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En la tarde , en la casa el silencio reinaba en la parte superior pero en la inferior se podía escuchar varias voces que provenían de la televisión, la cual ambos padre jóvenes estaban viendo.
Los pequeños Yumi, Yael y Yamiel (su tercer hijo) estaban en la casa...mejor dicho en la mansión jugando con Seika y Joes, por lo que tenían la casa para ellos solos, mañana por la mañana irían por ellos.
-Yami, quiero chocolate con kiwi y helado
-¿Eh? ¿Ahora?
-¡Sí ahora!
El menor alzó la voz llevando sus brazos a su vientre de 7 meses y medio.
-¡El bebé tiene hambre por lo que yo tengo hambre, quiero kiwi con chocolate y mi helado!
Exclamó Yugi mientras se levantaba con dificultad, Yami inmediatamente lo volvió a sentar con cuidado
-N-no aibou, enseguida v-voy.
-Gracias
Sonrió volviendo a sentarse y tomar su bol de palomitas, al pasar los minutos Yami volvía con el antojo de Yugi.
-Ya está cariño
-Gracias
Sonreía Yugi tras tomar y empezar a comer y tragar como bestia.
-N..no deberías comer tan rápido aibou
Tras estas palabras los ojos de Yugi empezaron a llenarse de lágrimas seguido de una terrible rabieta.
-¡¡Es que no me entiendes!!
Gritaba Yugi una y otra vez
-¡Ya no me quieres! ¡Ya no me quieres!
-A-aibou, tranquilo...
-Mentiroso, ya no me quieres...¡Porque estoy gordo!
-N-no aibou...y-yo
-¡Silencio!
Las lágrimas de Yugi recorrieron sus mejillas ocasionando que su nariz se ponga de un color rojo, haciendo que el mayor se asusté y se preocupe.
-T-te a-amo..
-Aww yo igual
Sonrió Yugi abrazando a Yami dejando un beso en su mejilla izquierda. Este por su parte tuvo un tic en su ojos izquierdo quedándose inmóvil.
-Oye Yami...
-.....
-¡Yami!
-¿M-me decías algo hikari?
-Quiero pizza
Habló el menor mientras dejaba aún lado los envases vacíos de la comida, para luego levantarse apoyándose en el respaldo del sofá y colocarse enfrente de Yami mientras este lo veía confundido, luego Yugi se sentó en su piernas tratando de acercarse lo más posible al cuerpo del otro, pero su vientre le molestaba un poco.
-Yami~
Habló Yugi en un tono coqueto mientras acariciaba su vientre con una mano y con la otra acariciaba la mejilla de Yami, el cual se estremeció ante el contacto de su pareja.
-Y-Yugi...
-Yami~ en verdad lo quiero~
Ese tono juguetón y atrevido hizo que el mayor tragara grueso para llevar su mano izquierda a la cintura del menor obteniendo una sonrisa por parte de Yugi.
-¿L-lo quieres?
-Si Yami, lo necesito~
-Bien, tus deseos son órdenes aibou
Yugi sonrió y con cuidado se levantó de las piernas de Yami para luego sentarse a su lado con una sonrisa.
-Quiero la hawaiana y peperoni Yami
-¿E-eh?
Confundido Yami miró a su esposo en busca de respuestas o aclaraciones, hasta que sintió que tenía un pequeño "problemita" en sus pantalones.
-I-ire al baño a-aibou
-Bien, pero no demores...que tengo hambre y quiero mi pizza
El de ojos rojos asintió con la cabeza y en un dos por tres ya estaban en el baño.
Yugi por su parte seguía viendo la película muy entretenido, hasta que luego de varios minutos Yami ya salió del baño y dejó un beso en los labios del menor para luego acercarse a la puerta.
-Ya vuelvo aibou
-No tardes mou hitori no boku
Dicho esto se cerró la puerta y Yugi se recostó mejor en el sofá mirando la película.
Pasó ya una hora desde que Yami se fue e busca de a pizza, fácilmente pudieron haber llamado para que les traiga sin embargo, Yami sabía que Yugi prefería las pizzas que estaban por el centro de la ciudad e ir el mismo por ella teniendo miedo de que los repartidores se coman la pizza y se quedé sin nada. Algo realmente extraño pero así pensaba Yugi.
-Yami ya demoró...
Yugi se levantó cuidadosamente y camino con pequeños pasos hasta la puerta del baño.
Yami estaciono el auto y bajó del mismo para dirigirse a abrir su casa, notando la ausencia de su esposo al no escuchar respuesta a su saludo.
-¿Aibou?
Entonces se preocupó pensado que pudo ocurriese algo malo a su pequeño aibou.
-Yami...
-¡Yugi!
El oji-rojo abrazó posesivamente a Yugi que había salido recién del baño
-Tranquilo, estoy bien...¿compraste la pizza?
-Si...
Indicó la gran caja que estaba sobre el sofá, Yugi se acercó más a Yami y besó sus labios para luego tomar las manos del mismo y llevarlo a que se sienten.
Se abrazaron y ambos empezaron a comer, cada uno daba de comer al otro, haciendo que varias risas se escuchen por el lugar.
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