Pov Misaki:
Recuerdo que era un día soleado, las aves cantaban, los niños de mi edad jugaban en los juegos del parque y yo solamente me quedaba al lado de mi hermano comiendo mi habitual helado de chocolate que tanto me gustaba.
Amaba estos días, cuando Takahiro tenía tiempo para mí y me sacaba al parque para respirar aire puro y mirar los grandes árboles que lo rodeaban.
¿Por qué recuerdo tan bien ese día? Ah si, porque fue cuando lo conocí.
Me encontraba aburrido ya que había terminado mi helado y mi hermano se encontraba leyendo cosas de su universidad por lo que decidí escabullirme silenciosamente e ir a recorrer la gran laguna que se hallaba en el medio de este lugar.
Corrí y corrí disfrutando de la brisa hasta que no me di cuenta de que había un tronco y tropecé.
Instantáneamente me puse a llorar y como estaba lejos de mi hermano el no podía oírme por lo que no tenia a nadie para que me curara la herida.
-oye, interrumpes mi lectura- dijo un niño de mi misma edad el cual tenia unos grandes ojos violeta y un cabello plateado como la luna.
-lo siento- dije apenado mientras intentaba levantarme pero como me había lastimado la rodilla se me dificultaba.
-sube- ordeno mientras se agachaba para cargarme en su gran espalda y yo sin dudarlo me aferre a ese cuerpo, del cual nunca pude predecir que seria esclavo.
Caminamos por ese gran lugar mientras yo sentía que mi corazón latía a miles de kilómetros por hora y algo me decía que desde ese momento seriamos inseparables.
-¡Misaki! Me preocupe. Muchas gracias por traerlo. ¿Cómo te llamas?- dijo mi hermano quien me abrazo fuerte a la vez que yo me avergonzaba porque el niño extraño presenciaba todo eso, además de que hacia muchas preguntas.
- no se preocupe. Me llamo Akihiko Usami y siempre paseo en este parque desde que me mude- contesto serenamente mientras me veía y yo me sonrojaba levemente.
Desde allí descubrí que nuestras casas quedaban cerca solo que el vivía en una gran mansión mientras yo solo habitaba una casa promedio aunque esta era muy acogedora.
-¡tu jardín es inmenso!- dije sorprendido y el solo reía de mi ingenuidad.
-lo se. Es muy grande para que juegue yo solo así que cada vez que vengas lo recorreremos todo- simplemente sonreí y accedí a verlo casi todos los días a quien se convertiría en mi mejor amigo y mi gran amor.
Cuando fue mi cumpleaños numero 15 y el me regalo un inmenso peluche y me abrazo protectoramente me di cuenta de que lo que sentía por el no era amistad. Me asuste, ya que ninguna chica en todo ese tiempo había llamado mi atención, pero tampoco lo necesitaba teniendo al peliplata a mi lado.
-oye, comencé a salir con Aikawa. No se si saldremos por mucho tiempo, pero vale la pena intentarlo- los celos eran los peores consejeros y allí estaban presentes, consumiéndome, queriéndome hacer explotar.
- de seguro duraran. Hacen linda pareja- en realidad lo que quería decir era que se alejara, que yo era la mejor opción pero claro, eso seria algo que nunca diría.
-gracias Misaki-otro abrazo, otro beso en la frente, a pesar de todo estaba feliz porque e permanecer con la persona que amas es el privilegio de ser amigo.
- agg odio ser nuevo, no entiendo nada de esta materia- los reclamos del chico nuevo iban a volverme loco, sabia que a mi no me caía bien pero seguía aprovechándose del idiota de Usami que le daba todo aunque todavía no entendía el porque
-yo puedo explicarte, no es tan complicado si lo vez de otra forma- me daban nauseas la forma en que lo trataba.
-Ritsu ¿Por qué no te vas a otra parte? Tenemos mucha tarea por hacer- sin mas arrastre al peliplata a otro lado y le hable muy seriamente.
-¿no ves que te esta utilizando? ¡Abre los ojos! –mi furia se podía notar, no iba a seguir permitiendo que el se aprovechara de lo mas valioso que tengo.
-Misaki ¿Qué diablos te ocurre? Desde que llego Ritsu actúas de forma extraña. Se defenderme solo- creo que fue la primera vez que discutimos, no miento, siempre nos entendíamos y éramos los mas unidos pero sabia que todo cambiaria desde la llegada de Ritsu.
-nada que entiendas- sin decir ni una palabra mas me aleje de allí y al terminar las clases fui directo a mi casa.
Pase horas en mi cuarto pensando en todos los momentos que vivimos, ya no podía seguir así, mi corazón dolía y demasiado.
Quería dormir pero los ojos no se me cerraban hasta que sentí un ruido extraño en mi ventana y al ver bien era Akihiko quien estaba allí.
-¡usagi san! ¿Quieres matarme de un infarto?-respondí asustado mientras el tenia la cabeza gacha y se acercaba a mi
-lo siento Misaki, no volvamos a discutir. Me hace mal- sin previo aviso me abrazo y me envolvió en mi cama mientras se quedaba dormido.
Maldito Akihiko vas a volverme loco. Jamás podré dejar de amarte si tienes estos gestos tan hermosos conmigo.
-quedas perdonado- le respondí mientras acariciaba sus cabellos plateados.
-quiero confesarte algo- susurro mientras tomaba mi mano. Fue tan calido ese toque, tan amoroso que incluso parecíamos dos locos enamorados.
-dime- respondí mirándolo a los ojos.
-me gusta alguien- contesto sin dudar mientras yo sospechaba de quien se trataba.
- ¿Samantha? Seguro aceptara salir contigo- respondí acostumbrado a las veces que el me confesaba que le gustaba alguien.
-no, esta vez no es una chica. Es el chico más hermoso de todos. Creo que estoy enamorado de verdad- mi corazón se acelero y el tiempo se detuvo ante mi. ¿Seria yo? ¿Seria la persona que le gustaba a mi mejor amigo? Si fuera así no podría caber en mi pecho tanta felicidad.
-dime quien es. Jamás te juzgaría- respondí ansioso de saber su respuesta.
-pues…es Ritsu- allí fue cuando supe el por que de su comportamiento tan amable con Onodera.
-ve por el. Seguro te corresponderá. Ahora déjame dormir- tuve que sonar indiferente porque si no me quebraría en mil pedazos. Ahora se lo que se siente tener un amor no correspondido.
-buenas noches mejor amigo- sin mas el se durmió y no pudo ver las finas lagrimas de mi rostro pero, ¿que mas podía hacer? Mientras el fuera feliz, yo seria feliz.
“ buenas noches amor” pensé mientras mis ojos se cerraban lentamente.