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Teenlock: Sherlock in high School por sherlocked221B

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—¿acaso esa es la maleta de la víctima de hace unas horas? —preguntó el rubio inquieto incorporándose de golpe, su voz salió repentinamente aguda por el asombro, Sherlock sonreía con orgullo observando el objeto como si se tratase de un gran tesoro, sin embargo, al ver la reacción de John rodó los ojos con fastidio

—oh, debo aclarar…no John, yo no la mate—dijo enfadado.

—yo no pensaba eso—se defendió el muchacho encogiéndose de hombros.

—¿por qué no?, tengo la maleta de la víctima, es una prueba que solo puede tener el asesino, viéndolo de esa perspectiva es una suposición perfectamente lógica—indicó Sherlock con actitud casual

—¿la gente usualmente piensa que tú eres el asesino? —inquirió el rubio enarcando una ceja con incredulidad

—a veces…—sonrió el moreno perversamente.

—eres increíble—dijo John sonriendo mientras negaba con la cabeza. Observó la sala detalladamente, ese lugar se sentía increíblemente cómodo y acogedor, a pesar de tener un cráneo humano sobre la chimenea y la prueba de una víctima del asesinato recién fallecida en medio de la sala, sentía que estaba en el lugar ideal, observó a Sherlock mientras el joven esbozaba enrevesadas explicaciones sobre cómo había logrado encontrar la maleta de la mujer en tan solo una hora, ese muchacho era impresionante, desde que lo conocía había sido su salvavidas en múltiples ocasiones—antes de ti estaba tan solo—dijo con emoción impulsivamente, sin ser consciente de sus palabras

Sherlock se detuvo sorprendido por la confesión, sus labios se mantenían entreabiertos y sus manos cruzadas bajo su barbilla, iluminado por el fuego de la chimenea, a John jamás le había parecido más guapo—¿qué debo responder a eso?

—nada, lo siento…hablé sin pensar, no importa—dijo incómodo al comprender lo inoportuno de su comentario, de seguro había interrumpido una importante deducción con sus cursilerías—estoy algo cansado

—hay un cuarto esperándote arriba—dijo Sherlock incorporándose, observó su reloj, era tarde, debían dormir al menos unas horas para estar en condiciones de asistir a la escuela.

John tomó su bolso y comenzó a subir los escalones hacia la habitación, se detuvo y observó a Sherlock al pie de la escalera con las manos apoyadas en sus costados, los pliegues de su camisa se ceñían aún más a su cuerpo en esa posición, el rizado lo miraba  con una expresión extraña, parecía triste y alegre al mismo tiempo, John se preguntó cómo era capaz de manifestar esas emociones tan complejas en su rostro, sin embargo, era Sherlock Holmes a quien estaba analizando, con él todo era complejo

—buenas noches, gracias por acogerme aquí.

—Descansa—John sonrió y siguió subiendo, iba a ingresar al cuarto cuando escuchó su nombre desde abajo, asomó el rostro con curiosidad—…antes de ti yo también estaba muy solo, gracias por salvarme—dijo sonriendo para finalmente guiñarle un ojo y retirarse a su alcoba, John exhaló con fuerza, los cambios de ese chico lo dejaban sin aliento, cerró la puerta tras él, apoyando su espalda en la pared, mordiéndose los labios  con emoción, definitivamente los sucesos de ese último tiempo habían terminado volviéndolo adicto a Sherlock Holmes, no podía creerlo hace unas horas estaba corriendo por Londres adolorido por los golpes de su padre y ahora ya estaba compartiendo ese hogar en Baker Street junto a Sherlock. Se lanzó sobre la cama intentando conciliar el sueño a pesar de las emociones que se agolpaban en su pecho.

*******************************

—John, ¡vamos levántate!, llegaremos tarde—El rubio se despertó desorientado, por unos segundos no recordó como había llegado hacia esa habitación, deseaba volver a dormirse, pero repentinamente reconoció la voz de Sherlock llamándolo desde la planta baja, vio la hora y se incorporó de golpe, se había sumido en un sueño profundo y reponedor, había olvidado por completo el agobiante día de escuela que le aguardaba. Con las prisas olvidó golpear la puerta del baño hizo ingreso con la intención de alcanzar a tomar una ducha, cuando de pronto comprendió que había cometido un gran error, Sherlock lo observaba con enfado e incomodidad, John no pudo evitar pasear su vista por el cuerpo bien formado y goteante que tenía en frente, junto a la escasa porción de piel que cubría la toalla envuelta en su cadera, su cabello húmedo entre el vapor del baño, acababa de salir de la ducha y lucía perfecto— John reacciona, voltéate.

—Yo…si, lo siento…debí tocar, lo olvidé por completo

—si lo noté—dijo enfadado— pero ya que…dúchate rápido, debemos salir pronto—ordenó con aspereza, intentando conservar la calma a pesar de sentirse expuesto.

—mmm…claro—dijo John sin poder quitar sus ojos del cuerpo de su amigo, mientras pasaba por su lado rumbo a la habitación, no pudo sacarse esa provocativa imagen de la cabeza durante el baño, pero no había tiempo para retrasos, necesitaba una ducha rápida,  aun debía vestirse y comer, aunque no estaba seguro de si Sherlock realmente planeaba comer antes de ir a la escuela. Afortunadamente en unos minutos ya estaba listo, Observó a su compañero perfectamente vestido con una camisa blanca ajustada y su gran abrigo

—¿no comeremos?

—m…comer es aburrido

—debo comer antes de la escuela, puedo desmayarme si no voy con algo en el estómago, al menos eso decía mi madre siempre…—Sherlock rodó los ojos, comer le parecía una idea extremadamente banal—además tú debes comer también, te mantiene fuerte

—comer me hace lento, afecta mi trabajo, no como ni duermo cuando estoy en los casos.

—eso afecta tu vida Sherlock—protestó John, de pronto algo lo distrajo el rizado tenía una pestaña en su mejilla—tienes…algo en…bueno me acercaré a sacártela—dijo con indecisión, Sherlock lo miró con incredulidad y apartó el rostro, parecía estar muy molesto esta mañana, quizás por la inoportuna escena del baño, aun así junto valor para tocar su rostro y sacar la pestaña tomándola entre la punta de sus dedos, Por un breve instante estuvieron a pocos centímetros , John deseó acortar esa escasa distancia, por un momento juraría haber visto la respiración de Holmes acelerarse al estar así de cerca, Sherlock no se movió de su posición, sus labios continuaban entreabiertos y su expresión cambió de fastidio a una mucho más relajada, pero inoportunamente sonó su móvil, distrayéndolo.

—es Lestrade, ya sabe que tengo la maleta—señaló torciendo el gesto, aquello no podía ser bueno

—m…él es quien lleva el caso, no puedes ocultarle las pruebas esenciales para resolverlo

—ellos no saben interpretar las pruebas, no podrían resolver este casi ni aunque tuviesen las pruebas frente a sus ojos, todos son tan ciegos, sin ofender por cierto

—oh claro que no, y déjame puedo preguntar… ¿de qué cosa te diste cuenta que nosotros no hemos notado?  

—en la maleta falta algo esencial John, algo que tampoco estaba en la escena del crimen

—¿qué cosa?

—tu dime, estuviste en la escena y también viste el contenido de la maleta, dime John Watson, ¿cuál es la pieza faltante esencial para armar el rompecabezas? —El rubio entrecerró los ojos realizando un gran esfuerzo mental para la resolver el enigma, pero finalmente terminó dándose por vencido

—no lo sé, definitivamente no sé qué falta—admitió con tono frustrado  

—como siempre John ves, pero no observas, la evidencia está justo frente a tus ojos—dijo sacando su móvil con maestría del bolsillo de su abrigo

—¿el móvil?  Es enserio

—claro, no estaba en la escena del crimen, ni en la maleta ¿Qué hizo con él? ¿Acaso se lo tragó?  Sabíamos que tenía uno y era muy cuidadosa, ella con su larga lista de amantes en secreto y resolvía sus negocios desde el aparato por lo tanto era un teléfono inteligente, uno que misteriosamente no está por ninguna parte.

Por lo que solo existen dos posibilidades, se le cayó, lo que es poco probable ya que era un aparato muy preciado o…el asesino es quien lo tiene, lo ha conservado todo este tiempo. En su maleta está el numero de e-mail y su número de móvil, por lo que anoche tomé el tuyo prestado y le envié un mensaje al asesino—dijo restándole importancia a su último comentario, mientras cruzaba sus manos y esbozaba una media sonrisa presumida.

—¿Hiciste qué? ¿Por qué no usaste el tuyo? ¡Acabas de contactar a un asesino Sherlock!

—claro que no usaría el mío, está en mi pagina web “La ciencia de la deducción” siempre está el riesgo de ser reconocido.

El día transcurrió tranquilo en la escuela, aunque todos los observaban indiscretamente como siempre, a John cada vez le costaba menos ignorar a ese montón de estúpidos que no tenían nada mejor que hacer que continuar observando pasmados cada uno de sus movimientos.

—¡Hola que tal Homos! —Gritó Anderson desde el pasillo, recibiendo algunas carcajadas por parte de los estudiantes cercanos. John se detuvo y volteó a ver el rostro burlesco de Anderson, quien se metió un dedo a la boca en señal de asco. John negó con el cabeza indignado, sabía que no debía iniciar una pelea en la escuela pero Anderson lo sacaba de sus casillas. miró discretamente hacia Sherlock quien no pareció escuchar el comentario. Aquella broma por parte de Anderson dio lugar a una serie de cuestionamientos en su mente ¿se consideraba homosexual? La verdad jamás le habían atraído los chicos, había tenido algunas novias, había tenido relaciones con chicas y jamás se cuestionó su sexualidad, sin embargo, siempre existió ese vacío en su ser, esa soledad que nadie lograba llenar, ni sus novias, ni su grupo de amigos y cada vez se iba haciendo más grande dificultándole avanzar, consumiéndolo por dentro, pero desde que había llegado Sherlock…todo había cambiado en él.

Ese joven único había cambiado todo en su vida, jamás había sentido tanto interés por una persona y…jamás había deseado tanto a alguien, deseaba tocarlo, sentirlo, escuchar su voz grave, sus deducciones, expresiones presumidas y comentarios ingeniosos…recordó la escena de la ducha, visualizando cada detalle del formado cuerpo de Holmes, no pudo evitar sonrojarse ¿era homosexual por sentir esa increíble atracción por Sherlock Holmes? “No…no es solo atracción, es más fuerte que eso” pensó para luego emitir un profundo suspiro, intentando disipar esos pensamientos de su cabeza.

—estuviste muy callado Hoy—comentó Sherlock por lo bajo mientras caminaban hacia la salida de la escuela.

—ah, solo estaba pensando…—dijo John distraído

—en el comentario del idiota de Anderson—completó Sherlock con seguridad, John volteó a verlo sorprendido, se sintió como un niño pequeño descubierto en una travesura—no tienes por qué negarlo, puedo ignorarlos a todos pero mis sentidos son muy agudos y jamás fallan, vi tu reacción, sé que sus palabras te afectaron al igual que las risas de los demás ineptos.  

—no fue lo que dijo, fue la forma en la que lo dijo…y bueno comencé a pensar en ciertas cosas—admitió el rubio jugando compulsivamente con sus dedos con actitud cabizbaja.

—entiendo…—John alzó la vista, Sherlock mantenía los labios fruncidos, pero no parecía molesto.

—¿Sherlock te puedo hacer una pregunta?

—ya estás haciendo una… supongo por el tono de tu voz que quieres preguntar  algo sentimental,  así que pregúntalo de una vez, sin rodeos a tu propio ritmo, pero que sea rápido—dijo de pronto, John sonrió, sintió los nervios a flor de piel.

—tu…alguna vez, has sentido…impulsos por alguien, sabes a lo que me refiero—Sherlock volteó a verlo frunciendo el entrecejo

—no, creo que no entiendo a que te refieres

—me refiero a si alguna vez has sentido algún tipo de…—Sherlock apretó los puños hasta que se volvieron blancos y se aclaró la garganta visiblemente incómodo—olvídalo…yo, estoy preguntando estupideces, no me hagas caso—se retractó, se sentía confundido “maldito Anderson” se dijo mentalmente.

Notas finales:

Hola, me gustaría preguntarles a mis lectores que les parece el curso que va tomando la historia, como siempre gracias por leer. Un abrazo, no olviden dejar sus comentarios. 


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