Steve estaba realmente preocupado, ya era cerca del mediodía y Danny no aparecía por ningún lado, y cada una de las cien llamadas que le había hecho en la última hora, había sido desviada al buzón de voz. Empezaba a temer lo peor cuando le llego un mensaje de texto de parte del rubio
“Tuve una emergencia. Estaré unas horas fuera cuida a los niños por mí. Danno te ama” ¿Qué habría pasado para que Danny renunciara a estar siquiera cinco minutos lejos de los chicos, cuando toda la isla sabía perfectamente cuan sagrados eran para el detective cada segundo que pasaba con sus hijos.
Al poco rato había llegado Catherine con la intención de pasar el día con el marine en la cama, pero su desilusión fue inmensa cuando los niños le pidieron a su tío enseñarles a nadar y este accedió encantado. Por más que la mujer intentaba llamar la atención de Steve, este solo tenía tiempo para los mocosos de Nueva Jersey, y en los cinco segundos que desviaba la mirada de ellos era para constatar si tenía algún mensaje. De nada valía que Catherine estuviese a un paso de desnudarse completamente, Steve simplemente no notaba que estuviera allí. Cerca de las siete de la noche llego otro mensaje “Estaré fuera de la isla unos días. Por favor lleva a los niños por mí a casa de Rachel. Danno te ama bebe. P.E. no me llames solo SMS”
Eso ya era demasiado extraño. Y Steve no esperaría más tiempo para averiguarlo. Dejo a los niños en casa de su madre, asegurándole que había surgido un caso, y subió al Camaro avanzo unas cuadras y estaciono, saco su computadora y rastreo el número de Danny. Piikoi. Era imposible. Danny había dicho que no estaría en la isla ¿entonces por qué estaba su celular en casa?
Piso el acelerador a fondo y en cuestión de minutos estuvo nuevamente en casa. Entro en ella llamando al rubio pero no recibió ninguna respuesta. Saco su celular y marco el número del rubio. Le parecía escuchar un celular repiquetear pero no podía estar seguro. La línea llamo unos segundos y se cortó. Volvió a llamar pero esta vez lo mandaron directo a buzón.
- Danno ¿Dónde estás? Te necesito – susurro al viento antes de salir
- Y yo a ti – susurro alguien oculto tras una puerta.
- ¿Quién eres y que haces en mi casa? – dijo de pronto Steve desde atrás aplicándole una llave
- ¡Animal, eso duele! – se quejó la rubia
- ¿Qué dijiste? – pregunto Steve soltándola como si el simple contacto lo quemara
- ¡ahora… – dijo Danny impactando un golpe en el rostro del marine – te lo ganaste! ¡Ay mi mano! ¡Me fracturaste la mano! – gritaba desesperada la chica – eres un maldito cavernícola
- ¡Tú me golpeaste! – dijo Steve
- ¿Y quién te manda a ser un cara dura? – chillo Danny
- Te recuerdo que estas en mi casa – dijo Steve
- Y yo te recuerdo que… – grito Danny moviendo las manos y por alguna razón ese gesto hizo levantar una ceja a Steve – ¡Ach! ¡Mi mano! ¡Mi mano! ¡No me mires así!
- ¿Quién eres? – increpo Steve
- Yo… pues… soy… soy yo ¿Qué eres ciego o qué? – dijo Danny
- ¿Te llamas soy yo? – dijo Steve en tono burlesco
- Me llamo Dan… na – dijo Danny – me llamo Danna y soy amiga de Danny, ambos somos de Jersey
- Pues vaya que son originales en Jersey con los nombres – dijo Steve sonriendo
- Jajaja que gracioso – dijo Danny sin gracias
- Uau – dijo Steve sonriendo más – parece que lo sarcástico es herencia del estado – déjame ver tu mano
- Me duele – dijo Danny
- ¿Qué haces en mi casa? ¿Cómo entraste? – dijo Steve examinándosela
- Da…, auch – se quejó la rubia
- Lo siento – se disculpó Steve
- Danno… me dio la llave – dijo la rubia mostrándola – por alguna emergencia. Le dije que vendría y dijo que no había problema
- Nunca lo hizo – dijo Steve
- Seguro te lo explicara cuando llegue.
- Él está de viaje – dijo Steve con un dejo de tristeza
- ¿Todo bien? – pregúntala chica curiosa por el cambio de tono
- ¿Por qué me llamaste animal? -respondió Steve
- Eh…será mejor que me vaya a un hotel – dijo Danny
- No, no – dijo Steve – si Danny confió en ti, yo también lo haré
- Gracias – dijo la rubia con una sonrisa tímida
- Yo… este – dijo Steve – voy… por hielo – y salió prácticamente corriendo. Había algo en esa sonrisa y eso azules que lo habían atrapado. Él no podía hacerle eso a…
El resto del día fue bastante raro para los dos amigos, ya que Danny sorprendió a Steve mirándole el trasero más de una vez y no pudo hacer otra cosa que sonreír.
Al llegar la noche, cada uno se fue a su habitación, en donde Danny por fin se pudo relajar. Según Koa no había un tiempo determinado para que Kane le levantase el castigo, pero recordando el comportamiento del comandante, decidió que era su oportunidad de vivir su amor imposible, así que le sacaría provecho mientras pudiese
Al día siguiente, Steve jamás espero entrar a su cocina después de su carrera matutina y encontrar a Danna vistiendo unos pantalones viejos de cargo suyos y una camisa de Danny anudada justo debajo de sus pechos, dejando al descubierto su blanco y plano vientre.
- El desayuno esta servido – dijo Danny sonriendo
- Tú… yo… eh… no… debiste molestarte -dijo Steve
- Ve a bañarte – dijo la chica – ah y disculpa que tome tu pantalón. La creolina extravió mi maleta. Yo…
- Tengo algunas cosas de mi hermana por aquí – dijo Steve – te quedara perfecto
- Gracias – dijo Danny sonriendo
- Ahora te las traigo – dijo Steve –, luego iremos de compre
- Ve a bañarte – dijo Danny sonriendo, Steve volvió a pasar saliva y se fue
Una hora y media después la pareja salía en el Camaro, obviamente con Steve al mando. Al llegar al centro comercial comenzó el infierno de Steve. Ni bien bajaron del auto todos volcaban a ver a la mujer que iba al lado del apuesto comandante de Cinco Cero. Realmente hacían una pareja envidiable.
Danny arrastro a su amigo hasta una tienda de pantalones jeans, donde se ensayó varios y se los desfilaba a Steve, quien se ponía a salivar si control. Cada pantalón resaltaba más sus atributos femeninos más que al anterior.
Cuando toco el turno de los shorts, fue cuando Steve estuvo en problemas reales, dado que no pudo evitar reaccionar al ver ese escultural cuerpo que llevaba una blusa entallada
- ¡Steve! – dijo Danny – ¡Steve! ¿Me estas escuchando?
- ¿Qué decías? – dijo el Marine
- ¿Cómo me veo? – dijo girándose sobre sí mismo
- Como una diosa – susurro Steve
- No te escuche – dijo Danny
- Te ves muy bien – se apresuró Steve a responder
- ¿Por qué hace tanto calor? – se quejó Danny – esta isla es un maldito infierno
- ¿no te gusta el calor? – pregunto Steve curioso
- No mucho – dijo Danny –, me irrita la piel
- Entonces ¿Por qué viniste? – pregunto entre cerrando los ojos
- Yo… este… – Danny dijo nervioso – me hablo Danny que era un lugar muy bonito
- ¿Danny te dijo este era un lugar muy bonito? – dijo Steve sorprendido – ¿Danno te dijo eso? ¿Danniel Williams?
- ¿Por qué te sorprende tanto? – dijo Danny sonriendo
- Porque Danno vive quejándose del lugar, como tú – dijo Steve sonriendo
- Es que el calor es insoportable – dijo Danny justo cuando el teléfono de Steve sonó – y hay cocos por todos lados. Sin contar que le ponen piña a todo
- Disculpa – dijo mirando su celular sin dejar de sonreír – hola campeón – dijo alejándose unos pasos pero Steve agudizo su oído –. No Charlie. No me lo dijo. Solo me manda textos. Pero me pidió que los cuide. ¿Quieres que le pregunte a tu mamá si puedo pasar la tarde contigo? – escucha –, por supuesto que si, campeón. Entonces le hablare y nos veremos después – escucha sonriendo – y yo a ti pequeño – y colgó – lo siento – dijo mirando a Danny
- ¿Tienes hijos? – pregunto la rubia
- Más o menos – dijo Steve –, quiero a los hijos de Danny como si fuesen míos
- ¿Tanto así? – dijo Danny sonriendo y Steve asintió mientras la dependiente de la tienda le traía una par de zapatos
- Por favor dime que no usaras corbata – suplico Steve
- No. Tranquilo – dijo Danny sonriendo
Horas después de recorrer el centro comercial, regresaron a la casa. Habían comprado comida en McDonald a pedido de Danny muy a pesar de que Steve había alegado que no era saludable
- ¡No puedo creer que hayas hecho eso! – dijo Danny con una carcajada
- ¿Y que más querías que hiciera? – dijo Steve sonriendo entrando con las bolsas –. El hombre no quería confesar
- ¿Pero colgarlo de un edificio? – dijo Danny
- Y otra vez Danny y yo atamos a un sospechoso al capo de un auto – dijo Steve – y condujimos a toda velocidad – y ambos soltaron una carcajada
- Hola Marín… - dijo Catherine saliendo de la cocina con una charola
- ¡Catherine! – dijo Steve sorprendido
- Quería sorprenderte… – dijo la pelinegra
- Iré a… la recamara – dijo Danny tomando las bolsas que llevaba Steve – permiso – y se fue
- ¿Quién es ella? – pregunto Catherine en cuanto estuvieron a solas
- Una amiga – dijo Steve
- No la conocía – dijo Catherine
- ¿Te quedaras? – dijo Steve
- Solo unos días – dijo la castaña
- Cómo siempre – dijo Steve con un dejo de tristeza en la voz
- ¿Desde cuándo eso te molesta? – dijo la marine sorprendida
- Olvídalo – dijo Steve
- ¿Cómo que olvi…? – decía Catherine cuando el celular de McGarrett sonó
- ¿Qué paso Chin? – preguntó él y escucho – salgo para allá – y colgó – hay un caso. Me tengo que ir
- ¿Y ella? – dijo Catherine
- ¿Qué hay con ella? – pregunto Steve
- Exacto – dijo la marine – ¿Qué hay con ella? ¿se quedará aquí?
- Es una amiga de Danny – dijo Steve con voz neutra
- Entonces que Danny consiga una casa y atienda a su amiga – exhorto Catherine
- Mira Catherine – dijo Steve en forma tajante – Danna no sé va. Y esta fuera de discusión. Nos vemos luego – dijo antes de irse
Catherine resoplo molesta. No permitiría que ni esa desconocida, ni nadie se quedaría con lo que era suyo. Espero a que Steve se fuera en el Camaro y subió a la recámara donde se hospedaba Danny cuando este guardaba sus compras en el closet
- ¿Estás cómoda? – pregunto Catherine entrando en el lugar
- Si – dijo Danny sonriendo – Steve es un magnifico anfitrión
- Si lo sabré yo – dijo Catherine – llevo casi diez años a su lado
- ¡Uau! – dijo Danny – diez años ¿y aun no se casan? ¿Por qué?
- No… – dijo Catherine nerviosa – para nosotros no es prioridad eso
- ¡Ay! – dijo Danny exhalando – ¡qué bueno que digas eso! La verdad me empezaba a preocupar que solo hablara de Danny y lo preocupado que esta por él y no te mencionara ni una sola vez
- Mira…, gata – dijo Catherine y Danny sonrió – Steve es mío y eso no es negociable
- Ahí coincidimos – dijo Danny – Steve no se negocia
- Lárgate – exigió Catherine furiosa – mira que con un solo dedo puedo convertir tu vida en un infierno
- ¿Me estas amenazando? – dijo Danny haciendo un gesto con los labios – Hasta donde yo sé, eso es un delito. Muy mal visto en la fuerza armada
- ¡Fuera! – grito la marine
- Me das lastima – dijo Danny provocadoramente por lo que Catherine le dio una bofetada haciéndolo caer y golpeándose con la esquina del buro - ¿Cómo te…?
- Fuera de aquí – grito Catherine
Danny la miro furioso mientras se levantaba, tomo sus bolsas y salió sin decir palabra. Si esa bruja creyó que había ganado la partida, él le demostraría lo equivocada que estaba
Diez minutos después salió de casa de McGarrett con sus bolsas de compras y un plan en la mente. Desde el balcón Catherine sonreía victoriosa