Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El amigo de papá por Big Rabbit

[Reviews - 26]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Buenas :D 

 

La Rosse, sé que lees este fanfic, este capítulo es para ti :) 

CAPÍTULO 11: OJALÁ TODO SEA UN MAL SUEÑO

Un Kaoru de 18 años había terminado sus clases en la universidad por aquel día, y se dirigía a la biblioteca del barrio dispuesto a sacar algún libro interesante, y por qué no, a pasar un agradable rato leyéndolo en las cómodas instalaciones del edificio.

Cuando llegó, había mucha gente. Todas las mesas estaban llenas excepto una. En esa sólo había una persona. Un chico tal vez dos o tres años más joven que él, rodeado de libros, con el cabello oscuro, la piel blanca y los ojos azules...

-Buenas tardes, están todas las mesas llenas, ¿Podría sentarme aquí? 
-Sí, supongo.

Ese chico desapareció ante los ojos de Kaoru, como si se hubiese convertido en arena...

De repente, Kaoru ya no estaba en la biblioteca, sino sentado a la mesa de una pequeña cocina, bebiendo té verde y comiendo unas extrañas galletas en forma de pingüino. El joven sentado frente a él sonreía divertido. 
-Me encantan las galletas, y me encantan los pingüinos. Buena combinación.

Segundos después, Kaoru estaba acostado en una estrecha cama, en una habitación que parecía pertenecer a un chico adolescente... Poco a poco se dio cuenta de que estaba abrazando a alguien, y que ambos estaban desnudos. Abrazaba a ese joven al que había visto en la biblioteca y con quien había comido esas extrañas galletas, como si fuera lo más preciado en el mundo para él. Cubiertos por las mantas, se acariciaban, tocaban toda la extensión de piel que podían alcanzar y de vez en cuando se besaban, con pasión, anhelo, ¿y amor?

Pronto, Kaoru empezó a preparar a ese chico para el acto sexual propiamente dicho. Insertó un dedo dentro de él, como si lo hubiese hecho toda la vida... Aunque ninguno de los dos tenía experiencia previa. Insertó otro dedo y empezó a moverlos como si fueran unas tijeras. Unos minutos de movimientos, y el menor ya estaba listo. Kaoru sacó sus dedos y lo penetró lentamente, para no dañarlo. Ambos estaban muy nerviosos, terminaron enseguida pero fue una experiencia única. Aunque ya hubiesen terminado, Kaoru no dejó de abrazar a aquel joven. Lo limpió con paciencia y lo giró hacia sí mismo. Quería decirle tantas cosas...

Te quiero... Ryu.

No sabía si lo había dicho en voz alta, o simplemente lo había pensado, pero vio otra vez desaparecer al chico ante sus ojos, y convertirse en otra persona. Ya no era un jovencito frágil sino un hombre maduro, aunque más bajo que Kaoru. Su cabello ya no era tan largo ni tan oscuro. Su piel ya no era tan blanca. Ya no estaba tan delgado. Y había odio en sus bonitos ojos azul rey. 

 

-Estarás contento, ¿no? Me destruiste...

Me destruiste...

***

A las tres de la mañana, una luz se encendió en un piso de un edificio cualquiera. Kaoru había tenido un mal sueño y se veía incapaz de dormirse de nuevo. De todas maneras, en tres horas más comenzaría su día.

Intentó leer algo, escuchar música, para distraer su mente, pero siempre volvía a lo mismo. Al día lleno de revelaciones que había tenido.

Ryu, no, Ryuichiro, estaba vivo.

Vivo y rebosante de dolor y odio, aunque no le faltaba razón. Su padre, la persona que se supone estaba a cargo de él, había resultado ser alguien horrible y demasiado cruel, y Ryu se había aferrado a Kaoru como a una tabla de salvación...

Y Kaoru también le había fallado. Le falló de la peor manera posible.

Kaoru, yo t...

¿Era posible que estuviera enamorado? Ahora, el Kaoru de 29 años lo veía todo con más claridad. Posiblemente Ryu se enamoró de él desde el primer momento, posiblemente Ryu había encontrado en Kaoru una oportunidad de ser él mismo. Posiblemente Ryu sólo buscaba cariño...

Pero había algo más que desconocía. Bueno, sí lo sabía, pero había enterrado esos sentimientos en lo más hondo de su corazón.

Porque Kaoru también se enamoró de Ryu. Toda la curiosidad que sentía por su extraña familia, era sólo para encubrir su gran interés en Ryu. Sus visitas a su padre, simples pretextos para estar cerca de él. Pero se inventó tantas excusas que se las acabó creyendo. Cuando perdieron juntos la virginidad, fue increíble. Aunque fuesen un par de jovencitos torpes, fue maravilloso. Pero el único que fue sincero era Ryu.

Si su padre no hubiese aparecido inesperadamente, Ryu le habría confesado sus sentimientos a Kaoru. ¿Y Kaoru cómo habría reaccionado? Demasiado tarde para preguntarse eso.

Y toda su introversión, todos sus intentos de creer que Ryu había muerto eran para no recordar lo mal que actuó con él. Porque ahora, diez años después, comprendió que aún lo amaba, pero ya no podía hacer nada.

No podía dejar de pensar en sus últimas revelaciones.

-Después de mucho insistir acabé hablándoles a mis abuelos sobre los amigos de papá y la bonita forma que tenían de tratarme... Ellos sólo guardaron la información y la utilizaron para pillarlos en una mala situación y hacerlos caer en desgracia.

-Aunque no lo creas, nunca les mencioné tu nombre... ¿Sabes por qué? Porque tú tienes una familia que te quiere y pensaba que no se merecían saber con quiénes se juntaba su maravilloso e ingenuo hijo... Pero me arrepiento. Creí que nunca volvería a verte, ¡no quería volverte a ver!

Y entonces, como cuando era pequeño y soñaba, o como cuando era un joven a punto de graduarse y surgió el escándalo de la Universidad X, Kaoru deseó que todo fuera una pesadilla...

***


-Buenos días. -Kaoru no daba señales de haber pasado una mala noche. Con un par de cafés en vena y su traje gris, era la perfecta imagen del editor en jefe. 
-Buenos días. -Contestaron los demás al mismo tiempo, excepto Ryuichiro. Kaoru ni siquiera prestó atención.

Fujikawa, el editor que parecía un pájaro asustado, llegó instantes después. 
-Asahina-san, dejo la oficina. Acabo de presentar mi carta de renuncia... -Fujikawa no se sentía a gusto y no tenía el carácter para lidiar con algunos de los autores de Publicaciones Onodera (especialmente Usami-sensei), por lo que iba a cambiarse a otra editorial,  donde trabajaría en el departamento de manga seinen, más acorde a sus gustos. Asahina tuvo que aceptarlo y actuó con tranquilidad. 
-De acuerdo, si es lo que quieres... Tengo que salir un momento, continuad con vuestro trabajo. -Se fue a hablar con el presidente, Onodera. Era lo que faltaba, ahora tendrían una plaza vacante...

CONTINUARÁ

Notas finales:

A partir del próximo capítulo vamos a enredar un poco... 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).