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Teenlock: Sherlock in high School por sherlocked221B

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Se besaban con desenfreno, sin ser conscientes de lo que ocurría a su alrededor, el tiempo y el espacio se habían diluido entre la explosión de sensaciones que recorría sus cuerpos, John acarició las marcadas y pálidas mejillas de Holmes, sonriendo mientras saboreaba el dulzor de los labios del rizado. Finalmente, ambos se separaron unos cuantos centímetros  para recuperar el aliento, John apenas podía contener la emoción, había vuelto a suceder y esta vez había sido el frío Sherlock Holmes quien había tomado la iniciativa, las dudas aún se agolpaban en su mente, al igual que el temor ante la posible huida de Holmes, tal como la primera vez.

—por favor no me vuelvas a decir que es un error…no huyas de nuevo—susurró con los ojos entreabiertos, adentrando sus brazos en el grueso abrigo de Holmes, abrazándolo con fuerza.

—No…—fue todo lo que Sherlock pudo decir al respecto, frunciendo el entrecejo con seriedad, aún no conseguía comprender del todo lo que había sucedido, la rapidez con la que se habían desarrollado los eventos, y más aún…los impulsos que por momentos se habían adueñado de él, nublando sus pensamientos, jamás le había ocurrido algo similar, definitivamente John Watson era…especial—es solo que yo…tengo que ir a resolver unos asuntos con Lestrade—dijo Holmes algo desorientado—ha estado llamando como loco a mi móvil…hay una nueva escena del crimen.

—¿quién es Lestrade?

—el detective inspector para quien trabajo—replicó Sherlock con aire presumido como si fuese lo más obvio del mundo, pero su expresión cambió al instante siguiente— debo ir John—dijo manteniendo su mirada fija en la del rubio, apretando los labios con seriedad.

—está bien…—dijo algo desilusionado por la pronta separación justo cuando las cosas comenzaban a mejorar, finalizó su abrazo lentamente dándole espacio a Sherlock para emprender su camino

—lo sé, tampoco quiero ir—señaló Sherlock tras un suspiro cabizbajo, entonces John cayó en la cuenta de que Sherlock lucía más pálido de lo normal y más delgado, unas lúgubres ojeras oscurecían sus ojos, dándole un aspecto lúgubre a su rostro. De pronto Holmes, reaccionó abriendo los ojos con sorpresa, una fugaz sonrisa autosuficiente pasó por su rostro, acababa de tener una estupenda idea —¿aun aspiras a estudiar medicina?

—claro que si—contestó John algo descolocado por el abrupto cambio de tema.

—pues…será mejor que te inicies en anatomía humana cuanto antes, dime John—sonrió con aire de misterio, levantando el cuello de su abrigo—¿te asustan los cadáveres?

—bueno en las clases de biología tuve que diseccionar una rana

—me refiero a cadáveres humanos—replicó Holmes impaciente, levantando las manos con dramatismo

—no lo sé, jamás me ha tocado ver uno frente a frente, solo en las películas…pero aun así, son personas actuando de muertas  

—¿películas? —preguntó Sherlock con extrañeza, luego sacudió el rostro erradicando esos pensamientos de su mente—pues mientras antes sepamos mejor, serás mi asistente—John tuvo la certeza de que no era una pregunta, era más bien una especie de orden, definitivamente no podría negarse.

—¿tu asistente? —preguntó John con incredulidad—te refieres a que quieres que te asista en las escenas de los crímenes

—bien John, en eso consiste ser un asistente—señaló Sherlock con una sonrisa burlona

—no se si esté preparado para eso—replicó John tocándose el cabello con nerviosismo

—bien—dijo Sherlock restándole importancia, caminando con indiferencia, dejando a John atrás

—quizás cambie de opinión si me das un incentivo—dijo sonriendo el rubio con picardía. Sherlock volteó el rostro y lo observó con extrañeza

—¿de qué estás hablando?

—algo como esto—dijo Watson acercándose y volviendo a unir sus labios con mayor confianza, Sherlock no se esperaba ese acercamiento, no supo como reaccionar, solo cerró los ojos por instinto, mantuvo los puños cerrados y correspondió a ese improvisado beso lo mejor que pudo, sintiendo instantáneamente cada fibra de su cuerpo alterarse ante la imprevista cercanía de ese muchacho, las corrientes eléctricas recorriéndolo por completo, recordándole que seguía vivo…que estaba más vivo que nunca antes. 

John Watson, el único ser humano que había logrado derrotar su eterna frialdad. Una parte de él, quizás la más humana, nunca tenía suficiente de John, necesitaba más y más de él, y si no lograba controlarse…eso se convertiría en un verdadero problema para pensar con claridad, su trabajo demandaba un autocontrol absoluto y por sobre todo un razonamiento frío y calculador…últimamente ese cúmulo de indescifrables sentimientos que el rubio le producía entorpecían sus sentidos y ocupaban gran parte de sus pensamientos a toda hora, no le gustaba  en lo absoluto ser incapaz de  comprender lo que le estaba sucediendo…esos últimos días había leído varios libros para ayudarse a entender que le estaba ocurriendo, para comprender por qué sentía esa extraña debilidad por John…esa debilidad que había comenzado como una simple simpatía y ahora se había transformado en algo más profundo y evidentemente…peligroso. 

John se separó de forma tan abrupta como se había acercado, Holmes tuvo que pestañar un par de veces para asimilar los extraños cambios del rubio que lo desencajaban completamente…—bien y ¿dónde está tu escena del crimen? —preguntó John de forma casual, como si nada hubiese ocurrido momentos antes.  Sherlock nuevamente le dio una de esas profundas miradas.

—a unas cuantas calles de aquí—dijo tras carraspear un poco para recuperar la compostura

—no me has respondido… ¿te gustó tanto como a mí? —dijo John mordiéndose los labios con la expectación de la respuesta

El moreno guardó silencio unos segundos,  jamás le diría a John la respuesta que deseaba, era demasiado orgulloso, además verbalizar sus sensaciones no era lo suyo…pero ante la atenta mirada del rubio no le quedó más remedio que esbozar una escueta respuesta —¿qué cosa?…

—sabes a que me refiero Sherlock—replicó John frunciendo el gesto ante la sutil evasiva

—claro que no.

—tomaré tu silencio como un sí—dijo finalmente el rubio. observando a Sherlock con una expresión triunfal

—¿es verdad que mi hermano te amenazó?

—claro que es verdad, jamás me atrevería a usar su nombre para inventar algo…para serte franco él da un poco de “miedo” con sus amenazas y su eximio conocimiento de mi vida…no lo sé…los Holmes son extraños—dijo John encogiéndose de hombros

—ahora te intimidamos—dijo Sherlock levantando las cejas divertido ante la confesión del rubio

—solo tu hermano, tu no das miedo—Sherlock rodó los ojos con fastidio

—te ofreció dinero para espiarme

—m…no que recuerde, solo me dijo que podía inculparme de traición a la patria y encerrarme de por vida si se le venía en gana, o algo así y que me estaría vigilando, me hizo una demostración de que puede vigilarlos a todos a toda hora.

—Lástima, si en el futuro te ofrece dinero acéptalo, podemos dividirlo—John sonrió divertido ante tan inusual propuesta

—trato hecho, un poco de dinero no me vendría mal…le informaré sobre todas las “travesuras” de Sherlock Holmes—dijo John con una sonrisa malévola

—yo no hago travesuras, eso es infantil—aclaró Sherlock sin inmutarse en lo absoluto, manteniendo su actitud neutral

—¿y qué es esto? —dijo John indicándolo con una de sus manos— acabas de escapar de la escuela en medio de las clases

—la escuela es estúpida—dijo Sherlock torciendo el gesto con irritación—además tú también escapaste de la escuela, no estás en posición de reprocharme nada

—no me dejaste otra opción…—señaló John bajando la vista

—Lo siento—dijo Sherlock finalmente—en ocasiones no pienso lo que mis acciones le provocarán a los demás…me cuesta entender…los sentimientos, es demasiado complicado.

—lo se…puedo hacerte una última pregunta

—por qué desapareciste todos estos días—Sherlock guardó silencio, John pensó que no obtendría una explicación después de todo, suspiró con resignación.

—necesitaba…pensar en lo ocurrido la noche del baile, debía comprender lo que había sucedido, darle una explicación lógica, entender sus motivaciones racionales para luego analizar las variables y los eventuales escenarios derivados de ese suceso.

—hablas como si se tratase de un experimento, no todo tiene una explicación lógica Sherlock, a veces las cosas solo…son lo que son, impulsos irracionales accionados por la emoción—Sherlock apretó los labios contrariado, iba a decir algo al respecto cuando de pronto se percató que habían llegado a la escena del crimen.

—bien John…¿estás listo para esto?

—creo…que sí, espero no vomitar o desmayarme al ver el cadáver

—por el bien de ambos espero que eso jamás suceda

—tranquilo, vi un gato muerto una vez…no fue tan terrible

—no tienes idea—sonrió el rizado con actitud presumida, traspasando la barrera de seguridad, algunos policías voltearon a verlos pero parecieron reconocer instantáneamente al rizado y volvieron a sus quehaceres, Holmes  caminaba con soltura hacia el interior de la estancia, deteniéndose de vez en cuando a mirar las huellas de pisadas en el lodo seco, una colilla de cigarro pisoteada, la altura del sol o estudiando los edificios cercanos, John lo seguía de atrás algo inseguro, con cierta cuota de timidez, era su primera vez en un escenario así…todos los demás policías aparentaban mucha más edad, eran personas experimentadas y aclimatadas  a la violencia, en cambio ellos solo eran muchachos husmeando entre los rincones de una casona abandonada, se preguntó por qué a Sherlock le emocionaban tanto estos escenarios macabros, se veía realmente feliz, y su buen humor iba en aumento al encontrar una mancha en la pared o rastros de pisadas en la escalera.

—esto es estupendo, apuesto a que los policías no tienen idea alguna de qué está sucediendo

—pero tu si—aclaró John con certeza. Sherlock levantó el rostro y le guiñó un ojo

—claro que si

—no entiendo en que te puedo ayudar yo, no se nada que tu no sepas ya, además no tengo una mirada muy detallista, soy distraído—Dijo John con cierta vergüenza

—siempre hay algo en qué ayudar John, eres mi asistente, recuérdalo

—¡Sherlock! —lo llamó una voz grave aproximándose hacia donde estaban los jóvenes, John observó a un hombre algo cano, con voz grave, era el detective inspector a cargo

—Lestrade—dijo Sherlock a modo de saludo, acompañado de un apretón de manos

—y ¿él quien es? —interrogó Lestrade indicando a John

—viene conmigo—le cortó Sherlock  

—si ¿pero quien es?

—dije que viene conmigo

—Sherlock esta no es una guardería de niños, dijimos que eras solo tú, tuve que hacer grandes esfuerzos para que te dejaran entrar en los casos

—El nos será de gran ayuda Lestrade, puedo asegurárselo, su nombre es John Watson, será mi asistente

—¿tu…asistente? —preguntó con incredulidad mirando a John, quien solo deseaba decirle a Sherlock que había cambiado de opinión y prefería esperar afuera. Sin embargo el inspector finalmente asintió comprendiendo que no podría ganar en una discusión con Sherlock

—hay algo nuevo en este caso, sino no me habrías llamado

—bien dicho…la víctima dejó una nota Sherlock—señaló Lestrade con seriedad—puedo darles 5 minutos con el cuerpo

—necesito 10—dijo Sherlock con frustración por lo bajo. Lestrade abrió una de las puertas de la gran casona y la vieron, era una mujer vestida completamente de roza de pies a cabeza, junto a su mano izquierda había un extraño mensaje escrito “RACHE” sus uñas desgastadas demostraban que había rasgado el sueño con su último aliento para escribir ese mensaje. John contuvo el aliento, era la primera vez que se encontraba frente a un cuerpo sin vida. Había un extraño aroma en el aire que le pareció nauseabundo, se sintió algo mareado, respiró hondo intentando mantener la calma, aunque su reacción no pasó desapercibida para Sherlock quien le sonrió fugazmente para inspirarle confianza.

—Lestrade necesitamos un momento a solas con el cuerpo

—sabes que no puedo hacer eso

—haces mucho ruido—dijo Sherlock rodando los ojos con fastidio

—claro que no, no he abierto la boca

—estás pensando, nos distrae, me necesitas así que déjame hacer mi trabajo a solas

—Espero que tu y tu…asistente puedan darme buenas pistas Holmes, tienes 5 minutos—dijo Lestrade dedicándole una última mirada a John antes de salir de la escena cerrando la puerta tras él

—¿estás bien?

—si, es solo…es el asombro del momento, ya se me pasará.

—Bien, necesito que te acerques y me des tu propia impresión, adelante—dijo Sherlock tras una sonrisa enigmática. John tragó saliva, sentía pavor al enfrentarse cara a cara con la muerte, sin embargo, había algo…una extraña sensación adrenalínica que sentía en cada fibra de su cuerpo, similar a la emoción que sentía al caminar con Sherlock Holmes por las calles de Londres.

 

 

Notas finales:

espero que hayan disfrutado la Lectura, por favor no olviden dejar sus comentarios con sus impresiones del capítulo. gracias por leer el fanfic 


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