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Y es color azul por alex solano

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-T.T ¿estas perras que no se cansan de correr?-

-lenguaje-reprendió.

No costo tanto tiempo como el que creían en descifrar las intenciones de espantapájaros al robar óxido nitroso y narcótico en nitrógeno. Propio de ellos en causar terror a travez de las alucinaciones, el frio y vértigo. Damián había tenido, según él, una idea estúpida de ir a revisar en los límites de la ciudad Bludhaven en los criaderos. El alfa tomo la idea. Fue cuestión de minutos en ser recibidos por una alarma, un iceberg a punto de aplastarlos y una persecución a pie por los campos a pleno día.

En cuestión de una semana, habían olvidado toda pelea y desacuerdo entre ellos. Las peleas infantiles aún seguían, pero era algo rutinario y vital en ellos. Como Grayson alentándolo en ir a clases de ballet, y como Damián darle una patada giratoria en su abdomen. No entendía la insistencia del mayor en inscribirlo en tal actividad. Según Dick, ayudaría no solo a pulir su elegancia y baile, si no también a ser menos arisco y socializar con las personas. Mas con las chicas, por razón alguna Damián no toleraba demasiado estar con una.

Damián solo le enseño la foto del acróbata teniendo 10 años haciendo el lago de los cisnes para hacerlo callar por ahora.

-a este paso llegaremos a Gotham como idiotas- salto la cerca de madera, esquivando un rayo de hielo por poco en su mejilla.

-entretenlos. Los adelantare y cerrare el paso- ordeno Nigthwing tomando la delantera en diagonal por la derecha en el granero.

-T-T-

Damián siguió dándoles caza. Esquivando con maestría las bombas de humo de espantapájaros y los rayos de hielo de frio. No esta vez. Ya había tenido suficiente con la de la vez pasada. Un Batarang fue lanzando desde su mano, desarmando al frio.

-ya tuve suficiente de esta mierda- desde su cinturón, saco una Glock 26, un arma pequeña de bolsillo de mediano alcance. Su hermano le había reprendido varias veces no usar armas de fuego, no hasta que tuviera edad suficiente. La verdad le chocaba pero no podía hacer nada. Él podía portar una katana pero no una pistola como Jason. Ni había cumplido mayoría de edad el pandillero y ya disparaba a diestra y siniestra.

Pero estaba comenzado a cansarse de correr. No lo diría en voz alta, pero le falta entrenamiento y resistencia. Su condición en la liga de asesinos con la actual tenía sus diferencias. Grayson lo tenía muy consentido que ha perdido un poco de velocidad.

Hizo múltiples disparos en las piernas de ambos criminales, sin hacerle mella. Pero si con un dolor de dedos y falta de municiones.

Ahora recordaba porque le hacía caso a Dick en no utilizar pistolas. No le gustaba, le dolían los dedos y sin balas era indefenso. Cargar municiones solo lo harían más lento. Esa era un desventaja de ser omega, tener tanto peso jugaba en su contra, por eso su padre hizo el traje ligero y una katana a su medida. Un alfa como Jason cargando los cartuchos pesados seria nada.

Un clic y cayó al suelo, tragando algo de polvo y heno en su boca.

No entendió que fue lo que paso, pero los pinchazos en su pie comenzaron aumentar de dolor rápidamente a tener en proporción estacas clavándosele en todo el pie y tobillo.

Con orgullo se obligó a tragar un grito. Costo más suprimir el chillido omega de su pecho en busca de ayuda. Miro la trampa de animales clavada alrededor de su pie derecho. Era una maldita granja, no un bosque para colocar esas mierdas, pensó. No sabía que cara le daría a Grayson cuando lo viera. No debió perderse en sus pensamientos y descuidarse en donde pisaba. Aunque tenía como excusa que el largo trigo cubriendo el terreno le impidió ver. Aunque ha tenido peores, deathstroke lo ha crucificado en más de una ocasión, y le daba pelea sin problemas.

Intento en quitártela, tomando con las manos ambos lados de la trampa de dientes de metal. Tenía mucha presión, le costaba abrirla.

-pero miren al chico maravilla- una voz distorsiona, como la de un robot le sorprendió desde su espalda.

Estaba Sr frio a sus espaldas, con el reluciente domo en su cabeza, el traje mecánico regulando la temperatura. Tenía en el rostro una sonrisa maliciosa, sosteniendo su pacificador de hielo en la mano.

-me pregunto si tendré la misma satisfacción en matarte como debí hacerlo con el primero que porto tu uniforme- apunto hacia él.

Lo miro con ira, tanteando su katana en la mano. Hizo amago de desenfundarla pero frio previo el movimiento, dándole una patada al arma y pisando su mano. Su crack en sus dedos se oyó con el gruñido del omega apretando sus dientes.

-pobre avecilla-

-trágatelo- saco su sai de la espalda, trabándosela en el pie de frio, traspasando el metal del traje anclando al suelo.

-¡maldito mocoso!- grito.

Corto la cadena de la trampa. Cojeando se levantó corriendo lo que podía, tragando los gritos que querían salir hacia delante donde estaba su hermano. No podía combatir solo.

Un golpe en su cabeza vio oscuridad.

 

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Nigthwing esquivaba con maromas los sembons del espantapájaros, una habilidad nueva en el criminal. Había adelantado lo suficiente para hacer bolar las ruedas de la avioneta, llena del gas vértigoso que pretendían inundar en el aire. Una pelea cuerpo a cuerpo termino el con los ojos lagrimosos y terribles ganas de vomitar. Claro que con el espantapájaros huyendo herido. Se arre costo un rato, con la cabeza dando vueltas y las náuseas aun dominantes. Chasqueo la lengua enojado, no había previsto esa pequeña bomba. Su nariz alfa estaba resentida, el olor del gas era fuerte.

Unos minutos paso en el suelo de heno, escuchando atento alguna pisada que alertara de nuevo otra ronda de pelea. Solo el sonido de las hélices arrancar y una avioneta despegar. Se alarmo, trato de enfocar la mirada a la pista de aterrizaje. Suspiro de alivio que todavía estaba la misma llena con los contendores, debía suponer que tenían otra de escape.

La tranquilidad de ahora le parecía una buena opción a gozar. Claro que disfrutaría del cielo azul si no tuviera los ojos ardiendo, cual dientes de ajos pelados debajo de sus ojos. El cuerpo lo tenía casando y adolorido. La patada en plena mejilla esta mañana por demorarse mucho duchándose lo tenía resentido del dolor. Aun no se explicaba, ya estando acostumbrado a la rutina de Damián pateándolo en algún lugar de sus partes bajas, aun no los esquivaba. Tenía como excusa que estaba medio dormido y el menor demasiado rápido para su procesamiento en la mente.

Se arre costo totalmente, tapando con su brazo los ojos, escuchando el sonido del viento mecer el trigo y a cebada a su alrededor. Le había costado un montón de horas de vigilancia nocturna para ubicar con los dos criminales, como para permitir que se escaparan. Un consuelo que dejaron toda arma de terrorismo atrás en la avioneta abandonada. Ya no lloraría sobre la leche derramada. Al menos evitaron una posible Bludhaven hundida en el miedo y frio. Por otra parte no podía decirlo del hijo verdadero del murciélago. Tenía siempre la manía de ser perfeccionista en todo lo que hacía, incluso para pintar los huevos de pascua. Sintiendo que de alguna forma con sus fracasos decepcionaría a su padre.

Otro problemita con eso es el Wayne patriarca. Ya le ha mencionado varias veces que no dejara de ser tan frio como un maldito ártico y le diera a Damián más de una palmada de la espalda. No le pasaba desapercibida la expresión del menor cuando solo había recibido eso. Por su lado, le hace fiesta, le canta rancheras, le pone la piñata y una reprimenda por arriesgarse tanto. No sabía hasta qué punto era la mamá gallina de la familia. Con bruce ni pensarlo, ese hombre parecía estar tan ocupado como para ser padre. Tim demora demasiado tiempo en sus casos, que prácticamente vive en las calles. Jason es un alfa demasiado antisocial y pandillero, juntar el Robin sanguinario con Reed Hood no era buena idea. Alfred parecía ser un buen abuelo, le daba 5 estrellas por siempre tener tiempo para el niño.

-demasiado tranquilo...-

No le ha pasado desapercibo la extraña tranquilidad a su alrededor. Damián tendía siempre a gritar y gruñir de frustración cuando se le escapa un villano.

-¿Damián?-

Solo fue respondido con el mecer del trigo.

Aquí es donde comenzaba alarmarse. No dudaba las habilidades del Robin sanguinario a la hora del crimen, pero tendía a comer más de lo que podía masticar. Reviso el teléfono en su cinturón de herramientas, no había rastro alguno de Damián. Verifico si la motocicleta estaba en su lugar. Deseo que enserio no estuviera parqueada al lado del silo donde lo dejaron, pero la confirmación en la pantalla no ayudo demasiado.

-¡Damián!- grito en llamado.

El pastizal era alto, se le dificultaba toda visión desde aquí. El acróbata reluciendo su experiencia Grayson fly, llego al techo de un granero cercano. No había siquiera rastro del menor desde ahí. No veía el color negro, el rojo o siquiera el amarillo.

-¡Damián!-

Se jalo el cabello en desesperación. No quería, no quería pensarlo. Estaba perdido, lo había perdido, él se descuidó y por su culpa está perdido. El miedo fue el siguiente paso, sacándole el aire de los pulmones en un posible ataque de pánico. Se obligó autorregularse y controlarse. No le serbia a Damián estando en su actual estado de pánico.

No se imaginaba una vida sin su amado hermano menor, tampoco quería pensar el sofá vacío de su apartamento, el cuadro atrapando el polvo y hondo dañino. Unos llamados más y era totalmente cierto que ni siquiera estaba por el área.

Entonces la katana del Robin cerca de unas manchas de sangre le helo primero la sangre, con las ganas de vomitar al pensar en lo peor. Y la fuego recorrió por sus venas, la ira al observar las marcas de neumático en la pequeña pista de aterrizaje. El alfa reclamaba sangre y venganza.

Ellos se lo habían llevado

Y lo pagaran...

El acelerador a fondo de su motocicleta se escuchó fuerte, rechinando el neumático contra el asfalto, sacando el humo de caucho quemado. La adrenalina le recorrió por toda su columna vertebral. El aire golpeado por todo su rostro lleno de la cólera, directo a stark city.

 

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No sabía cuándo había pasado, pero no mucho aseguraba. Aun sentía las piernas y los brazos al estar colgado boca abajo, tendido con una cadena que ni podría romper en sus sueños. La sangre goteaba por su mejilla en hilo grande hacia el suelo. Sentía que debería sacar cita con el dentista cuando sintió el dolor de muela en su boca. Chasqueo la lengua enojado. No solo se dejó derrumbar por una insignificante trampa, lo había capturado y secuestrado.

Su madre ya lo habría desheredado y probablemente disparado en sus piernas por inútil. Podía ver la cara en negativa de cansancio de su padre. La risa burlona de Drake al saber que fue atrapado. El bulling que le espera por parte de Jason. Si, tenía un bonita familia. También veía con claridad el rostro de su hermano mayor. Le era curioso que Dick podría reflejar múltiples sentimientos en una sola expresión. Si las enumeraba seria alivio, tristeza, enojo, amor, miedo, preocupación con un toque especial de estas castigado. Aun no podía creer que de verdad acataba los castigos del acróbata. De hacer planas, dormir sin cenar o sin patrullaje por un mes.

No era el espacio tan grande donde lo tenían atrapado. Parecía ser una casa, el estando en un cuatro que podría ser uno segundario de invitados. Le dio el crédito al ver que estaba en perfectas condiciones, se veía incluso recién comprada. El color blanco perfecto de las paredes, con el suelo baldosa de blanco piedra. Claro que este último con mancha de sangre debajo donde cuelga.

Por el mareo de su cabeza y la sangre acumulándose, podía decir que no pasó más de seis horas en posición de cabeza contraria a la normal. Haciendo muecas con el rostro, agradeció que no le había quitado el antifaz. No sabía si era bueno o malo. Tal vez ya sabían quién era el, o simplemente no les interesaba, o muy probablemente quieran disfrutar la satisfacción de quitarle la máscara estando consiente.

Su cinturón estaba en una mesita de madera en la esquina, pero con sus respectivas medidas d seguridad que no lo tomara. Estaba bien atado tanto de pies como de manos detrás de su espalda. No podía liberarse incluso cual gusano quitándoselas con sus pequeñas manos deslizandose la cadena de hierro. Parecía que tenían mucha experiencia en el periodo de Grayson siendo Robin. De pequeño también le había comentado que en el circo hacia también actos de escapismo.

No podía liberarse, ni tampoco esperar que el hada de los dientes venga a recoger su muela rota y pedirle que lo ayude. Solo hacer el escándalo que estaba acostumbrado hacer y ver que lo que pasa.

-¡hey idiotas!-

No había pasado mucho tiempo hasta que sintió el frio dominar en el habiente. La puerta se abrió, dando paso al Sr Frio.

-chico maravilla, ¿te las pasado bien?-

El tono casi robótico le hizo dudar si eso fue sarcástico.

-no pues, a mí me encanta estar colgado de cabeza T.T-

-no te preocupes, desangrándote cual cerdo te permitiera dormir mejor-

Su expresión no almendro al ver la pequeña navaja en su mano.

Un corte largo por todo su bajo abdomen, por encima de la piel, tan lento como tortuoso. El uniforme de abajo para arriba comenzó a oscurecerse en un tono más rojo que la tela, humedeciendo la prenda. El siguiente comenzó desde un muslo a casi llegar a sus rodillas, abriendo la tela negra, descubriendo su piel árabe comenzando a teñir.

-maravilloso...-

Se tragó con orgullo los sonidos del dolor que quería escapara de su garganta. Mirando con furia a Frio que parecía disfrutar el espectáculo.

-volveré mas tarde chico maravilla. Veremos hasta entonces si seguirás vivo- salió cual paso elegante de la habitación, cerrando con cerrojo la puerta.

Damián se permitió entrar en incertidumbre. Los cortes no eran tan profundos pero si escurrían mucha sangre. No lo matara, estaba seguro, pero si lo debilitara hasta ni poder moverse.

Habían destruido su comunicador, teléfono o cualquier cosa que sea rastreable. Pero no el rastreador de su traje. Su hermano lo creía tonto pero no lo era. Después de la escapada de tuvo a ciudad costera, se había puesto un chip a su traje de Robin en caso de que lo hiciera otra vez. Muchas veces tenía la navaja en mano para quitarlo, pero siendo reciente la reconciliación, no quería cagarla tan pronto y dio el lujo de pasarlo por alto.

Solo estaba de Dick lo entrara rápido.


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