Jungkook seguía sentado en la silla de la comisaría mucho después que los policías le dijeran que podía regresar a su casa y que se comunicarían con él si había noticias.
¿Por qué regresar al departamento? ¿Para qué? ¿Para que su colchón y las sábanas blancas le recordaran lo que había perdido?
Alguien lo sacudió, lo levantó de un brazo y lo llevó al baño.
-Minjae es hijo del tipo que vive en la actualidad con mi madre. Sé que la familia de él tienen una cabaña en el bosque, cerca de un lago. Fui ahí con mi madre y su novio un par de veces, se lo dije a la policía pero van a tardar en registrar el lugar porque necesitan una orden de cateo -le dijo Suga poniéndole las manos en la cara y obligándolo a mirarlo -Jungkook, necesito que reacciones, no esperaré a que la policía vaya, voy a ir a buscarlo, no sé porqué pero creo que pudo haberlo llevado hasta ahí.
"llevado hasta ahí"
Eso lo despertó a la realidad.
-¿Vas conmigo?
-Si, si, si -gimió mientras se pasaba la mano por la cara y salía trastabillando detrás de él.
Salieron los dos apurados, en la entrada se encontró con Jimin que ingresaba con un cabestrillo en su hombro vendado.
-Dios, que haces aquí? ya te dieron el alta?
-No, pero soy médico y sé cuidarme. A donde van?
-Quien es? -preguntó Suga. -Es tu hermano? el que Minjae hirió?
-Tu quien eres? -preguntó desconfiado el platinado.
-Soy el hermanastro de Minjae y conozco un lugar en el bosque donde su familia tiene una casa, quiero ir a registrarla.
-Tienes que decirle a la policía!
-Lo hice, pero necesitan una orden de cateo.
-Ok -aprobó Jimin mientras comenzaba a caminar delante de ellos -en que auto van a ir? voy con ustedes!
-Jimin! -se quejó Jungkook.
Pero su hermano ya había entrado al auto de Suga y por el rostro supo que no admitiría discusión.
Estaba anocheciendo y necesitaban apurarse.
10 minutos después, el auto salía de la ciudad y tomaba la ruta con una velocidad alta.
***
Minjae le sacó las esposas.
El perro ladró.
Tae logró escuchar cuando el castaño pegó una patada y se quejó, parecía como si el perrito lo hubiese mordido. Sintió cuando se levantó dejando libre su cuerpo y sacó a Yeontan de la habitación.
Podía percibir mejor las cosas.
"Vomité" pensó con cierta esperanza "Vomité lo que me dio Minjae"
Se obligó a despertarse, se pasó la mano por la cara, movió la cabeza de un lado al otro.
Minjae regresaba, lo vio desprenderse el pantalón y sacar la pija dura. Se arrodilló en la cama y se puso a la altura de la cabeza de Tae, lo obligó a voltear el rostro, le puso el dedo índice y el pulgar a ambos lados de la mandíbula obligándolo a abrir la boca, le metió la pija. Tae intentó morderlo pero le ganó una nueva arcada, Minjae se alejó pensando que vomitaría de nuevo y el pelirrojo aprovechó la distancia, tomó impulso y con todas las fuerzas que su somnolencia le permitían, le pegó una trompada en la entrepierna.
El castaño pegó un grito ronco y cayó al piso.
Tae se levantó de la cama y salió de la habitación, intentando no perder el equilibrio ante los mareos que lo estaban atacando. Al abrir la puerta lo primero que hizo fue ver una mesa y sobre ella, un arma.
Se tiró sobre ella, ya no escuchaba gritar a Minjae. Giró buscando ver donde estaba el hombre y vio el bate de beísbol en el aire, cayendo sobre él con violencia. Logró tirarse hacia un costado y escuchó primero, antes que sentirlo, cuando el hueso de la pierna estallaba ante el golpe recibido.
El alarido le rasgó la traquea, sentía que mil taladros le agujereaban la pierna.
En el piso, gritando por el dolor que comenzaba a marearlo, apuntó hacía el castaño y apretó el gatillo.
***
-¿Falta mucho? -preguntó Jimin.
Suga salió de la ruta y se metió por una calle lateral.
-Una media hora, un poco más también. Esta calle no estaba en buenas condiciones la última vez que vine. Prefiero ir un poco más despacio y no romper el auto. Debemos ser inteligentes, si nos apuramos y nos quedamos sin vehículo, no podremos hacer nada por Tae.
-¿Por qué crees que puede estar ahí? ¿te dijo algo?
-No! con Minjae no nos llevamos bien! Pero me vino a la mente la cabaña, no la usan desde hace un par de años y la pusieron en venta. Si Tae no está, al menos habré hecho algo. No es seguro que lo encontremos ahí, se lo dije a tu hermano -contestó Suga mientras miraba por el espejo retrovisor.
Jungkook estaba sentado en el asiento trasero y miraba hacia la ventanilla, parecía desconectado de la realidad nuevamente.
Suga miró de soslayo a Jimin y vio que él también se había dado cuenta de ese detalle.
El platinado giró y le puso una mano en la rodilla a su hermano, Jungkook regresó la mirada, lo observó unos segundos y luego se llevó las manos al rostro y rompió en llanto.
***
Cuando Tae apretó el gatillo, Minjae se tiró hacia un costado, dejando caer el bate, pero el sonido ni el impacto se hicieron presentes. El arma no había funcionado. No sabía qué había hecho mal pero no quiso intentar nuevamente, la tiró a un costado y tomó el bate que había caído cerca de él, se paró lo más rápido posible, sin apoyar la pierna quebrada y cuando Minjae volteó para verlo, el bate le dio de lleno en el rostro.
Cayó de rodillas cuando usó toda la fuerza que su cuerpo maltratado tenía.
Minjae ahora estaba inconsciente en un charco de sangre.
-Yeontan! -gritó mientras se levantaba usando el bate como bastón. El perrito ladró y salió de la habitación donde se había ocultado durante la pelea.
Tae lo tomó en brazos, lo besó mientras el perro le lamía la cara, abrió la puerta y se asomó arrastrando un poco la pierna lesionada, acomodando al perro contra su cuerpo con el brazo malo, utilizando el brazo bueno para sostener el bate y usarlo como apoyo, el auto de Minjae estaba estacionado al frente pero él no sabía manejar, sopesó las posibilidades que tenía de sobrevivir pero escuchó dentro de la casa un leve quejido y recordó que había dejada el arma tirada. Si entraba, Minjae le dispararía, no tenía mayores opciones, miró el bosque que parecía más aterrador ahora que había oscurecido, sostuvo a Yeontan contra su pecho y escapó.