El primero en llegar fue Jimin que colocó el oído en el pecho y gritó que estaba con paro cardiorespiratorio.
La gente comenzó a amontonarse ni bien sucedió el accidente.
El platinado le había abierto la camisa al pelirrojo y le practicaba un masaje cardio pulmonar mientras le hacía respiración boca a boca.
Levantó la mirada y se dio con Jungkook en estado de shock, parado al lado, con las manos temblando, el rostro amarillento, las lágrimas barriendo toda noción de vida.
-Llamá a la ambulancia, Jungkook. JUNGKOOK!
El pelinegro reaccionó, sacó el celular y una voz grave lo paró.
-No llames a nadie -gruñó caminando hacia el platinado -hazte a un lado -ordenó apuntando con el arma a la cabeza de Jimin.
Algunos gritaron asustados, Jungkook lo reconoció y quiso adelantarse pero Minjae se agachó con premura, tomó a Tae por la camisa y como si fuese un muñeco deshecho, lo levantó por el cuello y le puso el arma en el parietal derecho.
-No llamen a nadie -gritó mirando hacia la gente que se había reunido alrededor.
-Minjae, por favor, por favor, déjalo Minjae, está herido!
-Quedate quieto Jungkook, voy a llevarme lo que es mío, no te muevas o le destrozo su carita perfecta frente a tus putos ojos, ya no tengo nada que perder, estoy jugado y no me va a importar hacerle puré la cabeza -le gritó sin sacarle el arma de la cabeza al pelirrojo que colgaba de su brazo.
-Se va a morir -gimió Jimin tragando lágrimas -Está con un paro cardiorespiratorio y se va a morir.
Minjae le dirigió una sonrisa de costado y comenzó a retroceder hacia su auto.
Jungkook en algún momento había caído de rodillas, tenía las manos sobre el rostro y lloraba, lloraba mientras gritaba, lloraba como un niño, lloraba presa del pánico, de la vida que se le iba arrastrada en medio de una melena roja que colgaba laxa sobre su pecho.
Lo vio alejarse, el cuerpito caído, uno de los brazos con un ángulo extraño. Se lo llevaban, se lo arrebataban de su vida y se iba moribundo, arrastrando las piernas.
Minjae abrió la portezuela trasera de su vehículo, tiró sobre los asientos el cuerpo del pelirrojo y cuando caía, Jungkook pudo ver como el pecho de su crío se inflaba y el rostro de Tae se levantaba con los ojos grandes y la boca abierta ante una bocanada de aire que le llenó los pulmones de oxígeno. Jimin se levantó de un salto cuando vio que Tae había reaccionado y como en un acto reflejo corrió hacia él.
-TAAAEEEEE -gritó Jungkook aun de rodillas, sin las fuerzas necesarias para levantarse, con toda la derrota sobre los hombros.
Minjae giró el cuerpo en el momento justo en que Jimin llegaba hacia él, levantó el arma y disparó.
***
Sintió el golpe. No comprendió que había pasado hasta que se vio volando por sobre el auto.
Voló y lo vio.
Mientras su cuerpo se desplazaba por el aire sus ojos se posaron sobre los ojos de Minjae y por un segundo comprendió que ahí acabaría todo y lo único que lamentó fue no haber amado aun más fuerte y durante más de tiempo a Jungkook.
Cuando vio los ojos enfermos de Minjae, supo que su vida estaba llegando a su fin y le dolió Jungkook en el alma.
Cuando el cuerpo golpeó en el pavimento y el corazón se saltó una diástole, la sístole lloró por Jungkook.
Lo siguiente fue aspirar aire, aire doloroso, el pulmón le pegó un aguijonazo cuando su cuerpo respondió a la vida, los ojos se abrieron y lo primero que vio antes de caer en el asiento trasero del auto fue a Jungkook de rodillas llorando y si hubiese tenido fuerzas habría corrido a consolarlo porque no sabía porqué lloraba de esa manera! qué le habían hecho? quien se atrevía a dañar a su Jungkook?
-Jungkook está llorando -pensaba cuando la mente nuevamente se desconectaba y caía en un sopor profundo.
Se despertó nuevamente con el ladrido de un perro, volvió a dormirse.
Luego la lengua de un animalito le lamía los labios y Tae sonrió.
¿Quien era? ¿De quien era el perrito? ¿Dónde estaba? ¿El animalito sería de Jungkook o de Jimin? ¿Dónde estaba su Jungkook?
Quiso levantar el brazo para buscarlo en la cama y sintió el dolor que le atravesaba el cuerpo. Se quejó y abrió los ojos.
No estaba en su cama, iba en un auto, el brazo izquierdo le dolía de una manera monstruosa, le pegó una mirada y vio el codo en una posición extraña.
"Me he quebrado y Jungkook me lleva al hospital" pensó y trató de recordar cómo se había accidentado, pero el perrito comenzó a ladrar y alguien lo hacía callar, y el dolor y el sopor no le permitían razonar con coherencia.
Alguien.
No era la voz de su Jungkook. Tampoco era su cuñado.
-Callate perro mugroso -gritaba la voz y el pelirrojo hizo un pucherito mientras intentaba enderezarse usando su brazo derecho, entonces sintió el dolor en todo su cuerpo, gritó, dio un alarido fuerte y un rostro volteó a verlo.
Minjae lo observó y sonrió de costado, entonces la mente se abrió a los recuerdos y se vio volando por los aires y vio a Jungkook de rodillas llorando.
-Qué me has hecho, hijo de puta! -gritó intentando levantarse pero el cuerpo no respondía y el brazo quebrado le transmitía ondas de un dolor profundo a todas sus terminaciones nerviosas. Con el grito el perrito que ladraba se asustó y aulló.
Tae lo buscó con la mirada, se había metido debajo del asiento delantero y lo observaba aullando, era pequeño, peludo, en negro y gris. Recordó que la madre de Minjae le había regalado un perro y él le había contado que no lo toleraba porque se la pasaba ladrando. "Es él" pensó mientras lo miraba "es el perrito que él no quiere"
-Te voy a enseñar quien manda, puta barata -lo amenazó Minjae y el perrito ladró. -Callate perro de mierda -gritó intentando golpearlo y el animalito subió a las piernas de Tae y se acurrucó sobre él temblando.
-No le grites, idiota -reprochó Tae.
-Me tiene podrido -sentenció Minjae parando el auto en un lateral y el pelirrojo notó que iban por una ruta solitaria. El castaño salió del auto, abrió la puerta trasera e intentó arrebatarle el perrito que se escondió debajo del cuerpo de Tae. El pelirrojo se tiró de costado para protegerlo y comenzó a largar patadas para que no lo sacara.
-Dame el maldito perro -gritó Minjae.
-No, no lo tires, se va a morir en esta zona, no lo tires.
-Dame mi maldito perro -volvió a gritar.
Pero Tae seguía pateando, sin importar que el movimiento le hiciera estallar el dolor en distintos puntos del cuerpo. Minjae miró hacia atrás y tuvo miedo que los estuvieran siguiendo, maldijo en voz alta, entró nuevamente al auto y arrancó.
-Yeontán, perro de mierda, ven aquí -gritó vencido mientras seguía el viaje.
Tae se aferró al perro, acariciándolo con su brazo bueno.
-No te vayas Yeontan, vos y yo nos vamos a salvar, juntos nos vamos a salvar -le susurró en la oreja mientras intentaba que el pequeño no ladrara.
-Parece que ya te puedes mover bien -gruñó Minjae y cuando Tae levantó el rostro para retrucarle, la culata de un arma le dio en la frente y nuevamente la negrura se hizo eco en su cerebro.
***
Jungkook gritó cuando el arma estalló y vio el cuerpo de su hermano dar una vuelta de 360° por el impacto y caer en medio de la calle.
Jungkook se arrastró hasta Jimin.
Escuchaba la sirena a lo lejos.
El auto arrancó llevándose a la melena roja que había sido su sol.
Jungkook se arrastró hasta que vio los ojos de su hermano buscándolo, el brazo del platinado se extendió hacia él y se unieron las manos: una ensangrentada y la otra temblando en dolor e impotencia.