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Tu la guerra, yo la muerte. por MichaelJ2099

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-Mi señor, hemos terminado la inspección. Como bien sabemos todo el mar está en estado solido, no creo que haya una parte líquida debajo de todo este hielo macizo.- Dijo un hombre robusto de piel oscura hacia su señor.

-Será necesario derretirlo, solo así se podrá salvar, si desaparecer el hielo así como así, solo será una gran hoyo.- Comentó el rey Surt. Su cuerpo robusto de color oscuro y cubierto de  grietas rojas comenzó a encenderse como si de una antorcha se tratase.

-Tenemos que empezar ya.

El hombre lo siguió de cerca.

-Sugiero que tomemos la palabra de la princesa de Alfheim. Parecía muy convencida de poder hacer algo para quitar toda la maldición de sus tierras.

Surt encaró una ceja. La imagen que había visto, aquella potente 'llama' que crecía en su vientre. ¿Qué clase de criatura estaba engendrando? No quiso suponerlo.

-No, en dado caso me apoyaré en el comentario que hizo del otro joven.

-¿El prometido del famoso espadachín del rey? 

Surt asintió. Recordó los extraños rostros de todos cuando él había sugerido que recordaba una boda entre ese chico y el rey de Asgard. ¿En verdad se había equivocado? 

-Bueno, tal vez podamos solicitar su apoyo, pero de momento nos encargaremos nosotros.- Aseguró y continuó por la orilla del ahora extinto mar. 

Negó con la cabeza. En eso escucharon un estruendo en la lejanía. Una de las torres del gran palacio retumbó.

-¡¿QUÉ SE SUPONE QUE FUE TODO ESE ESPECTÁCULO?!

Cuales niños regañados, estaban todos en una pequeña sala lejos de todo el extraño ambiente que se había dejado en la sala de juntas. Liv estaba entre los brazos de Aren, quien mantenía junto con su hermano una apariencia humanoide.

En cuanto a Loki, estaba colocado con el rostro serio junto a Fandral. Volstagg se rascaba la cabeza y Sif y Hogun no podían dejar de mirar con desconcierto.

-Para empezar, ¿qué diantres haces tu afuera? - Señaló a Aren y enseguida le apartó de su adorada Liv. Volstagg se adelantó.

-Puedo explicarlo, mi rey.- Habló con las palmas arriba.

-Por supuesto que puedes y ¡DEBES!

El pelirojo se estremeció.

-Lo que sucede es que...

-¡YO PEDÍ QUE LO LIBERASE! - Exclamó Liv tomándolo del brazo para que la escuchara.

-¡¿Tu qué?! ¡Liv! ¿has perdido la cabeza?- La tomó con fuerza de ambos brazos. La rubia se mostró molesta, tanto que su cabello se coloreó en un vivo rojo aún así se mantenía con una gran entereza.

 -¿Él te lo pidió?

-NO.

-Entonces ¿¡POR QUÉ!? ¡Este sujeto es un mentiroso! 

-¡NO, NO LO ES! - Le espetó con el mismo ímpetu, Thor no esperaba semejante respuesta.

-Ya basta de rencores, Thor. ¡No son ya nuestros enemigos! Deja de verlos como los jötuns que nuestros padres nos mostraron que eran, terribles bestias incapaces de razonar.

Aren miró de reojo a Loki.

-Ya han llegado hasta aquí con nosotros y estoy segura de que ha sido por decisión propia. ¿No puedes simplemente tratarlos como otros seres vivos? iguales a ti.- acabando con el hilo de su voz, Aren corrió a tomarla de los hombros puesto que ella parecía estar pálida.

-¿Estás bien? - Asintió cuando percibió el toque de su esposo.

Thor frunció el ceño y de su molestia brotó una gran roca que lastimaría a todos.

-Esas son las decisiones de una niña estúpida... No son las decisiones de un rey. No me pidas que sea como tú.- La miró con cierto desprecio y se alejó para terminar delante del par de 'prometidos'.

-En cuanto a ustedes, más valen que sepan cánticos para las nordas porque lo que hicieron no tiene nombre.

-Claro que lo tiene, se le llama mentir.- Respondió Fandral. El rostro del rey se oscureció aún más.

El rubio se puso de pie.

-Thor lo que hicimos fue para dejar de lado las explicaciones y que el rey Surt se pusiera manos a la obra, no estamos para tontos juegos de roles pero tenemos que mantenerlo así hasta la próxima semana en la que ello se vayan. Una vez esto pase, todo será normal, no podemos perder el favor de ellos.- Explicó el rubio. 

Loki se puso de pie.

-Tengo que admitir que es horrible y descabellado, pero fue lo único sensato que ha hecho este sujeto de aquí.- Apuntó a Fandral con el pulgar.

Antes de poder decir algo, Thor le interrogó.

-Tu... ¿estás de acuerdo con ello?

El pálido parpadeó varias veces. Por un segundo, en su voz salió un hilo de ... ¿miedo?

-Lo hago por tu pueblo.- Le respondió y en su modo de hablar no escondió la sinceridad de sus palabras. Aún así, la afirmación le lastimó de un modo que aún no podía reconocer, apartó la mirada.

-Mi pueblo necesita ayuda, no tus malditos teatros.- Masculló.

Frigga quien se había mantenido al margen de la situación se acercó a la pareja de Aren y Liv y les pidió que se retirasen, Volstagg y los demás guerreros fueron tras él, mirando de soslayo a Thor. La reina escoltó a los demás fuera de la habitación.

El guerrero restante puso su mano en el hombro de Loki.

-Ahora mismo, no te escuchará, el está... muy lastimado.

El rey se giró violentamente.

-¡Ya basta!- Aunque en esa exclamación también había desesperación. Fandral fue el siguiente en hablar de nuevo.

-Prometido mío, te espero afuera.

La broma no fue bien recibida, la ceja levantada de los dos amantes heridos no pasó desapercibida.

-¿No bromas, eh? Está bien. Me voy.- Y se fue. Cuando abrió la puerta casi se caen de espaldas los que recién habían salido antes. Sus orejas estaban muy atentos a lo que ocurría tras la puerta aunque esta impidiese cualquiera salida de sonido.

-Cuidado que hay pájaros en el alambre.- Dijo Fandral antes de cerrar la puerta. Una vez solos... Solos, después de tanto tiempo, de tantas mentiras... miradas que huían... palabras esquivas.

Él, el enemigo, el apestado. Tiempo atrás era el que evitaba a toda costa involucrarse con lo que le parecía ajeno o desconocido, ahora estaba allí, buscando hablar finalmente. Rascaba entre las raíces de un corazón que daño con sus acciones, se atrevía a dejar de lado su introversión y poder abrir su verdadero sentir.

-Thor... 

No quiso escucharlo, no soportaba verse fijamente observado por esos ojos verdes, aquellos a los que tanto adoraba y le dedicó noches enteras de pensamientos, hordas inmensas de oleadas de pasión. Ya no podía. Le dio la espalda. Ya no había vuelta atrás tenía que hablar.

 -Quise evitar a toda costa... acercarme a ti. 

Los ojos azules se cerraron con fuerza, con la misma fuerza que su corazón dolía.

-Pero, parecías tan interesado en querer tenerme cerca. Deseé hacerte desplantes, algo que te alejase y no notases mi presencia pero... No pude y... bueno, sabemos bien lo que pasó después.

-¿Estás diciéndome que yo me lo busqué?

-No... Pero, tanto tu, como yo, fuimos arrastrados a esto. Sin poder controlarlo.

-¿A qué fuimos arrastrados? ¡tu me mentiste!

-Thor, basta. Yo no te mentí sobre mi sentir, ni mi personalidad. Oculté mi pasado, tergiverse mi visión de una vida para que no se dieran cuenta. Te lo diré todo; nos ocultamos aquí porque el plan era conocer su modo de batalla, organización política, toda aquella información que pudiese destruirlos desde adentro.

El rey se giró con la mirada fúrica.

-Esa información, jamás salió de nuestras bocas ni de ningún otro modo.- El rostro de Loki se oscureció, el recuerdo de aquellas interminables torturas en el calabozo. La piel de su espalda que se abría como una flor sangrante y las voces de sus captores que le exigían respuestas.

-A cambio de mi cuerpo, a cambio de mi estabilidad física guardé todo lo que pudiese volverlos vulnerables.

El rubio le miraba de arriba abajo buscando aquél sacrificio, pero no lo encontró. Se veía distinto únicamente, estaba más delgado, ojeras marcadas y siempre parecía colapsar cuando usaba sus habilidades. ¿Qué clase de daño le habrán hecho?

-Se pensaba dar un golpe desde adentro. Cuando nos negamos, fue que dieron el golpe con la reliquia maldita del cofre. 

Estiró su mano hacía afuera.

-¡Aren fue quien detuvo la masacre! El príncipe de Jötunheim, el heredero al trono mismo está en tu mismo palacio buscando que de igual manera puedas ver en él un apoyo para salir de esta terrible situación.

-¡USTEDES NOS PUSIERON EN ELLA! - Le tomó del cuello de la ropa casi levantándolo del suelo, Loki lo tomó de las sientes y pegó su frente con la de él.

-¡Nuestro pueblo también sufre! 

La respiración agitada de ambos quedó únicamente en el ambiente. Thor, todavía con Loki en sus manos pudo ver mucho más de cerca el rostro de la daga que estaba incrustada en su alma y él se encargaba de hundir más.

-Quisimos decirles la verdad antes de que todo sucediera... Queríamos sacarlos de aquí...- Su voz entrecortada rompió la poca estabilidad que le quedaba al rey.

Lo devolvió al suelo y se apartó de nuevo con una mano en los ojos.

-Yo sé por lo que estás pasando, lo sé muy bien porque yo también sufro, Thor. 

Guardó silencio, pensando con cuidado las siguientes palabras.

-También sé que no tiene caso que te diga mis sentimientos, entregarte los pedazos de algo que yo destruí aunque no por ello no dejan de ser verdaderos. Pero... para salir de esta guerra, necesito que puedas perdonarnos y que puedas confiar en nosotros. Thor, el mismo ardor en la carne, el agujero en el pecho, la pesadez de las entrañas que sientes, también permanece en mí. No quiero convencerte de ello, pero... tienes que saber que mi remordimiento también involucra a tu gente. Claro que lamento las mentiras, las decepciones, las mismas heridas que cargo.

Tomando su martillo sagrado, le miró:

-Ha punta de perdones no se lavan las cosas, las acciones, ni los sentimientos Loki.

Esta vez, las comisuras de los labios de Loki se mostraron endebles, en una mueca que no era para nada común en él. Una tristeza que deseaba desbordarse en sus ojos, en sus palabras, en sus manos. Una depresión que lo estaba consumiendo en vida. Se tuvo que sostener de un mueble cercano y con la voz quebrada resolvió:

-Thor, créeme que ya he pagado suficiente y que lo seguiré pagando toda mi vida. No creas que para mí fue fácil dejarte, el hecho de irme fue para protegerlos, no me fui de vacaciones y mi regreso no es una acción de lavarme las manos. Hundido en el Hel, para poder evitar que salieses más herido y ese mismo pesar y sentimiento que tanto maldices es el mismo que me hizo volver y darte la cara.

Un sollozo muy muy bajo, cubrió su boca con la palma. Ese mismo sonido que llegó hasta sus oídos le hizo girarse bruscamente dejó el martillo en donde estaba y se plantó tras él a punto de estrecharlo...

Pero no lo hizo, retiró el rostro y retiró las acciones impulsadas por el sufrimiento.

-La verdad de la que hablas, necesitarás demostrarla.

Loki le regresó la mirada.

-Por lo demás... No puedo darte una respuesta, pero... deseo que...

Sintió como su corazón se estrujó, se detuvo por ese momento en el que sus labios se abrieron.

-Deseo que podamos seguir adelante, cerrando ese capítulo entre nosotros. Una vez que esto acabe, podremos dar un paso más y olvidar todo lo que sucedió... Para siempre.

Cerrar el capítulo entre nosotros...

Lo que sucedió...

Como una guillotina cayendo sobre ellos, las imágenes que tanto adoraba, las caricias, las palabras y los besos llegaron como una lluvia de saetas. Todo aquello por lo que dejó de creer que la muerte era la salida, se esfumaba definitivamente.

-Desearía poder quitarme esos recuerdos de la cabeza, porque no miento cuando no son estas las actitudes de un rey... No quiero cometer los mismos errores de mi padre, por un capricho.

De ser su paraíso, ahora se volvió un capricho, un maldito capricho.

Su corazón palpitando, una bomba estallando. Cerró los ojos con fuerza para volver a recomponerse y de pie con un rostro serio se acercó hasta Thor. 

-Como ordenes, rey.

El rey no pudo prever cómo se acercaba peligrosamente, lo tomaba del rostro y plantaba un beso en su mejilla derecha. En la intención, en el vehículo de sus labios, Loki le transmitió todos esos mismos recuerdos dolorosos, el camino del amor que vivieron descubierto de las mentiras e iluminadas con la luz de la verdad. Cada contacto que tuvieron en el pasado, se modificó. No era más aquél joven de piel pálida el que estaba en Alfheim, era en todo y cada uno de los rincones de su mente, el príncipe, portero, mago de Jötunheim. 

El rubio se apartó, con los ojos destilando lágrimas.

-Te regreso la realidad de nuestro pasado, para que siempre que me recuerdes, no encuentres en ellos ningún motivo alguno para alimentar aquello que mantuvimos y que nos unió.

Salió. Dejando a Thor destrozado con un llanto que ya no pudo seguir controlando.

Notas finales:

 

 Un capítulo tan tóxico que en grandes cantidades sería fatal, por eso es que fue tan corto. Saludos a todos los que me han enviado sus comentarios, creanme que los leo pero no soy un as en lo que se dice responder, lamento esto pero espero les siga gustando la historia. Hasta pronto.


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