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Orión por llAl16ll

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Notas del capitulo:

Espero les guste el capitulo y me dejen sus comentarios, gracias :D 

Mi dilema no es exactamente el ser o no ser, mi dilema es saber cómo voy a hacer que Verónica me confiese que está prendada de mi prometida. Al principio pensé  que era un gusto de un par de días, y que tal vez estaba exagerando, pero los sentimientos de mi amiga no podían ser tan notorios y solo había pasado la primera semana.

 

Verónica caminaba tranquila con un montón de papeles en los brazos, un favor que le pedí, puesto que tenía mucho qué hacer a causa de la muerte de mi padre. De alguna manera me desocupé antes de tiempo y fui a darle alcance, sospeché que estar ocupada con papeleo sería mi día a día, y aún no lograba aclarar muchas cosas con Verónica, teniamos mucho de qué hablar.

Pude observar como Camila y Lucy caminaban por el mismo pasillo que mi amiga, solo que en dirección contraria, en ese momento Verónica se perdió totalmente del mundo manteniendo la mirada fija en Lucy, como quién se encuentra con su idol favorita, poco me faltó para pasarle una cubeta para la baba. Verónica estaba tan perdida con Lucy que no se fijó que Camila iba unos pasos delante, dándose tremendo golpe, terminando ambas en el suelo.

No sé el porqué de inmediato corrí hacia Camila, agachándome a su altura tendiendole mi mano para que se levantara. Por supuesto que era por educación básica, no había otra razón, hubiese sido igual con Verónica, aunque primero me hubiese reído; cierto, Vero también está en el suelo.

-Lo siento, te juro que fue sin intención.- Le dijo mi amiga totalmente sonrojada, seguramente por la vergüenza.

- No puedo creerlo.- Camila se levantó sin aceptar mi ayuda, sacudiéndose el polvo de los pantalones, ni siquiera me dedicó una mirada.

-Camila, fue un error ¿Te encuentras bien?-Preguntó Lucy a Vero mientras recogía los papeles de mi amiga.- Acá tiene, lo siento, estábamos distraídas.- Lucy se veía realmente arrepentida del golpe, incluso si ella no lo causó.

-No te preocupes, puedo caer mil veces más, tengo un trasero resistente.- Habló con velocidad Verónica, dándose cuenta de lo que dijo, negando mientras recibía los papeles.- No trato de decir que me veas el trasero, a lo que me refería es que casi ni me dolio, aunque tampoco me molestaría si lo haces - Cuando Verónica se levantó hizo un gesto de dolor.

-¿Debería creerte?- Lucy arqueó una ceja, dejando salir unas pequeñas carcajadas.

-Obvio, jamás te mentiría.- Parece que Vero recupero confianza con la risa de Lucy, porque hasta le guiñó un ojo a mi futura prometida.

-¿No piensas levantarte?- Camila se dirigió a mí, después de ignorarme por toda la semana,exactamente luego de verme en aquella situación con Verónica no me habló ni para pelear. - ¿Prefieres que llame a tu amante para que deje de coquetearle a Lucy?-

-¿Qué te sucede?- Me levanté con el ceño fruncido, casi no podía creer que su actitud sea tan infantil.- Vero no es mi amante, Camila.-

-¿Solo es tu compañera de noche?- Me contestó al tiro, se notaba que Camila estaba enojada.

-¡Camila, basta!- Le dijo Lucy, tomándola del brazo para empezar a caminar nuevamente hacia su destino- Lo siento por lo ocurrido.-Nos dijo alejándose por el pasillo.

-Creo que le gustas.- Vero me dice codeandome sin dejar de observar como se aleja el objeto de sus suspiros y la mujer que me quiere arrancar la cabeza.

-Estás de broma, quizás no prestaste atención a cómo me trató. Siento que me quiere despedazar.-

-¿No te das cuenta? Está celosa, estoy segura que por lo menos le atraes.-

- Puede que solo no quiera que le sea infiel a la princesa, ya sabes "por respeto".-Lo dije haciendo comillas con mis dedos, mientras caminaba con Verónica hacia mi oficina.

-Cierto... Lucy es tu prometiea.- Ella de nuevo se estaba deprimiendo.

En el momento en que llegamos a mi oficina, me decidí a terminar con la tristeza de mi amiga.

-Sinceramente no tengo atracción por Lucy, solo son intereses de Nación, pero si Lucy decidiera no casarse no la obligaría. Si se casara con alguien importante de la Nación sería practicamente lo mismo, por ejemplo mi mano derecha.-

-¿Quién es ése?- Me dijo achinando la mirada, aunque se le podía notar más relajada que antes.

-Por supuesto que solo puedes ser tú, no confío en nadie más, planeo darte el título este fin de semana.-

-¿Hablas en serio?- Su sonrisa parecía la de una niña pequeña. Así que no pude evitar acariciale el cabello de manera salvaje.- ¿Me dejarías casarme con Lucy?-

-¿Eso es todo lo que te importa? ¡Te acabo de ofrecer un gran poder!-

-Lo sé. Me siento como Spiderman, pero ahora mismo siento que lo más importante es la parte de Lucy en el paquete.-

-Eres una idiota.- Me reí, ahora estaba segura que mi amiga se había prendado de la princesa.- Pero solo te casarás si ella quiere.-

-Nunca la obligaría.-

Seguimos conversando mientras hacíamos el papeleo, nunca pensé que una persona estuviese escuchando nuestra plática, además de cuanto me arrepentiría de no haberme fijado que esa rata estaba oculta.

Pov Camila

-Esa mujer es una completa descuidada, poco faltó para que me deje sin nariz.- Le dije a Lucy sobándome  la frente, sí, quizás exageré un poco, pero no sé, Verónica no me agrada.

- A mí se me hace linda, no lo sé, como que tiene algo ¿No te parece?-

-A mí me parece que le falta algo, tal vez el cerebro.-

-¡Mentira! ¡Tú solo estás celosa!-

-Claro que no, a mí no me importa si son pareja, pero me parece un total falta de respeto que cruelregui tenga un amorío cuando se va a casar.-

-¿Camila, qué dedo me chupo? Te gusta desde que era una niña.- En este punto me arrepiento de haberle contado a Lucy que conocí a Lauren a los 5 años, aunque ya me di cuenta que ella no lo recuerda en absoluto.

-¡No me gustaba! Sólo fue mi primera amiga, recuerda que no hemos vuelto a hablar hasta el día que llegamos a Vhutors.- 

-¿No crees que te enamoraste de ella?-

-¡Por supuesto que no! Me decepcioné totalmente cuando me entere en lo que se estaba convirtiendo, además que cortamos todo contacto, Lucy.-

-De acuerdo, tal vez en ese entonces solo era tu amiga, pero ahora debes admitir que te da celos Verónica.-

-Lucy, solo no quiero que Lauren piense que puede hacer lo que quiera, quiero ponerle restricciones, no sé si esté celosa, pero si fuese así, aún le tengo miedo, me asusta que ataque a nuestra Nación.-

-Camila… te prestaría mi hombro, pero creo que te estás excusando. Siento que algo nació en ti desde que la viste, sé que tal vez no sea amor, pero tú estás cayendo por Jauregui, porque sabes que puede ser la misma niña inocente que fue tu amiga.-

-Basta, Lucy, no es así. ¡Ella me da miedo! ¿Y si de nuevo cambia? ¡Estuvo a punto de quemarme el rostro! No sé por qué cambió de repente, pero si no me muestra pruebas de que ya no es como su padre, jamás podría confiar en ella.-

-Camila… lo siento, quizá hablé de más.- Lucy se acercó a mí, rodeándome con sus brazos, correspondí al poco tiempo y los recuerdos de mi infancia me llenaron.

Flasback Camila 5 años.

-Camz, no corras, no puedo alcanzarte.-

-Lolo, apúrate, deberíamos haber llegado hace cinco minutos.-

Lauren Jauregui era mi mejor amiga en ese tiempo, no recuerdo con claridad porque mi padre tenía trato con los Vhutors, creo que Michael quería una tregua, una en la que él sería el mandamás de nuestra Nación.

-Fue porque tú querías jugar en el pueblo.- Me acusó una pequeña ojiverde inflando los cachetes.

-No te tuve que convencer mucho.- Le saqué la lengua divertida, mi vestido blanco estaba polvoriento, había jugado demasiado con Lauren.

-Odio ser tan débil, sino tú estarías detrás de mí.- Lauren era unos centímetros más baja que yo, y siempre usaba ropa negra, siempre con pantalones.

-No eres débil, llorona.- Le dije, mientras llegábamos a la entrada del castillo, no quería demostrarlo pero también me había cansado.

-¡Lauren!- La voz del rey Michael se escuchó en el recibidor, yo solo di un pequeño salto sobre mi lugar.- ¡¿Dónde has estado, mocosa?! ¡Faltaste a tu entrenamiento de nuevo!-

-Papá… yo… estaba … - Dijo Lauren, deseaba tanto apoyarla, quería decir algo, pero simplemente las palabras no salían de mi garganta, fue cuando vi llegar a mi padre y corrí hacia él. Mi padre al instante me levantó del suelo en sus brazos, besando mi cabeza. Pude ver que Lauren miró la escena, y su mandíbula tembló, Lauren quería llorar pero no lo hizo. – Lo lamento, no volverá a pasar.-

-¡Claro que no volverá a pasar! ¡Te he estado consintiendo mucho! ¡Estoy harto de tu debilidad!- Gritó Michael, logrando que Lauren soltara una lágrima, solo fue una, ni siquiera gimoteó, pero el rey no dudo en levantar su mano y estamparla sobre su mejilla.- ¿Eres así de débil? No puedes llorar solo por un par de palabras, te voy a enseñar a ser fuerte, despreciable mocosa.- Escupió sin temor.

-¡Michael, detente! ¡No puedes tratar así a tu hija!- Interfirió mi padre, tratando de calmar al rey de Vhutors.

-Tienes razón, no sé qué me sucedió.- Exhaló el aire contenido, dedicándole una sonrisa a mi padre, y por un momento tuve esperanza de que ese hombre cuidase de Lauren.- No puedo creer que sea tan blando con ella.- Pero me equivoqué y me entró miedo por ella.  

-Eres terrible Michael.- Mi padre negó y desvió la mirada para voltearse y comenzamos a caminar en dirección a mi habitación, luego de eso escuché un par de gritos de Lauren, y luego nada, no escuché ninguna queja más.  

Pasé cerca de seis meses en compañía de Lauren, para mí se había vuelto mi amiga más preciada, y sabía que yo era su única amiga, a Michael no le gustaba que hiciera lazos con gente de posición más baja a la nuestra, en pocas palabras si Lauren llegaba a tener amigas solo podrían ser las princesas de las otras naciones, sino estaría sola, debo admitir que aún con mi corta edad eso me daba mucha tristeza.

-¡Lolo!- Corrí hacia ella cuando la vi en el patio, había pasado cerca de una semana desde la última vez que la vi, hoy sería mi último día en el palacio, por lo que quería que me prometiera que vendría a verme y me escribiría muchísimas cartas.

-Soy Jauregui.- Me dijo secamente, dándome una mirada oscura, el brillo de sus hermosos ojos verdes no existía, esa mirada me daba miedo, pero yo quería saber que pasó ¿Estaba molesta porque mi padre se fue sin ayudarla? 

-Lolo, discúlpame, papá quería ayudarte, pero sabía que tu papá no haría caso, y no quería empeorar las cosas para ti. Papá dijo que a veces es mejor guardar silencio y no dejar libre a la bestia, no lo entendí, pero tú eres inteligente y seguro sabes que significa…-

-¡Cállate! Sólo lárgate, no te quiero cerca, no necesito a nadie, eres débil, por tu culpa era débil pero papá me ayudó, ahora nunca más seré débil. Ya no siento nada; nada por mamá, nada por mi hermano, nada por ti… nada por nadie.- La mirada de Lauren cada vez era más fría, por un momento le creí, pero sabía que mi amiga aún estaba ahí, la recuperaría.

-No, porque cuando dejes de sentir te vuelves débil, lo que te hace fuerte es el amor, Lolo.-

-Te dije que ya no me dijeras así.- Para la corta edad de Lauren tenía una cínica sonrisa en sus labios, cuando se acercó a mí a pasos lentos y me hizo temblar.- Te voy a demostrar cómo debes referirte a la clase fuerte, Camila.-

-Lolo…- La mano de Lolo fue cubierta en llamas, y chasqueó los dedos, logrando rodear mi alrededor con fuego, en ese momento supe que capaz si me hubiese callado no hubiese liberado a la bestia como dijo mi padre.

-¿Sabes cuál es la técnica favorita de mi padre?- Temblé ante sus palabras, no había titubeado, no se parecía en nada a mi Lolo.- Te la voy a mostrar.- Lentamente su mano se acercó a mi rostro, podía sentir el calor sobre el, y pude ver a mi padre que me buscaba.

-¡Papá!- Grité con todas mis fuerzas antes de que todo se vuelva oscuro, me había desmayado.

Fin del flashback

Salté de la cama, respiraba con agitación, mi sudor me había rodeado por completo, sentía ganas de llorar, no pensé que volvería a recordar aquella escena. Recordé como desde ese día pronunciar el nombre de Lauren en el palacio era tabú, y como mi padre evitó volver a tener conversaciones con la Nación de Vhutors. Hasta hoy no sé qué fue lo que ocurrió con Lauren después de que la dejamos en el recibidor, sólo  sé que la Lauren que me atacó no podía ser la persona con la que compartí mis aventuras.

Me di un baño, luego de eso me coloqué unos pantalones y fui a pasear por el patio del castillo, me dirigí al lugar de mi pesadilla, ahí donde todo había terminado. Ahí donde antes el fuego abrasador me rodeaba había rosas rojas rodeando un lago.

-Te levantas temprano.- Esa voz conocida me hizo dar un brinco por la sorpresa, capaz también porque aquel lugar me trajo malos recuerdos.

-Hoy sí ¿Y usted?- La miré, noté que estaba un poco sudorosa ¿Acaso estaba corriendo? ¿por qué?

-Entrenaba un poco, quería relajarme, no me digas usted, tenemos la misma edad, por lo menos aquí.-

-¿Aquí?-

-Me refiero a que ahora, actualmente, no me hagas caso.- Noté que se puso un poco nerviosa y no pude evitar reírme de ella.

-De acuerdo, como digas, Jauregui.-

-¡Vamos! ¿En serio? Sólo dime Lauren, tampoco tenemos que ser formales ¿No crees, Camila?- Me dedicó una inocente sonrisa, y sí, le correspondí.

- Tienes razón, debo disculparme, he sido grosera contigo últimamente, y no te lo merecías, aún la boda no se ha realizado, así que eres libre de hacer con tu vida lo que desees.-

-Sobre eso, quería hablarte sobre algo. Verónica es mi mejor amiga, mi hermana del alma aunque no tengamos lazos de sangre, para mí ella es importante, pero no en la manera que crees.-

-No tienes que darme explicaciones.-

-Escucha, Camila.- Me interrumpió antes de decir algo más, no entiendo porque me habla de eso, aunque me alegra saber que no la ve de esa manera.- Quiero ayudar a Verónica, ella… está enamorada de Lucy.-

-¿Es verdad eso?- Mi sorpresa se dio a notar totalmente en mi rostro, soy algo despistada pero no me lo esperaba, con razón la mira como si fuese un pedazo de carne.

-Verónica será mi mano derecha, me gustaría que el compromiso sea anulado, en  caso de que logre enamorar a Lucy, pero si no lo logra, continuaré con éste. ¿Crees que Clexars lo aceptará? –

-Mhn… supongo que al ser tu mano derecha no estaría mal.- Estoy en problemas, si Lucy se casa con Verónica, Clexars estará a salvo, pero Vhutors no tendrá ningún poder especial en nuestra Nación, si se enteran seguro harán una guerra. Eso no debería importarme, si veo el lado positivo: yo gano, Clexars gana, Lucy será feliz con Verónica,Vhutors no ganará nada, pero todos ganamos. – Es una idea fantástica.-

-¿Cuento con tu ayuda?-

- A Lucy le atrae tu amiga, aunque no es fácil de enamorar.-

-Nosotros seremos cupido.-

-¿Cupido?-

-Digamos que seremos quienes las ayuden a enamorarse¿Te parece?-

-Siempre usas términos raros.-

 Lauren estuvo a punto de regañarme por lo que le dije pero negó suavemente, y me señaló hacia el camino de piedra del patio, donde venían Verónica y Lucy conversando entre cortas risas al vernos caminaron hacia donde nos encontrábamos.

 De ahí pude ver como un cartero se acercó a nosotras entregándole una carta a Lauren para irse. Mi curiosidad aumentó cuando leí lo que decía “Sé tu secreto”. A punto estuve de preguntar que sucedía pero todo pasó tan rápido, una flecha rodeada de fuego venía hacia nosotros, cuando intente detenerla con magia de agua no obtuve resultados, estaba protegida con magia de fortalecimiento, la flecha se dirigía hacia Lucy. ¡Sabía que no debía confiar en los Vhutors! Harían lo que sea para conseguir una guerra.

Me arrepentí de aquel pensamiento cuando vi que Verónica se ponía delante de Lucy, la flecha de impactó de golpe en el centro del tórax, exactamente en el corazón. Verónica no tardó en escupir sangre por la boca, al instante que caía al suelo de rodillas, sujetando la flecha con sus manos, a la vez que estas se manchaban del rojo de su sangre, y el olor metálico nos llegó a todos a pesar de encontrarnos en un lugar abierto.

-¡Vero!- Escuché el grito de Lauren mientras se tiraba de rodillas a la altura de su amiga, podía notar como su pantalón se raspó ante el contacto, seguramente se hizo daño.- ¡Vero! ¡Por favor! ¡No puedes dejarme! ¡Tú no!- El rostro de Lauren se llenó de lágrimas que resbalaban por su mejilla, y no se detenían, pude notar la sinceridad de su reacción. Y ante todo ese dolor llegaron tres flechas más que caían en nuestra dirección.

No serviría de nada intentar detenerlas, puesto que el fortalecimiento las hacía invencibles, me equivoqué. El mago principal de Lauren y mano derecha del difunto Michael llegó, colocando una barrera de fuego, estaba segura que no serviría, esas flechas tenían fortalecimiento, eran imparables, pero las flechas solo se hicieron ceniza. La barrera las detuvo, esas flechas ya no tenían fortalecimiento.

El sollozo de Lauren aún se escuchaba, no parecía que fuese a parar, verla semejante situación me hacía sentir totalmente mal. Era un asco de persona por pensar que el ataque fue planeado, era claro que ellas no sabían nada.

-No… no llores.- Dijo Verónica a Lauren, posando su mano con dificultad en su mejilla.- Ya no estás sssola, ahora tienes familia.- Tartamudeó, era notorio la fuerza que ponía para mantenerse consciente.

-¡No me importa! ¡Tú eres mi familia!-

-Majestad, acabaré con su sufrimiento.- Simon creó una cuchilla de fuego, iba directamente a atacar el cuello de Verónica, si lo hacía todo estaría perdido.

-No te atrevas.- Lauren detuvo la cuchilla con su mano, y el filo de fuego de ésta comenzó a crearla una yaga, la que no tardó en sangrar.- Encuentren a los culpables.-

-Lo que usted ordene.- Dijo Simon, anulando su cuchilla, llevándose a la guardia.

-¿Crees que te dejaré morir? Ni en mil años.- Le dijo Lauren a Verónica, en ese momento un sonido extraño se hizo presente.

Busqué el sonido pero no lo hallé, solo pude observar a Lucy llorar silenciosamente en un estado de shock.

Pov Lauren

El sonido del celular divino comenzó a ser molesto pero no dudé en contestar.

-¿Cómo es que se la arreglan para encontrarse en semejante situación?- Esa voz se me hizo conocida, y por un momento la esperanza regresó a mí.

-¿Cómo puedo salvarla?-

-Te di mi bendición, úsala con sabiduría. No me gusta el futuro que se presenta si te equivocas- Y me colgó, tal vez la señal falló, no lo sé. En ese momento el pánico de nuevo se apoderó de mí ¡No tenía idea de qué hacer!

-Luego tendrás que responder mis dudas.- Camila habló, sentándose junto a Verónica.- Lucy, ayúdame, intentemos darle tiempo.- 

Camila y Lucy comenzaron a usar agua en Verónica desde sus manos, y yo me sorprendí, acaso Dios quería que use los poderes que me dio. Podía notar a mi amiga hacer gestos de dolor.

-Tranquila, Vero, todo estará bien.- Ella solo me dedicó una corta sonrisa.

- No podemos curarla pero por lo menos daremos tiempo a que lleguen los expertos.- Soltó Camila.- Saca la flecha.-

-¿Qué? La mataré si hago eso.-

-Sólo hazlo, Lauren, confía en mí.-

-Tengo miedo.- Mis ojos dejaban ver mi temor de perder a Vero, estaba aterrada pero podía ver que Camila suplicaba por mi voto de confianza, y lo hice, quité la flecha.

-Ahora el fuego no afectará el interior-

De repente llegaron los magos que me habían curado y se llevaron a Vero a lo que pensé era una enfermería. Caminé detrás de ellos, y me quedé parada frente a la habitación, estaba perdida en mis pensamientos. Lo sabía, Vero no saldría de esa habitación con vida, simplemente lo sabía. Dios lo había dicho “No me gusta el futuro que se presenta si te equivocas” Y yo no había hecho nada para cambiarlo.

Caí de rodillas al suelo y lágrimas saladas salían de mí ¿Cómo demonios iba  a ayudar si no sabía qué hacer? En ese momento, no tenía ni idea de cómo usar los poderes que eran mi bendición. Lo peor era que tenía el conocimiento de que si no hacía algo, perdería al único ser que estuvo siempre conmigo.

Cerca de una hora pasó, la puerta se abrió dejando salir al mago que me había atendido el primer día que estuve en Orión.

-Lo siento mucho, hicimos todo lo posible…-Dijo mordiéndose el labio inferior, y no escuché nada, cualquier sonido a mi alrededor se escuchaba como un pitido, mi llanto solo creció más, golpeé el suelo con fuerza, logrando que un florero cayera cerca, poco me importó, seguí golpeando hasta que sentí el ardor de mis manos ensangrentadas, teniendo en ellas la sangre de Vero y la propia.

La había perdido, sin poder hacer nada la perdí.

 

 

Notas finales:

Y tristemente Lauren perdió a Verónica y todo se sumió en silencio ;;; Gracias. 


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