Salieron del baño con las toallas amarradas en la cintura. Jonghyun le dijo que iría a poner seguro a la puerta principal y el menor aprovechó para secarse el cabello. Estaba a punto de ponerse la pijama, cuando en eso sintió que unos brazos lo aprisionaban por detrás; dio un pequeño salto y rió al sentir besos en su cuello.
El mayor lo volteó para besarlo lento acariciándole la cintura, mientras Taemin acariciaba esa fuerte espalda. Poco a poco lo empujó hasta llegar a la cama para recostarlo, quedando en su encima. Metió una mano por debajo de la toalla, subiéndola hasta llegar a su trasero haciéndole flexionar la pierna y separándolas un poco para posicionarse mejor.
Deshizo el nudo de la toalla rompiendo el beso para atacar su cuello haciéndolo suspirar y jadear por las caricias que recibía. Besó su clavícula iniciando un camino de besos por todo su torso, chupando esos botoncitos rosados que ya se encontraban duros. Estaba a punto de sacarle la toalla, cuando en eso escuchó que sonaba el teléfono de la casa.
- Hyung... aaahh... hay que.... ngh.... contestar.
- Ya se cansarán, sigamos pequeño - susurró besando su abdomen.
- Es que... aahh... pueden ser... nuestros padres.
- Llamarán después - le quitó la toalla y la lanzó.
Taemin se excitó más al sentir los labios de su hermano en sus piernas, sintiendo como las lamía y las besaba haciéndolo jadear un poco más fuerte. Ambos estaban perdidos en el placer que sentían, pero Jonghyun tuvo que parar todo porque ese bendito teléfono no dejaba de sonar.
- Carajo - gruñó alejándose del menor - Voy a ver quién mierda es. Ya vuelvo.
Salió furioso de la habitación para contestar el teléfono; Taemin también estaba molesto ¿quién carajos era llamando de esa manera? Estaba pensando en quien podría ser mientras se metía debajo de las sábanas.
- ¿Quién era? - preguntó al ver a su novio entrando a la habitación y cerrando la puerta.
- Era Minho - dijo molesto - Me dijo que no te olvides que mañana en la tarde tienen que verse para hacer un trabajo. ¿Tu celular esta cargado?
- Si... que yo recuerde - se estiró para cogerlo de su mesa de noche - Está en modo silencio, tengo varias llamadas y mensajes de él.
- Bueno - se acercó a la cama - Ahora si nadie nos molestará - el menor frunció el ceño esperando una respuesta - Desconecté el cable del teléfono. Mañana lo vuelvo a poner - sonrió.
Destapó al menor quien se sonrojó al recordar lo que habían estado haciendo; Jonghyun se sentó a su lado recostándose un poco en la cabecera, lo tomó de la cintura para que quedara en la misma posición. Mientras se besaban, el mayor comenzó a masturbarlo lento mientras sus lenguas se enredaban cada vez que se encontraban.
Taemin se estiró un poco sin romper el beso para sacar el tubo de lubricante que tenía en uno de los cajones de su mesa de noche. El beso se rompió por falta de aire, por lo que el mayor dejó de tocarlo para tomar ese tubo y verter un poco en sus dedos. Llevó uno de ellos a la entrada del menor, quien ya había separado un poco más las piernas.
- Ngh - gimió frunciendo el ceño por la intromisión.
Jonghyun besaba su cuello para que se relajara un poco; después de unos cortos minutos metió el segundo haciéndolo gemir de dolor.
- Tócate - susurró sobre sus labios.
Taemin comenzó a masturbarse poco a poco, sintiendo que necesitaba más en su interior por lo que movió las caderas. Ante esa señal el moreno metió el tercer dedo y el menor se masturbó más rápido; al sentir tanto placer dejó de tocarse y miró a los ojos de su hermano quien se mordía el labio inferior por verlo perdido en todas esas sensaciones.
- Hyung... por favor. - rogó moviendo más las caderas.
- Quiero que te corras así - dijo con voz ronca.
Metía y sacaba sus dedos de manera frenética; Taemin cerró los ojos tirando las cabeza para atrás chocando con la cabecera para perderse en ese placer que le daba su hermano.
- Mmghh... Jooongg - gimió fuerte aferrándose a las sábanas.
El mayor supo que había tocado su próstata, así que volvió a hacerlo escuchándolo jadear entrecortadamente y viendo como apretaba los dientes mirándolo lleno de lujuria. Taemin se acercó para ahogar sus gemidos en la boca de su novio y le mordió el labio inferior sacándole un poco de sangre cuando sintió un cosquilleo en el vientre.
- Jong... Jong... Jonghyuuuunnnn - gimió el nombre del mayor corriéndose en su abdomen.
Jonghyun sacó sus dedos para pasarlos por el semen del menor; se los llevó a la boca probándolo y se acercó para darle un beso, aunque éste aun se encontraba con los espasmos del orgasmo.
- Pruébate pequeño - dijo antes de besarlo.
El beso era húmedo lo cual excitó un poco al pelilargo, a pesar que se estaba probando a sí mismo. Rompió el beso para subir al regazo del mayor empezando un camino de besos desde el cuello hasta los abdominales donde los lamió, chupó y mordió excitándolo más. Deshizo el nudo de la toalla besando su vientre y la tiró lejos de la cama.
- Taemin no es nec... Ngh
No terminó la frase ya que el menor dio un soplido en su glande; Taemin no le había hecho sexo oral antes porque sentía que lo haría mal y que quizás a su hermano no le gustaría que alguien sin experiencia se lo haga, pero ese día se sentía atrevido así que lo haría, no le importaba si llegara atorarse con ese gran trozo de carne.
- Dios síi - jadeó tirando la cabeza para atrás cuando el menor metió la mitad de su miembro en su boca.
Dejó de succionarlo para lamerlo desde la base hasta la punta, sobretodo lamía las venas que sobresalían; volvió a metérselo tratando de engullírselo por completo pero no pudo, lo dejó para tomar un poco de aire; al sentirse listo abrió más la boca tragándoselo entero.
- Mmgrrr – gruñó – Min… Minnie… para – jadeó llevando sus manos a la cabeza del pelilargo para separarlo.
Al escuchar su pedido, tomó sus muñecas para impedir que lo alejara de su nuevo dulce; aceleró sus vaivenes mientras Jonghyun movía las caderas penetrando esa boca que lo estaba llevando al cielo.
- Taemin… me corro.
Ambos se movían más rápido para que el mayor llegara al orgasmo lo antes posible; Taemin sentía que el miembro de su hermano crecía cada vez más, hasta que sintió que se tensó lo cual significaba que se correría pronto.
- Ngh… Minnieeee – gimió apretando las sábanas y llenando de su esencia la boca del menor.
Tragó todo lo que pudo y siguió chupándolo por unos segundos más antes de volver a subir al regazo de su novio, quien abrió los ojos apenas lo sintió sobre sí. Al ver al pequeño, se recuperó rápidamente sentándose bien, ya que Taemin se estaba relamiendo los labios tratando de limpiarse el semen que aún quedaba en sus comisuras. Se acercaron para besarse con lujuria; Jonghyun estaba sorprendido por lo que hizo su pequeño, para ser su primera vez mamándosela lo había hecho perfecto como si fuese un experto.
El menor rompió el beso para colocarse a su lado tomando el tubo de lubricante; vertió un poco en su mano y lo untó en el miembro semi erecto de su hermano, el cual comenzó a despertar al ser tocado de esa manera. Dejó de masturbarlo para colocarse en cuatro separando un poco las piernas, mirando al mayor con una sonrisa ladina; “¿Dónde está mi pequeño hermanito?” se preguntó al verlo de esa manera, pero le importó una mierda. Si estaba así de atrevido, le daría lo que estaba buscando, no pensaba controlarse esta vez. Gateó hasta quedar detrás de Taemin, quien esperaba expectante que comience la fiesta, pero el mayor quería torturarlo un poquito antes de.
- Aaaah – gimió al sentir la lengua del castaño en su entrada.
Se mordía el labio inferior por todo lo que sentía, sólo esperaba que no lo haga correrse de nuevo; terminó de dilatar un poco más ese anillo rosado para arrodillarse y perfilar su miembro entrando poco a poco, sintiendo que entraba al paraíso. Esperó unos pocos segundos sin esperar que se acostumbrara para penetrarlo lento, pero después de unos minutos aceleró las embestidas acercándose para besarlo.
- Oh síii… hyung… más durooo – gimió llevando una mano a la cabecera para sostenerse por lo que se venía.
- ¿Así? – dijo con sorna embistiéndolo como le pidió.
- Síi… síii… más… máaass.
- Joder pequeño – gruñó al escucharlo pedir por más.
Siguió penetrándolo sin disminuir el ritmo aferrándose a sus caderas, viendo como su entrada se tragaba a su miembro por completo; en la casa solo se escuchaban los gemidos del menor y los gruñidos de su hermano, que estaban teniendo sexo duro por primera vez.
Salió de su interior al verlo con la cabeza y el pecho en la cama para recostarlo boca arriba, dejándolo que se recupere un poco. Colocó una almohada debajo de sus caderas para luego abrirle las piernas, las cuales flexionó y las alzó quedando totalmente expuesto mordiéndose el labio inferior mirándolo coqueto.
- Me quieres matar ¿no es así?
- Solo hazlo hyung… fóllame
Gruñó ante esa respuesta; lo tomó de las caderas entrando de una sola estocada haciéndolo gritar y comenzó a moverse rápido enterrando los dedos en esa piel lechosa, mientras el menor apretaba las sábanas y tiraba la cabeza hacia atrás por todo lo que sentía.
- Oh Diosss… asíii hyung… no pares.
Se acercó sin dejar de moverse para abrazarlo y morderle el cuello sin importarle que el menor tendría que ir a la escuela al día siguiente. Taemin lo agarró del cabello separándolo un poco para besarlo desesperado, siendo correspondido de la misma manera.
- Síii Jong… asíii… asíii – rompió el beso para mirarlo a los ojos gimiendo más fuerte.
- Ngh Tae… eres un niño atrevido – jadeó acelerando las embestidas.
El menor enredó sus piernas en la cintura de su novio, colocando los talones en su trasero para que entrara más profundo.
- Justo ahíii… máass fuerte.
- Mmmghh bebé.
Lo embistió frenéticamente jadeando en su cuello, dándole duro a su punto dulce haciéndolo gritar de placer, mientras el pelilargo arañaba su espalda y boqueaba al sentirse cerca del orgasmo. Ambos gritaron llegando al clímax, sintieron que era el mejor orgasmo que habían tenido, sobretodo el mayor al correrse tan fuerte desplomándose encima del menor aplastándolo con todo su cuerpo.
- Aun no salgas – dijo Taemin cuando vio a su novio reincorporándose.
- Eres un pequeño diablillo - le dio un pequeño beso – Creo que me pase… te dejé unas cuantas marcas.
- No importa… me pondré maquillaje o sino una bufanda aprovechando que estamos en invierno – acarició su cabello – Además… no creo que vaya mañana a la escuela, quiero pasar contigo toda la noche – movió las caderas haciéndolo jadear.
- Eres insaciable Minnie – rió.
- Parecemos hermanos de sangre en ese aspecto – ambos rieron.
- Mandaré un justificante por tu ausencia y también mandaré por la mía – el menor frunció el ceño – No creas que podré levantarme mañana después todo lo que haremos – sonrió de lado.
- Tienes razón – lo abrazó por el cuello – Ahora… hagamos el amor como siempre.
Jonghyun se acercó a besarlo antes de penetrarlo lento; ese niño lo volvía loco, nunca había faltado a su trabajo por pasar la noche con alguien pero por su hermanito no le importaba, además que en la oficina le debían favores y muy grandes.
Al despertar se fijó en la hora en su celular viendo que daban las cuatro de la tarde; había olvidado que tenía que reunirse con Minho para hacer el trabajo, además tenía un mensaje del más alto preguntándole por qué no había ido a la escuela y recordándole que se verían en la tarde. Se levantó sintiendo una punzada en la espalda baja, se lo veía venir pero no podía hacer nada ya que se quedaron hasta las seis de la mañana haciéndolo prácticamente por toda la casa; volteó colocándose la toalla y vio que su novio aun dormía con una gran sonrisa. Se acercó un poco acariciándole la mejilla antes de ir al baño para asearse, pero antes de entrar a la ducha lo abrazaron dándole besos en la nuca.
Jonghyun le dijo que no podía irse con ese dolor, además que solo tenía una hora para encontrarse con su amigo. Le sugirió que mejor lo llamara diciéndole que estaba enfermo, con lo cual el menor le dijo que era buena idea ya que tenían hasta la próxima semana para entregar la tarea. Ese día se quedaron en casa disfrutando de la compañía del otro, solo dándose pequeños besos y caricias superficiales.
Pasaron los días y cuando el mayor llegaba a casa encontraba a su pequeño en el comedor haciendo la tarea con Minho; el más alto ya no iba tan seguido como antes, lo cual era bueno, además que confiaba al cien por ciento en su novio. Taemin decidió que sería mejor hacer la tarea en ese lugar que en su habitación, pero no era por lo que pensaría su hermano sino porque le daba un poco de vergüenza que su amigo entre a un sitio donde siempre hacía el amor con su novio.
Minho estaba concentrado tratando de resolver unos problemas de física, mientras su amigo había ido a la cocina por un poco de comida, pero se le hizo muy extraño que demorara tanto. Se levantó para ir a buscarlo por si necesitaba ayuda, aunque luego se arrepintió ya que al llegar a la cocina vio como el menor tenía acorralado a su hermano contra la refrigeradora besándole el cuello y con las manos dentro de su camiseta, mientras el mayor apretujaba su trasero rozando sus miembros. Como aun sentía cosas por su amigo, eso le dolió pero sabía que no podía hacer nada; Taemin aún no le contaba sobre la relación que tenía con su hermano pero ya era hora de actuar. Regresó al comedor secándose unas pequeñas lágrimas; se sentó tomando un poco de aire y gritó el nombre de su amigo.
Al escuchar la voz de Minho, el pelilargo bufó haciendo reír a su novio; el muy tonto había olvidado que su amigo estaba en casa. Cuando fue a la cocina vio a su hermano, como no se habían saludado aprovechó que estaba ahí, pero al sentir sus labios se excitó y por eso lo empotró contra la refrigeradora. Cogió unas galletas junto con unas latas de gaseosa dándole un pequeño beso a su hermano quien se quedó mirándolo como salía de la cocina.
Al día siguiente, tocaron el timbre y Jonghyun pensó que el menor abría olvidado sus llaves; corrió bajando las escaleras pero se sorprendió al ver a Minho al abrir la puerta.
- Hola hyung.
- Hola Minho. Uh… Taemin aun no llega.
- Lo sé. Vengo hablar con usted sobre él. – el mayor frunció el ceño.
- Pasa – Minho entró y el más bajo cerró la puerta – ¿Pasó algo con Taemin? ¿Está todo bien? – dijo preocupado.
- Todo está bien con él. Disculpe por cómo voy a dirigirme a usted pero… Quiero saber ¿qué tipo de relación tienes con Taemin? – Jonghyun se cruzó de brazos levantando una ceja.
- Es mi hermano… somos familia.
- Lo sé, pero sabes perfectamente que no me refiero a eso… Yo… hace unos dos meses vine hablar con Tae para reanudar nuestra amistad, pero antes de tocar el timbre escuché algo que se me hizo extraño, así que me asomé por la ventana y… y los vi besándose aquí – señalo el sofá y Jonghyun se mordió el labio inferior – Además, ayer también los vi en la cocina sin querer – suspiró – Esperé a que me cuente lo de ustedes pero hasta el día de hoy no me lo ha dicho. Quizás tenga sus razones pero… Sólo quiero saber qué es lo que sientes por él, porque si solo lo estas usando yo…
- No es lo que crees – interrumpió – Estoy enamorado – el menor lo miró dudoso – Lo amo más que a mi vida, daría mi vida por él si fuese necesario… no creas que solo es una ventura o que estoy jugando con él porque no es así.
- Bueno… Taemin me contó alguna vez una de tus aventuras, es por eso que me preocupé. – bajó la mirada.
- Te entiendo, yo también hubiese pensado lo mismo. Eres un buen chico Minho… siento mucho que Tae no te corresponda, pero si él no me correspondiese me hubiese gustado tenerte como cuñado – sonrió.
- Lo que me dice duele un poco hyung… pero tendré que superarlo.
Antes de seguir con su conversación, la puerta se abrió mostrando a un Taemin de lo más alegre.
- Hyung ya… - dejó de gritar – Hola Minho. ¿Habíamos quedado en vernos hoy? – preguntó curioso acercándose.
- No pequeño – dijo su hermano – Vino hablar conmigo – el menor frunció el ceño.
- Creo que es hora de retirarme – asintió el mayor – Les deseo lo mejor y… Jonghyun hyung cuídelo mucho, sabe que Taemin es muy especial para mí. No quiero verlo sufrir.
- De eso no te preocupes Minho. Lo amo mucho.
Taemin quedó boquiabierto ante lo que escuchó, quiso decir algo pero las palabras no salían.
- Más bien… esto aún lo tenemos en privado. Todos se enterarán cuando Minnie termine la escuela. Así que no creas que lo escondo a propósito.
- Entiendo, es lo mejor… Ahora si me retiro – hizo una reverencia – Adiós.
Caminó hacia la puerta saliendo de la casa con un peso menos de encima, aunque le dolía saber que Taemin nunca le correspondería pero si el pequeño era feliz, él también lo sería. Trataría de olvidarlo, cueste lo que le cueste.
- No me has saludado – lo abrazó por la cintura acercándose a besarlo.
- Hyung – dijo después del beso - ¿Qué fue todo eso? ¿Cómo sabe de lo nuestro? – rió el mayor.
- Pues…
Jonghyun le contó todo lo que habló con Minho dejando a un Taemin un poco triste por cómo su amigo se había enterado de las cosas; el mayor le dijo que no tenía que ponerse así ya que no habían hecho nada malo y que no tenían la culpa de que la gente ande fisgoneando por la ventana en casas ajenas. También le dijo que tenía razón cuando le comentó que el más alto era un buen chico, lo cual alegró al menor diciéndole que escogía bien a sus amistades.
Llegó el día de la graduación donde todos estaban más que alegres de dejar la escuela para ser “libres”; Jonghyun fue a verlo y se sintió orgulloso cuando el menor salió a dar su discurso ya que era el mejor alumno de toda la clase. Felicitó tanto a su novio como a Minho y Kai, tuvo que contenerse para no comérselo a besos soportando como los amigos del menor lo molestaban por no poder tocarlo. Al llegar a casa, abrieron una botella de champagne para celebrar que por fin podrían gritar a los cuatro vientos su amor y ya se imaginarán cómo terminó eso.
Sus padres llegaron en la tarde del siguiente día, pensaron que irían a la graduación del menor pero tuvieron retrasos por los negocios de su padre y les avisaron que irían el fin de semana. Taemin estaba nervioso por cómo se tomarían las cosas cuando les dijeran que eran novios; el mayor le dijo que sería mejor hacerles una cena y que él se encargaría de todo.
En la noche, sus padres quedaron sorprendidos cuando los llamaron para cenar; creían que sus hijos se habían vuelto locos o que quizás les pedirían algo. La cena pasó de lo más normal, conversando de cómo les fue a los cuatro en esos seis meses; al término de esta, Jonghyun tomó la palabra para decirles de la relación que tenía con su hermano.
Al principio sus padres quedaron sorprendidos al escuchar las palabras “Taemin y yo somos novios”, así que les pidieron que les expliquen cómo pasó todo y qué era lo que en realidad sentían. Los señores Kim no dudaban del amor que Taemin podría tener ante su hermano, pero sí dudaban de los sentimientos de Jonghyun ya que sabían que su hijo era un casanova por naturaleza y no querían que lastimara al menor.
Le pidieron a Taemin que fuera a su cuarto porque querían hablar a solas con el mayor; éste lo miró con miedo y su hermano asintió susurrándole “Todo estará bien” dado que se imaginaba lo que sus padres le dirían. Al escuchar que el pequeño cerró la puerta de su habitación, le dijeron que por favor les dijera la verdad sobre lo que en realidad sentía por su hermano. Jonghyun se sintió ofendido, pero entendía a sus padres ya que si estuviese en su posición pensaría lo mismo; al término de la conversación llamaron al pequeño quien estaba cabizbajo por lo que le dirían.
Sus padres les dijeron que estaban felices que por fin estén juntos, lo cual sorprendió a ambos; les dijeron que ellos se habían dado cuenta de los sentimientos por el otro desde hacía mucho tiempo pero que dudaban un poco con respecto al mayor, pero al escucharlo cómo hablaba de Taemin y de la cara que ponía cada vez que lo mencionaba, estuvieron de acuerdo que el menor era correspondido de la misma manera.
Ambos fueron a la habitación de Taemin para darse un beso largo demostrándose todo el amor que se tenían; el menor comenzó a llorar de felicidad siendo consolado por su novio quien le secaba las lágrimas a punta de besos haciéndolo reír. El pelilargo le dijo que estaba un poco triste porque ya no se verían todos los días, por lo cual el mayor le dijo que eso no pasaría ya que regresaría a la casa para estar juntos de nuevo.
Pasaron dos meses, Taemin había postulado a una universidad de danza en Nueva York y fue aceptado, lo cual significaba decirle adiós a su hyung o a su máximo sueño. El mayor llegó a casa no encontrando a sus padres, lo cual lo hizo sonreír maliciosamente; subió para dejar sus cosas y saludar a su novio quien se encontraba sentado en la cama con un sobre en la mano. Se acercó para saludarlo y tomó asiento a su lado; le dijo que tenía una buena noticia lo cual hizo que el menor lo mirara expectante.
- Ya compré el departamento – sonrió – Nos lo entregan en dos semanas – Taemin bajó la mirada.
- Qué bueno – susurró.
- ¿Qué tienes? – lo abrazó por la cintura.
- Hyung… yo… yo…
- No sabes si quedarte o ir a Nueva York ¿verdad? – el menor alzó la mirada sorprendido.
- ¿Cómo lo sabes?
- Yo lo sé todo mi amor – acarició su mejilla – hace meses me comentaste que habías postulado a esa universidad, estaba más que seguro que te aceptarían. Ese sobre – lo señaló – llegó hace dos semanas, lo escondí hasta dejarlo junto con la correspondencia de hoy. Así que hablé con papá y… y me ha transferido a la sucursal de Nueva York.
- Eso significa que…
- Sí… nos vamos juntos bebé – el menor sonrió y lo abrazó.
- Gracias, gracias, gracias.
- No tienes que agradecerme, no pensaba dejarte ir Minnie… eso nunca.
- Pero hay algo que no entiendo… ahora ¿qué vas hacer con el nuevo departamento?
- El nuevo departamento está allá… Está muy cerca de la universidad y de la empresa… así que podremos ir juntos caminando o en auto.
- Por eso te amo – lo beso mientras el mayor reía – Ya quiero estar allá para verlo y estar contigo todos los días.
- Yo también… Te amo hermanito – volvieron a besarse.
- También te amo… – susurró en el beso – hermano.
Esa noche volvieron a entregarse antes de empezar una nueva vida juntos en otro país; Taemin estaba completamente feliz a pesar de todo por lo que tuvo que vivir, pasaría el resto de su vida con la persona que amaba ya que habían pasado cinco años desde que iniciaron su relación y estaban a punto de casarse.
Jonghyun sentía que su vida estaba completa, que no necesitaba nada más para que sea perfecta; al verlo entrar por la puerta de la iglesia se sintió dichoso de haberse olvidado de todos sus prejuicios y confesarle todos sus sentimientos, aunque aún se sentía culpable por todo lo que tuvo que pasar su ahora esposo.
Dejaron Nueva York para mudarse a Londres, donde el menor tuvo una propuesta de trabajo muy interesante, ya que sería el coreógrafo del ballet nacional del Reino Unido. Era su sueño y Jonghyun le dijo que debería aceptar; por lo que pidió su cambio a esa ciudad haciendo más feliz a su esposo, quien solo podía pensar que no podría vivir sin su hermano, algo con lo cual el mayor sentía lo mismo.
FIN