya no le vio el sentido y no la volví a ver. Lo último que supe de la liga fue que la cabeza del demonio tenía un heredero de la mejor sangre, y sorpresa sorpresa, lo tengo justo frente a mis ojos-

-¿entonces por eso estoy aquí? ¿soy un puñetero trofeo? - arrugo la nariz.

-no mi querido primo, este lugar se formó con ideales opuesto a los de nuestro abuelo. Cuando analice tu sangre me fue sorpresa saber que eras ese heredero que todos rumoreaban, y más cuando eres un Robin y rechazaste esa corona de la cabeza del demonio. Para nosotros los rechazados eres alguien. Yo me prometí siempre ser diferente a Ras. Lo que tenemos aquí es una familia Damián, una manada fuerte que no despreciara a otros por su sangre. Aquí la mayoría no están por sometimiento, quieren formar parte, y los que fueron obligados les toma cariño estos muros. -

- ¿y nosotros que somos? - pregunto en dirección a los omegas que estaban aquí.

-Todos los omegas para ellos son simples máquinas de parir, para nosotros son gemas preciosas que deben ser apreciadas, queridas y resguardadas. No quiero que se arriesguen a fuera, los tengo aquí a salvo. Por eso a todos los omegas no marcados los tengo en esta parte.

-eso es machismo, puro machismo y mierda Alfa. -

- sé que eres fuerte, pero quiero que me permitas protegerte, mostrarte que no es tan malo estar aquí-

-no me gusta estar aquí- bufo sirviéndose otra tasa.

El alfa lo miro analizante.

-los omegas que ves aquí son los más especiales para mí, diamantes entre la arena. Cada uno con una cualidad especial que lo distingue-

-¿por eso el fetiche de los colores?- señalo sus ropas rojas.

-el color es según a sus características, Derek es bueno en la física cuántica, Alicia en la literatura, Domino tiene una voz hermosa, Alex es un experto en la gimnasia…-

-¿estoy aquí por mi especialidad en patear pelotas?- alzo la ceja.

-no, ya tenemos a Karina, la de purpura que es buena en artes marciales. Tu eres muy especial, esas manos pertenecen a un artista o un musico, pero no es solo eso. Hace muchos años que no encontraba a una persona apropiada para el rojo, un alma tan fiera e indomable, tan fuerte como gentil, cuando vi tus ojos supe eras el indicado para vestir de rojo-

-¿indicado para que, para acompañarte en la cama?- pregunto sarcástico.

-si eso quieres…-

-¡¿Qué mierda?!- ladro ruborizado, Alessandro rio.

-¿Qué? ¿creíste que era para aparearse? No sé qué tienes en esa cabeza-

-¡pero más ganas no te faltan!- acuso con el dedo.

De verdad era una fiera…

-es verdad, no soy de piedra, pero yo no obligaría nunca a alguien a ser mi consorte. ¿pero sabes? Me gustaría tener una familia-

-mírame y te arranco los ojos- siseo molesto.

-no soy ciego, eres hermoso, muy hermoso. No te mentiré, se me ha pasado por la cabeza como seria tener cachorros contigo, con tus ojos. pero tampoco negare que lo he imaginado con los demás-

-maldito zorro-

-no es razón para escandalizarse, sabes bien que aún se practica el incesto, pederastia y Harems, es algo curioso que sea tan normal en nuestro mundo. Los chicos de tu edad me gustan y ya tienen la capacidad de entrar en celos. Pero yo soy muy selectivo con mis parejas, pero podría amar a una sola persona, y tú me pareces muy especial. -

-asco-

-ni tanto, es normal que un alfa sienta deseos de anudar a un omega sin marcar. -

-espero no estar en la lista- rodo los ojos.

-no tengo tal cosa, soy un caballero. Pero me gustaría cortejarte, probar que podrías verme como potencial pareja, podría hacerte feliz, te seria fiel, buen alfa, buen esposo si lo consideras. Si en caso llegara tu celo no te tomaría si tú lo deseas, te respetare como mereces. Se que es repentino, pero siento que no puedo dejarte ir, no puedo hacerlo, me interesas cada día más-

Se quedo en blanco.

Nunca le había interesado a alguien así, parece ser que el interés de Alessandro podría ser genuino, aunque sus dudas tenías.

Pero aun así no sabía que hacer, ese alfa le ha dejado en blanco, porque inevitablemente pensó en Dick.

Su hermano mayor, su amor imposible, aquel Alfa de sonrisa amable del que estaba enamorado le llego a su mente, pero también recordó el abismo entre ellos y sus sentimientos disparejos. Richard lo vería como un hermano menor, y el siempre l vería como un hombre. No negara que eso le ha causado depresión, saber que su amor no será correspondido, y con el carácter que se carga ningún otro se interesaría en una relación duradero con él. Aunque no lo imaginaran los demás, veía con envidia a esas personas que se toman de la mano, con Tim que tenía a Conner incondicionalmente a su lado como su pareja, a Jason que tenía roces de manos con Arsenal, o el posible florecimiento entre Jordán y su padre. Quería olvidar como conservar ese palpitar por Richard Grayson, y ahora un primo que salió de la nada le manifiesta que quiere ver una argolla en sus dedos.

Si tuviera un látigo ahora mismo se daría 10 azotes porque apareció en su mente una diminuta consideración.

Primero que todo lo tenía contra su voluntad aquí. No conoce a ese hombre. Es Robin y tiene un deber. Tiene a Mamá-gallina-Grayson angustiado en alguna parte. Odia a Derek, pero muchísimo. Tiene una vida en Gotham. No utilizara a Alessandro para olvidar a otro amor.

-no-

-mientes- dijo seguro.

-vete a la mierda-

-no creas que no vi una pequeña duda en tus ojos, una que crecerá cada día más. Déjame adivinar, ¿amas a alguien no?-

-púdrete-

-y ese no te corresponde ¿verdad? -

- el amor es una inútil cursilería que no necesito-

-mientes, sé que deseas más que nada eso-

-hemos terminado aquí- declaro severo.

-muy bien, pero escucha esto, se ve que no eres del todo feliz allí, te sientes cómodo como también de duele. Solo quiero que consideres este lugar como una opción. En todo este tiempo no te hemos tratado mal, y no se nota que la estés pasando tan mal, reconoce que tienes tranquilidad aquí sacando fuera las amenazas, solo quiero que lo consideres-

No dijo nada el menor.

-para que veas que hablo enserio- se acercó a él, Damián se puso en posición de ataque, lazando un puño directo que fue amortiguado por la mano desnuda, seguido de una patada giratoria repelada.

Ya iba a lanzarse encima pero un Clic lo callo, seguido de una corriente de aire que acaricio su cuello.

-te he quitado el collar, para que no sientas agobiante estar aquí- se llevó el collar a un cajón de sus aposentos.

Damián lo miro analizante unos segundos antes de irse de la habitación en silencio.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).