Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Goreoctober por black_leger

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Fandom: Eddsworld

Parte 1: 4. Excessive laceration 
Parte 2: 23. Nosebleed 
Parte 3: 27. Eyetrauma 
Parte 4: 29. Monster form / Transformation 
Parte 5: 30. Asphyxiation 
Parte 6: 31. Halloween themed 

-Lo único que tienes que hacer es decirme las coordenadas, nadie va a culparte por esto Edd –el meloso tono de Tord hizo que Edd se sintiera enfermo –. Vamos viejo amigo, ¿que son solo un par de números?

“¿Qué eran solo un par de números?” La pregunta se repitió en la mente de Edd con burla, un par de números era lo que evitaba que Tord asumiera el completo control del mundo y lo último que Edd permitirá era que ese idiota traidor se saliera con la suya, ya había perdido demasiado a lo largo de los años, perdió a sus amigos, la cola, su hogar, todas y cada una de las cosas que alguna vez le importaron en la vida se habían esfumado y no había nada más que Tord pudiera arrebatarle en aquellos momentos, ni siquiera le importaba si moría en aquel lugar, no era como si algo valioso fuera a perderse con su muerte y seguramente alguien más tomaría su puesto, después de todo no era más que una pieza sustituible en aquella guerra. 

Miro a Tord a los ojos notando su molestia, dudaba que hubiera muchas personas que se atrevieran a mirar con desafío al Líder Rojo pero de alguna manera considero aquel pequeño acto de rebeldía como una victoria personal, Tord no lo rompería tan fácil como seguramente lo había hecho con todos aquellos que hubieran terminado en aquel cuarto de tortura antes que él.

-Las cosas no tienen que terminar así y lo sabes Edd, puedes unirte a mí al igual que lo hicieron Matt y Tom.

-¿Enserio? ¿Es tu mejor propuesta Tord? Piensas que voy a entregarle el mundo a un bastardo megalómano por un par de traidores, por mí, tú y ellos pueden irse al diablo –siseo sin apartar la vista del otro hombre que por unos segundos pareció consternado antes de que nuevamente su expresión volviera a mostrar aquella sonrisa prepotente que le hacía desear lanzarse sobre el otro y destrozar su cara a golpes.

Un sudor frío recorrió su espalda cuando Tord coloco su pie sobre el bloque de madera sobre el que apenas lograba mantenerse en equilibro y lo hizo bailotear un poco, sintió como su piel ardía cuando la cuerda que ataba sus brazos tras su espalda se ajustaba aún más sobre su ya lacerada piel, no había que ser un genio para imaginar lo que sucedería si aquel bloque desaparecía.

-Te estoy dando la oportunidad de que te unas a mí y que las cosas vuelvan a ser como antes, viejo amigo –la voz del noruego fue un susurro lo suficientemente escalofriante para estremecer a Edd, mientras Tord movía nuevamente el bloque de madera bajo sus pies.

-No somos amigos, ¿acaso lo olvidaste? Tú mismo lo dijiste.

-En ese caso, supongo que tendré que obtener las cosas por las malas.

Una patada fue más que suficiente para eliminar aquel trozo de madera sobre el que se había mantenido en pie todo ese tiempo; en aquel instante lo único que el británico escucho fue el sonido de sus huesos dislocándose bajo su propio peso y sus gritos de dolor, jadeo y se retorció mientras sus brazos se elevaban sobre su cabeza en una posición anormal, sus pies colgaban a escasos centímetros del suelo apenas permitiéndole mantenerse sobre las puntas de sus pies, pataleo buscando desesperadamente cualquier apoyo que pudiera encontrar sintiendo como un hilo de baba escapaba de boca, seguramente dándole un aspecto realmente patético, por unos momentos miro a Tord que permanecía impasible frente a él, sabía que las cosas a partir de aquel punto solo podrían empeorarían pero no le daría el gusto a Tord de escucharlo rogar misericordia.

-¿Es…eso… es… todo? –sus palabras fueron solo un susurro entrecortado que desconocía como había logrado pronunciar, mordió su labio inferior con fuerza saboreando el cobrizo sabor de su propia sangre en un intento de que acallar un nuevo sollozo que estuvo cerca de dejar escapar cuando fue incapaz de continuar manteniéndose sobre las puntas de sus pies provocando que nuevamente quedara colgado.

Tord permaneció en su sitio por unos momentos, ¿qué tan lejos se encontraba dispuesto a llegar Edd? Le había negado cualquier líquido y alimento durante los últimos dos días dejando que el hambre y la deshidratación hicieran su trabajo debilitándolo, le había impedido dormir obligándolo a permanecer en equilibrio sobre aquel trozo de madera y ahora mientras colgaba de sus brazos dislocados seguía intentando desafiarlo. Tom ni siquiera había opuesto tanta resistencia como lo estaba haciendo Edd en aquellos instantes y Matt, bueno, él fue pan comido, lo único tuvo que  hacer con el pelirrojo fue jugar un poco con su mente para tener su entera lealtad.

-Esto no tiene que continuar Edd, solo acepta unirte a mí y todo puede quedar en él pasado.

El noruego retrocedió un par de pasos mientras limpiaba la sangre y saliva de Edd de su rostro, ¿realmente se había atrevido a escupirle? Si Edd quería que las cosas fueran de esa forma, bien, cumpliría su deseo, todos los hombres tenían un punto de quiebre él encontraría el de su viejo amigo.

El golpe contra su estómago hizo desaparecer el aliento del castaño que pronto sintió como las arcadas empezaban a ahogarlo, se sentía demasiado mareado y apenas lograba enfocar su borrosa vista en Tord que había comenzado a moverse a alguno rincón de aquella sala.

-Si así quieres que sean las cosas, así serán. Sabes pensaba estrenar esto para castigar a Tom, no tienes idea de todos los errores que comete ese estúpido borracho pero supongo que es lo mismo usarlo contigo –dijo el noruego sosteniendo el gato de nueve colas entre sus manos dejando que las pequeñas piezas de metal atadas a la puntas tintinearan tras chocar entre sí, se detuvo unos instantes esperando cualquier suplica de Edd aceptando su redención, si se tratara de Tom ni siquiera hubiera dudado en lazar el primer golpe, después de todo odiaba al testigo de Jehová que había destrozado su cuerpo y destruido su robot pero con Edd las cosas eran distintas, lo único que ese terco idiota tenía que hacer era darle unas estúpidas coordenadas y todo terminaría, él ni siquiera pensaba usar a Edd como un soldado más, él realmente estaba siendo sincero ofreciéndole nuevamente su amistad al británico.

Cuando el primer golpe cayó sobre su cuerpo Edd apenas logro procesarlo, un chasquido y un aguijonazo en donde su piel expuesta fue cortada, el siguiente golpe desgarro su sucia sudadera dejando solo un corte superficial pero no fue tan afortunado de conseguir una herida leve con el tercer golpe, la piel de su pierna izquierda fue desgarrada junto a su pantalón.

Diez, quince, veintitrés, dejo de contar los golpes cuando fue incapaz de continuar intentando mantenerse en pie, incluso el dolor de sus articulaciones dislocadas dejo de sentirse como una molestia, ¿cómo podría ser una molestia si apenas era capaz de sentir su propio cuerpo?

-¡Es suficiente!

¿Había otra persona en aquel lugar? ¿Siempre estuvo ahí o recién acababa de aparecer? No sabía, quizás esa voz estaba en su imaginación, Tord sonaba molesto con quien fuera que había interferido con su castigo y eso le hizo saber que aquella voz debía ser real.

-No te metas esto.

-Me arrastraste aquí para mantener con vida a ese tipo, soy bueno en mi trabajo pero no puedo resucitar a los muertos.

La voz llego difusa a oídos de Edd pero podía distinguir aquel acento en cualquier lugar, tenía que ser una broma, no importaba, realmente le estaba costado demasiado continuar manteniéndose despierto, solo necesitaba cerrar los ojos unos segundos y descansar.

Tord miro con ira al hombre que se había atrevido a detenerlo sostenido su mano evitando que lanzara un nuevo golpe, bajo otras circunstancias le habría disparado al español por su atrevimiento, sin embargo sus palabras lograron disipar un poco su ira, Edd colgaba lánguido de la cuerda y su respiración era tan superficial que apenas parecía estarlo haciendo.

-¿Qué esperas para hacer tu trabajo? –bramo molesto, había destrozado el cuerpo de Edd y ni siquiera había  conseguido hacer que gritara, necesitaba salir de aquel lugar y quitarse toda aquella sangre de encima, soltó un suspiro mirando a su viejo amigo, Edd podía vanagloriarse de ser la primera persona que le hiciera sentir enfermo de encontrarse cubierto de sangre.

Miro como su antiguo vecino se apuraba a acercarse al británico y volteaba a mirarle expectante.

-Necesito que corte la cuerda, señor –Eduardo sentía aquella última palabra como veneno en su boca, odiaba a aquel sujeto al que se había visto obligado a seguir pero no podía hacer nada al respecto por mucho que lo deseara.

Se apuró a evitar que Edd cayera de bruces contra el suelo cuando su cuerpo se desplomo, no había esperado que el cuerpo del castaño fueran tan pesado pero se las arregló para dejarlo sobre el piso sin déjalo caer, sabía que debió haber interferido antes pero no podía arriesgarse a mostrar misericordia o debilidad frente al Líder de la armada; desconocía porque el tipo había decidido llamarlo a él específicamente para ser quien se encargara de mantener a Edd bajo con vida y realmente no quería enterarse.

Miro al otro por unos segundos, si Edd continuaba en aquella base dudaba que permaneciera mucho tiempo con vida, necesitaba ayudarlo a escapar de aquel lugar y lo haría con gusto si Edd estaba dispuesto a llevar consigo a Mark, ¿desde cuándo se había vuelto tan desinteresado?, dios, Jon realmente lo había ablandado.

-Llámame cuando el prisionero se encuentre en condiciones para ser interrogado nuevamente.

Las palabras del líder de la armada le sorprendieron sacándolo de sus pensamientos, intento no soltar un suspiro de alivio tras escuchar aquellas palabras, eso significaba que mientras Edd no se recuperaba su líder no se acercaría, si falsificaba algunos informes seguramente eso le compraría tiempo suficiente para planear alguna forma de escapar de aquel lugar con vida.

El líder de la armada paso a su lado sin molestarse en mirarlo siquiera.

-Una cosa más –la voz del noruego tras él por poco le hizo saltar sobre su sitio pero de alguna forma logro mantener la compostura –, si dejas que alguien más se entere de su presencia en este lugar tú y tu amigo pueden darse por muertos, ¿fui claro soldado?

-Por supuesto señor –murmuro antes de escuchar como la puerta de la celda se cerraba tras la salida del líder de la armada.

Se dejó caer sobre suelo ocultando su rostro entre sus manos sin importarle mucho mancharse de sangre.

-Carajo –susurros dándole una mirada rápida a Edd –, más te vale que valga la pena arriesgar mi vida por ti.

~*~

Desde que había despertado no había despegado la vista del español que permanecía enfrascado en su lectura, no se atrevía a moverse de su sitio y delatar que había recuperado la conciencia hace tiempo, a decir verdad se encontraba agradecido de no haber despertado en una sucia celda como lo había esperado, definitivamente despertar en un colchón era mucho mejor que hacerlo sobre el duro y frío suelo de concreto de una celda, sino fuera porque se encontraba prisionero y que sus muñecas estaban esposadas a la camilla sobre la que permanecía recostado se encontraría disfrutando de la situación.

-Pensé que ibas a ser más hablador cuando despertaras.

La voz de Eduardo le sorprendió por unos instantes, ya no valía la pena que siguiera actuando.

-Porque quisiera hablar con una de las mascotas de Tord, ¿no deberías ir moviendo la cola a avisarle que su nuevo juguete despertó?

-Cierra la boca perdedor –siseo Eduardo por lo bajo –, ¿tú qué sabes de todas formas?

-Que necesito saber, es bástate obvio saber de qué bando estas, no creí que fueras tan jodidamente cobarde para unirte al tipo que mato a tu amigo.

Aquello era un golpe bajo y Edd lo sabía pero no le importaba demasiado.

Eduardo cerró su libro abandonándolo y en su asiento, camino hasta quedar al lado del otro castaño, apenas si quedaban signos de tortura en su cuerpo, cualquiera consideraría aquella recuperación como un verdadero milagro y si no fuera por el hecho de que él se recuperaba de la misma manera también lo haría, al parecer ninguno de los dos había vuelto completamente a la normalidad después del incidente que les dio superpoderes, realmente debió ser un golpe de suerte que el Líder Rojo no quisiera que nadie se enterara de la presencia de Edd en aquel lugar o tendría que responder demasiadas preguntas y enfrentarse a una posible ejecución por ocultar la recuperación del otro.

Llevo una de sus manos al cuello de Edd y apretó lo suficiente para cortarle la respiración, si el otro no hubiera comenzado a actuar como un cretino no estaría haciendo eso, el británico debía entender lo fácil que le resultaría a cualquiera matarlo en ese lugar y porque no, desquitarse un poco de aquel ultimo comentario. Cuando el sonido de las esposas golpeando contra los barrotes de la camilla mientras Edd intentaba liberarse de sus grilletes comenzó a disminuir fue su señal para apártese del otro y dejarlo respirar nuevamente.

Edd jadeo en busca de aire mirando con furia a Eduardo que permaneció con una mueca burlesca.

-Estaba esperando al menos un “gracias” por todo el tiempo que he pasado cuidando de ti.

-Cretino.

-Idiota.

Ambos permanecieron en silencio mirándose el uno al otro con desafío hasta que una risa nerviosa comenzó a surgir de ambos, ninguno sabía que era lo que les provocaba tanta gracia pero aquella risa era un verdadero desahogo para ambos.

-Lo siento –mascullo Eduardo sentándose pesadamente sobre la silla al lado de la camilla.

Por unos instantes Edd paro de reír mirando extrañado al moreno, aquella era la primera en toda su vida que le había escuchado disculparse, algo debía estar realmente mal con Eduardo para pronunciar algo como eso.

-Eduardo.

-¿Qué?

-Estas… ¿estás bien?

-No soy a quien estuvieron torturando hace unos días.

-Esa no es una repuesta –reprocho Edd sin apartar la vista del otro.

Eduardo río por lo bajo y miro al techo soltando un largo suspiro.

-¿Te parece que estoy bien? Estoy atrapado en este sitio, bajo el mando de un tipo al que aborrezco, sabiendo que yo y Mark podemos ser ejecutados ante cualquier error.

Edd permaneció en silencio procesando las palabras del otro.

-¿Por qué se unieron entonces?

-Porque era eso o ser ejecutados, a diferencia de ti, Mark y yo no tuvimos tanta suerte escapando.

Era cierto, si no fuera porque Matt de alguna forma termino encontrándolos y les ofreció la oportunidad de unirse posiblemente los hubieran ejecutado.

-Tengo una propuesta para ti.

Edd miro a Eduardo con interés, no podría negar que una parte de él desconfiaba de lo que fuera que español pudiera proponerle pero permaneció en silencio a la espera de lo que el otro pudiera decir.

-Puedo ayudarte a escapar con una condición.

-¿Cual? –sabía que la ayuda no vendría gratis, debió haberlo imaginado.

-Llévate a Mark contigo hasta un lugar seguro –quizás al principio cuando se unieron a la Armada él y Mark pudieron sobrellevar las cosas pero en los últimos meses Mark se encontraba cometiendo demasiados errores y no solo cuando le obligaban a ir al campo de batalla, incluso se había vuelto demasiado torpe dentro de la base, quizás finalmente su amigo estaba comenzando a ceder a la presión, si las cosas continuaba de esa forma iba terminar haciendo que lo mataran. Realmente deseaba saber que era lo que estaba pasando con su amigo pero el rubio se negaba a hablar al respecto sin importar cuanto preguntara, Mark realmente necesitaba alejarse de aquel lugar.

-¿Qué hay de ti? –Edd trago saliva, ni siquiera estaba seguro de la razón por la que su voz tembló al preguntar aquello, pero realmente aquella propuesta no le daba buena espina.

-Estaré bien, puedo cuidar bastante bien de mi mismo –Eduardo sonrió ante aquello, realmente parecía que Edd estaba preocupado por su bienestar pero no necesitaba que nadie se preocupara por él.

-Entonces, ¿cómo propones escapar de aquí?

-No te preocupes por eso ahora, solo intenta descansar y déjame leer un rato, es la primera vez en meses que tengo un momento de ocio –dijo levantándose de su asiento y volviendo al mueble donde su libro permanecía abandonado.

-Al menos podrías quitarme estas cosas –se quejó Edd haciendo tintinear las esposas que le ataban a la camilla.

-Lo haría con gusto pero eres menos molesto cuando no te mueves, pero si insistes puedo sedarte para que cierres la boca.

-Estoy bien, gracias –murmuro Edd recostándose nuevamente, Eduardo tenía razón, debía aprovechar aquel momento para descansar, desconocía cuánto tiempo pasaría para que tuviera otra oportunidad como aquella nuevamente, incluso si no confiaba del todo en Eduardo por el momento era lo más cercano que tenía a alguien velando por su seguridad.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).