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La Joya de Jotunheim por LaYoska

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Notas del fanfic:

Este fanfic es de romance lento, puede que tengamos besos pero el lemon se hará esperar... vale la pena, creanlo.

Esta historia fue escrita junto con BlackTsuki quien me ha animado a volver a escribir.

Importante:

Loki puede cambiar de sexo.

Puede que se mencionen parejas yuri como secundarias.

Fanfic hecho a través de rol.

Se toman nombres de seres mitológicos pero el personaje fue adaptado para la historia

Hela nunca se volvió loca por poder, así que terminó siendo la protectora hermana mayor de Thor.

Notas del capitulo:

Bienvenidos a una nueva historia, espero les guste y pueda entretenerlos, la historia ya la terminé pero voy a estar subiendo un capítulo por semana.

 

Este era un día que sería recordado en los libros de historia de su raza, tal vez incluso en los 9 Reinos, después de siglos de tregua por fin llegaba un acuerdo de paz duradero, el pueblo entero estaba feliz por eso, la guerra sólo había causado muerte, dolor, su pueblo se había llenado de viudas y huérfanos, él era un príncipe, debía ver por el bienestar de su pueblo, aunque la idea no fuera mucho de su agrado…

 

Loki suspiró cansado de pensar, estaba tomando un baño caliente, los otros gigantes solían reírse de su gusto por el calor, se burlaban de su afición a las pieles, a las mantas gruesas, la fogata en sus habitaciones era otra “excentricidad” suya, no le importaba, él disfrutaba de la calidez, lástima que en su reino los baños calientes duraran tan poco, el agua empezaba a enfriarse; salió de la tina, secó el exceso de agua de su piel azul, caminó a sus habitaciones perezosamente, continuó con el ritual, poniendo un aceite perfumado sobre su piel, las sirvientas se acercaron para ayudarle a estar listo, no hablaron, sabían que este era, de cierto modo, un adiós del niño que habían visto crecer… aunque no mucho, otra razón por la que los gigantes se burlaban de él… su tamaño, siempre era comentado que el más joven de los príncipes era demasiado pequeño, las burlas le siguieron durante su infancia, pero pronto dejaron de escucharse, cuando creció y su belleza se hizo evidente, entonces las burlas se convirtieron en susurros y luego en propuestas de matrimonio.

 

Las mujeres le ayudaron con una tela gruesa que fue enredada en su cintura, seguida de una más delgada, traslúcida, color mantequilla con preciosos bordados de oro, que llegaba a sus rodillas al frente pero se arrastraba un poco atrás, cuentas doradas y rojas se amarraron a su cintura, luego la capa que se sujetaba a la parte trasera de una ostentosa gargantilla, la tela se extendía a sus muñecas, donde se sujetaba de sus brazaletes favoritos, anillos, aros y más joyas fueron uniéndose, haciéndose un interesante contraste con el azul añil de su piel, otra tela traslucida cubrió en diagonal sus hombros, luego una piel blanca fue puesta en sus hombros, las mujeres delinearon sus ojos carmesí con oro y cubrieron sus cuernos con anillos que tenían grabados deseos de prosperidad y fertilidad, trato de tomar esto de la manera más calmada, pero por dentro ardía de furia, su cabello, largo hasta la parte trasera de sus rodillas fue secado y cepillado hasta que brillo, hilos de oro fueron tejidos en las hebras negras y finalmente le pusieron el velo que se unía a los anillos de los cuernos y cubría su rostro, era una tela hechizada que le permitía a él ver el mundo el exterior, pero nadie podría ver su rostro a través de él

 

-Tienes todo el porte y elegancia de tu madre- su padre se acercó, mirándolo con lo que parecía ser orgullo, Loki no respondió, se miró, sabía perfectamente que era hermoso y que tenía una elegancia natural en cada uno de sus movimientos, no era de esas personas que fingían modestia, sabía perfectamente lo que provocaba- realmente eres la joya de Jotunheim- su padre completó

 

-sí, la joya que le vas a regalar a un bruto salvaje rompe cráneos o bien a un gigante que apenas y habla, oh! O al idiota pervertido que casi me viola- dejó todo el coraje y el veneno en su lengua escurrir, él no era feliz, sabía que era su deber, pero esto no era lo que quería, no hablo de Sigyn porque ella era la única pretendiente que le agradaba, era una pena que no se sintiera atraído por ella más allá de una amistad.

 

-no empieces, hijo, este es un gran honor, traerán paz a nuestros mundos, además, podría llegar a agradarte…

-no- respondió simplemente- apresuremos esto, no quiero que dure más- dicho esto empezó su camino, subió al carruaje que lo llevaría a su destino… a uno de sus posibles futuros esposos, quiso gruñir pero respiró profundamente, debía mantener la calma… tal vez si el príncipe de Asgard era lo suficientemente bobo podría convertirlo en su servidor los tres meses que duraba el cortejo… hey, eso no sonaba tan mal…

 

Su llegada al reino de Asgard era algo más sorprendente de lo que esperaba, la ciudad de oro hacía honor a su fama, las puertas se abrieron y miles de guerreros lo recibieron con sus lanzas en alto, las Valkirias montadas en los pegasos, lucían tan majestuosas, y al fondo la familia real…¿y su futuro esposo?.

 

El carruaje se detuvo a unos metros de la entrada del palacio principal, Odín, el Padre de Todo y su hermosa reina Frigga una hechicera poderosa, por lo que había oído, se acercaron a recibirles. Uno de los sirvientes del palacio, abrió la puerta del carruaje y puso las escaleras doradas para que el Rey Laufey y su heredero bajaran, mientras la demás servidumbre llevaba los obsequios de voto que correspondían a tal ceremonia, pieles, animales de granja, caballos para el ejército y telas finamente decoradas, todos a los pies de los invitados de honor.

 

-Rey Laufey, Príncipe- dijo Odín, mientras su esposa hacía una reverencia marcada y miraba atentamente a su futuro yerno.

 

-Rey Odín, padre de todo, me complace estar ante su presencia- dijo Laufey.

 

-El honor es nuestro- dijo Odín mientras su esposa se colocaba un paso atrás como dictaban las normas de etiqueta siempre del lado derecho.

 

-Pero me intriga que no veo al príncipe recibiendo a su futuro esposo- dijo algo molesto el Rey de hielo.

 

Odin quería bufar por ello, Hela le había prometido llevar a Thor puntual al recinto, pero ese chico era más terco que él a su edad, podía entenderlo hacia unos mil años cuando era adolescente, pero estaba cumpliendo 1,500 y como dictaban las normas, era digno de heredar el trono, pero seguía queriendo jugar al héroe, el campo de batalla era lo suyo, o eso había dicho cuando le hablaron del compromiso.

 

Frigga tomó el brazo de su esposo y respondió por él, sabia la carga que la irresponsabilidad de su hijo presentaba en esa situación.

 

-Odison, estaba impaciente por demostrar a su futuro esposo la valentía del pueblo de Asgard que partió a una batalla, de la cual traerá un digno obsequio. Muspelheim el reino de fuego, donde los dragones aún surcan los cielos, al escuchar que su futuro esposo amaba las pieles y disfrutaba del calor, se empeñó en traer el mismo un poco de esa piel, ya que las cualidades de dichas prendas es conservar el calor aun en Jotunheim- dijo fluida y amablemente Frigga.

Loki noto que aquella mujer le agradaba, mentía con gracia y encanto igual que él, su padre incluso ni siquiera lo noto, pero él era un dios en el engaño, podía ver a través de esa dulce y melodiosa voz, la tensión en sus manos, el uso excesivo de cortesía, mordió su labio para no reír, en verdad le agradaba.

 

-Mi dulce Reina, me disculpo por mi descortesía, por supuesto que el heredero de Asgard trataría de dar el mejor obsequio a su prometido- dijo Laufey inclinándose y tomando la pequeña mano de la reina para depositar un beso.

 

-Por favor, no diga eso, después de todo a partir de este día, nuestros reinos serán hermanos- dijo Frigga.

 

Loki en verdad empezaba a fastidiarse de tanta burocracia cursi, así que se acercó a la reina -Espero que mi futuro esposo sea más puntual en cuestiones tan importantes, un simple regalo, no creo que merezca el hacer esperar un tan importante convenio de paz- si, como siempre no tenía tacto, Frigga se giró a verle y sonrió lo mejor que pudo, mientras Odín aclaraba su garganta.

 

En verdad en cuanto la cabeza rubia de su primogénito apareciera se las vería con ella, pensó antes de contestar- Pronto entenderás que los Aesir, sobretodo con sangre asgardiana en sus venas, ven la prioridad en las batallas y en los trofeos que sacan de ellos; pero creo que mi hijo queda en unas manos perfectamente capacitadas para guiarlo en el trono, he escuchado que eres un erudito en cultura, política y magia- dijo Frigga sonriendo.

 

En verdad esa mujer le agradaba, buena táctica el decirle que ahora tenía que educar a su hijo por ser su esposo y que después de todo de ahora en adelante sería su responsabilidad. -Lo tomaré en cuenta su majestad, y sí, me gusta estar dotado de ciertas habilidades, aunque comprendo porque mi padre decidió tomarlos en cuenta en el tratado matrimonial, comparando nuestros reinos, la batalla no es nuestro fuerte, solo la estrategia- dijo Loki con cierto toque burlón, para él seguían siendo los bárbaros con músculos en lugar de cerebro.

 

Frigga se sintió un tanto molesta, pero en verdad también le estaba agradando su yerno, al parecer Thor tendría que vérselas difícil con aquel encantador muchacho rápido de pensamiento, ágil con la magia y con una lengua de plata.

 

-Supongo que podrías aprender una o dos cosas de las Valkirias, son excelentes guerreras- dijo Thor finalmente llegando seguido de Hela que le ayudaba con unos cofres para entregar a su prometido.

 

Loki sintió que la sangre le hervía solo con aquel comentario, que insinuaba que era una chica -Oh supongo que tú eres Thor Odison, mi futuro y gallardo esposo, en verdad digno de admirar bañado en sangre de dragón- cuando el rubio se acercó, su capa aún tenía manchas y quemones de su batalla.

 

Frigga miró a Thor en verdad con reproche y luego a Hela que solo levanto los hombros antes de decir en su defensa -Nos apremiaba llegar puntuales a su recepción, pero nos vimos en aprietos cuando su caballero decidió traerle piel de una hembra, color esmeralda, pues decían que era su color favorito, además de querer traer los huevecillos de su vientre para mantener su agua siempre caliente- dijo Hela su voz sonaba golpeada y con reclamo, nada de la gracia de la madre, en definitiva esos dos seguro eran su dolor de cabeza.

 

-Lo mejor para complacer esta hermosa ceremonia-dijo Thor hincándose frente a Loki dejando la piel del dragón, mientras Hela hacía lo propio con el cofre lleno de huevecillos.

 

-Vaya- aunque Loki hubiera realmente agradecido los regalos en otra situación estaba molesto, la falta de respeto de ambos iba más allá de su comprensión- gracias por tomar en cuenta mis preferencias y necesidades, sin duda esto muestra cuánto piensas en los demás, prometido- lo dijo todo en un tono monótono que parecía aprendido de un panfleto, aderezado con indiferencia, levantó su rostro y fingió mirar alrededor, uno de los guerreros que iba con Thor le miraba, era rubio de cabello corto y le guiñó un ojo, Loki sabía que el hombre no podía ver su rostro pero sonrió divertido por el atrevimiento, después miró a su padre.

 

-Príncipe Thor, agradezco sus regalos, sin duda mi hijo sabrá apreciarlos- le dio una mirada significativa a Loki, él sólo miró a un lado fingiendo demencia- también recordarle que el tratado establece que deben existir 3 meses de cortejo, mismos en los que mi hijo deberá conservar el velo en su rostro en todo momento, ya que sólo podrá ser retirado a finalizar la ceremonia oficial de su boda, tal como dictan nuestras tradiciones

 

Loki observó detenidamente a su prometido, hubo una ligera sorpresa en su rostro, eso simplemente significaba que el cabeza hueca nunca había leído el trato.

 

-Padre, creo que harías bien en repetirlo, me temo que se acaba de enterar de esas reglas- sonrió tras el velo, divertido por la situación.

 

Thor se molestó, en verdad que mordaz era su supuesto cónyuge, se puso de pie y ofreció el brazo para que lo tomara y entrar al palacio, aquella pequeña disputa estaba haciendo que sus compañeros Sif, Hogun y Fandral trataran con ganas de no reírse de él -Supongo que no es necesario que tu padre, el Rey de Jotunheim me lo explique si vas a estar a mi lado tres largos meses, para conocernos mejor ¿no lo crees?, es una oportunidad perfecta para tener una larga conversación acerca de tus tradiciones-dijo Thor con fastidio igual que lo hacía su prometido.

 

Frigga le lanzó una mirada de advertencia a Thor, que solo hizo que su primogénito intentara evitar, mientras Odín trataba de hacer que ese encuentro no fuera el principio del final del trato.

 

-Sí, lo mejor es recibirles como se debe, en el palacio y en la morada del trono, su majestad Laufey, por favor, por aquí- dijo mientras ofrecía su brazo a su esposa, que lo tomó no sin antes mirar también a los amigos de Thor que temblaban de las ganas de reír.

 

-Querida hija, por favor hazte cargo de nuestros cansados guerreros y alcánzanos cuando estés lista en la sala del trono- dijo Frigga con un tono de voz que Hela seguramente identificaba, perfectamente bien, pues los compañeros de Thor se pusieron firmes y se inclinaron para dejar partir a la realeza. 

 

-Claro madre- Hela esperó a que se retiraran antes de voltear a ver a sus colegas- oooh, el pequeño Príncipe azul tiene garras- comentó complacida- algo me dice que esto va a ser más divertido de lo que esperábamos- entonces le dio un anillo que llevaba a Sif
-Te dije que no lo leería

-¿qué puedo decir? aún le tengo demasiada fe a mi hermano- se rio entretenida, mientras caminaban a su refugio de descanso y hacían aún más apuestas, como: ¿cuánto durarán en la misma habitación antes de querer matarse?

 

---

 

Loki caminaba del brazo de su prometido, ok, él no estaba asombrado con la fuerza de los músculos del hombre, tampoco con el cabello rubio y los ojos azules como zafiros, no, para nada…. ¿a quién engañaba? no era ciego, pero eso no significaba que fuera a admitirlo, en silencio miró el arte en los pasillos, los preciosos murales, las líneas de oro que dibujaban y contaban la historia de la gloria de Asgard, quiso reír, él sabía cómo habían llegado a esa gloria, matando, conquistando y sometiendo a otros pueblos, en especial su cuñada, había sido conocida como la Diosa de la Muerte, hasta que el segundo príncipe nació, que fue cuando Odín decidió buscar la paz y dejar a un lado la guerra, miró disimuladamente a su prometido ¿qué tenía él de especial que su nacimiento había hecho que una guerra de miles de años se detuviera?, al llegar a la sala del trono observó de nuevo, había asientos y un banquete preparado para ellos, con toda la elegancia, los platillos en el centro eran diversos y suntuosos.

 

Thor guio a su prometido a una de las sillas y como dictaban las normas, le ofreció el espacio para sentarse, mientras hacía lo propio al lado derecho de él, en el lado izquierdo de la cabecera donde ocuparía su padre su lugar.

 

Frigga se sentó al lado izquierdo, dejando libre el espacio y la cabecera para el Rey Laufey, todo parecía una perfecta coreografía finamente elaborada y seguro que lo era, Odison era todo un caso, pues tan pronto se pudo acercar a Loki le susurro - Me gusta como lucen tus piernas con esas telas- y pudo percibir que su madre casi le patea bajo la mesa. Si, definitivamente, todo un caso.

 

-Espero que sea todo de su agrado hemos estado al pendiente del convenio y las tradiciones desde que firmamos el acuerdo, pero nos gustaría que el Príncipe Laufeyson nos orientara adecuadamente en su estancia en el palacio- dijo Frigga para disimular que trataba de corregir a su hijo.

 

-Hemos oído que también se ha empapado de las tradiciones de Asgard- agregó Odín- y de su gusto por la lectura, después del almuerzo podría mostrarle Thor la biblioteca y así pueden ustedes estar en compañía mientras terminamos el papeleo- dijo Odín, mientras apretaba a la mano de su hijo, seguramente como un correctivo, ya que el rubio afirmó rápido, se quedó callado y quieto.

 

Loki uso algo de su magia para dejar que la parte baja de su velo se volviera traslucido, mostrando sus labios que también habían sido pintados de dorado y sonrió, volviendo a opacar el velo después

-Me he esforzado por aprender sus tradiciones e investigar lo más posible para evitar ofenderlos- ladeó muy ligeramente su rostro hacia Thor, haciendo claro para quién iba su aclaración- y estaré más que gustoso de informarles de las tradiciones, en cuanto a la invitación a su biblioteca, realmente lo agradezco, disfruto de perderme en un libro por horas- esta vez no había sarcasmo en su voz, lo decía en serio, de hecho le emocionaba un poco la idea de conocer algo nuevo, aprender nueva magia- supongo que una de las primeras lecciones será que tengo una dieta algo especial- miró el cerdo en el plato que estaba en el centro- y es que yo no como carne- lo dijo con calma, luego miró a Thor, cuando se dio cuenta que el rubio le miraba cruzó su pierna derecha sobre la izquierda, movimiento que dejó las telas de sus ropajes moverse, dejando ver sus muslos y una delicada cadena dorada que los adornaba, sonriendo pícaramente bajo el velo

 

-Así es- su padre asintió- mi hijo ha mostrado desde niño desagrado por la carne, pero disfruta de las frutas y vegetales, en especial las que han sido tan generosos de enviarnos- Laufey miró a su hijo con cierta severidad, recordándole que se comportara al revelar algo que él no quería que se supiera, su hijo era hermoso, grácil, elegante, pero su maldita boca era un arma de dos filos.

 

-No hay problema, yo me comeré sus porciones de carne- decía Thor perdido en el muslo de Loki.

 

Frigga sobo el puente de su nariz, por todos los Dioses, si Hela no llegaba y hacía de chaperón de Thor no dejaría a esos dos juntos, solos en la biblioteca, ni siquiera notaba como estaba respondiendo.

 

Odin aclaró su garganta - Sí supongo que por eso no habrá problema, aquí gracias a las zonas volcánicas las cosechas de vegetales y frutas son ricas en abundancia, incluso los animales crecen saludables y sanos para servir en el plato, lamento la descortesía que pueda parecer, pero como pueden ver, nuestro hijo come en abundancia y la carne es una parte de su dieta, por ello la variedad en la mesa de pescado y aves- dijo Odín… esas palabras de comer la porción de Loki sabía que no se refería al platillo, miró a su hijo con cautela, si en verdad se iba a comportar de esa manera, seguramente era su afán de fastidiar la ceremonia.

 

Loki miraba a su padre molesto a través del velo, no podía creer que revelara eso, bueno al menos no había dicho cómo exigía que le llevaran la fruta y cuánto disfrutaba cocinar y experimentar con ella.

 

-lamento la demora- Hela entró al recinto acompañada de sus compañeros guerreros, limpios y con sus trajes de gala, tomó asiento con elegancia en el asiento que su madre le había indicado desde hacía días, la ceremonia era realmente importante, ella lo sabía, tal vez la diplomacia no era lo suyo pero al menos lo intentaba, miró a su hermano que estaba totalmente embobado, le dio un codazo- ¿un poco de piel y ya babeas como perro?- le susurró, viendo de reojo a Fandral que le sonreía bobamente a Loki, oh, el rubio era un fastidio, ¿ni siquiera en este caso iba a dejar de apuntarle a todo lo que se movía?

 

Loki miró con cautela a Hela, no iba a mentir, la mujer le aterraba y también las historias que se contaban de su crueldad y sanguinario estilo de pelea.

 

Thor miró a su hermana con recelo, pero apartó la vista de Loki, si tenía que casarse al menos esperaba que fuera de su agrado, eso le había dicho a su hermana “espero al menos tenga buen cuerpo”, bien debía admitir que lo que mostraba aquella ropa no le desagradaba del todo, era como algo nuevo y exótico.

 

Miro a Fandral y puso cara de pocos amigos, siempre tenía esa maña su galán amigo, si a Thor le gustaba a Fandral también y terminaban en una competencia encarnizada por galantear a la dama elegida.

 

Frigga lanzó un hechizo para llenar las copas, el comportamiento de Thor estaba a tres de hacerla sacarlo de la oreja y darle una buena reprimenda por su comportamiento, pero agradeció que Hela supiera tratar a su descarriado hermano.

 

-Brindemos por el compromiso de nuestros hijos, por la paz en nuestros reinos- dijo sin más para que el banquete diera comienzo y pudieran tratar de asuntos serios sin tantas distracciones.

 

-por la paz- repitieron los invitados, tomando algo del vino, Loki tuvo el placer de cerrar por un segundo sus ojos ante el sabor del vino, oh, eso sabía muy bien, la comida en su reino era buena, pero insípida, estaba hecha para llenar el estómago y dar resistencia, la comida de Asgard parecía estar hecha para enloquecer los sentidos, tal vez esto no era tan mala idea, les llevaron la primer entrada de queso y frutas, la cual iba en un plato dorado y realmente elegante, los siguientes platos eran a libre demanda, podían servirse ellos mismos y disfrutar además de los alimentos, de una ligera charla sobre los tratados entre sus reinos, si su tierra se conocía por algo era por sus artesanos, las telas hechas en telar, los bordados, la joyería y todo lo que podían hacer con sus ágiles manos, así como Asgard les había hecho llegar presentes, ellos también lo hacían ocasionalmente.

 

Loki había elegido personalmente hermosas piezas para ser regalos de paz en esa ocasión, capas elegantemente bordadas con citrinos dorados para Frigga, gruesas capas que daban elegancia y autoridad para Odín, una daga del codiciado metal negro con esmeraldas para Hela y una armadura entera hecha con el metal más ligero y resistente del universo para su prometido, acompañada de una capa roja con dorado que llevaba hechizos de protección y resistencia para las arduas batallas, regalos que fueron presentados al finalizar la cena, mientras Loki seguía disfrutando del dulce vino de Asgard.

 

-Que gusto más exquisito- dijo Frigga al ver todos los regalos presentados por parte de Laufeyson -como dije sin duda un príncipe con tantas cualidades- decía la reina alabando a Loki -¿Notaste la protección de tu armadura? deberías ponértela, ya que por cuestión de tiempo, no te presentaste adecuadamente a la gala de bienvenida, ¿no crees hijo mío?- dijo Frigga finalmente acercándose a su hijo tomándolo del brazo y dándole el traje completo que era para él.

 

Sif, Hogun y Fandral miraron a Thor como si lo hubieran sentenciado a muerte, el rubio por más que busco ayuda en ellos, no obtuvo nada, y tratar con Hela era seguramente caso perdido.

 

-Ve a prepararte, mientras tu prometido degusta un poco más del vino y los quesos para llevarlo a la librería- dijo Frigga tirando de Thor para acompañarlo a la puerta.- No tardará tanto como lo hizo a su llegada Príncipe Loki- explicó Frigga sonriendo- Además creo que estará gustoso de complacerlo, y lucir tan  elegante regalo.-

 

Cuando Frigga se alejó de los miembros del banquete, miró a Thor con reproche y en voz baja le dijo- Por todos los Dioses, Thor, esto no es un juego, o te comportas o te hechizo para que lo hagas a mi voluntad, ve a asearte, toma una ducha fría y regresa aquí puntual, no necesito las bufonadas que tú y Fandral hacen con las cortesanas- dijo Frigga empujando a Thor fuera del recinto, para regresar al lado de su esposo y el Rey Laufey.

 

Thor estaba en el corredor y bufo, lo mejor era hacer lo que le pedía su madre o en verdad terminaría con una maldición.  Toco las prendas, en verdad eran elegantes, ligeras y de excelente calidad, y el rojo definitivamente le sentaría bien, sonrió mientras se iba a alistar para regresar pronto, ¿cómo se sentirían las telas que llevaba su prometido sobre su cuerpo?

 

Loki sonrió, la mujer realmente se estaba esforzando por mantener la paz y armonía en la reunión, le daría puntos por eso, era agradable, tenía una manera dulce de hacer las cosas y sin embargo podía ver claramente el miedo y el respeto que inspiraba en su hijo, sin duda sería una aliada importante

 

- me complace saber que le agradan mis presentes, los hice pensando en la elegancia y gracia que le han caracterizado en su reinado- le dijo a la mujer, Hela estaba más que feliz con su regalo, le daba vueltas a la daga con la empuñadura, el balance de la misma era perfección pura, miró a su próximo cuñado, que bebía la quinta copa de vino y no se veía ni un poco afectado por ello

 

Fandral por otro lado seguía medio embobado con el Jotun y es que ¿cómo diablos no? la ropa no dejaba mucho a la imaginación, las telas delgadas dejaban ver su silueta y juraba que era lo más delicioso que había visto en su vida, obvio sabía que era el prometido de su amigo y no iba a hacer más que coquetear, después de todo quería probar los límites de Thor un poco, se inclinó a sus amigos -¿cuánto a que hago gruñir a Thor?

 

Sif miro a Fandral, en verdad esos dos eran todo un caso, pero no le desagrada la idea tanta pomposidad no era para ella, además estaba acostumbrada a sus continuos y patéticos intentos de galanteo, sabía que con Hela y Frigga presente eso sería el caos, pero vamos Hela causaba más problemas sola que ellos cuatro juntos ¿Por qué no?- Eso sería una apuesta ganada Fandral, si en quieres una apuesta real, ¿por qué no vemos quién de los dos puede acercarse más al príncipe del hielo?- dijo sonriendo Sif, que vio a Thor entrar en la nueva armadura. Bastante buen mozo debía admitirlo, en verdad esos regalos eran dignos de los Aesir.

 

-Y hablando del rey de Asgard- dijo divertida la guerrera- la condición será que Thor no se entere de esto, pues si no en verdad se esmera... cariño, con ese cuerpo apenas si sabes que tienes oportunidad, si le has ganado las jugadas a veces ha sido por tu labia- dijo Sif sonriendo.

 

Thor, miró a sus amigos, seguro algo se traían entre manos, los conocía demasiado bien, pero lo mejor por el momento era pasarlo por alto, se acercó a su madre que estaba hablando aún con su prometido.

 

-Madre, Principe Laufeyson- dijo saludando educadamente- me parece que es el momento para darle el recorrido que mi padre le ofreció a la librería, por cierto agradezco el regalo en verdad es espléndido-.

 

Loki vio a su prometido entrar y casi se muerde la lengua, maldita sea, el bruto salvaje rompe cráneos parecía poder romper también un par de corazones, agradecía el velo, de verdad lo hacía, sino estaría mirándolo totalmente embobado, se calmó y disimuló muy bien el interés que había despertado en él

 

-Será un honor- dijo con una calma fría que no sentía, mientras Fandral le daba la mano a Sif, cerrando la apuesta oficialmente, si, si hablaban de cuerpo o apariencia él no podía ganarle a Thor, pero su habilidad con la palabra y los halagos superaba por mucho a la del príncipe, Hela vio el apretón de manos, si por sus niñerías este tratado se arruinaba iba a hacer rodar cabezas, si, ella amaba la guerra y una buena pelea, pero no iba a arriesgarlo todo por uno de sus jueguitos, se aseguraría de mantenerlos ocupados.

 

-Lleva a tu prometido a conocer el palacio- le susurro a su hermano menor- y asegurate de no ofenderlo, gran galoot o te daré un régimen de entrenamiento especial.

 

Thor trago saliva, cuando su hermana lo amenazaba no lo hacía en vano, pero aún le intrigaba que se traían esos dos, Hogun era el más discreto y tranquilo pero Sif y Fandral, bueno… no por nada los corrían o armaban una pelea en unos cuantos bares en la ciudadela.

 

Ofreciéndole de nuevo el brazo a su prometido, Thor salió escoltado por Sif y Fandral, por regla parecía que no podían arriesgarse a estar sin escolta, más que nada por el tratado de paz, Asgard era un reino de guerreros y conquistadores, eso estaba muy claro, por ello también tenían bastantes enemigos, entre ellos algunos Jotun, si no ¿por qué el afán de dicho matrimonio?

 

-Lamento el burdo comentario durante el banquete- dijo Thor esperando o más bien creyendo que eso podría haber sido el despertar de la amenaza de su dulce hermana mayor- En realidad me refería a que a pesar de no poder ver tu rostro, tu cuerpo es digno de admiración-

 

Sif que iba a tras de ellos cubrió su boca, en verdad su amigo era guapo, con un cuerpo envidiable, pero en comparación a Fandral era tan torpe con las palabras. Bueno no solo eso, era un poco torpe también en siquiera interpretar las señales de los demás, estaba segura de que Hela no se había referido al comentario que había hecho durante el banquete, es más ni siquiera había estado presente. Vamos ni ella lo había escuchado, pero no era difícil de adivinar con lo poco que cubría la vestimenta al Príncipe del Hielo.

 

-En verdad no me he dedicado en forma a leer el tratado, pero supongo que el resaltar tus cualidades, no es parte de una ofensa cultural, si vas a ser mi esposo- dijo Thor, tratando de limar la áspera primera impresión.

 

“awww” Loki sonrió para sus adentros, aunque le costó algo de trabajo ya que quería reírse y con ganas, la presencia de los guerreros le había molestado por un momento, pero tomando en cuenta la animosidad que aún había con otros Reinos y a los pretendientes enojados que no habían elegido como anfitriones del cortejo, era de esperarse.

 

-Agradezco la sinceridad- inició, volviendo la parte superior de su velo traslúcida, sólo dejando ver sus ojos carmesí que estaban exquisitamente decorados con oro- y estoy dispuesto a ilustrarte sobre los contenidos del mismo, aunque creo que sería de cortesía que lo leyeras en cuanto tengas la oportunidad- continuó, siendo consciente de que el guerrero rubio que le había prestado mucha atención en el banquete no separaba sus ojos del suave vaivén de sus caderas- tenemos aún tres meses para conocernos antes de que yo tome mi decisión- miró las grandes puertas de la biblioteca- y los halagos siempre son bienvenidos- le aseguró divertido.

 

Thor estaba cada vez más intrigado por su prometido, era educado, con una buena figura, con un porte elegante, una sensualidad natural y una voz increíblemente armoniosa, pero cada vez que el velo le dejaba ver un poco de su rostro moría de curiosidad.  En verdad debía leer por qué ese dichoso velo debía cubrir su rostro.

 

-Por supuesto que lo leeré con detenimiento, ha sido una descortesía de mi parte una completa falta de respeto, lo lamento sinceramente, no encuentro ninguna razón para haber pasado por alto mis deberes con nuestros Reinos- dijo Thor solemnemente, si quería que este acuerdo funcionara, debía en verdad dejar de lado su terquedad por el matrimonio forzado, además su prometido le estaba gustando en verdad y le parecía que cada palabra que decía era un reto que quería catar y vencer.

 

-Y me encantaría que en estos meses, tu estancia aquí sea placentera, para poder tener la confianza de conocer no solo nuestras tradiciones y costumbres, sino conocernos nosotros… el Reino seguirá por siglos, pero nosotros somos un mero pilar más en el crecimiento de nuestros pueblos, sin embargo siempre he creído que la felicidad de uno es tan importante como la del pueblo mismo, puede que este matrimonio se vea forzado por un acuerdo, pero de corazón, espero que nuestro tiempo juntos no lo sea- dijo Thor mientras Sif y Fandral les abrían la puerta de la biblioteca.

 

-Mi príncipe, bienvenido al ala este donde el conocimiento de nuestros ancestros es guardado por estos libros mágicos que son capaces de escuchar las palabras y asimilar el pensamiento a través de sus hojas para empoderarse en palabras que guardan nuestra historia y la historia de los nueve reinos- dijo Thor abriendo paso a su prometido para que deleitara.

 

Loki no pudo esconder su sorpresa ante las altas estanterías, había libros, pergaminos, rollos, todo tipo de libros en diferentes idiomas, algunos de ellos flotaban y se acomodan por arte de magia en los estantes, había mesas con sillas, pero también sillones y cojines que parecían realmente cómodos, tenía que estar bromeando, la biblioteca era enorme y había dicho “sala este”, ¿eso significaba que había mucho más que eso?- esto es increíble- llevó su mano a cubrir su boca bajo el velo, estaba demasiado sorprendido, vio los lomos de los libros, ya de por sí había estado sorprendido por las atinadas palabras de su prometido y pensando que tal vez el hombre no era tan burdo como parecía- tantos idiomas… ¿puedes leerlos?- le miró interesado

 

Sif sonrió, Thor no era tonto, era bastante bueno estudiando y aprendiendo, sólo era… bueno, torpe, no había mejor palabra, aunque debía admitir que esta vez se lució, así que su Príncipe asgardiano en verdad estaba interesado en su prometido.

 

-Puedo hacerlo, he llevado años de… no mentiré… tediosas lecciones con los eruditos más ancianos de Asgard- dijo Thor haciendo una cara de hastío en broma, tratando de no sonar tan diplomático, para que Loki pudiera sacar más intensas expresiones como hacía un momento. -Pero nada de qué arrepentirse, incluso yo he aportado a estos libros, no soy bueno con las palabras como tú, se te nota tan naturalmente eres elocuente, pero como dije cuando te vi en el portón del castillo… me gusta las batallas, no por la guerra, la gloria, o los trofeos, sino por conocer los lugares, he venido aquí a plasmar algunas mis memorias en imagen, de animales, personas, criaturas, paisajes… si tanto te gusta, ven aquí a enriquecerlos con tu fantástica forma de ver el mundo, ellos están gustosos de engordar agregando hojas y hojas para que alguien más las reciba- dijo Thor divertido, mientras tomaba un libro especialmente grueso con lomo dorado.

 

Este habla de Midgard un lugar poblado de humanos sin poder, mi padre no sabe que me fugo de vez en vez a mirarlo, creo que de los nueve reinos es el más vasto en paisajes, siempre que voy son cambiantes y espléndidos, playas, bosque, mares, montañas, llanuras, incluso iceberg y formaciones de hielo enorme… lo tiene todo- dijo Thor ofreciendo el libro -Los amaneceres es lo que más me gusta de ese planeta, incluso fuera de su atmósfera- estaba orgulloso de los detalles en las imágenes, los libros solo podían plasmar las cosas si lo hacías con pasión absoluta, su madre se lo había enseñado desde pequeño, sabía que era malo para plasmar sus ideas, pero las imágenes… era un artista a detalle, siempre apreciaba eso la luz, texturas, colores, tonos, el arte además de la pelea era su pasión -Pero seguro que lo tuyo es el conocimiento, se te nota en la forma en la que hablas, así que si se te dificulta leer alguno, podría llevarte con más aburridos y tediosos ancianos maestros o podría darte tediosas y aburridas lecciones yo mismo si no lo he olvidado- dijo Thor sonriendo.

 

Loki sonrió, sintiendo una extraña punzada al verlo hablar con una emoción tan profunda de ese planeta, tomó el libro de sus manos y observó los detallados dibujos, parecía un mundo simple, pero al mismo tiempo los colores eran tan vivos y hermosos, se sintió vulnerable por un segundo- es la primera vez que salgo de Jotunheim- admitió- mi padre apenas me deja salir del castillo- se dio cuenta de lo que había dicho y opacó al instante el velo para ocultar sus ojos- lo lamento- dijo en un tono más formal- ese comentario fue indebido- le regresó el libro y se apartó un poco, mirando las demás estanterías, la tensión en sus músculos, que había relajado con la caminata y al entrar a la biblioteca regresó poco a poco, elevando sus defensas, como muros de hielo construidos para protegerlo o más bien encerrarlo, porque eso había sido el palacio de Jotunheim para él, una prisión, una lujosa y elegante prisión donde debía mirar tras su hombro cada minuto por las posibles traiciones y burlas, sabía que su padre lo había hecho para protegerlo pero ahora sentía aún más rencor por haberle privado de ver algo tan hermoso.

 

Sif miró a otro lado, eso había sido demasiado íntimo y empezaba a ver al Príncipe diferente ¿qué clase de padre no permitía a su hijo conocer su propio Reino?, miró a Fandral, que también trataba de verse demasiado interesado en la ventana de la biblioteca, esto era algo… incómodo.

 

-Yo podría llevarte, si tu padre no te ha dejado ver el mundo yo lo haría, te llevaría a cada uno de los nueve reinos- dijo Thor como siempre más por impulso e instinto.

 

Sif se rio de golpe, apenada salió de la instancia, definitivamente Thor se estaba enamorando, él nunca había sido tan elocuente.

 

Thor se sonrojo apenado, la risa de su amiga le hizo ver lo imprudente de sus palabras -Lo lamento, no quiero ofenderte… seguramente el Rey Laufey tiene sus razones para hacer las cosas como las ha llevado, pero no bromeo… si tú me aceptaras en tu  vida, este palacio no será una extensión del dominio que tiene sobre ti, sé que soy capaz de protegerte, porque he liderado a un ejército, ver por solo una persona no me será difícil y protegerte es la obligación de un esposo, pero no encarcelarte- dijo Thor, no sabía que más ofrecerle, el haber puesto a su prometido en aquel estado le había molestado de sobremanera, el carácter de Thor carácter era dócil e intrépido, nada que ver con su hermana, incluso decían que Thor era el sol y Hela la luna, su madre lo decía. No porque amara menos a Hela, sino que Hela parecía brillar más tenuemente que Thor, él no obedecía, sentía y hacía las cosas, por eso siempre se metía en problemas -El día que tú quieras escapar, llévame a tu lado y te protegeré con mi vida, mi príncipe- dijo finalmente tomando la mano de Loki, para mostrarle el dibujo que el libro había hecho de él, una imagen que Thor le dio para llenar sus hojas, pero que no se atrevió a dejar en las páginas.

 

 Loki miró el dibujo, sorprendido por los detalles y lo etéreo que se veía, lo observó por un momento, debatiéndose él mismo entre dejar caer un poco sus barreras o no, pero era pronto, demasiado pronto, aunque las palabras de Thor enternecen su corazón la desconfianza estaba plenamente arraigada en su ser, le miró un momento, tratando de decidir, pero aún no sabía bien qué pensar de todo esto, había escuchado muchas promesas vacías y nada en realidad indicaba que el Aesir fuera diferente- agradezco el ofrecimiento- dijo con simpleza, él no iba a confiar tan fácilmente para solo terminar herido, trataría de llevar todo con cordialidad, pero no iba a caer en una trampa, él era el que ponía las trampas y el que hacía las bromas, no dejaría a Thor entrar a su corazón y aunque se lo dijo pudo sentir una pequeña duda, un pequeño “ya lo estás haciendo” que le molestó aún más.

 

Sif aclaró la garganta, uff vaya que ese príncipe hacía honor a la región de donde venía, no solo su piel parecía tan azul como los hielos implacables de Jotunheim, sino que su corazón seguro era del mismo material que los enormes iceberg que cubrían el reino, que pena por su amigo, quizá el príncipe dorado de Asgard no podría derretir ni la primera capa de aquel astuto corazón. Pero bueno, aun no perdía su dinero… ¿o era el caballo?... ya no recordaba que había apostado por la empalagosa platica de Thor. Bueno a salvar el trasero.

 

-Su majestad, no es prudente dejar pasar tanto tiempo lejos de los Reyes, seguramente los acuerdos han concluido y a menos que quiera que la General Hela venga a buscarnos- dijo sonriendo mientras veía a Loki, que no crea que estaba ciega para notar el miedo que Hela le causaba con su sola presencia, aunque no lo podía culpar, ella también le temía en ocasiones. -Sugiero que cumplamos con lo establecido en los convenios, que especifican que el príncipe Loki, debe estar presente cuando su padre se retire del Reino- Si, ella sí los había leído, sabía que Thor era terco, en verdad terco para hacer cosas contra su voluntad y el acuerdo de matrimonio donde especificaba todo el tratado de paz había sido arrojado a la cara de Sif antes de escaparse a Muspelheim por la supuesta piel de Dragón.

 

-Claro, disculpa mi sentido del tiempo no es muy bueno-dijo Thor mirando con reproche a Sif, quien se sonrió burlonamente, Thor no podría intimidar como lo hacía Hela, así que ni se esforzaría. -Despedir a tu padre, bien pues vayamos, después de todo podrás venir a qui en cualquier momento en tu estancia y aun me falta mostrarte tu habitación- dijo Thor ofreciendo de nuevo su brazo para que Loki lo tomara, mientras pasaba por la puerta y le sacaba la lengua a Sif.

 

“UUf que maduro” pensó Sif mientras esperaba a Fandral y seguir los príncipes de nuevo al recinto del trono.

 

-no es justo- dijo Fandral algo molesto ¿desde cuándo Thor era tan bueno hablando? pero él no iba a perder… ya encontraría un modo de ganarse la amistad del Príncipe Jotun.


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