Dos semanas pasaron de ese día, dos semanas de tristeza y dolor, observando como Akihiko y Ritsu se daban muestras de cariño en frente a mí. Por suerte aun no eran novios porque sinceramente todavía no estoy preparado para ese golpe que pronto sucedería.
En fin, los días que tenia libres me la pase haciendo tarea por culpa de Takano quien se había vuelto oficialmente mi compañero de banco. A veces era insoportable pero era lindo tener buenas notas de vez en cuando.
Comencé a conocerlo y me di cuenta de que tenia su gracia: era atento, un buen confidente y un gran coleccionista de libros, además de buen estudiante y un completo fastidioso en cuanto a los trabajos.
Ahora me encontraba en una video llamada con el azabache quien tenia una cara de pocos amigos debido a que el tema que habíamos elegido era muy complejo y por lo tanto yo no lo entendía.
-Misaki, te lo explique miles de veces, ¿Cómo puede ser que aun no lo entiendas?- su tono de voz se notaba cansado y sus ojos podían penetrarme el alma.
-lo siento Masamune, es que soy de aprendizaje lento- en realidad yo era muy bueno antes de enamorarme como idiota y dejar que Akihiko invadiera cada uno de mis pensamientos. Ahora que ya no lo tengo solo puedo fracasar debido a que tanto mi mente como mi corazón se encuentran tristes.
-pues concéntrate porque no te volveré a explicar- podría jurar que daba más miedo que kamijou sensei, sentí que de verdad me mataría.
Luego de esa estresante tarde de estudio decidí salir de casa e ir a una fiesta que organizaba mi amigo Kisa, la cual era en un descampado y me llamaba la atención ir porque jamás había estado en uno.
Me coloque mi chaqueta de Jean, unos pantalones rotos y Salí, debía cambiar mi estilo ya que me había decidido a seguir con mi vida.
Al llegar vi mucha gente bailando, besándose o tomando alcohol en grandes cantidades. Al mirar mas lejos divise a mi pequeño amigo bailando sin parar con un grupo de chicos que lo aplaudían y lo deseaban con la mirada.
-¡Misaki! Que sorpresa- al darme vuelta me tope con Yukina quien se encontraba bebiendo un trago de algo desconocido y tenia a su petulante novia colgada del brazo.
-Amor, me aburro. Mi primo no sabe organizar fiestas. Quiero ir a un lugar mas…intimo- Hikari no tenia problema en decir todo lo que pensaba, sin embargo todos éramos conscientes de que su relación se iba desmoronando poco a poco.
-Quiero divertirme. Luego podremos estar a solas- respondió molesto Kou.
-pues, haz lo que quieras- dijo molesta yéndose del lugar, no sin antes tirarle todo el contenido de su bebida a mi compañero.
-como que no va muy bien tu relación- dije entre risas mientras Yukina ponía cara de indignación.
- lo se. Ambos sabemos que ninguno esta enamorado del otro- respondió, cosa que me dio algo de tristeza.
- oye, aquí tengo otra camisa, te vas a resfriar. Perdona a mi prima, es algo insoportable- nunca vi una conexión tan única como la que tuvieron en ese momento Yukina y Kisa. Esos dos parece que se devorarían mutuamente.
-Pero ¿que tenemos aquí? Una linda florecilla- el mas bajo se sonrojo de sobremanera y se quedo charlando con Kou mientras yo lentamente me alejaba de allí.
De verdad quería disfrutar la fiesta, pero ese maldito conejo siempre volvía a mi mente, recordandome que yo no era quien estaba con el, sino el estupido del castaño.
Sin pensarlo dos veces tome el contenido de un vaso, sin saber que la bebida estaba algo alterada por lo que sin pensarlo seguí el ritmo de la música toda la noche.
En un momento sentí que estaba a punto de desmayarme ya que había consumido mas alcohol de lo que mi pequeño cuerpo podía tolerar pero al momento de caer jamás sentí el suelo, era una sensación extraña.
Cuando desperté sentí que mi cabeza estaba a punto de estallar, mi cuerpo me dolía demasiado, mis ojos se negaban a abrirse completamente y mis oídos seguían zumbando debido a que la música se encontraba muy alta.
Cuando por fin reaccione me di cuenta de que esta no era mi habitación, no eran mis cosas sino que era una habitación que conocía a la perfección.
-¿Qué hago aquí?- pregunte con total molestia al individuo que se encontraba frente a mí. ¿Por qué ahora? Todavía no estoy listo para enfrentarte
-te traje porque estabas demasiado ebrio como para ir a tu casa o seguir en la fiesta- sus hermosos ojos violeta me miraban con reproche mientras yo me sentía muy pequeño.
-no te hubieras molestado. Me iré enseguida- antes de levantarme de la cama el me jalo del brazo y me abrazo fuertemente. Sentía que podía llorar y lo hice, llore como nunca lo había echo, era imposible no mostrarme vulnerable.
-perdóname pequeño, perdóname. Fui demasiado cruel contigo, no merezco que me perdones, no lo merezco. Juro que quise acercarme antes pero mi cobardía me lo impedía- seguí abrazándolo, acomodándome en sus brazos calidos, porque aunque me lastime, allí pertenecía.
-quiero que sigamos siendo amigos, por favor, no tolero no tenerte- esas palabras terminaron de romper todas mis ilusiones, pero lo aceptaría por el echo de que no quiero permanecer distanciado de el.
-esta bien. Ahora cuéntame todo- siguiendo abrazados el me contó todo sobre su relación con Ritsu, al parecer el castaño seguía locamente enamorado de Takano.
-ya no se que hacer Misaki, Takano siempre esta primero que yo. Quiero ser su novio pero no podré lograrlo si el rarito sigue en su corazón- creo que a Akihiko le llego el karma de todo lo que sentí cuando el se encontraba buscando a Onodera por todos los rincones.
-dale tiempo, seguro se le pasara- dije en tono bajo mientras disfrutaba el aroma de usagi.
-no quiero esperar Misaki, no lo deseo- sin mas me abrazo mas fuerte y unas cuantas lagrimas cayeron, maldición, lo único que quiero y deseo es que el sea feliz.
-tengo un plan, pero no puedo decírtelo- sonreí cuando el me miro confundido y me dio un beso en la frente.
-te extrañe mucho- susurro para el mismo.
Luego de haber desayunado me dirigí a la heladería de mi amigo quien tenia demasiadas ojeras pero una hermosa sonrisa en el rostro.
-¿paso algo bueno?- dije mientras el no paraba de sonreír.
-mas que bueno. Tuve un encuentro muy fogoso con Yukina. Lo desee desde que mi prima me contó de el y no me arrepiento ya que ella es insoportable- no podía creerlo, nunca imaginaria que a Yukina le gustaran los hombres.
-felicidades amigo- sonreí mientras el me interrogaba seriamente.
-ayer vi que Akihiko te llevo a su casa. ¿Paso algo interesante?- comento con una sonrisa pervertida mientras yo me sonrojaba.
-no. Solamente volvimos a ser amigos- su cara de indignación se podía ver desde muy lejos.
-amigo, solo te vas a herir mas- lo se, mi cerebro me lo advirtió miles de veces, pero decidí escuchar a mi corazón.
-podré superarlo algún día- sin mas pedí un helado y me senté a esperar a Masamune.
-ya llegue- cuando lo vi no pude creer que era el, cabello arreglado, no tenia lentes, su ropa era totalmente informal y sus ojos eran muy hipnotizantes.
-¿para que querías hablar conmigo en persona?- respondió serio como siempre.
-necesito que me ayudes con un plan que tengo en mente- luego de que tomara asiento me dispuse a explicar mi emboscada para que Ritsu se fijara en mi mejor amigo.
-entonces ¿quieres que finjamos ser novios para que Ritsu me deje de molestar y así Akihiko pueda estar el? ¿Ese es tu plan? Pense que estabas enamorado de Usami- lo se, todo el mundo creía que estaba loco y es muy cierto, estoy loco de amor por el peliplata, tanto que puedo renunciar a el por su felicidad.
-solo dime si aceptas, no me cuestiones- dije agachando la cabeza ya que de seguro se negaría.
-esta bien. Ya estoy harto de Onodera. – sin mas nos dimos las manos y el atrevido azabache me dio un tierno beso en la mejilla. Creo que lo juzgue antes de tiempo.
-nos vemos Misa Chan- sin mas se fue dejándome una sonrisa en el rostro, mañana era el comienzo de una nueva etapa.