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Teenlock: Sherlock in high School por sherlocked221B

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John escuchó el silencioso caminar de Sherlock a su lado, lo observó con el rabillo del ojo, lucía increíblemente distante—No has dicho una palabra desde que despertamos—dijo John con cierta inseguridad proyectándose en sus palabras mientras se encogía de hombros, intentando darse un poco de calor, esa mañana londinense estaba especialmente fría. Sherlock no contestó, ni siquiera se dio por aludido, parecía estar inmerso en sus pensamientos, John sabía que para el rizado sería difícil aceptar lo ocurrido la noche anterior, era la primera vez que hacía algo como eso, debía sentirse expuesto y quizás culpable por lo sucedido.

—no hay nada que decir—dictaminó Sherlock luego de largos minutos de silencio.

John se detuvo abruptamente, no soportaba más esa tensión—vamos Sherlock por favor…no hagas esto, sé que es difícil, te sientes incómodo, puedo notarlo…si te soy sincero, lamento si crees que te presioné para hacer eso anoche…se que te afecta el contacto físico más que al resto de la gente…

—¿estás asumiendo la responsabilidad? Vamos John…estábamos ebrios…y perturbados por lo ocurrido en esa universidad, es la explicación más lógica para referirse a los hechos.

—¿es todo lo que dirás al respecto?

—¿que quieres que diga John?

—que seas sincero, que dejes de cerrarte a lo que estás sintiendo Sherlock quiero saber si…te arrepientes—susurró el rubio por lo bajo sin atreverse a sostener la escrutadora mirada de Holmes, de pronto sintió una cálida mano acariciando su helada mejilla guiando su rostro directo a esos carnosos labios que lo hacían olvidar absolutamente todo a su alrededor, Sherlock lo besó con ternura, rozando sus labios con suavidad y cuidado, mientras uno de sus brazos rodeaba la cintura de John abrazándolo por la espalda.  

Holmes se inclinó hasta posar sus labios en el oído de John, sus palabras vibraron en la piel del rubio, quien sintió un agradable cosquilleo recorrer su cuello—escúchame bien John Watson, ayer fue definitivamente una de las mejores noches de mi vida, no podría arrepentirme de nada y no acepto que te sientas responsable de lo que ocurrió entre nosotros…créeme John esos momentos permanecerán nítidos en mi memoria—el menor sintió sus mejillas arder ante esa confesión, la voz de Sherlock era tan masculina y aterciopelada, sabía que Sherlock no era de los que usualmente expresan sus sentimientos, pero agradecía que pese a sus rígidas barreras racionales tuviera estas repentinas confesiones para  proporcionarle la seguridad que tanto necesitaba.

—¿entonces está todo bien?         

—está todo excelente, mi mudez no era por eso precisamente, estaba pensando en otra cosa…

—se puede saber en qué…

—ayer no tuve oportunidad de ponerte al tanto…pero nuestro amigo el taxista no asesinaba por placer, es un muy mal negocio para un hombre con serias necesidades económicas, tenía un aneurisma cerebral, tenía los días contados…en su automóvil, junto al volante, había una foto de dos infantes…sus hijos, debía dejarles una buena suma de dinero, después de todo era un padre muriendo.

—¿insinúas que tenía una especie de patrocinador? —En los ojos de Sherlock apareció un extraño brillo al escuchar esa pregunta.

—si…exactamente John. Alguien le pagaba por asesinar…

—¿Quién?

—dijo que era “más que un hombre”…que era mi fan—explicó Holmes, torciendo el gesto ante las últimas palabras.

—¿tu fan?, ¿es enserio?

—si, admitió que el propósito de todo ese juego era llamar mi atención, pues yo había captado el interés de alguien, me estaban probando

—¿dijo algún nombre?

—Antes de que muriera desangrado, lo presioné para que lo confesara, ya no tenía nada que perder, solo dijo…Moriarty.

—jamás había oído un nombre como ese

—tampoco yo

—¿Sherlock estás seguro? Ese tipo, quien quiera que sea debe haberte conocido, ¿no te recuerda a nadie? Alguien con una mente tan maquiavélica para planear todo esto a costa de la vida de personas inocentes, ¡Santo Dios! No puedo creerlo…

—no, estaba buscando alguna señal en mis archivos mentales de las últimas semanas, repasando cada rostro que he visto, cada persona que me ha dirigido la palabra, algo…un detalle que me revelara la identidad de ese nombre pero definitivamente no encontré nada…pero sea quien sea…se manifestará en algún momento, cometerá un error y se delatará, solo es cuestión de tiempo—dijo con seguridad

—no puedo creer que haya alguien que se divierta con estas cosas, es muy retorcido…es decir, gozar manipulando a un taxista para que mate por dinero y financiar todos esos asesinatos… ¿por qué alguien lo haría?

Sherlock lo pensó un momento, él sabía la razón—supongo que no soy el único que se aburre.

—¿dices que es por aburrimiento? —interrogó John con incredulidad

—Las personas más peligrosas son las que no tienen motivos aparentes John, solo…desean ver el mundo un poco más decadente que antes…disfrutan viendo a la sociedad arder en llamas…debe ser alguien con una inteligencia extraordinaria, desea ser mi rival…

—la pregunta es si aceptarás ese desafío Sherlock…

—¿a qué te refieres? —inquirió el rizado frunciendo el entrecejo con extrañeza.

—pues si te dijo que era “más que un hombre”…tu inteligencia nadie la pone en duda, pero eres solo un joven, eres vulnerable…frente a un villano super poderoso

—cuando sepa a que me enfrento comprenderé como vencerlo, por el momento…hay que soportar la jornada de clases de hoy—replicó Sherlock torciendo el gesto con fastidio al encontrarse con el frontis de la escuela. De pronto Holmes soltó su brazo y puso las manos dentro de su gran abrigo con actitud casual, John se percató entonces que durante todo el trayecto a la escuela habían caminado tomados del brazo, se encogió de hombros sonriendo con nerviosismo.

En clases la profesora de Literatura comenzó a dar una de sus largas charlas motivacionales entremezcladas con frases famosas de los clásicos universales, en esos momentos el cerebro de John Watson se apagaba quedando en modo automático, solo escuchaba un leve rumor y palabras inconexas provenir de la profesora, pero de pronto escuchó una frase que llamó su atención “demos la bienvenida al nuevo compañero”

John alzó la vista con curiosidad, viendo como un muchacho de pelo negro perfectamente peinado caminaba calmadamente hacía el centro del salón observando a la clase sin ninguna señal de incomodidad, moviéndose con soltura y seguridad, parecía tener el control del salón, levantó las cejas y les regaló a todos una sonrisa algo extraña.  

—Buenos días a todos y todas, mi nombre es Richard Brook y seré su nuevo compañero durante el transcurso del año, espero que al llegar a conocernos podamos entablar interesantes amistades—formuló la última frase manteniendo una sonrisa burlona, mientras observaba a Sherlock fijamente, quien le sostuvo la vista en todo momento. Holmes apretó los puños sobre la mesa

—¿sucede algo? —preguntó Watson por lo bajo, su compañero de puesto se había tensado repentinamente.

—no…nada, no es importante—dijo Holmes en respuesta

Richard tomó asiento en una de las esquinas del salón, durante toda la clase Sherlock Holmes no le quitó ojo de encima.

—¿te llamó la atención verdad? —preguntó John mientras comía su almuerzo con desgana, intentando disimular los celos que amenazaban con ponerlo al descubierto.

—¿qué cosa?

—el chico nuevo, pude notar como no le quitabas ojo de encima.

—no es eso…—replicó Holmes enarcando una ceja al notar cierto tono de reproche en las palabras de John.

—¿entonces qué es?…bueno admito que es algo peculiar, la forma en la que controló el salón, como se movía…con tanta seguridad, es poco común ver eso en un muchacho que se viene trasladando a un colegio desconocido…bueno, no es la primera vez que veo esa conducta en un chico nuevo, aunque contigo no salió tan bien—comentó John sonriendo—la profesora de Biología estuvo a punto de correrte del salón y apenas habías pasado un par de minutos en el aula—rompió a reír al ver la expresión ofendida de Holmes ante sus palabras.

—La maestra de biología es una inepta…nunca comprenderé por qué la gente se ofende tan rápido

—si…por qué será…de seguro tus afiladas palabras no tienen nada que ver—replicó John con ironía

—de todas formas, lo que me llamó la atención no fue el muchacho sino los pequeños detalles que lo rodeaban, tengo una corazonada…algo anda mal.

—¿qué detalles Sherlock?

—Sus cejas estaban depiladas con gran cuidado, el excesivo producto para el cabello y sus pantalones eran muy ajustados, eso deliberadamente quiere indicar una cosa…

—si…también lo noté—admitió John comprendiendo el mensaje, encogiéndose se hombros.

—pero cuando llegó a la sala, y se puso de pie en el centro del salón, se paró en esta posición—explicó Sherlock imitando los movimientos de Brook—apoyó todo su peso en un solo pie, mientras el otro era una especie de soporte falso

—y…

—eso es un indicio de mentira, por otro lado ni siquiera miró a la maestra, no tenía esa mirada sumisa que tienen todos al entrar al salón y encontrarse ante una figura de autoridad, el mantenía una mirada desafiante, y cuando observó a todo el curso, no estaba paseando la mirada con curiosidad entre las nuevas caras a las que tendría que ver por el resto del año, él estaba buscando a alguien en la multitud…seleccionando a quien dirigir sus palabras, identificándolo con ese extraña presentación y al final, al pronunciar la última frase el ademan que hacían sus manos se detuvo, su dedo índice quedó suspendido en el aire y apuntó hacia donde estábamos.

—te observó a ti…también me di cuenta de eso—afirmó John, realmente a Sherlock no se le escapaba detalle alguno.

—y durante la clase volteó el rostro hacia nuestras mesas en cuatro oportunidades, en menos de una hora

—entonces…¿qué concluyes?

—ese muchacho…nos conoce de alguna parte…sus palabras de presentación no eran amistosas, eran un desafío.

—¿qué haremos?

—son detalles inofensivos por ahora, nadie nos haría caso, pero Richard Brook es un nombre particular, jamás lo había oído antes…¿cuál es el balance de probabilidad de que sea una identidad falsa?

—Sherlock quizás solo llamaste su atención, es un adolescente después de todo.

—No John, yo vi en sus ojos esa señal de reconocimiento, ese sutil gesto, cuando nuestra pupila se expande, nuestras fosas nasales se dilatan y apretamos los labios en el momento en que ubicamos a alguien entre la multitud…alguien a quien hemos visto antes. Se que estoy en lo correcto

—bueno, mantendré vigilado a ese chico…

—probablemente intente acercarse a ti

—¿por qué? —inquirió el rubio preocupado, mientras le obsequiaba su manzana de postre a Sherlock como todas las tardes, el rizado la tomó entre sus manos reflexionando una respuesta.

—si ya me conoce sabe de mi rechazo natural a relacionarme con personas nuevas…pero tú eres la única persona a la que soy cercano en esta institución, sabrá que un vehículo más sencillo para llegar a mi será siendo amistoso contigo, se que en el transcurso de los días te hablará.

—¿y si no lo hace?

—entonces podrás restregarme en la cara que estoy equivocado—propuso Holmes con una encantadora sonrisa

—suena tentador…

Notas finales:

Hola, gracias por leer y por favor no olviden dejar sus comentarios, un gran abrazo!


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