- ¡Naruto! ¡Estúpido cachorro! -su chakra fluía en grandes cantidades tratando de salvar él bebe y a su estúpido contenedor.
-Mierda maldito Uchiha llega pronto. -Por más que trataba de detener la hemorragia simplemente no podía, cada vez era más y más grande.
La sangre fluía como agua, sabia que fue estúpido abrir el sello para salvar a Kurama, pero si iba a morir solo pedía que su bebe se salvara, su garganta estaba seca y desgarrada de tanto gritar de dolor y si estaba despierto era por su pura voluntad porque su cuerpo ya estaba rendido, prueba de ello era que el dolor ya no lo sentía y el frío estaba cada vez más y más cerca de su cuerpo.
Quería hablar, quería pedirle a su fiel compañero de vida un ultimo favor. Quería que Salvara a su pequeño, tenía que salvarlo a él, aún recuerda lo difícil que fue asimilar el milagro que le pasaba a su cuerpo, los cambios bruscos en su físico, en sus emosiones, el rechazo de Sasuke, todo lo que cernía a su alrededor y lo atrapaba.
Porque todos querían algo de Naruto. Algo de ese niño huérfano que no valía nada a sus ojos y era un demonio, un demonio que de la noche a la mañana ya estaba en la alta estima de las más poderosas voluntades en todas las naciones, lo obligaron a huir por su bien y el de los que quería, necesitaba ayudar, pero también necesitaba pensar en él y su salud.
Alguien que de nada se hizo alguien, tenía tanto por dar, pero pareciera que nadie quería darle a él.
-resiste idiota, ¡No te atrevas a morir!
Porque todos querían algo de él cuando siempre fue un cero a la izquierda. Era curiosa la naturaleza humana y al mismo tiempo tan sorprendente. Quería reír de lo patética de su situación de lo antinatural, no tenia miedo, pero si terror por perder a su bebe, era un hombre un hombre que estaba dando a luz en una cabaña alejada de su villa para que nadie descubriera su secreto. Su único acompañante era Kurama y no había nadie más, ni siquiera la vieja Tsunade quien horas atrás se despidió de él sin imaginar que la necesitaría.
Era tan frio el vacío de saberse desamparado, Kurama gritaba y gritaba insultos mientras intentaba currarlo, pero sentía que las fuerzas se iban.
Kurama ese fiel amigo con el que compartió cuerpo, enemistad y amor por un compañero, un amigo, no quería dejarlo solo y a la suerte de las personas egoístas que se podrían aprovechar de él, si descubrían quien era y sobre todo su poder.
Kurama no se merecía eso, Kurama no merecía cargar con los egoísmos, con los deseos de los demás y tenía que ser libre. ¿hizo bien en liberarlo? ¡Claro que sí! Kurama era el único que no lo había abandonado nunca.
-Maldito cachorro no cierres los ojos. No los cierres. -era abrumador sentir los sentimientos de este con el enlace el cariño, el amor, el terror y sobre todo el debilitamiento de su lazo por cada segundo que pasaba.
Un estruendo se escucho cerca de la casa rodeada por lluvia y relámpagos, por la puerta entro la vieja Sannin junto con el inútil Uchiha y los dos clones de él que fueron en su búsqueda, Por fin pensó en su fuero interno, ambos mojados por la lluvia y con los rostros blancos y bañados de sudor; aterrados era poco para describirlos estaban como idos.
- ¡Naruto! Mi niño todo va a estar bien. -Tsunade no perdió tiempo su cara recuperando el color y empezó a evaluar al rubio, la piel de este estaba morada y tan fría, pero el lugar del sello estaba intacto y quemando la piel a su alrededor mientras un vórtice de energía consumía poco a poco la piel, y la pintaba de carmín.
-El bebe ya va a nacer.
-dime algo que no sepa, no te quedes hay imbécil Uchiha, rápido pon tus manos sobre el sello, necesitamos que administres chakra, el pequeño no reconoce el de Naruto por estar unido al mío, pero tu eres su padre si te siente será más fácil que quiera salir.
-De que hablas… - las piernas le temblaban y sabía que sonaba estúpido al decir aquello pero que más podía decir, Naruto no estaba embarazado, él no podía estarlo.
Había ido allí con esa firme convicción, desenmascarar al rubio. No había nada que le asegurara que eso fuera cierto. Él estado de Naruto no podía ser por ello, en serio no podía. Pero tenia que ayudarlo por más enojado que estuvieran ambos en ese momento la vida de Naruto Valia tragarse todo su orgullo y su pena.
- ¡rápido! Se esta muriendo Sasuke te necesita. -Tsunade estaba aplicando chakra a diestra y siniestra tratando de sellar las heridas, menguar la sangre y pidiendo un milagro. El zorro le había explicado a través de Naruto lo que pasaría, pero joder estaban en el 7 mes de embarazo esto no debería estar pasando ahora el bebe estaba adelantado por dos meses.
Uno de los clones del pequeño zorro estaba empujando al Uchiha directo hacia el rubio, por lo cual al final quedo de rodillas frente a él cuerpo, los otros dos le dieron espacio sin dejar de hacer su trabajo, Kurama tomo la mano del Uchiha y dejo correr su sangre en el sello por medio de un corte limpio.
-Ahora. -apretó la mano pálida y dejo correr el rio de sangre directo al enlace de chakra. - concentra chakra y tira. ¡hazlo maldita sea! ¿Oh quieres que ambos mueran?
Por instinto más que por obedecer Sasuke dejo fluir su chakra el cual se conecto como una cuerda directa al sello que se abrió como una flor dejando ver dentro por sin el pequeño cuerpo del niño envuelto en líquido amniótico, placenta, sangre y piel.
Manoteaba poco a poco, y se removía en su pequeño cuerpo tan frágil a la vista, con un par de cabellitos azabaches y los ojos cerrados, no lloraba sino se removía queriendo salir queriendo conocer el mundo al que llego.
Tsunade no se dio tiempo de apreciarlo enseguida actuó sacando al infante y dejándolo en brazos del Uchiha después de envolverlo en la frazada limpia que le dio el clon de Kurama, confiando en este para que lo evaluara no perdió tiempo la prioridad era el rubio.
-Kurama rápido llévate al Uchiha, y al bebe para ponerlo en condiciones, Esto no ha acabado Naruto tiene el pulso muy bajo. Mi niño, mi niño se está muriendo. - las lágrimas deberían de fluir por sus cachetes, pero tenía más por dar, así que, incrementando el chakra, empezó a limpiar el cuerpo por dentro y deshacerse de la placenta.
Sasuke estaba en shock, y solo se dejo guiar mientras cargaba al pequeño entre sus brazos, no podía sacar la vista de él, parecía un sueño irreal y él había visto muchas cosas fuera de lo común, pero esto se llevaba las palmas.
Naruto había dado a luz, sus entrañas se habían abierto para rebelar al bebe inocente y pequeño a pesar de ser hombre, no parecía que le faltara algo incluso el clon de Kurama se veía muy tranquilo mientras lo tocaba y dejaba fluir su chakra por él evaluándolo.
-es todo un Uzumaki.
La afirmación no hizo más que lograr que los parpados del pequeño se abrieran revelando los ojos negros tan parecidos a los del adulto que lo tenía en brazos, pero al contrario de parecer feliz rompió en llanto presagiando lo peor.
Tsunade toco el hombro del Uchiha haciéndolo desviar la vista, tratando de que se concentrara en su alrededor, estaba bañada de sangre y había lágrimas en sus ojos.
Sasuke volteo atrás, hacia donde dejo a Naruto, ¿cuánto tiempo estuvo perdido en el infante?, ¿cuánto tiempo paso? ¿y Naruto?, ¿cómo estaba el rubio?
-El murió Sasuke. Naruto ya… -se le quebró la voz. - él ya no está con nosotros.
El Uchiha parpadeo una, dos y tres veces, el llanto del bebe se borro de su oído, todo le dio vueltas, entrego en automático el bebe a Tsunade y avanzo lentamente hacia Naruto, su vista se oscureció recordó cuando encontró a su familia bañada en sangre, sus padres asesinados por que el no lo protegió, se repetía la historia con Naruto.
El no estaba hay con él, se negó a creer en sus palabras, en sus advertencias, llego tarde.
De nuevo.
El rubio estaba aun bañado en Sangre, su estómago presentaba una sutura con chakra, sus ropas de la parte de arriba estaban echas girones y sus partes íntimas bañadas en sangre y fluidos, Kurama sostenía su mano y no dejaba de darle chakra, no se rendía. A lo obvio.
Ese cuerpo ya estaba frío, Sasuke lo sintió al tocarlo, lo sintió cuando no encontró su corazón latiendo al posar su palma en el pecho, su piel estaba tan morada como si hubiera muerto de hipotermia y estuviera congelada.
De repente el chakra de Kurama aumento ya no había clones en la habitación y podía sentir muy bien que los que rodeaban la casa haciendo una barrera de protección para que nadie notara lo que paso hay se había desvanecido también.
Todo el chakra concentrado en un solo punto, ignorando al Uchiha, sus lagrimas todo alrededor concentrado en traer de vuelta al rubio a ese ser lleno de luz que lo saco de la oscuridad.
-¡Kurama! – La voz de Tsunade rompió él ambiente, el grito de la mujer era agónico. - Él bebe no respira…
Ella estaba hay con el infante, y sabía que solo podía salvar a uno a la vez, sus verdaderos ojos rojos y no azules como su nuevo cuerpo se los había otorgado, se abrieron y se concentraron en él bebe.
-Ponlo encima del pecho de Naruto. - su voz distorsionada de demonio grave y pesada con la densidad en ella generada por el aumento de chakra.
Ella no tardo en hacer lo que decía parecía que Kurama era el único que podía hacer algo en esas circunstancias, no por que ella no luchara, si no que era demasiado los años y la edad le habían quitado muchos de sus dones y su chakra, aunque fuerte no se comparaba con él de un demonio como Kurama que había vivido más vidas de las que se pensaría.
-Uchiha.
Los ojos negros de este lo voltearon a ver, estaban vacíos resinados con la impotencia bailando en ellos.
-Solo puedo salvar a uno.
Esas palabras calaron en los presentes, la tensión creciendo un poco más la esperanza muriendo.
-Solo uno Uchiha. -tomo aire y miro el cuerpecito del infante recién nacido. - Él bebe es mi prioridad. - lo era Naruto no se lo perdonaría de no ser así, lo sentía a través del vínculo que aún le permitía saber que luchaba por su vida.
Eso dolió más Naruto ya estaba muerto, y él bebe se veía tan quieto, lo tubo en sus brazos hace nada, lo cautivo solo verlo y ya no lo haría, se marcharía de este mundo en busca de su papi.
-Pero…
Oh si un, pero, él no era humano él había vivido y visto muchas cosas, él sabía demasiadas cosas y jutsu.
-Pero tu puedes salvar a Naruto. Si unes tu vida con la de él ambos estarán conectados ninguno morirá si él otro no lo hace. Pero si uno muere…
-Hazlo. -sin vacilar sin pensar, su corazón decidió sin más.
-Eso creí.
Kurama no perdió el tiempo en explicar que el pequeño se uniría a él, no perdió el tiempo en explicar las consecuencias de jutsu, el solo actuó y así como la sangre del Uchiha fluyo para que el bebe naciera, ahora fluyo para que Naruto pudiera vivir, y él también convino su sangre con el pequeño bebe, también se dejo ir en ese enlace, sintió el cambio en su anatomía él como tomaba la figura de un bebe, la contorción de sus moléculas mutando, el como le pasaba lo mismo al Uchiha y a los Uzumaki, todos, en pareja Nasuke con él, Sasuke y Naruto, se estaban sincronizando para volverse uno, un ser con un mismo corazón latiendo por ambos.
Tsunade solo observo a los ahora, bebes en par y a los adolescentes, que ahora eran padres rodeados aun por el poderoso chakra del demonio, cambiando a sus ojos, inconscientes, pero vivos.
Sin perder tiempo reviso a todos no entendía bien lo que paso, pero eso era lo de menos todos estaban a salvo y todo había pasado muy rápido, ya habría tiempo para las explicaciones.
Tenía que actuar porque no tardarían en ir a averiguar lo que paso en esa casa y con ese despliegue de chakra puro que Kurama utilizo para él jutsu, ella era una profesional y actuó como tal borrando huellas y pensando en la cuartada que meses antes habían ideado con el rubio.
Nadie tenia que saber del milagro que acabada de pasar.
--------------
Kurama se sentía volando en una burbuja atrapado en el limbo, cuando fue despertado por un pequeño Nasuke.
-Kura chan te quedaste dormido en el sofá, es hora de cenar.
-oh enseguida bajo. – se estiro y trato de despejar su mente acaba de soñar con el nacimiento de Nasuke y como cada vez que lo recordaba su cuerpo estaba frio y lívido.
-no tardes. Esta vez cocinamos Sarada y yo; así que la comida esta más pasable que la que hace Sakura. - dijo el ultimo nombre con desagrado.
Kurama asintió en todo él día había tratado de darle espacio al pequeño para que conviviera con su hermanastra sin su presencia al ver que poco a poco se empezaban a llevar bien y tratar. Pero esto le resultaba muy difícil, más por su lazo por el pequeño y su lado animal que deseaba marcar territorio a todas horas, por lo que dormir se convirtió en su manera de manejar la ansiedad.
-Apúrate. - insistía el azabache mientras lo llevaba al baño para que se aseara antes de bajar al ver sus movimientos perezosos.
-mm mírate pareces toda una esposa. - se burló ocasionando un sonrojo.
-Baka. - le azoto la puerta del baño en la cara y se recargo en esta ese Kurama, no podía molestarlo con otra cosa, total el no pensaba ser menos que el zorro astuto y si tenia que poner el trasero en un futuro no sería el único.