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El amigo de papá por Big Rabbit

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Notas del capitulo:

Libre (Nino Bravo): https://www.youtube.com/watch?v=JweHA47XK98

CAPÍTULO 14: ENREDOS Y MENTIRAS

Izanami podía ser muchas cosas, pero tonta no era. Había leído mucho y sabía bastante sobre las relaciones humanas... Pero también podía manipular a la gente para que hicieran lo que ella quisiera. 

Por su experiencia hasta ahora, conocía a los altos cargos de las mejores editoriales de Japón, y también sabía lo que era el grupo Usami, a lo que se dedicaban y el papel que habían jugado los Isaka en el desarrollo de sus empresas. Pero, cuando vio a Isaka-kun, lo juzgó como un niño mimado que no llegaría a mucho, continuamente enfadado y despreciando e ignorando a su jefe, el hombre perfecto. Entonces, Izanami diseñó una buena estrategia, para conseguir su último objetivo: el jefe. 

Tenía que desacreditar a Isaka-kun, pero de forma tal que nadie se diera cuenta de lo que ella hacía. Tenía que hacerlo perder prestigio, poco a poco, para que al final Asahina lo echara de la editorial y fueran felices... Pero debía ser muy sutil. Ya había empezado, sin pensarlo, cuando su primer día de trabajo acusó a Isaka-kun de enchufado delante de toda la plantilla, pero eso era porque Aikawa se había ido de la lengua. Podía arreglarlo, se convertiría en amiga de Aikawa e intentaría quedar bien con todos, especialmente con Kaoru, y así sería mucho más fácil desacreditar al pobre de Ryuichiro. 

Empezó poco a poco. Un lunes, entró en el baño de señoras de la oficina y se encontró con la simpática Aikawa arreglándose. Ésta, al verla, se dispuso a irse, pero Izanami la paró: 

-Aikawa-san... Espera un momento. 
-¿Qué desea? 
-Me gustaría pedirte disculpas por lo del otro día. Mi reacción fue desproporcionada, y lamento haberos insultado a tí y a Isaka-kun... 
-No fue nada, de verdad. -Aikawa sonrió- A veces nos vamos de la lengua, somos amigos desde hace tiempo... 
-Sabes... Somos las únicas mujeres de esta sección, deberíamos hacernos amigas. ¿Es cierto que trabajas con el superventas Usami Akihiko? ¿Cómo es? 
-Es... Agotador. Pero es genial, tiene una inteligencia superior y sus libros son diferentes a todo... 
-¿Te ayuda alguien con él? 
-Sí... A veces va Isaka-kun, creo que se conocen y él sabe cómo presionarlo para que trabaje más rápido... 

Vaya, vaya. Interesante... Aquí empieza mi plan. 

***

-Buenos días. 
-Buenos días, Asahina-san. 
Asahina fue el último en llegar, todos estaban sentados en sus escritorios. 
-¿Cómo van con sus autores? Takeda, ¿Todo bien con Oosaki-sensei? -Oosaki Shima era la maestra de la novela romántica, pero tenía un carácter muy emocional, llegando a sufrir accesos de depresión. 
-Sí, muy bien. 
-¿Aikawa e Isaka, cómo van con Usami? 
-¡Lo tendré listo tan pronto como pueda! 
-Por cierto, Isaka, cuando terminen con el manuscrito de Usami-sensei, tú volverás a coger a Yoshioka. Sus obras bajaron... 
-No est... -Isaka abrió la boca para protestar, pero Izanami se adelantó. 
-Estoy segura de que Isaka-kun va a hacerlo muy bien. -Le dirigió una sonrisa falsa que demostraba sus verdaderas intenciones, y se acercó a la mesa de Kaoru, supuestamente, a hablarle sobre unos autores... -Asahina-san, ¿puede explicarme esto...? 

Más tarde, cuando llegó la hora de comer, Isaka se fue a buscar a Aikawa, con quien solía hacerlo, pero esta se negó, sonriendo. 

-Lo siento, Isaka-kun, pero hoy he quedado con Tak... Izanami, vamos a hacer una comida de chicas. 
-De acuerdo. -Las dos editoras se alejaron, Isaka decidió comer solo sin salir del departamento. 

Primer paso, cumplido. 

***

El mes siguiente, Isaka deseó no haber llegado nunca a aquella editorial. No podía demostrarlo, pero le estaban haciendo la vida imposible. Izanami se había adueñado de toda la sección y todos los integrantes, incluido Asahina, bailaban a su son. Izanami era sutil, disfrazaba sus críticas de buenas intenciones, pero había conseguido aislar a Ryuichiro aún más de lo que lo estaba, hasta el punto de ni siquiera comunicarse directamente con su jefe. Pero lo peor eran sus comentarios, como estos: 

-Eso lo sabrá hacer cualquiera... A no ser que sea un enchufado - Mirando a Ryuichiro disimuladamente. -¡Es broma, Isaka-kun! Sabemos que eres muy capaz... 
-Isaka-kun, como no pareces tener mucho trabajo, tráenos un café... 
-¿Sabes cómo funciona la fotocopiadora? Bien, pues hazme fotocopias de esto y aquello... ¿No sabes aceptar una broma? 
-Parece mentira, sí que tienes fe de seguir trabajando con ese fracaso de autora... ¿o es que tú también eres un fracasado? 

Y cuando estaba Kaoru delante, Izanami aún disfrazaba más su intenciones. 

-Isaka-kun debe estar muy ocupado, ahora mismo. -No lo dejaba prácticamente ni hablar, y todos en la oficina estaban cegados por ella y su encanto fatal. 

Empezó a considerar seriamente la oferta de Willy. Entregaría el último manuscrito de Usami y luego se iría. Sólo faltaban días... 

##

Izanami no podía estar más feliz. Isaka-kun empezaba a quebrarse, ella parecía llevarse a las mil maravillas con Kaoru y no tardaría mucho en darle el golpe final. 

Llegaron los primeros a la oficina. Estaban sentados en sus respectivos escritorios, cuando Izanami se acercó a Ryuichiro excesivamente alegre. 

-Isaka-kun... 
-Dígame. 
-Estoy muy contenta, me gustaría compartir mi felicidad contigo, sé que no le dirás a nadie, ¿Puedo confiar en ti? -A la mujer le brillaban los ojos como a una adolescente enamorada, puede que de felicidad... o no. 
-Sí, supongo. -Ryuichiro intentó sonreír, pero no tragaba a esa mujer y sabía que no podía decirle nada bueno. 
-Asahina-san... Bueno, Kaoru y yo... ¡Dimos un paso más en nuestra relación! 
-¿Relación? 
-Sí, ¿no lo sabías? Somos pareja, ¡pero no se lo digas a nadie! Ya que aún trabajamos juntos, pero no por mucho tiempo... 
-¿No por mucho tiempo? 
-Es que... Entre tú y yo, creo que podría estar embarazada. Y eso significa que pronto nos casaremos... 
-Me alegro por usted, señorita. Espero que sean felices. 
-Me alegra oír eso... Porque no quiero molestias. Ahora vuelvo. -Ésa era la manera de actuar de Izanami. Ryuichiro se encogió de hombros y volvió a su puesto. Mientras tanto, Kaoru había entrado en la oficina, y al ver a Isaka solo, decidió hablar con él. Durante las últimas semanas lo había visto decaído, más apagado de lo normal, y era responsabilidad de un buen jefe el velar por sus empleados... Aunque los intereses de Kaoru fueran otros. 
-Isaka, ¿se encuentra bien? -El tono de voz de Asahina fue tan amable que Ryuichiro sintió ganas de echarse a llorar en sus brazos, pero se detuvo a tiempo. 
-Estoy perfectamente. -Contestó en su lugar. Pero Asahina no se amilanó. 
-Tú no eres así. Yo... -Iba a decir algo más, pero apareció una sonriente Izanami seguida por los otros integrantes del departamento. 

-¡Buenos días! 
-Buenos días, ahora pónganse a trabajar. -Kaoru siguió vigilando a Ryuichiro desde lejos. Aunque nunca entraba en el juego, era testigo de las bromas que le hacían últimamente a Ryuichiro, iniciadas por Izanami, y sospechaba que, más que bromas, eran una clase de acoso laboral muy sutil. Pero aún estaba reuniendo pruebas. 

-¡Asahina-san! Mire la cara de Isaka... Debemos animarlo, ¡salgamos a beber esta noche! -Izanami lanzó esta sugerencia de manera calculada, logrando risas y aplausos de toda la plantilla... menos de los dos aludidos. 
-Que decida él. Isaka, ¿Quieres salir a beber esta noche? 
-Lo siento, no me siento bien. Ni loco saldría con esta pandilla. No veo la hora de dejar este trabajo... -Todo el día había estado intentando no derrumbarse en el trabajo, pero la noticia del posible embarazo de Izanami había afectado mucho a Ryuichiro. Recordó la angustia, la incertidumbre, cuando había llegado a casa de sus abuelos y tuvo que hacerse los análisis de sangre para ver si esperaba un hijo... Por suerte, salió negativo. En aquel momento lo último que deseaba era cuidar de un bebé... Pero no por eso, la noticia le afectaba menos. 

Segundo paso, completado. Queda el golpe de gracia. 

***

Por fin había llegado el tan esperado día. Ese miércoles Isaka Ryuichiro y Aikawa Eri entregaban el manuscrito de la obra maestra de Usami Akihiko, Nostalgia del Siglo XXV. Salieron de buena mañana hasta su casa, y por suerte, Usami-sensei lo llevaba bastante avanzado aunque su aspecto (y su casa) eran lamentables. Lo ayudaron un poco a recoger y se fueron corriendo a la editorial con el manuscrito bien protegido. Era aún pronto, por lo que se fueron a tomar un café, ¡se lo tenían merecido!, y dejaron el manuscrito dentro de un sobre en el escritorio de Isaka Ryuichiro. 

-Isaka-kun, no hemos hablado mucho últimamente, ¿cómo estás? Te ves un poco apagado. 
-Estoy perfectamente. 
-Vale. -Aikawa iba a seguir hablando, iba a decirle a su amigo que estaba contenta de tener a otra mujer en la oficina, pero que había visto algo en ella que no le gustaba... Pero decidió callar. 
-Debemos volver. 

Llegaron a sus mesas y el manuscrito no estaba encima de la de Isaka. Entonces, lo primero que hicieron fue preguntarle al jefe. 

-Asahina-san, ¿han venido los de la imprenta? -Preguntó Aikawa. 
-No, ¿por qué? 
-Falta un manuscrito... El de Usami Akihiko. 
-¿Dónde lo habíais dejado? 
-En mi escritorio. -Fue Isaka quien contestó esta vez. 
-Van a tardar aún unas horas. Busquemos por toda la oficina. Y tú y yo, Isaka, hablaremos seriamente cuando lo hayamos encontrado y entregado. 
-Yo también tengo responsabilidad... -Intentó decir la editora pelirroja. 
-Pero estaba en su escritorio. -Asahina zanjó el tema. 

Buscaron en todos los rincones del departamento, mesas, sillas, cajones, estanterías. Pasaron el aspirador, incluso registraron los baños más cercanos y las salas de descanso, las terrazas... Dos horas después, no habían encontrado nada. 

-Nada... ¿Dónde puede estar? 
-Tendrá que volverlo a hacer. Esto supone un perjuicio para la imprenta y para nosotros... Isaka, sabes lo que ocurrirá ahora, ¿no? -Asahina hablaba, pero Isaka no lo estaba escuchando. Su ojos se dirigieron a la persona que parecía más tranquila, que no se había molestado en buscar nada y que permanecía tranquila como si nada hubiera ocurrido. 

Tú... ¡eres tú! 

En un movimiento rápido, Isaka atrapó el gran bolso negro de Izanami. 

-¡Oye! ¡Es mi bolso! ¡Déjalo! Asahina-san... 

La agilidad de Isaka jugó a su favor y esquivó todos los movimientos de la mujer morena, hasta lograr abrirlo... y encontrar un sobre doblado dentro. 

-¡Oye! ¡Son prescripciones de medicamentos...! 

Isaka hizo caso omiso y abrió el sobre... Encontrando dentro el manucrito de Usami Akihiko. Izanami se vio acorralada y empezó a hacer lo que mejor sabía, enredar. 

-Lo puso adrede en mi bolso... Nunca le he caído bien... He hecho de todo para ganarme su confianza, pero él siempre ha querido desacreditarme... Asahina-san... -Esta vez, nadie la creyó. Y Ryuichiro se enfrentó a ella con la cabeza bien alta. 
-Tú... Tú, mujer que invita, eres una víbora, una desgraciada, pero sois los dos tal para cual, porque tú -señaló a Asahina- eres un hijo de puta. Espero que seáis muy felices tú y Asahina-senpai, que os caséis pronto y que tengáis muchos hijos -Dijo Ryuichiro en tono sarcástico. -Bueno, mejor no. Espero que os vaya muy mal en la vida, que os devuelva el mal que habéis hecho y que os destrocen como vosotros habéis hecho conmigo... Porque yo me voy de aquí. 
-Espera, Ryuichiro... Isaka. Tenemos que hablar... -Kaoru intentó detenerlo, pero ya era demasiado tarde. 
-No tengo nada que hablar contigo. ¡Me voy! 

CONTINUARÁ

Notas finales:

Debo agradecer este largo capítulo al artículo "42 formas de hacer mobbing" que pueden encontrar si buscan en Google.

¿Qué pasará, qué misterio habrá...? ¡No se pierdan el siguiente capítulo! ????????

 


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