– Bien, si vamos a trabajar juntos lo mejor será que pongamos nuestras reglas, de esa manera no incómodamos al otro ¿De acuerdo? – Park chanyeol quién por algún motivo ese día estaba de buen humor, decidió por fin hablarle al chico con el cual sería parte de su carrera en dúo. Pero eso si, él no era ningún tonto, si iba trabajar con aquél pequeño entonces tendría que ser con sus condiciones; típico de los Park.
Kyungsoo parecía matarlo con la mirada, En el poco tiempo que había tenido la "oportunidad" de conocerlo se había dado cuenta que Chanyeol era una persona sumamente egoísta, creída, cretina, mala, ambiciosa y muchos otros abjetivos más.
– Cuando este demasiado cansado; por favor no te me acerques. Cuando necesiten a uno de los dos para las entrevistas; yo seré el que saldrá. Si necesito algo que tú tienes; me lo darás inmediatamente...
¿Quién se creía este para darle órdenes al chico? Kyungsoo solo lo seguía mirando con toda la colera del mundo, le parecía tan irritante ese orejón.
– ¿Algo más? Señor Park.
– No, eso es todo...aunque... No me hables mucho, no suelo trabar amistades con mis emplead- digo, mis compañeros de trabajo.
– Yo tampoco y menos con gente idiota como usted comprenderá. – el pequeño se levantó del sillón negro para dirigirse hacia la salida, no aguantaba ni un segundo más compartir el mismo aire con el irritante de Park Chanyeol.
– ¡Buen día! – encima se atrevió a despedirse del otro, que tal seguridad que tenía.
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Mientras las cosas en la empresa de música iban regulares, las cosas para Baekhyun iban horribles, no solo se había decepcionado de él mismo sino que también había decepcionado a su difunta madre. Quería hecharle la culpa a algo o alguien pero no, simplemente se dió así aunque ahora que se encontraba tumbado en la cama un pensamiento extraño llegó a su mente.
Aquel hombre que vino a su casa hace 2 días avisando la muerte de su padre se le hacía sospechoso, para empezar estaba el hecho de como encontró su casa; la casa de su abuela. Segundo era que se le notaba un aspecto oculto, como queriendo tapar algo, además de la hora en la que se presentó, muy temprano y justo cuando tenía que ir a su audición. Luego de pensarlo tanto llegó a la conclusión de que tal vez solo era su imaginación y no había nada de extraño en la situación.
– ¡Baek! – la voz anciana de su abuela lo llamó para desayunar, él se levantó con pereza y ganas de querer dormir hasta que no hubiera un mañana, su cuerpo se encontraba cansado por alguna razón y su cabeza dolía por estar pensando demasiado sobre demasiadas cosas.
Bajó las escaleras con cuidado de no tropezar en el camino por su cuerpo tambaleante, llegando finalmente hasta la cosina para tomar asiento en la larga mesa de vidrio templado con figuras abstractas, un plato de Doenjang jjigae frente suyo junto a unos palillos de madera.
– No tengo hambre. – Baekhyun miró la comida con una mueca en su rostro, y no es que aquel estofado no le gustará sino que en verdad no tenía hambre, sentía su estómago cerrado y con un leve dolor resentido, de hecho los últimos 2 días había estado así, la anciana Byun ya no aguantaba más que su nieto no comiera, no cantará, no hablara, no riera, no tocará el piano ni muchas otras cosas que hacía antes de no poder dar la audición.
– Escucheme bien jovencito, usted tiene que alimentarse para poder estar sano y fuerte, sino ¿como podrá seguir cantando? ¿como podrá cumplir con sus sueños?
– Mis sueños ya no importan abuela, Ya no tengo más oportunidades, perdí la única y mejor que tenía. – el chico jugaba con el jugo del plato, daba vueltas a las verduras y casi se podía ver su reflejo en la comida.
– ¿Has intentado ir nuevamente? Tal vez si insistes un poco puedas lograr algunos resultados. – la anciana colocó su brazo sobre el hombro del menor, moviéndolo suavemente para darle ánimos.
– No, pero... No me dejaran entrar, en esa empresa hay mucha seguridad y si me ven queriendo hacer algo lo más probable es que terminen echándome.
– Ay Baek si serás...me refiero a que vayas con intención de hablar con los dueños, estoy segura que si les cuentas lo que ocurrió puedan considerar en darte una oportunidad. – Baekhyun elevó su vista hacia la mujer, mirándola expectante.
– ¿Tú crees?
La anciana asintió con firmeza, ella era consciente del gran talento de su nieto y sabía que un gran talento así no podía desaprovecharse.
Entoces el castaño decidió hacer caso a las palabras dichas por su abuela, tal vez y solo tal vez por algún milagro, lograrían darse cuenta de su prodigiosa voz.
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– No estoy de acuerdo, me niego totalmente a componer sus canciones. – Chanyeol quién se encontraba sentado plácidamente en el sillón del salón de ensayos, se oponía firmemente a componer para su compañero de trabajo; el pequeño Do Kyungsoo le caía demasiado mal, no solo por arrebatarle su carrera en solitario sino porque era como el mismísimo demonio, sus ojos cada vez que lo veía paraban extraños, como si lo quisiera matar con la mirada.
– Chanyeol, tú sabías perfectamente que harías esto. – por otro lado, el manager que hasta el momento manejaba todo controladamente, comenzó a sentirse irritado por los berrinches de el joven Park.
– Sí pero... No para ese enano, ¿Qué pasará después de que lo haga? Va pensar que yo soy su empleado...
– No seas exagerado chanyeol. Mira o lo haces o dejamos que Kyungsoo cante solo y tú ni siquiera aparecerás en los créditos. – el hombre creyó que esa era una buena forma de advertirle para que cediera ah la composición de la canción sin embargo; solo hizo que Chanyeol de llenará de más rabia y frustración.
– Se suponía que yo sería el famoso aquí. – se levantó de su asiento para recoger con fastidio su cuaderno de apuntes junto a un bolígrafo negro que se encontraba sobre la mesita en medio de la habitación, volvió a sentarse cerrando los ojos para tratar de calmar su ira.
– Y lo serás pero no solamente tú, el CEO ya lo decidió y no podemos hacer nada para cambiarlo.
– Agh, maldito viejo Lee.
Chanyeol ya comenzaba a cuestionarse si el CEO lo hacía ah propósito o porque realmente quería, pero sea lo que sea, igualmente no pararía hasta demostrarle su verdadero talento, hasta hacerle saber lo mucho que se perdió por no haberle dado su carrera en solitario.
– Yo te sugiero que ya vayas empezando ahora por qué es bastante difícil componer una canción, más aún si es para una persona la cual no te cae bien.
Sin alguna protesta más, Park Chanyeol comenzó a escribir en su cuaderno marrón desgastado las letras de su nueva composición, conste que solo lo hacía por él, para no perder la oportunidad de trabajar en la mejor empresa de corea. Ya después se encargaría de dejarle las cosas bien claras al pequeño demonio de Kyungsoo y al estúpido viejo Lee.
Luego de algunas horas tratando de componer algo decente, Chanyeol se dio por vencido; no podía simplemente no podía, se le hacía muy difícil concentrarse peor si no tenía inspiración, ya iba desechando aproximadamente 15 hojas mal escritas o con palabras incoherentes.
Suspiró pesadamente antes de levantarse del gran sillón para dirigirse hacia la cafetería y pedir alguna bebida, pensó que talvez estando ahí podría conseguir algún tipo de inspiración o alguna idea buena. Cosa que no paso ya que al llegar, el olor a cafeína lo dejo medio atontado, se detuvo un minuto para absorber todo el fuerte aroma que desprendía la bebida.
– ¿Podrías retirarte de mi camino? –, de pronto el chico visualizó a una pequeña figura, malhumorada como siempre; nada más y nada menos que el "enano" como le decía Chanyeol a Kyungsoo.
– ¿Me estás hablando a mí? – se señaló a él mismo.
– ¿Alguien más está parado como poste frente mío? – ¿era su imaginación o Kyungsoo parecía más amargado el día de hoy? De todas formas su expresión nunca cambiaba.
Chanyeol se hizo a un lado permitiéndole el pase al otro quién continuó con su caminó hacia al parecer el segundo piso. Últimamente lo veía andar mucho por la empresa, tan sólo sería una persona famosa en menos de un mes y ya paraba con aires de superioridad.
– Solo vengo a charlar con el CEO, por favor...–, Baekhyun ya había llegado a la SM, después de un debate interno consigo mismo decidió hacer lo que su abuela le había sugerido, y si no funcionaba aún así aunque sabría que lo intentó.
– ¿Acaso usted no es el que vino la otra vez? – aquel guardaespaldas ya conocía perfectamente el rostro de Baekhyun, 2 veces fueron suficientes para que lo recordara.
– Pues... sí. –, el chico jugueteo con sus dedos nerviosamente, en cierta parte le daba algo de vergüenza seguro yendo al lugar cuando ya había perdido sus oportunidades.
– Lo siento muchacho pero esta vez ya no puedo dejarte pasar.
– ¿Por qué? No hice nada malo el otro día...
– Eres demasiado insistente, con eso no lograrás que el CEO te haga caso al contrario solo lo irritaras con tu presencia.
Baekhyun bajo la mirada apenado, esas palabras sonaron duras pero se convertirían en verdad si seguía de esa forma.
– ¿A usted no le enseñaron a luchar por lo que quiere? – Baekhyun se armó de valor para comenzar con su discurso.
– ¿De que habla, jovencito? – el guardaespaldas lo miró extrañado, no entendía exactamente a lo que el chico se refería.
– Me refiero a que si tenemos un sueño debemos luchar hasta hacerlo realidad, y yo no voy a darme por vencido tan fácilmente ¿Entiende? Asi qué porfavor dejeme pasar...
El hombre quedó sorprendido por lo escuchado, para parecer un niño tenía muy claro lo que quería hacer.
– Espero que no terminen despidiendome esta vez –, el hombre dió un gran suspiro y se dispuso abrirle la puerta al menor, quién entro con una sonrisa triunfante en su rostro.
Una vez ya adentro, Baekhyun camino por los mismos pasillos que cuando vino hace unos días y aunque recordaba perfectamente donde quedaba la oficina del CEO, le daba cierto temor de entrar. Según él, no quería volver a pasar más vergüenzas de la que ya había pasado.
Dudo unos segundos, caminando de aquí para allá mientras jugueteba con sus dedos fue entonces que se alentó así mismo mentalmente, tenía que pensar positivo y las cosas saldrían bien, a pesar de que unas cuantas personas que pasaban por el lugar lo miraban de reojo extrañamente.
Elevó sus manos hasta la manija de la puerta sintiéndola fría y resbaladiza, resbaladiza por qué sus manos sudaban de la anticipación poniéndolo en un estado de nervios y con un dolor que eso le provocaba; en el estómago.
Baekhyun tomó una bocanada de aire cerrando los ojos fuertemente, empujó la manija y sintió como inmediatamente una brisa de aire fresco recorrió su rostro despeinando su cabello. Además de sentir un par de ojos mirándolo fijamente, abrió lentamente los suyos uno por uno y se encontró con un chico de apariencia joven sentado en el sillón a su al frente...