Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No hagas enojar a tu Alfa por Yoru L

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

No me maten por tardar 

-          Muy bien, eso es todo por el día de hoy, espero la investigación su investigación sobre los ingredientes mas utilizados e las pociones que veremos en este curso, pueden retirarse

Le di la espalda a la clase y con un movimiento de varita comencé a borrar lo que se había visto el día de hoy en clases mientras escuchaba el movimiento de los alumnos mientras abandonaban a toda prisa mi salón de clases, supongo que por miedo de que se me ocurriera dejarles aun mas tarea, esa era la última clase del día por lo que después podría revisar el material para las clases de mañana y después dirigirme a la cena en el gran comedor.

Cuando me gire de nuevo mi mirada al frente de la clase, me lleve la sorpresa de que había un alumno rezagado al fondo de la clase, este se encontraba en una posición incómoda, estaba inclinado hacia el frente mientras que sus brazos rodeaban su cuerpo, como si tuviera un fuerte dolor del estómago, con fastidio comencé a acercarme al menor para ver que era lo que estaba ocurriendo, tan mala suerte tenia que en el primer día de clases ya tenia que estar lidiando con alumnos de primer ingreso enfermos.

Pero conforme iba avanzando al menor un tenue aroma lleno mis fosas nasales, era tan débil que seguramente el resto de la clase no habría sabido que era ese aroma, tanto por inexperiencia como por la debilidad del aroma, eso era normal cuando a los Omegas les llegaba el celo a muy temprana edad, fue con este pensamiento que caí en cuenta de lo que estaba pasando, pero ya era demasiado tarde para razonar mejor lo que mi mente acababa de comprender, me encontraba enfrente de ese pequeño cuerpo que comenzaba a temblar ligeramente a causa del celo, trate de no llenar mis pulmones de ese aroma pero era algo inevitable, el olor a lavanda, madera y hiervas  llenaban mis pulmones, evitaba que mi mente pudiera procesar la información con normalidad, eso no era algo normal, si bien soy un Alfa parte de mis estudios se centraron en las pociones para los omegas, yo soy el encargado de los Omegas cuando llegan a su celo y de la elaboración de todas las pociones para suprimir el mismo en la escuela, desde que comencé a ser profesor en Hogwarts  Dombledore me había dejado de los Omegas y había podido tratar a cada uno de ellos sin que me afectara en lo más mínimo su celo aunque este expidiera un fuerte aroma, y ahora con el ligero aroma del celo de un alumno de primer ingreso me costaba que mis pensamientos siguieran una sola dirección.

Poniendo toda mi concentración  en mi voz, me dirigí al menor y preguntarle cómo se encontraba, parece que él no había notado mi presencia hasta que hable, el menor que todo el tiempo había seguido reclinado en si mismo, lentamente levanto su mirada y sus ojos se encontraron con los míos, y ahí estaba esa mirada de nuevo, la de el amor de mi infancia, la que había admirado desde lejos y aun veía en mis sueños, pero el rostro no era de mi querida Lily, era de su odioso destinado James Potter, ya sabia que este año Harry Potter comenzaría sus estudios en el colegio pero aun así no pude evitar sorprenderme cuando lo vi ingresar un día antes al gran comedor, tristemente pude notar como el maldito perro pulgoso le había pegado algo de sus malos hábitos, hasta sus manera de caminar me pareció prepotente, pero no se podía negar que su belleza era sorprendente y mas el parecido que tenia a sus padres, cuando cruzamos miradas en el gran comedor lo pude notar, había algo interesante en esos ojos que me miraban con interés, pero en este momento no era interés lo que veía en sus ojos, su rostro estaba afiebrado, su mirada reflejaba miedo y desconcierto, pero también  había algo más era ligero así como su aroma, eso que se veía era deseo.

Me incline para poder estar a su altura y poder observarlo de mejor manera, tome su mentón con mi mano izquierda y la levante para poder apreciar mejor su rostro con la luz que desprendían las velas del salón, esta comenzaba a tomar un rosa mas visible y su boca se abrió intentando decir algo que no llego a salir de su garganta. Le pregunte si sabia lo que le estaba ocurriendo a lo que el solo movió su cabeza dando una respuesta negativa.

-          Lo que ahora estar experimentado es tu primer celo, es muy extraño que esto ocurra a tan corta edad, pero existen cosas que lo pueden acelerar, entre estas cosas son algunos métodos ilegales en el mundo mágico y por tu edad dudo que esa sea la razón , por otro lado el conocer a tu destinado puede hacer que tu celo se adelante, pero eres tan joven que tu aroma no llega a ser tan fuerte como el de los Omegas adultos, te preparare una poción inhibidora ligera para  combatir los síntomas que ahora mismo estas teniendo, después te llevare a la enfermería para que te vigilen hoy y si así lo quieres puedes enviar una carta a tus familiares para que estén enterados de la situación.

Era más fácil decirlo que hacerlo, en el momento que por mi boca salió la posibilidad de que el menor pudo conocer a su destinado algo dentro de mi se encendió y comenzó a arder, como lava que recorría mis venas, pero seguí con mi monologo, en este Harry solo se limito a mirarme y asentir con la cabeza - te llevare al escritorio para poder vigilarte mientras te preparo el  inhibidor que necesitas - seguramente el menor podía caminar no perdí la oportunidad de acercarme al menor, así que lo tome en brazos, lo cargue y lo lleve al escritorio donde lo senté sin perder la oportunidad de inhalar una vez mas el aroma que cada vez comenzaba a hacerse mas fuerte, cuando intente separarme de el sus pequeños brazos me lo impidieron, estos se colocaron por detrás de mi cuello, su rostro se escondió en mi cuello y podía sentir como su nariz se pegaba a mi cuello inhalar mi aroma – Quiero- fue lo que sus pequeños labios pronunciaron, me quede de hielo, no sabia que hacer, mi razón estaba dejándome en el momento que mas la necesitaba, para cuando mis pensamientos se centraron en lo que estaba pasando en la realidad, el menor se había acomodado de tal manera que sus piernas se encontraban abiertas y me habían aprisionado con su cuerpo, sus brazos se habían aferrado mas a mi cuello y su rostro seguía olfateando mi cuello mientras su pecho se restregaba con el mío – ¿Qué es lo que quieres? Fue lo único que pude decir, - No lo sé, pero huele muy rico profesor – solo esas palabras bastaron para hacer despertar parte de mi anatomía que había luchado todo el rato por que se mantuviera en su lugar

Para este momento ya no solo era su pecho el que se restregaba contra mi cuerpo, la altura del escritorio había ayudado a que el menor pudiera restregar todo su cuerpo con el mío incluyendo su miembro, que al parecer había estado gustoso de encontrar el mío también despierto, podía sentir como esa parte de su ropa comenzaba a humedecerse, no me hubiera costado nada de esfuerzo separar su cuerpo del mío, la fuerza que tenia no era comparada con la de Harry y aun así no pude separarlo de mi cuerpo, conforme la parte baja de la ropa del menor se seguía humedeciendo su aroma se iba haciendo mas intenso y fue ahí donde mi razón decidió que había trabajado muy arduamente durante años y que merecía unas buenas y largas vacaciones, me abandono cuando se le presento el celo a uno de mis alumnos de primer ingreso, hijo de mi muy querida amiga de la infancia y mi archienemigo, en un salón donde ya no había nadie quien me pudiera detener y donde sabía que nadie vendría a interrumpir, Y con el abandono de mi razón Pareciera que todos mis años de celibato decidieron cobrarme factura en ese mismo momento y un lado morboso y lesivo despertó.

Busque mi varita a tientas y sin pensarlo mucho lance un hechizo para cerrar el aula y otro para insonorizarla, separe el rostro de Harry de mi cuello y lo mire, su mirada había perdido todo rastro de confusión y lo único que se podía ver era deseo – Se lo que necesitas, es otra manera de aplacar tu celo, pero si quieres que te ayude, tienes que hacer todo lo que yo te diga – El menor solo asintió con su rostro y de sus labios salió – si profesor, ayúdeme, yo haré lo que usted me diga- esa respuesta me vasto, me acerque a su rostro y le di un ligero beso en su nariz lo mires esperando algún rechazo pero este nunca llego, baje mas mi rostro y lo bese en los labio, un beso tierno, lo único terno que haríamos en ese momento, coloque mi pulgar en su barbilla y obligue a que abriera su boca e introduje mi lengua en ella, torpemente trato se seguir mi ritmo pero no lo consiguió, pero poco a poco comenzó a seguir mis movimientos, seguí besándolo mientras mi  mano derecha recorría desde su nuca hasta llegar a su trasero, se quedó un rato ahí masajeando sus glúteos y poco a poco del menor comenzó a soltar pequeños gemidos que morían en nuestras bocas, de un movimiento rápido atraje su trasero para juntar nuestras erecciones y comencé a marcar el ritmo para que estas se pudieran rozar, un jade de sorpresa  salió de su boca pero la sensación debió de ser tan agradable que no dijo nada y siguió con el beso, mi mano se separo de su trasero y comencé a retirarle la capa, seguida de la corbata, el suéter y con la playera me tome un poco mas de tiempo viendo como su rosto se sonrojaba y su mirada brillaba por el deseo, cuando la retire descubrí dos pequeños botones que me pedían ser mordidos, lo recosté en el escritorio y recorrí desde su boca hasta su botón rozado un camino de besos, cuando mi boca llego a este comenzó a darle ligeros besos para después comenzar a succionarlo mientras mi mano se ocupaba del otro dándole un pequeño masaje para después pasar a pellizcarlo ligeramente, pero esto no era suficiente, las succiones se volvieron mordidas hasta asegurarme de que estuvieran muy rojos y erectos, una vez que estuve satisfecho con mi trabajo seguí con el otro hasta dejarlo en la misma situación que el otro, en ese ato solo había escuchado como el menor gemía debajo de mi y sus manos se entretenían acariciando mi cabello.

Pensé que eso era todo lo que llegaría con el menor pero no era suficiente, un gruñido animal surgió de mi garganta y para cuando me di cuenta ya tenia en mi mano la barita, desaparecí de un solo movimiento el resto de mi ropa y la parte  inferior de la mía, el menor parecía tan ensimismado en lo que sentía que ni cuenta se dio de eso, lo tome de las caderas y lo jale hasta que su trasero estuvo al ras del escritorio, acerque mi erección a la suya y son mis manos comencé a masturbarnos, seguramente el menor no había hecho tales cosas antes porque estaba perdido en el placer que mis manos nos estaban dando, me incline para seguir besando, sentí como su cuerpo comenzaba a tensarse y a vibrar, seguramente ya estaba a punto de venirse, de la nada sus manos se colocaron en mis hombros y trataron de separarme de su cuerpo – Espere, por favor profesor Snape, algo anda mal… espera… necesito ir a..- no pudo terminar con lo que trataba de decir, tome solo su miembro y comencé a masajearlo con mas insistencia hasta que llegara al climas, pequeños chorros de liquido blanquecino salieron de su pene manchando su abdomen, su espalda se arqueo en el escritorio y su cuerpo se tenso al momento del climas, era algo hermoso de a la vista, tenía un ángel desnudo extendido en mi escritorio para mi gusto y placer, mientras el aún seguía en el paraíso del climas mi mano viajo más allá de su erección y comenzó a buscar el botón roza que me llevaría a mí al mismo climas, seguí el rastro de humedad que había y lo encontré, me tome mi tiempo observando esos redondos glúteos y el pequeño y rosado botón que pronto mi pene desvirgaría y llenaría de mi esencia, comencé tocando de manera superficial el botón con mi dedo índice, este comenzaba a contraerse como invitante a mi dedo a invadirlo, Harry comenzaba a salir del sopor en el que te dejaba el placer del orgasmo y comprender lo que estaba a pasando, su erección comenzaba a tomar interés de nuevo – Profesor, ¿que este haciendo?- - Bueno Harry tu ya tuviste placer, es justo que me regreses el favor, cuando decía esto tome su erección con mi mano libre y comencé a masajear el glande de manera lenta, el menor hecho su cabeza para atrás mientras se mordía el labio para evitar gemir, aunque esto no le funciono, cuando metí el primer dedo soltó un gemido alto y fuerte, sus manos se dirigieron a las mis en un intento inútil por detener mis acciones, su entrada ya estaba palpitando y mientras mi dedo se seguía moviendo mas liquido soltaba su entrada, n aguante mucho para forzar su entrada y meter un segundo dedo, Harry grito y se incorporó tratando de detener lo que estaba haciendo deje su erección de lado y tome sus dos manos con la mía, las estire y me recosté sobre su cuerpo para obligarlo a recostarse de nuevo, comencé a besarlo con frenesí, mordiendo sus labios y lengua, ya no era un beso tierno, este iba cargado de lujuria, sus brazos trataban de zafarse de  mi agarre pero no podían, mi otra mano seguía introduciendo esos dos dedos en su entrada simulando envestidas, comencé a mover mis dedos en forma de tijeras para ampliar la entrada, consiguió zafarse de mi beso – Profesor… espere… duele… se siente raro

-          Tranquilo, pronto se sentirá bien, te lo prometo además habías prometido hacer todo lo que yo te dijera así que se un niño bueno y pronto te sentirás bien -  comencé a buscar el  ponto dulce del menor para que dejara de quejarse y comenzara a gritar por placer, no fue difícil encontrarlo, un pequeño roce y ya tenía a Harry gimiendo sin pudor alguno y dejando salir saliva de su boca, reanude mis caricias  a su miembro mientras mis dedos dentro de el se dedicaban a estimular ese punto dentro de él, el menor solo se retorcía de placen en el escritor, sus manos se colocaron en las mías intentando regular el placer, cosa que no le permití, cuando iba a ingresar otro dedo el menor llego al climas de nuevo, su rostro tenía una ligera capa de sudor y estaba  tan rojo que parecía un pequeño tomate, me daban ganas de comerlo por completo, sus ojos comenzaban a cerrarse seguramente a causa del cansancio por la actividad, dejar las cosas hasta ese punto era lo mejor, no creía que pudiera con una sesión de sexo rudo a su edad, pero por otro lado quien era yo para decidir lo que el era o no capaz de hacer.

Lo atraje hacia mí y lo bese, baje el beso a su cuello y comencé a mordisquearlo, Harry se dedicaba a soltar ligeros gemidos conforme yo mordisqueaba su cuello, lo puse de pie frente a mi y le di la vuelta haciendo que su espalda se pegara a mi pecho, hice que recostara su pecho en el escritorio y con mis manos levante su pequeño y rozado trasero, lo comencé a masajear asiendo que de vez en cuando mis manos rozaran su entrada ya dilatada, acerque mi miembro a su entrada y comencé a restregarme contra su trasero, el menor soltó un jadeo de sorpresa pero pronto se convirtieron en jadeos de placer, sabía que aún era muy pequeño y no lo había preparado lo suficiente pero ya no aguantaba más, sin previo aviso coloque la cabeza de mi pene que ya estaba hinchada y en su completo esplendor en la entrada del menor y de un solo movimiento me introduje en hasta el fondo de su entrada, hasta que mis testículos se pegaron a sus glúteos, un grito de dolor salió de su garganta y su cuerpo se tensó – BASTA, por favor sácalo, duele… duele mucho-  Mientras decía esto traba de alejarse de mi arrastrando su pecho por el escritorio y con sus manos intentar alcanzarme para separar su cuerpo del mío, lo vi y lágrimas salían de sus ojos

Coloque una de mis manos en su cadera y la otra en su espalda para hacer presión y evitar que se siguiera moviendo y pudiera lastimarse, como si fueran gruñidos mi voz salió de mi garganta- No te muevas, lamento mucho que te duela, pero si te sigues moviendo solo te lastimaras y harás que te duela mas y no creo que eso sea lo que quieras, necesito que te relajes, te prometo que no me moveré hasta que te acostumbres- Mi voz debió de asustarlo porque dejo de moverse y solo se escuchaban pequeños quejidos y sollozos, con mis manos comencé a masajear su espalda para conseguir que se relajara, pasaron unos minutos que para mi era la eternidad, su entrada estaba tan caliente y estrecha que necesite de toda mi fuerza para no arremeter contra ella, poco a poco sus sollozos se comenzaron a apagar y su entrada comenzó a sacar mas fluidos y contraerse de nuevo, fue mi señal para comenzar a moverme, poco a poco comencé a sacar mi miembro hasta la mitad y meterlo de nuevo lentamente, el pequeño soltaba ligeros gemidos, busque el punto que había estado estimulando momentos antes y no tarde en dar con el de nuevo, solo una estocada basto para que se viniera de nuevo, y comencé con un vaivén mas confiado golpeando ese punto que hacia sentir tan bien al menor, este comenzó a gemir con mas fuerza cada que mi miembro golpeaba ese punto, mis dos manos sujetaban su cadera para marcar el ritmo – Mas, se siente tan ben, mas adentro, profesor, se siente tan bien, esas palabras por parte del menor en un estado completamente perdido de placer me dio más confianza para introducirme más adentro y con más fuerza, era morboso ver como mi miembro salía de su cuerpo y se metía de nuevo hasta el fondo, su entrada soltaba tanto lubricante que sus piernas ya estaban completamente mojadas, de no ser por mis manos que sostenían su cadera seguramente ya se habría caído, sus piernas temblaban tanto que seguramente mañana no se podría poner de pie

Mi climas ya estaba por llegar y por como gritaba Harry seguramente el estaba en las mimas, me incline hasta llegar a su nuca, hice que girara su rostro y lo be con fuerza mientras seguía arremetiendo contra su trasero, bastaron unas cuantas estocadas para llegar al climas, pude tocar el cielo mientras mi semilla llenaba el vientre de Harry y el menor ensuciaba mi escritorio con el suyo, tuve que sostenerme para no caer en el menor y sujetar con mi otra mano su cadera y evitar que callera al suelo, saque mi miembro de su interior y con satisfacción pude ver como de este comenzaba a brotar mi semilla

Me acerque a el y lo bese de nuevo, me acerque a su oído para decirle algo pero en eso escuche un golpe en la puerta, quise ignorarlo pero de nuevo se escuchaba ese ruido, pero no era el ruido dela puerta del aula, entonces que era lo que se estaba escuchando , la negrura apareció ante él y cuando abrió los ojos se encontraba recostado en su cama en las mazmorras – un sueño- el ruido que escuche era el del despertador, de un movimiento apague el ruido que me había hecho despertar y me recosté de nuevo, esto era perfecto, la primera noche en el colegio y había empezado teniendo sueños húmedos con su alumno de primer semestre,  vergüenza debería de sentir, ahora me tendré que ocuparme de mi erección matutina y después ir al comedor a ver al menor que había sido el causante de esta situación tan bochornosa. 

Notas finales:

porfa comenten 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).