Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El amigo de papá por Big Rabbit

[Reviews - 26]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Señoras, señores... vamos a llorar más que en EL CISNE BLANCO 

CAPÍTULO 4: EL INCIDENTE DEL CUCHILLO

Después de haberse encontrado en la biblioteca, Ryu y Kaoru habían tomado direcciones opuestas sin despedirse.

Kaoru seguía desconcertado. Las intrigas familiares no eran lo suyo, pero la curiosidad lo vencía. Quería saber más de Ryu, por eso aceptaba todas las proposiciones de ir a merendar al piso de los Sudou. Pero no contó con la ausencia del jovencito. Era como si Ryu tuviese un radar que detectase cada vez que Kaoru acudía al apartamento, aunque sus visitas no se daban de manera fija.

La Navidad se aproximaba, pero Ryu no mostraba mucho entusiasmo ante la idea. Para él eran simples días normales. A pesar de tener también vacaciones, su padre no estaba en casa y al no tener más familiares, Ryu no celebraba nada.

En esa época del año se sentía como un animal enjaulado, y terriblemente solo. Odiaba las luces, los adornos, y no soportaba pasear por las calles y ver a  familias, niños ilusionados caminando de la mano de sus padres... Tampoco veía la tele ya que las películas que se emitían le provocaban aún más instintos asesinos.

Odiaba las Navidades, y lo mejor era que tenía motivos. Siempre solo, con un padre ausente, sin otros familiares, sin amigos y con malas compañías... Había deseado tanto tiempo tener una familia... Pero sólo eran los  deseos tontos de un niño.

Aunque no quisiera reconocerlo, en el fondo del corazón de Ryu brillaba una pequeña esperanza. Asahina. Le gustaba esa persona. Sentía que con él, Ryu podría llegar a ser él mismo, abandonar todas sus malas actitudes para volverse una mejor persona.

Sólo había un problema: que Asahina frecuentase a su padre. Ryu sabía que Asahina era un buen chico y relacionarse con Kenji no lo beneficiaría en absoluto. Si hubiera sido otro cualquiera le habría dado igual, pero tratandose de Asahina...

No me gusta. Sólo quiero advertirle. Sólo es un capricho.

El último día de vacaciones, Ryu paseaba por las calles próximas a su casa. Se estaba haciendo de noche y no tenía ganas de volver a un piso vacío. A finales de enero cumpliría diecisiete años... Muy pocos para tanta amargura. A esa hora había poca gente por la calle, estarían volviendo del trabajo o cómodos y calentitos en sus casas. Pero alguien vio a Ryu y lo saludó desde lejos.

-¡Ryu! -Kaoru había ido a la biblioteca ya que tendrían varios exámenes nada más terminar las vacaciones, y cuando se dirigía a su casa se fijó en la pequeña y solitaria figura que paseaba sin rumbo fijo. 
-Asahina-senpai. ¿Qué haces aquí? Te hacía en casa calentito y no vagando. 
-Vengo de estudiar, no como otros. 
-No estarás hablando de mí, sólo soy un simple estudiante de bachillerato... 
-Y por eso, deberías estar en tu casa. 
-Y tú en la tuya. Seguro que tus padres estarán preocupados. 
-¿Y el tuyo no? -Al formular esa pregunta, el rostro de Ryu cambió y murmuró: 
-Ése sólo se preocupa por él mismo. 
-Ryu, no deberías hablar así... -Kaoru sintió que había metido la pata hasta el fondo. Al mencionar a su padre, Ryu se había cerrado en banda y sería muy difícil llegar a él. -Oye, ¿por qué has dejado de asistir a nuestras reuniones? 
-¿Por qué debería hacerlo? Es más, ¿a ti qué te importa?

Es hostil conmigo, pero creo que me lo merezco. Él también tiene sentimientos, y todo el derecho a no asistir a mis reuniones con su padre si no quiere, pero no me di cuenta.

-Escucha, Ryu, dentro de dos semanas pienso ir a tu casa. 
-Díselo a mi padre. 
-Te lo digo a ti, porque quiero verte a ti. Quiero hablar contigo.

Ryu no contestó, sólo lo miró desafiante y se fue sin decirle nada.

De verdad que no sé cómo tratar a este chico.

La vuelta a la rutina trastornó un poco a todos los estudiantes, los de bachillerato pasaban todo el curso haciendo modelos de examen de acceso a la universidad, y muchos universitarios también tenían exámenes, por lo que durante dos semanas Ryu y Kaoru no se comunicaron. Es más, Kaoru estaba tan concentrado en lograr buenos resultados que casi se había olvidado de Ryu.

Casi. Porque el día en que finalizó sus exámenes, mientras estaba sentado en una mesa de la cafetería del campus, un sonriente profesor Sudou se sentó enfrente de él para iniciar una animada conversación.

-¡Hey, Kaoru! ¡Enhorabuena por tus resultados, han sido excelentes! 
-Gracias, profesor. 
-Oye, quería hablarte de algo. Estaremos seguros aquí, hay mucho ruido y no nos oirán... 
-Bueno... Si usted lo dice, profesor. 
-Es sobre Ryu. Te traje a mi casa, en parte, para que lo conocieras. Ryu no es una buena persona, Kaoru, y quiero que lo ayudes.

La última vez que se vieron, Kaoru no se llevó esa impresión. Simplemente vio a un chico muy perdido en la vida y con malas actitudes, pero no por eso le pareció mala persona.

-Siga, profesor. 
-Ryu, por ahora, es un buen estudiante, pero esas pintas que lleva y sus compañías no son un buen asunto. Sé que se ha metido en peleas, que ha consumido sustancias ilegales y que ya hace tiempo que dejó de ser virgen... Necesito tu ayuda, o tendré que encerrarlo en un reformatorio pronto.

Kaoru no podía creerlo. Ese Ryu encarnaba todo lo malo de un adolescente, según su padre... El profesor Sudou aún no había terminado de hablar.

-Además, me gustaría contarte otra cosa. Hace unos tres años, ocurrió algo... Invité a un colega a cenar a casa, Ryu estaba allí. Mi colega acabó quedándose a dormir, y yo no sé qué pasó en aquel momento, pero la mañana siguiente apareció asustado, diciendo que Ryu se le había insinuado durante la noche, pero al negarse mi amigo, Ryu lo había amenazado con un cuchillo... 
-¿Qué dijo Ryu? 
-Nada. Se negó a hablar, y ya sabes que quien calla otorga. 
-Entonces, ¿qué quiere que haga, profesor? 
-Quiero que seas una buena influencia para él, pero sin pasarse. Me refiero con ello a que no te involucres con él más de lo necesario... No quisiera que ocurriese algo como el incidente del cuchillo, quiero disfrutar más tiempo de ti... De tu compañía, quiero decir. ¿Vas a ayudarme, Kaoru? 
-Supongo que sí, profesor. Haré lo que pueda.

A Kaoru algo no le cuadraba. A pesar de todo lo malo que había oído de Ryu, aún se resistía a pensar que era una mala persona. Pero viniendo de una figura de autoridad, como el profesor Sudou... Era la palabra de un profesor universitario de cierto prestigio, contra la de un jovencito enfadado con el mundo. ¿A quién creería?

CONTINUARÁ

Notas finales:

Ahora mismo estoy haciendo doble actualización, así que en el próximo capítulo conoceremos la versión de Ryu. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).