Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

THE TALE THAT WASN´T RIGHT por karcris

[Reviews - 61]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

El día de actualización llegó!!! No tengo idea de cómo se escribió el capítulo, solo sé que se escribió solo prácticamente...creo que sirve de mucho no decir cuándo voy a actualizar. Medisculpo por el capítulo anterior, me dejó el sabor a "corto". Disfruten!!

"La venganza no es sinónimo de odio, sino de reparación; por eso no es lo mismo que la represalia. Cualquiera que piense que la venganza es rencor y mezquindad, no ha hecho bien sus deberes"
                               Gonzalo Ugidos- Grandes venganzas de la historia

Sin dudas era un hombre hermoso. Su piel era más clara que la mía, su rostro fino pero no andrógino como el de mi Yuki. La mandíbula de Yuki se asemejaba a un diamante. Ryo era más masculino, de nariz recta y ojos color hielo  entre pestañas negras y cejas perfectamente definidas. Su cabello algo largo, caía en un par de picos en su rostro y nuca. Tenía un agregado de cabello largo en una coleta. Por supuesto, estaba siendo preparado para su papel de señor de la guerra feudal.
Me di cuenta en ese instante del murmullo alrededor mío, algunos miembros del staff me miraban y cuando giré a verlo vi que él también, tenía su mirada de hielo encima de mí. Quise aparentar confianza, pero mis piernas temblaron por ser descubierto. Solo atiné a sonreírle y asentir, pidiéndole permiso para acercarme y él accedió con otro asentimiento. Entonces lo saludé y me devolvió el saludo, preguntó si había tenido inconvenientes para llegar allí. Ahh ,pensé, en que voz era tan profunda, me hizo tambalear hasta en mis propios fundamentos cuando dijo mi nombre.
Resultó ser un hombre agradable, que sonreía bastante seguido, eso me impulsó a entrar en un terreno de confianza, no me di cuenta al comienzo que era solo cortesía. Tenía que cambiar ese detalle.
 Me acerqué a verlo desde la pequeña pantalla que tenía el director, todos fueron amables conmigo, incluso varias personas me pidieron autógrafos. El mánager de Ryo permaneció a mi lado y se tomó el tiempo de explicarme cosas del ambiente. Les pedí si podría ir a ver las grabaciones en otra ocasión y por supuesto que estuvieron encantados, aunque al director no lo convenció mucho que el personal se distrajera con mi presencia.
Así fue como ocasionalmente ví el trabajo de aquél hombre tan talentoso oculto en una esquina. Era más que cuidadoso en no cruzar mi camino con el de Yuki, tenía terror de cruzármelo por eso me acercaba cuando el personal necesario para trabajar ya se encontrara en el set de grabación o en la hora del almuerzo, sabía que Yuki nunca aceptaría ser acosado con preguntas mientras disfrutaba de su hora de descanso.  Pero Ryo no había mentido cuando dijo que no estaba casi nunca.
No pude evitar pensar en que Ryo parecía no sentir nada de rencor por Yuki, hablaba como si se refiriera a cualquier persona del set ¿Sería que su trato no era para nada cercano? ¿Cómo conoció a la esposa de Ryo? ¿Qué llevó a Yuki a hacer lo que hizo? A diferencia de Yuki, Ryo era una persona más accesible aunque fuera en la superficie, imponía una presencia de una persona justa, no era una persona a toma en broma.
En donde Yuki daba la impresión de ser un amargado, Ryo era amable. En donde Yuki daba la impresión de ser frívolo, Ryo daba la impresión de ser correcto.
Siempre pensé que Yuki y su hermano Thatsuha eran parecidos pero en apariencia opuestos. Pero tengo que reconocer que la antítesis en personalidad era Ryo.
-¿Podría ser que Yuki sienta envidia de Ryo y por eso compite con él? Que infantil...no puede ser.
Pero cada vez que lo veo, cada vez que veo cómo la gente lo rodea me convenzo más que Yuki pudo haber visto a este hombre como una competencia a su masculinidad. Tal vez no soportaba ver una pareja joven que declarara amor porque Yuki no creía en el amor.
¿Podría ser que Yuki solo quiso meterse entre ellos para demostrar que era más que Ryo? ¿Era así? Luego de varias charlas y escuchar sobre su esposa en ocasiones solo podía determinar que eran una pareja normal, demasiado normal para mi gusto. Y algo que yo había aprendido es que "Nadie es normal", al menos en unos recién casados que llevan dos años de relación. Sabía que era cuestión de tiempo hasta que encontrara la grieta.
-¿Dónde estuviste?
-¿Mmm? Ah, estuve con Bad Luck yendo a ver a bandas.
-¿En mitad semana?
- En realidad fueron recitales pero mirábamos a los soportes ¿Quieres que sirva el postre?
Yuki me miró serio, tal vez porque me notaba extraño estos días. Estábamos tranquilos, yo no estaba celándolo todo el día. Noté que siguió mirándome a pesar que yo ya no lo hacía, conocía bien esa mirada que te dice que esa noche te va a desgarrar el alma pero yo sentía que no podía hacerlo porque me iba a descubrir. No puedo controlar mis sentimientos cuando estoy con él. Aguanté todo lo que pude sin mirarlo antes de que el se rindiera y fingiera que esa mirada nunca estuvo en sus ojos.
Aprieto el lugar donde está mi corazón y pido por favor que deje de latir tan rápido, que mi cuerpo deje de desearlo tan mal...soy un desastre andante.
-¿Qué te pasa? -Me pregunta Hiro y solo decirle que nada, me pregunta si hay algún tipo de problema con Yuki y no quiso desistir de que seguramente había un problema allí.
-Ésta vez te creeré pero la próxima no lo dejaré pasar. ¡Ah! ¿Recuerdas el pub heaven&hell Rock?
-¿Al que fuímos la última vez?
-Sí, ese. Recibí el llamado del dueño quiere que vayamos a ver a una banda, dice que son muy buenos. Lograron llenar el lugar varias noches.
Yo me sentía cansado, la verdad, pero el pensar en que alguien más se está esforzando porque otras personas los noten, yendo con la corriente y que la oportunidad se pierda porque yo "Me siento cansado" no parece razón suficiente. Así que respiré profundo, me estiré e hice frente a un día como un idol completo.
Lo único destacable de la semana fue cuando una banda que hasta ese momento no conocía apareció en el escenario de Heaven&hell rock. Era una banda de seis personas que se encontraban en el escenario, la chica que estaba frente al micrófono se la notaba nerviosa, mejor dicho abrumada por la cantidad de personas que habían en el lugar. Me recordó a la adrenalina que suelo sentir antes de salir al escenario.
Habló con una voz suave, que no temblaba pero al reirse se notaba el nerviosismo que la delataba. Llevaba el cabello en unos colores de arcoiris azules, blancos y violetas. Sus ojos entre marrones oscuros, cara aniñada y nariz pequeñita. Destacaba sin dudas, era muy bonita. No pude evitar pensar que era mi tipo ideal si me gustaran las mujeres...tenía curvas, algo raro en una chica japonesa pero pensé que era muy atractiva en detalle y lo hacía, destacaba.
Miré entre la gente que la acompañaba, todas eran chicas, algunas vestidas como lolitas y otras totalmente de negro pero no por eso menos extravagantes.
Miré a Hiro, quién me devolvió un gesto como que tampoco sabía de qué venía todo esto. La apariencia era llamativa pero no original, la industria japonesa está llena de Visual Kei y de j-rock. De verdad rogaba porque esta banda no fuera una más de esas. Tenía expectativas de que fuera justificada la presencia de tanto público.
Comenzó con un coro de tres integrantes, seguido de una intro en el que se destacó la batería. Ella comenzó a cantar con una voz desgarrada pero no hablaba de amor, hablaba del mundo, de la gente que espera a ser salvada por una profecía, engañados por lobos con piel de cordero y políticos corruptos. Finalmente una rebelión, en la que todos terminaron levantando sus puños y gritando mientras la música sonaba al sonido de una batalla. Fue algo violento que te golpeaba en la cara, no hacía falta que esa chica gruñera mientras cantaba. Solo necesitaba expresar el sentimiento de que alguien busca algo más.
Cuando terminó la canción pensé que no habría nada más con que nos sorprendiera. Era una banda que hablaba de política. Pero su siguiente canción habló sobre algo más filosófico, buena canción pero supe de inmediato que era muy profunda para que alguien entendiera el significado, la gente la cantó, era pegadiza. No estoy seguro de haberla entendido, pero tengo que admitir que el nivel musical era otro. Complejo, muy acertado con la temática.
Cuando terminó el set de canciones todos nos quedamos con ganas de más. Era el sombrero de un mago, cada canción era única. Política, filosofía, naturaleza, religión...a pesar de ello lo aceptaban como si fuera la mejor canción de amor. Digo amor porque es un sentimiento que es conocido, nadie estuvo en una guerra sin embargo lo gritaban como si estuvieran ahí.
Salí del lugar con cierto desconcierto, noté que Hiro había grabado el recital en su celular y lo miraba moviendo sus dedos a velocidad extrema.
-Shindou-san ¿Qué te pareció?- Mientras Suguro me miraba con cierta expectativa en mi respuesta, era extraño ver esa emoción en sus ojos.
-No estoy seguro de lo que siento. Tocan muy bien, extremadamente bien pero no estoy seguro de lo que me hicieron sentir. Es decir, siempre me insistieron con transmitir lo que siento y allí solo me confudieron.
-Bueno pero míralo de esta forma, si tuvieras que decir que fue un buen o mal concierto ¿Qué dirías?
-Que ciertamente me encantó.
Y no mentía,había estado sumido en la música hasta el final sin aburrirme y la presentación fue bastante prolija. Quería volver a verlas algunas veces más antes de contactarlos.
Seguí con mi plan de meterme por la fuerza en la vida de Ryo. Poco a poco en su círculo, mezclándome con los suyos. Buscando cada oportunidad para estar cerca de él como su fan, por supuesto que era desconfiado de mi actitud pero dejaba pasar aquello y seguía insistiendo que viera la parte sin malas intenciones.
 Buscando un acercamiento, aunque fuera a través de un coqueteo ocasional.
Él los ignoraba, yo no sabía si lo hacía de forma intencional o simplemente lo obviaba. Yo soy el "Marica declarado por televisión Nacional", él es un tipo recto con una reputación casi perfecta aunque un poco distante.
Fui aprendiendo que su forma amable y caballerosa de tratar a los compañeros de trabajo era simplemente por respeto. Si todos se llevan bien, van con el mismo objetivo a que todo salga perfecto. Era un perfeccionista nato...y un manipulador de primera.
Aprendí hace tiempo a reconocer ese tipo de persona ¡Vamos! Trabajo con Thuoma Seguchi ¿Cómo no sospechar de cada persona que sonríe cuando apenas te conoce? Verlo de esa forma me hace sospechar que sabe algo acerca de la relación de Kumiko con Yuki. Con el tiempo la sospecha desapareció, él nunca hizo mención a ello pero no por eso lo subestimé. Hizo referencias a su esposa lo cual hacía que yo me pusiera tenso, porque hablaba de ella como yo cuando estaba completamente ciego por Yuki.
Podría parecer raro que hablara de ella de la nada pero entendí rápidamente que no era indiferente a mis coqueteos y al parecer creyó que nombrarla levantaría una barrera entre ambos...por supuesto, eso nunca me detendría, pero le daría una tregua por el momento. No quería que me alejara.
No me caía bien los comentarios de esa mujer, solo escuchar que la nombraba hacía que mi estómago se estrujara. Lo decía, pero sus ojos no sonreían como lo hacían sus labios. Me reconocí en él. En esa esperanza ciega de que todo está bien, se convence en que ella lo ama, intenta creer que los defectos son pasajeros. Frente a mí su imagen casi se santificó, me preguntaba por qué una persona como él tenía que pasar por esto.
Con el tiempo la cercanía se fue haciendo más íntima gracias a mi actitud despreocupada, que hacía que tocara temas personales sin darles demasiada importancia. Aunque era más seguido que nos habláramos por celular.
No sé si fue lo correcto centrarme tanto en él, soy completamente consciente que estoy dejando un camino libre a Yuki para hacer lo que quisiera pero cada vez que veía algo sospechoso, yo fantaseaba con el resultado de lo que estaba haciendo. Decía que salía a trabajar pero ahora no me cabía ninguna duda que la mayoría de sus salidas no eran para ir al estudio de grabación o la editorial, eso me hacía enfurecer.
Cuando me enfurezco, tiemblo...me pongo rojo y los ojos se inyectan en sangre. Tengo que admitir que en esos momentos no pienso bien.
Fue uno de esos días que vislumbré la grieta. Me junté a almorzar con Ryo pero con mi cabeza en Yuki que había salido a trabajar pero que no apareció en el estudio, tal como lo había esperado cuando vi a su deportivo rojo salir para el lado contrario de la productora.
Noté en principio mi silencio y lo miré para ver si me había descubierto pero noté su mismo extraño comportamiento. Pregunté qué pasaba. Dudó bastante en contarme, me dijo que sospechaba que su esposa lo engañaba.
Permanecí en silencio unos segundos más de la cuenta, simplemente sentí culpa, no sabía si decirle que mi amante era el de ella o hacer de cuenta que no sabía nada. Pero yo sabía mejor que nadie que él se enojaría si dejaba pasar el tiempo y luego se enteraba de todo.
Mientras tanto él me contaba lo mucho que había hecho por ella. Lo mucho que la amaba, que había hecho tanto por ignorar lo que le advertían y si lo hubieran conocido, les aseguro que también le hubieran creído, porque era un hombre que tenía muchos valores que venían de su familia.
Él me había contado que dejó su pueblo pequeño para triunfar en la ciudad, aquí él estaba solo con su mánager. Su familia se negó a dejar los campos de viñedo, aunque les iba muy bien no quisieron dejar aquél lugar. Al contrario de lo que todos creían, él soñaba con una familia como en la que había sido criado él. Sus abuelos se habían conocido a los trece años y llevaban juntos desde hace más de sesenta años.
Ese hombre no lloró pero sus ojos lo querían, estaban irritados.
Tengo que admitir que dudé demasiado en lo que debía hacer pero finalmente opté por hablar, aún sabiendo que luego él me odiaría. Llevábamos una amistad de casi diez meses, me sentía demasiado mal por engañarlo así, suficiente debía tener con su mujer.
Tengo algo que decirte, dije, sin mirarlo directamente. Él se detuvo en su autocompasión y me miró desconcertado. Le dije que sabía quién era la persona que estaba con ella y le dije que era mi novio. Las palabras tardaron en caer en su cabeza, primero balbuceó un qué y preguntó por qué estaba tan seguro. Opté nuevamente por la verdad, solo guardándome el detalle del por qué me había acercado a él. Me dijo "Así que esa fue la razón por la que me buscaste ¿Qué pretendías que sucediera?", hasta ese momento yo jamás había conocido más que su amabilidad, ahora era un hombre herido y traicionado por aquel que había comenzado a considerar más que un conocido.
Comenzó a gritarme delante de todos, diciéndome que había confiado en mí. Que me había contado miles de veces muchas cosas de su relación y que yo no había sido ni un poco compasivo con él. Maldijo a Yuki miles de veces, dijo que iba a matarlo y su esposa también. Por último gritó que debería golpearme a mí también por traidor. Las dependientas del restaurant en dónde estábamos llamaron al jefe que intentaba en vano sacarnos del lugar y que él no se me abalanzara encima. Cuando por fin se calmó, salió primero por la puerta. Yo salí en su búsqueda luego de pagar lo que habíamos consumido.
Lo llamé y lo seguí unos pasos por detrás. Era increíble ver su espalda encorvada y sus manos en los bolsillos. Caminamos una media hora hasta llegar a una plaza donde se detuvo en un pequeño puente sobre un lago.
-¿Qué pretendías que sucediera? Me preguntó. Suspiró ¿Cuál era tu plan? Supongo que tenías un plan si lograste llegar hasta mí.
-Es muy obvio lo que pensaba- le dije-, quería volverme tu amante para darle una lección a esos dos.- Se rió de forma sarcástica.
-No soy gay, no puedo asegurarte que siquiera me ponga duro estando contigo.
-Lo siento, nunca fui demasiado creativo.
-Lo siento Shuichi pero necesito pensar solo. Necesito hacer mi duelo solo.
-Entiendo. Lamento que esto sea así. Tienes mi número, por favor,no me bloquees. Te escribiré.
-Shuichi.- Me llamó antes que me alejara del todo.- Sé que no tienes la culpa de lo que sucedió. El que estés aquí demuestra que debió dolerte tanto como a mí. Lamento haberte llamado traidor, fue la rabia lo que me hizo reaccionar así.
-Ryo, eres demasiado bueno. No te mereces lo que te hizo.
-Tú tampoco te lo merecías, Shuichi, tú tampoco.
No pude volver a NG, les dije a los chicos que me tomaría libre lo que quedaba del día. Fui a un arcade a hacer lo que fuera que podía hacer hasta cansarme, mi cabeza era un caos. Estaba enojado por como habían salido las cosas. Todo había ocurrido demasiado pronto, lo planeé meticulosamente y ahora todo al garete solo por mi bocaza.
Mientras volvía sobre mis pasos al departamento sus palabras no se borraron de mi cabeza y yo lo único que deseaba hacer era llorar. No pude hacerlo porque cuando llegué estaba Yuki, esperándome con la cena, me   trató de una forma tan familiar y tranquila que me hizo darme cuenta que hacía tiempo que estábamos bien. Parecía que mi actitud pesada y jocosa se la había llevado Ryo y Yuki solo disfrutaba del momento de paz. No le recriminé sus salidas justamente porque ellas me permitían tener tiempo para acosar a mi nueva obsesión.
¿Quién te prepara para reaccionar a un engaño? Simplemente no se puede pensar, te tiembla la voz, te tiemblan las piernas y lo único que pides es tener fuerzas para no llorar frente a esa persona. No demostrarle que logró arruinarte...yo fallé muchas veces en eso pero más me duele que ni siquiera le preocupa.
Cuando lo miro no dejo de preguntarme si él entiende, o no, que para mí esto es una relación. Yuki no dejó de atenderme en lo que sexo se refiere, aunque a veces me producía asco hacerlo. Lo hacía porque era el Yuki que yo amo pero me daba asco besar los mismos labios que habían estado recorriendo la anatomía de otras mujeres, pensar que ese miembro que entraba en mí había estado en otros lugares. Eso me hizo sentir algo de repugnancia, por más que le pidiera que se bañara o que viera que efectivamente lo hacía no borraba la sensación.
Cada vez que lo hacíamos me sentía sucio y tenía que bañarme, cepillarme los dientes y usar jabón antibacteriano. Por supuesto que nunca lo dije, cada loco con su cuento.
Esa noche, él intentó meter sus dedos en mi boca para lubricarme, sin quererlo tuve una arcada. Yuki pareció preocuparse pero no pude detener mi accionar, corrí al baño y vomité. Él me esperó en la puerta pacientemente, era extraño tanta atención pero me sentía tan mal que no quise salir a enfrentarlo. Es que simplemente lo imaginé "lubricando" a alguien más y luego de eso metiendo sus dedos en mi boca.
Cuando salí él ya no estaba, lo llamé y me respondió desde la cocina, me estaba preparando un té. Dios sabía lo mucho que amaba a ese hombre, daría mi vida entera porque fuera mío una sola vez. Cuando se giró a mirarme no parecía molesto, más bien preocupado.
-Te amo Yuki. - Le dije antes de tomar la bebida y que viera que mi voz me iba a fallar por el llanto.
-Ya lo sé mocoso.
Pareció aliviado cuando dije aquello, pensé por un momento que estuviera preocupado porque hacía tiempo que no le decía que lo amaba. Su ya lo sé mocoso, sonó suave. Dentro de poco cumpliríamos tres años de pareja. Aún sin definir si éramos o no, novios. Bajo títulos como pareja, amantes ambos funcionábamos hasta ese momento.
Aunque eso no me importó en el momento que dormimos abrazados, él me abrazó fuerte, muy fuerte...pero en mi cabeza retumbó una oración "Tú tampoco te lo merecías, Shuichi, tú tampoco."
El problema no desapareció, por supuesto, pero opté por otras soluciones. Cuando la imagen de él sobre mí era demasiado para mi cabeza optaba por girarme y no verlo cuando teníamos relaciones. Él nunca permitía que yo cubriera mi rostro o que cerrara los ojos, antes era por verguenza, ahora ya no podía poner aquella excusa. Dejaba que lo hiciera, que se descargara con mi cuerpo, aunque ahora no siempre yo lo acompañaba en el éxtasis. La idea del engaño me quitaba el deseo, entonces optaba fingir un orgasmo inexistente para luego ir al baño obligándome a terminar el trabajo solo...bajo la ducha...con mi jabón antibacteriano.
Él se esforzaba por darme placer, siempre fue así, complaciente, pero me llenaba a la vez de tristeza que no fuera la única persona con la que fuera de esa forma. Me preguntaba si a ellas también las abrazaba después del coito, si a ellas les practicaba sexo oral y luego me besaba a mí.
Que asco...
¿Y las enfermedades? Si quiera ¿Se cuidaba? Cuál era mi límite para preguntarle aquello sin que saltara como leche hervida. Siquiera ¿Yo tengo el derecho a hacer tal cuestionamiento?
No pude evitarlo, nuevamente, esa semana me hice un chequeo. El último había dado bien pero no quería vivir así. Sin darme cuenta otra vez estaba deprimido.
Pasaron un par de semanas y recibí un llamado de Yoshiki Kitazawa diciéndome que Riku quería venir de visitas, no sería la primera vez pero sí hacía demasiado tiempo que no veía a mi hijo. Sabía que Yuki estaba muy ocupado con su trabajo pero no creía que hubiera problemas así que le dije que sí.
Limpié la casa y lavé la ropa desde muy temprano. Preparé un café para Yuki, hacía rato que no salía de su estudio, ni siquiera para comer así que fuí a comprar pastel y serví una porción. Toqué la puerta pero nadie me atendió, se escuchaba de fondo el tecleo desenfrenado. Volví a golpear un par de veces más y lo llamé. Antes que pudiera decirle algo, me gritó, me dijo que no tenía tiempo para estupideces, que yo ya debería saber que cuando no atendía era porque su trabajo estaba dando frutos. Mi rostro permaneció serio hasta que el notó que en mis manos había una taza de café y una porción de pastel.
-Vi que no comías hace rato y pensé traerte algo.- Hizo el intento de decirme algo pero lo interrumpí.-No debí preocuparme.
Empujé contra su pecho la bandeja y caminé hacia la sala profundamente enojado, con rabia. Él dudó pero finalmente me siguió, se excusó diciendo que tenía mucho trabajo, lo corté de nuevo, no importa, le dije, yo también tengo que ir a trabajar solo quería despedirme. Pero antes de cruzar la puerta le dije que Riku vendría a visitarnos, me recriminó no haberle consultado, dijo que tenía poco tiempo para entregar y que no podía concentrarse con el ruido que hacíamos.
-Además sabes pefectamente que cada vez que no estás me lo dejas para que sea yo quién lo cuide.
-Hace mucho tiempo que no lo vemos Yuki. No es como si vivieran a la vuelta de la esquina para venir a visitarnos cuando quieren. Riku por fin está de vacaciones del colegio y ya tiene el pasaje para el viernes a la noche y no le voy a decir que no.
-Claro. Tómate todo el tiempo de mundo para invitar a gente a mi departamento.
-Si tanto te molesta puedo alquilar un departamento por unos días para nosotros dos.
-No seas exagerado, solo te estoy pidiendo que retrases todo unos  días, al menos hasta que pueda cumplir con las entregas.
-¿Hace cuánto no le escribes o le llamas a Riku? ¿Hace cuánto que no vemos a nuestro hijo?
-Shuichi, él no es nuestro hijo. Que te llame mamá no quiere decir que seamos algo ¡Sabes perfectamente quién es! Es el hijo del hombre que quiso violarme, nada más. No entiendo tú apego a ese mocoso. Él no es nuestro problema. Nosotros no tenemos hijos, no podemos tener hijos. Tienes que entenderlo.
Por supuesto que eso me dolió más de lo que admitiría. Estar Riku , Yuki y yo me hacía sentir que éramos una familia. Y siempre había soñado con tener una y Yuki estaba ahora aquí sin darse cuenta que me estaba robando el sueño de mi vida.
-Voy a ...voy a averiguar un lugar donde quedarnos al menos un par de semanas.
-...Shuichi...
Negué con la cabeza, intentó sostener mi brazó pero me liberé y cerré la puerta. Me eché a correr hacia mi trabajo, simplemente esa discusión hizo que llegara tarde. Saludé a todos y me encontré a todos demasiados entretenidos hablando de la boda de Hiro y Ayaka. Los meses se me habían pasado volando y a pesar de verlo cada día hablar sobre los preparativos seguí sin caer en cuenta de que no faltaba nada más que una semana.
-¿En qué piensas Shuichi estás distraído? - Me dijo Hiro con preocupación. No quería ver esa expresión en él, menos en vísperas de su casamiento. Le dije que estaba pensando en que Riku llegaría el viernes a la noche y que debía ir a buscarlo, no estaba seguro si llegaría a ir a buscar mi traje de padrino. Como siempre su solución fue rápida, consultó con K para que fuera por el traje y yo podría ir a buscar a Riku al aeropuerto.- ¿Lo ves? Problema solucionado.- Me dijo, por supuesto, ojalá todo fuera tan rápidamente solucionado.
Miré un rato a K pensando en si debía o no pedirle otro favor. Lo llamé cuando vi que terminaba de hablar con Sakano, le pedí que me consiguiera un departamento para unos días, le dije que era para Riku y para mí. Me preguntó si estaba todo bien con Yuki, le dije que estaba todo perfecto que solo era porque él tenía demasiado trabajo y no quería molestarlo. No sé si me creyó, estoy casi seguro que no. No tuve ni ganas , ni fuerza de fingir que no pasaba nada.
Nuevamente estábamos transitando el principio de mes, revisé con desesperación las cartas recibidas con resúmenes de cuenta. Tiré los anuncios, separé lo que pertenecía a Yuki de los que eran míos. Mis manos temblaban con miedo de ser atrapado pero sabía que no ocurríría, Yuki no le da demasiada importancia a esos papeles. Se lo llevé, los miró y luego los guardó en un cajón en la sala. Adónde iban a parar todas las facturas y comprobantes de servicios.
Lo observé de reojo cuando volvió a su "Santuario", yo fingí mirar la tele. Cruzamos algunas palabras en las que me preguntaba por qué no había vuelto a la cama, puse una excusa estúpida como que me había enganchado a una novela. Solo en ese momento noté que lo que estaba mirando era la novela de Ryo que se daba muy tarde en la noche ¡Me sentía estúpido! Como si hubiera revelado mi plan, aunque luego pensé que no tendría razones para sospechar de mí.
Yuki miró la pantalla por curiosidad, no dijo nada, permaneció en silencio y su cara no expresó nada. Nunca sé en qué diablos piensa, nunca sé si miente o no, a menos claro que supiera por otros medios lo que debería estar haciendo. Pero si fuera solamente por la palabra, honestamente, no sé que piensa, siente o si miente.
Me dijo que si miraba tanta porquería me atrofiaría el cerebro, que fuera a descansar. Le dije que lo haría en un rato. Y se marchó, dejándome con una sensación amarga ¿Sospecharía de mis encuentros con Ryo? Aún era muy pronto para que tuviera razones para sospechar, quiero que se entere, pero no antes de que realmente lograra llevar a mi cama al hombre que salía en la pantalla.
Salí disparado al cajón donde estaban las facturas y tan silencioso como un ladrón tomé las que eran de su celular y de la tarjeta de crédito. Revisé primero las del celular, los comparé con mi papel de números agendados, algunos ya los conocía de memoria.
-Thuoma...Thatsuha...Mizuki...la editorial...Yoshiki...¿Yoshiki?
Caí en la cuenta que había unas llamadas a Yoshiki Kitazawa ¿Podría ser que Eiri hubiera llamado a Riku después de que le reclamara que no hablaba mucho tiempo con él o podría ser que lo llamó para decirle que no viniera? Bueno...eso tendía tiempo de averiguarlo después. Pero había otro número que se repitió en varias ocasiones...Kumiko.
No importaba cuántas veces me hiciera la idea, no importaba, siempre dolía como la primera vez. En aquél maldito papel figuraban solo las llamadas, algunas no pudo identificarlas pero ahora carecían de sentido, en especial porque en ninguna de ellas figuraban lo que hubieran hablado o lo que se dijeran por otros medios de mensajería como chats. Eso lo hacía un trabajo casi inútil.
Tiré el papel en la caja y tomé el de la tarjeta de crédito. Eso me diría los lugares en donde estuvo, no me sorprendí ver salidas a restaurantes de lujo y los montos que figuraban en ellas. Pero algo sí me dolió, un gasto, una joyería de renombre. Un gasto en dólares. El detalle solo decía el código del producto y nombre del lugar.
Anoté varias cosas. El nombre de la joyería, el importe , el código y lo busqué en el celular...era un collar hermoso, uno que le quedaría bien a cualquier...puta, tenía un rubí.
En mi cabeza apareció una imagen de Yuki abrazando a Kumiko y diciéndoles que tenía un regalo para ella para luego colocarle el collar.
Maldije a Yuki. Yo que hace tres años que llevo a su lado, jamás me trajo un presente. Nunca me llevó a cenar, nunca...nunca hizo nada por mí. ¡Tengo veinte años y jamás conocí lo que es ser cortejado!
¡Me estoy volviendo loco!
Volví a sacar la factura del teléfono, comprobé los días de las llamadas. En su mayoría eran viernes, sábados y domingos. Esos...esos debían ser los días en los que arreglaban para encontrarse.
Le mandé un mensaje a Ryo pero no le dije nada respecto a lo que había descubierto, solo le dije que necesitaba verlo. Quería verlo, quería hacerlo, quería ver a alguien que entendiera lo que estoy sintiendo. Estaba desesperado.
Nos juntamos sin más al día siguiente en un bar, me sorprendí de ver a un hombre que parecía devastado. No hizo falta que preguntara, ambos entendimos lo que le pasaba a uno y lo que sabía otro. Abrí lentamente el paquete de azúcar para colocarlo en mi frappé mientras lo veía mirar por la ventana.
-Ella me engaña, me dijo lo obvio.
-¿Quieres contarme?
Lo escuché, durante un tiempo largo. No es como si la hubiera visto en el momento pero al parecer después de que hablamos se volvió más consciente del actuar de su esposa. Analizó cada palabra y cada actitud que ella tuvo con él, unió cada cabo dándose cuenta que todo cerraba.
-¿Por qué no me lo dijiste antes? Te habría escuchado si me lo hubieras contado.
-No quería...aceptarlo. Me siento estúpido...soy estúpido...pero no deseaba que alguien más me lo dijera.
-No creo que seas estúpido. Nadie manda en el corazón, nos enamoramos de quienes no lo merecen...eso no es ser estúpido.
-¿Cómo lo soportas?
-No lo sé. Solo...tenía esperanzas de que un día cambiara. Que se enamorara de mí, como yo de él. Creo que...
-Sé mi amante.-Me interrumpió.
-¿Qué?
-Quiero que seas mi amante.
-¿Por qué ahora? ¿Qué cambió?
-Lo pensé bien, me di cuenta que si fuera contigo realmente no me molestaría acostarme contigo. Eres lindo. Además...entiendo lo que sientes. A mí también me gustaría ver destruído al amante de mi esposa y si contigo puedo hacerlo no lo voy a dudar.
-¿Soy un trofeo a robar?
-Lo siento, no es mi intención que te sientas de esa forma.
-No me molesta. Si puedes hacer que ese témpano de hielo reaccione puedes usarme tanto como quieras.
Nos miramos unos segundos, yo ya sabía lo que quería pero no estaba seguro si era lo que él quería. No quería que se echara atrás. Decidí ser egoísta.
-Tenía miedo que no aceptaras. Pero realmente me alegra que lo hayas hecho.
Nos miramos fijamente y nos obligamos a ir a un motel sin más dilaciones. Lo haría con ese hombre magnífico que estaba pagando en la caja de la farmacia. Tan sexy, me gustaba lo que veía no podía ocultarlo pero no estaba seguro que yo le gustara de la misma manera. Si tengo que admitirlo, me costó un poco que se pusiera duro, creo que se resistía a la idea de estar con un chico. Pero al cabo de un rato pareció acostumbrarse a la idea, para no hacerlo de forma traumática me preparé a mi mismo y lo monté, ver ese rostro perfecto algo sonrojado fue mi perdición. Hizo que la idea de querer escucharlo fuerte y claro que estaba disfrutando dentro de mi trasero fuera mi más grande deseo por unos minutos. Él me estaba mirando a mí, me sentí en éxtasis cuando lo sentí acariciarme las caderas y chuparme los pezones.
En un momento me miró con sus ojos de hielo, tan intensos por el placer. Una flama interna en mi vientre creció, lo monté como si se me fuera la vida en ello, quería que me deseara. Casi al final el se giró sin sacármela y me la metió en una posición que lo dejaba llegar más profundo. No fue una sola vez...fueron varias en la misma tarde hasta que se hicieron las siete.
¿Cómo era posible sentir tanto placer si no estás con la persona que amas? Eso pensaba cuando estaba recostado sobre su pecho, tan despierto como él. Supe que la misma duda cruzaba por su rostro. Sus ojos estaban abiertos y fijos en los míos. Había sido increíble. ¿Quería repetirlo? Por supuesto, con ese hombre lo haría cientos de veces.
Nos sonreímos sin razón, estábamos relajados...en la felicidad postcoital.
No duró demasiado, nuestra burburja de fantasía se rompió cuando nos dimos cuenta que deberíamos volver. Me llevó en su camioneta y me dejó a dos cuadras del departamento. Nuevamente sentí culpa pero esta vez no fue tan fuerte, Yuki se lo había buscado.
Yuki se lo merecía.
Entré y lo vi, su falta de atención no fue tan dolorosa como siempre lo era. Ahora yo tenía a Ryo y Ryo me tenía a mí. Me mandó un mensaje mientras cenaba con Yuki, decía que le había gustado lo que le había hecho sentir y que esperaba volver a repetirlo. ¿Por qué sonríes? Preguntó el idiota que tengo por amante. Tan poco perceptivo. Nada, solo es que recibí una buena noticia le dije. ¿Cuál? Me preguntó.
-K me consiguió un departamento para quedarme unos días con Riku.
-Ya lo hablamos Shuichi, no era necesario que hicieras eso. Solo tendrías que esperar después de las entregas.
-No puedes cambiar las fechas de las entregas, no puedo cambiar la fecha en la que Riku sacó los pasajes. No hay una solución rápida que éste problema. Solo serán unos días.
Se me quedó mirando en silencio, tal vez pensando si debía decirme que me quedara. Para mi decepción y para mi "no sorpresa" respondió.
-Sólo asegúrate de que no se metan en problemas.
Sabía lo que había hecho, tal vez yo había cavado mi propia tumba. Le dejé el camino más que libre para que pudiera engañarme en el departamento y fuera de él. Seguro que ya estaba planeando qué haría, la llamaría irían a cenar o iría a bares a buscar alguna más.
-Ahora qué te ocurre.
-¿Por qué?
-Me miras como si hubiera hecho algo malo.
No, cariño. No hiciste nada malo, pero lo harás. Lo sé porque eres un maldito adicto al sexo.
-Estoy cansado Yuki. Estoy pensando en la boda de Hiro y de hacerlo solo me agota.Supongo que vendrás conmigo ¿No es así?
-No pensaba ir.
-Yuki. Es el casamiento de Hiro y Ayaka, todos estarán allí y...
-Ya, Shuichi. Sí, iré. Estoy bromeando.
¿Bromeando? Si dice chistes con cara de póker, cómo quiere que me dé cuenta de que está bromeando.
-Lo dijiste demasiado serio, eso es todo.
-No entiendo por qué estás tan molesto últimamente.
-No estoy molesto.
-Sí, lo estás. Pareciera que...
-¿Que Qué?
-Nada.
Yuki nunca tiene ese tipo de actitud conmigo, nada me saca de la cabeza que algo malo pudo haber pasado. Algo grave tuvo que haber pasado y yo no quería pensar que tuviera algo que ver con alguna amante escondida...
-No me asustes...por favor, Yuki.
-Shuichi ¿Estás cansado de mí?


Notas finales:

Y...yo ya me hubiera cansado hace rato de Yuki pero lo que cuenta es la opinión de Shuichi ¿No? Es como que siento "TENÉS LA OPORTUNIDAD DE TU VIDA DE ABANDONARLO!!! ¿POR QUÉ NO TE VAS?" Bueno...Shu te amo...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).