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Te odio, te amo por lizergchan

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Disclaimer: Los personajes de Marvel no me pertenecen, sino a Marvel Estudios, Disney y a Stan Lee. Este fanfic lo hice solo y únicamente como diversión.

Personajes: Dr. Strange/Tony Stark.

Aclaraciones y advertencia: Romance, algo de Ooc, omegaverse y lo que se me vaya ocurriendo, kesesesese.

 

Beta Reader:

 

Resumen: Tony se ofrece a casarse para que el reino Místico se una a la alianza conocida como los Vengadores, siendo un omega mayor, sus oportunidades de tener una familia son casi nulas, está podría ser su última oportunidad de ser feliz, aunque viva en un matrimonio sin amor, pero tal vez su nueva vida le dé más libertad de la que soñó jamás.

 

—f

 

 OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

 

 

Te odio, te amo

 

 

Capítulo 16.- Nacimiento parte II

 

 

Tony tenía ya, ocho meses de embarazo; el día del alumbramiento se acercaba rápido y aun no sabía cómo llamarían a su bebe. Entonces Loki sugirió que investigar sobre los reyes y reinas del pasado le podría ser de ayuda.

El salón donde se encontraba la información de los antiguos gobernantes era más bien un edificio que fungía como museo. El lugar, aunque estaba dentro de la ciudad imperial, la gente común tenía permitida la entrada, solo los domingos permanecía cerrado al público.

 

Había incontables pinturas de parejas en diferentes poses, además de objetos que en algún momento pertenecieron a todos esos gobernantes.

 

El omega dirigió su atención al cuadro que lo retrataba a él y a Stephen, al pie del retrato había una placa que decía: El Tiempo y la sabiduría traerán la paz.

 

Era algo vergonzoso ver su imagen a la par de la de Stephen. En las tierras bárbaras, solo los alfas tenían tal privilegio.

 

Siguió caminando hasta detenerse en otro cuadro. Una sonrisa triste se asomó en sus labios al quedar frente a la pintura de su suegra.

Ancestral, no estaba sola, su alfa se encontraba a su lado. Ambas lucían muy jóvenes, quizás de unos 16 o 18 años. La omega estaba vestida con un mianfu dorado con los bordes rojos, sus largos cabellos rubios descansaban sobre sus hombros, su cabeza adornada con una corona que daba la apariencia de rayos de sol, por otro lado, Stephanie tenía los cabellos negros, cortos por delante con una larga y delgada trenza que nacía en su nuca; sus ojos eran como los de Stephen; usaba una armadura, sostenía la funda la espada en su cintura con una mano y con la otra, la empuñadura.

 

Al pie del retrato rezaba:

 

—… Y la Hija del Cielo y de la Tierra dirigió su Justa espada contra el tirano y trajo paz … —Tony tenía cierto conocimiento de eso. Ancestral se había levantado en armas contra de su padre para liberar al pueblo de su yugo.

 

Hablando del diablo. El retrato de los padres de Ancestral se encontraba a un metro. Tony frunció el ceño; se notaba el odio de la gente, pues la pintura estaba deslucida y poco cuidada.

 

—Aún me pregunto cómo es que Los Vishanti permitieron que ese monstruo tomara el trono —Tony se sobresaltó. Stephen se encontraba de tras de él.

—Lo siento, no quería asustarte —se disculpó el alfa antes de atraerlo en un abrazo. Tony no pudo evitar ronronear.

—¿Cómo supiste que estaba aquí?

—Loki —el humano frunció el ceño, el otro omega era un chismoso.

 

La pareja se separó; ambos mirando el retrato del abuelo de Stephen. Shin tenía cabello negro, largo, atado en una media cola; usaba un atuendo color de noche, sus dorados ojos se veían fríos, crueles. Junto al rey se encontraba una hermosa mujer muy parecida a Ancestral.

 

—Tengo miedo —dijo Strange. Tony lo miró sin comprender. —Me aterra convertirme en él. Los que conocían a Stephen, entendía la razón de su preocupación; su abuelo y el abuelo de éste habían sido de los peores gobernantes, ambos, depravados con gusto por los niños y los castigos crueles.

—Es ridículo —lo reprendió Tony —que Shin fuese un tirano, no significa que tú también lo serás.

 

Sin embargo, Stephen no dejó de preocuparse, si abuelo y el abuelo de éste, fueron de los más crueles en la historia del reino Místico. Golden, había sido un buen rey los primeros cien años, cuando su esposa murió a manos de sus dos hijos mayores, en un atentado que buscaba acabar con él para arrebatarle el trono; para la mala fortuna de ambos, él sobrevivió.

Golden, loco por el dolor y cegado por la sed de venganza; ejecutó a sus dos hijos y a todos sus parientes (creyéndolos cómplices), después, tomó a tanto omega o beta mujer que tuviera parecido con su difunta esposa. No importaba si eran niños o adultos, de hecho, prefería los infantes.

 

Tuvo hijos, a los que asesinaba junto con sus madres.

 

Una de sus víctimas, una joven de catorce años llamada Lara, hija de un líder Regional. Fue violada por Golden en su primer celo. De ese encuentro, nació Wolfgang. Gracias a la intervención de su abuelo, el niño logró sobrevivir hasta la edad adulta, aunque su madre no corrió con la misma suerte. Murió durante el parto.

 

Stephen apartó la mirada de su ancestro. Era mejor dejar atrás sus temores, no quería preocupar a Tony.

 

 

Mordo se dejó caer de rodillas. Sudoroso, cansado. El campo de entrenamiento a su al rededor era un desastre.

Su enojo aumentaba a medida que el vientre de Tony lo hacía.

Odiaba ver como los ojos de Stephen se iluminaban mientras sentía el movimiento de su hijo no nato.

Detestaba la emoción y jubilo de los sirvientes, nobles, (¡incluso de Wanda, Peter y Loki!), ver sus radiantes sonrisas mientras hablaban de cómo sería el nuevo príncipe o princesa. Cuál sería su segunda naturaleza, a qué padre se parecería más, etc.

 

—Si sigues haciendo berrinche, la gente creerá que te estas volviendo loco —Mordo gruñó. Frunció el ceño al encarar a quién lo interrumpía. Loki le sonrió con burla.

—Déjame en paz —bufó molesto. El omega pelinegro hizo una mueca. Al principio, la obsesión de Mordo le resultaba divertida, pero con el tiempo se volvió tedioso, ¿es qué no tenía amor propio?

 

Conocía la respuesta. No valía la pena intentar hacerlo cambiar, sabía que eso jamás pasaría.

 

Loki hizo un movimiento y al instante su ropa cambio por una de entrenamiento.

 

—Pelea conmigo —Mordo le miró un segundo antes de sonreír. Asintió con la cabeza y se preparó para atacar.

 

 

 

 

Hope sentía el inicio de una migraña. Los reyes bárbaros no solo eran tercos, también misóginos (la mayoría de ellos), ególatras e imbéciles.

 

Esa mañana se decidió realizar una reunión para dar la bienvenida a los nuevos miembros de la alianza. El rey Von Doom era un tipo interesante, no parecía tener prejuicios, muy por el contrario, se le notaba en verdad interesado en el reino Místico y cómo es que veían a los omegas, quizás por ser el mismo de dicha casta ‹‹aunque, al parecer nadie lo sabía››. Con la armadura de cuerpo entero que vestía permanentemente era imposible (sin la ayuda de la magia o de su segunda naturaleza), era imposible percatarse que el hombre usaba filtros alfa.

 

El filtro alfa permitía a los omegas ocultar su verdadera casta, eran bien conocidos en Ether, su uso era legal y no era difícil conseguirlo, los vendían en todas las boticas, hierberas, farmacias o cualquier establecimiento dedicado a la salud; aún así, poco era su consumo y se limitaba a aquellos que salían del continente o su país de origen o estaban en el campo de batalla. En cambio, en Egos, su uso estaba prohibido y si bien, era posible conseguirlos en el Mercado Negro, no eran 100 % efectivos.

 

—Entonces… ustedes los “místicos”, creen que su brujería puede vencer a un buen guerrero —Elektra, la reina alfa era de todos esos humanos, la mas terca, cretina, ególatra; un verdadero grano en el culo. No tenían ni 10 minutos de haber iniciado la reunión y ya se las había ingeniado para ofender a Hope, Pepper y a Ether entero. —Es realmente estúpido. Un guerrero, al menos los de mi reino pueden enfrentarse a un dragón y matarlo sin ningún esfuerzo.

 

Clea, quien se mantenía de pie detrás de Pepper, no pudo evitar reír; sabía bien que esos “dragones”, a los que se refería la reina humana no eran más que lagartos acuáticos y aunque feroces y mortales dentro de su territorio, se les podía cazar con gran facilidad en tierra, pues se volvían pesados y lentos.

 

Elektra vio con mala cara esto, sus feromonas alfa anunciaban su intención de confrontación.

 

—Si quieren ver quien mea más lejos, háganlo fuera de nuestra vista —dijo Víctor. Elektra lo miró con odio, pero permaneció en silencio; sentía gran respeto por el rey de Latveria, quien le había derrotado hace un par de días cuando se conocieron e intentó demostrar su superioridad.

—Bien —Hope tomó la palabra —. En ausencia del Rey Consorte Tony, yo, la General Primavera, junto con Lady Virginia, seremos su voz en las reuniones.

—Y les agradecemos su presencia —dijo Steve ignorando la mueca de disgusto de sus compañeros (a excepción de Thor y probablemente Víctor). Ellas asintieron.

—Hydra se ha vuelto un gran problema para la mayor parte del continente —habló Víctor con seriedad. Antes de aceptar unirse a los Vengadores, hubo avistamientos de enemigos en sus fronteras, aunque logró acabar con la amenaza a Latveria le costó alrededor de 40 soldados para neutralizar a solo un individuo.

 

Como todos los reinos en Egos, Víctor supo de la batalla en la playa; escuchó de los hechiceros y de las monstruosas bestias que protagonizaron la lucha. Tal como le contaron cuando era niño.

 

 

 

Tony observó la gran estatua frente a él. Stephen lo había llevado al “Salón de los Nobles Reyes”, por supuesto que Ancestral se encontraba ahí.

 

La escultura de Búdica (el verdadero nombre de su suegra), estaba custodiada por su inseparable alfa, pero ellas no eran las únicas en pareja, de hecho, todos los antiguos soberanos estaban acompañados por sus respectivos esposos o esposas.

 

—Un rey no puede ser grande sin la ayuda de su compañero —dijo Stephen al tiempo que besaba el dorso de la mano de Tony.

 

El omega le sonrió al alfa. Continuaron viéndolas estatuas de los diferentes reyes y reinas que alguna vez gobernaron el místico país. Hubo algunos (a parte de Agamotto, el primer rey), que llamaron poderosamente su atención.

 

Choi Han, El tranquilo, era el hijo omega de Agamotto, se había casado con un guapo pelirrojo llamado Cale, un noble de aspecto frío. Siendo los segundos en asumir el cargo otorgado por los Vishanti. Bajo su mando, se hizo la división de regiones que hasta hoy se usaba.

 

Aria La Dama del Reloj, nieta de Choi Han, era una alfa que desposó a otro alfa. Durante su gobierno, fueron nombrados los primeros Enviados Celestiales, aquellos que eran los hombres y mujeres más sabios del reino.

 

Keira, la “Santa del agua” una omega pelinegra y ojos violeta, nieta de Aria, su esposo, un beta de nombre Joseph, habían gobernado en la era tres, el reino era relativamente joven, en ese entonces, una fuerte sequía asolaba el país, causada por la incompetencia del antiguo soberano. Ella, haciendo uso de hechizos de su creación, logró poner fin al sufrimiento de su gente.

 

Leandro, El Maldito, fue un alfa, único hijo de Keira, se casó con una doncella de buen corazón llamada Ivoryna, había recibido un maleficio por su hermano menor, quien estaba enamorado de la hermosa reina, además de ambicionar la corona. El maleficio le causaba dolor que buscaba llevarlo a la locura para que se volviera cruel con el pueblo, sin embargo, aunque esto lo llevó a la muerte, luego de 100 años de agonía, nunca se desquitó con su gente.

 

Aristia, la Reina Abandonada, una beta de largos cabellos plata y dorados ojos. Su esposo la había dejado por otra mujer. Ella estaba embarazada en ese momento. Aunque deprimida, llevó la gestación a término y con el tiempo se enamoró de su caballero, con el que se casó. Juntos gobernaron con justicia y amor. Cuando lo creyó conveniente, entregó el trono a su único hijo, meses después, murió pacíficamente mientras dormía.

 

‹‹Cuando un gobernante abdica de su trono, pierde la Bendición de los Vishanti y muere poco después. Si no transgredió las sagradas reglas; su alma se unirá a La Gran Eternidad, si, por el contrario, rompió la ley, será comido por Demogorge El Dios Devorador››.

 

Astina, una omega pelirroja; fue una reina consorte que lideró al ejército contra el ataque de un reino enemigo que amenazaba la paz del país. Era una gran estratega, diplomática y de corazón puro. Murió en batalla, junto a su esposo, dejando un hijo llamado Claude, El Melancólico, quien renuncio a su corona, mil años después a nombre de su unigénita: Athanasia, La Dorada, quien era la bisabuela de Ancestral.

 

Hasta el momento, Astina era el nombre que más le gustaba a Tony; si es que su bebé resultaba ser una niña, sí era niño… tal vez Cale, o Claude. Llevó sus manos a su abultado vientre, sintiendo el movimiento de su hijo.

 

Estaba deseoso de que naciera ya.

 

 

 

 

Puff, ok, este capítulo me tomó más tiempo del que esperaba XD

 

Siento el retraso. Y gracias por leer.

 


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