Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Minifics Cherik por midhiel

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Atención: *Contiene probables spoilers de “Dark Phoenix”*

 

Charles Xavier se había equivocado. Cuando levantó las barreras mentales para controlar el poder inconmensurable de Jean Grey, pensó que la estaba ayudando. Pero no había sido así y ahora el precio que habían pagado era demasiado caro. Primero había visto cómo su pupila favorita, la joven que había criado desde niña como a una hija propia, se descontrolaba producto de la verdad que él le había ocultado. Lo había hecho para protegerla, repetía Charles como un mantra, pero su mentira le había costado demasiado. Tanto como la pérdida de confianza de Jean y la vida de Raven.

 

Raven, su hermana del corazón, la primera mutante a la que él había dado asilo en su casa cuando tenía doce años, había fallecido por culpa de Jean e, indirectamente, por culpa de Charles Xavier.

 

-¡Esto es tu culpa, Charles! – había exclamado un devastado Hank. El mismo que lo había acompañado en sus momentos más críticos y ahora ponía en duda su liderazgo.

 

Había perdido la confianza de sus seres más cercanos.

 

Charles se sirvió un poco de whisky solo y triste en el comedor en penumbras, aun vistiendo el traje que usara para el funeral de Raven esa misma tarde. Pero el alcohol no podía mitigar su pena porque no había nada que pudiera calmar su dolor y su remordimiento. Bueno, sí había alguien que podía conseguirlo pero había salido tan herido como él, o, tal vez, quizás más porque además de Raven había perdido a su hijo. Peter estaba en coma inducido en un hospital y no tenía muchas posibilidades de sobrevivir. Hacía poco tiempo que Magneto había descubierto que era su padre y recién comenzaban a fortalecer el vínculo. Por su culpa, por no saber controlar a Jean, por ocultarle la verdad de las consecuencias del accidente de sus padres, Peter estaba luchando por su vida.

 

Charles bebió el vaso y se sirvió otro más. Lloraba y se secaba los ojos para seguir llorando más. No soportaba más el remordimiento, ni el dolor, ni la realidad tan cruda. Ahora comprendía a qué se refería Magneto cuando se llamaba a sí mismo un sobreviviente: él había perdido a su familia y a su niñez en el Holocausto y ahora Charles también lo había perdido todo. Desolado, bebió un tercer vaso entre lágrimas y gemidos. La noche caía y la tormenta se escuchaba a través de los vidrios.

 

-¿Qué estás haciendo aquí? – oyó que exclamaba Scott desde el pasillo que conectaba el comedor con el resto de la casa.

 

Charles se puso en alerta, tanto como su angustia y ebriedad se lo permitían. Escuchó los pasos que se aproximaban, firmes, ligeros y estruendosos. Reconoció las botas por el sonido. Charles se mordió el labio y aguardó. Si Erik venía a matarlo, bien que se lo merecía, pensaba él.

 

Magneto abrió la puerta de un golpe seco. Había dejado a Scott por el camino enredado con alambres. Lo miró directo a los ojos. Charles pasó saliva, no de miedo sino de culpa.

 

-Perdona por no detenerlo antes – suplicó con la voz trémula.

 

Erik iba a soltarle la frase que había preparado, dolido por la destrucción que el error de su viejo amigo y ocasional amante había desatado: “Siempre te disculpas, Charles, y siempre hay un discurso, que a nadie le importa.” Soltaría toda su furia con esas palabras. Miró a Charles a los ojos, listo para escupirlas y vio en su mirada cerúlea la impotencia y el dolor como pocas veces los había visto. Se atragantó y no pudo hablar.

 

-Perdona, Erik – gimió su amigo.

 

Erik no resistió su mirada ni su dolor y haciendo a un lado su sed de venganza, corrió a fundirlo en un abrazo.

 

…………….

 

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).