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Love's Way por Ari_123_love

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Notas del capitulo:

Al fin mi tan esperado capítulo Galletas~ A pesar de que es corto, y que le quité cosas para ponerlas más adelante, es uno de los capítulos que mejor he planeado, y quizás por eso me emociona tanto subirlo <3 

Taemin pasó el trapo mojado por la superficie de la mesa, asegurándose de terminar de recoger las últimas migas de arroz que habían quedado desperdigadas, y todos los restos de caldo que sabía los mellizos también habían derramado. La hora de la comida siempre era un poco desastrosa, pero valía la pena siempre que veía que los niños tenían un poco de mejor control en su motricidad gruesa y fina. Pronto entrarían al primer grado de prescolar y eso les ayudaría mucho. Suspiró, un poco tembloroso, los niños crecían a pasos agigantados y Taemin temía que pronto todo cambiara.

Se giró, vaciando la basura en el cesto, luego acercándose al lavabo donde Jihoon se encontraba lavando los platos, para enjuagar rápidamente el trapo, dejándole a un lado descartada.

-¿Estás bien?- Jihoon cerró el agua, volteando a verle con una media mueca en los labios. -Te ves totalmente estresado.

-Tengo que ser honesto, y decir que no.- Exhaló, apoyándose con la cadera en la encimera. Se cruzó de brazos, torciendo los labios.

-¿Estás seguro de esto? Dejar que los conozca, así sin ningún acuerdo oficial. Sabes que podrías decirle a tu jefe, él te ayudaría sin problema alguno.- Jihoon se pasó una mano por la cara, asintiendo. -Sabes que podría acompañarlos, estarías más tranquilo tú, y también yo.

-Gracias, de verdad te lo agradezco.- Asintió. -Pero me temo que esto es algo que debo enfrentar solo, es la decisión que yo tomé, regresando a patearme.- Masculló entre dientes. -No estoy seguro de querer que Minho esté en sus vidas, pero sé que es lo correcto…Por eso mismo, no quiero abogados. Al menos, no ahora. Minho dijo que sólo quería conocerlos, si pretende algo más, entonces me contactaré con toda la firma de inmediato.

Jihoon rio, tratando de disimularlo. Agitó su cabeza, sintiéndose un poco más tranquilo con saber que al menos Taemin tenía un plan.

-Me parece un poco excesivo que contactes a todos en la firma, pero está bien.- Señaló. -No olvides de llamarme, cuando este encuentro termine, ya sea para bien o para mal.

-Por supuesto.- Tronó la lengua contra su paladar. -Gracias, por todo lo que has hecho en estos cuatro años, incluso ahora…- Bajó la mirada, los recuerdos de cada dificultad que tuvo desde que se enteró de sus bebés pasando rápidamente en la parte de atrás de su cabeza. Suspiró, ahogando el aliento al final. -No era tu deber en ese entonces como mi maestro y tutor.

-Me alegro de haberme convertido en un amigo, más antes que después.- Jihoon le sonrió, abriendo ambos brazos, a los cuales Taemin corrió para ser abrazado.

Taemin exhaló suavemente, asintiendo.

-Gracias, por estar aquí.- Terminó por soltarle, apartándose. -Probablemente tenías muchas más cosas que hacer, que venir a comer con nosotros.

-¿De qué hablas, Lee Taemin?- Jihoon rio entre dientes. -He venido a comer contigo y tus hijos cada domingo, desde seis meses antes de que ellos nacieran.

-Es cierto.- Taemin sacudió la cabeza, sintiendo como su nerviosismo se escapaba ante la tranquilidad que le proporcionaba el que una vez fue su maestro. -No sé donde estaría si no me hubieses ofrecido tu tutoría, y tu amistad. Prometo algún día regresártelo.

-Lo sé Taemin, no hay prisa por que lo hagas.

~*~

Minho exhaló, sintiendo su respiración temblar. No tenía idea de qué hacer una vez fuera introducido a los niños. ¿Cómo reaccionarían ellos ante él? ¿Le tendrían miedo? Después de todo, es sólo un desconocido para ellos.  Y él…No estaba listo, no, debió haberle dicho a Taemin que no podía ese día, que tenía alguna entrevista que dar.

Pero entonces, ¿cuándo se armaría de valor para poder conocer a sus hijos? La idea de tener hijos todavía le era un shock total. Hacía poco había ido con sus padres, y enfrentarse ante el hecho de desglosar la noticia lo había llevado al borde de las lágrimas. Ellos se habían mostrado más que sorprendidos, y si embargo, también entusiasmados ante la idea de que Minho conocería a los niños pronto. Todavía no terminaba de reconciliar si le hacía sentir mejor el tener tanta aceptación de sus padres, o si eso le aterraba más. Sentía que todo el mundo estaba subido a ese tren en movimiento, y él no tenía idea de cómo subir sin morir en el intento.

Podría simplemente no hacerlo, irse de ahí sin siquiera mostrar signos de haber llegado a donde era el departamento de Taemin, y luego llamarle para decirle que algo le había surgido de improviso sin margen a permitirle llegar. El nudo en su estómago se apretó en el momento que quiso darse la vuelta y retirarse. Por más miedo que estuviera sintiendo, también, estaba ansioso por ya conocer el rostro de ese par de niños que eran suyos. Suyos y de Taemin. ¿Cómo serían? ¿Altos y con mucha energía? ¿Quizás traviesos y lo suficientemente pequeños como para esconderse de sus travesuras? Probablemente tendrían el rostro de Taemin, e incluso quizás su adicción por las cosas dulces. Después de todo, han vivido cuatro años aprendiendo todo de él. Sería los más natural. Y aunque le incomodaba el no haber sido parte de su vida esos cuatro años, no le molestaba el que los niños fueran como Taemin. Se había enamorado de Taemin después de todo.

Tomo todo el valor que logró reunir, y tocó el timbre. Sus piernas temblaban, su corazón se saltó un par de latidos en lo que esperaba. Y en cuanto esa puerta fue abierta, sintió quedarse en blanco. Taemin no lucía exactamente feliz, pero al menos le había abierto la puerta.

-Hola…- Sentía la garganta seca, inhabilitado para mencionar más, o tan siquiera moverse. Cada parte de sí estaba sintiendo terror puro. A que las cosas no salieran bien, a que los niños le odiaran, o que no supiera ser un buen padre. ¿Cómo podría empezar en este punto?

-Hola Minho.- Taemin suspiró, terminando de abrir la puerta y recargándose en el marco. Brazos cruzados sobre su pecho, y los labios fruncidos. -Llegas tarde.

-En realidad…He estado parado frente a tu puerta por veinte minutos.- No supo qué le empujó a hablar sin filtros, pero se relajó un poco al ver que eso hizo que Taemin sonriera un poco.

-Aterrador, ¿cierto?- Exhaló, arrastrando aquella leve sonrisa hasta hacerlo un gesto amable. Descruzó los brazos, y le indicó que pasara con un simple gesto. -He de admitir que, desde supe de ellos, no ha pasado un día en que no esté aterrado.- Se encogió de hombros, cerrando la puerta y señalando el pasillo. -Pero te acostumbras, e incluso lo disfrutas. – Le guiñó un ojo. -Vamos, los niños están en su estancia.

Minho asintió, siguiendo en silencio a Taemin por el pasillo. Escuchó la vaga conversación de un par de niños pequeños antes de notar la puerta a la pequeña habitación. Estaba apenas abierta, permitiendo saber qué hacían los pequeños, sin la necesidad de verlos directamente. Minho se tomó la libertad de no asomarse directamente. No aún. Taemin se paró frente a la puerta, dándole una sonrisa apologética.

-Está bien si no quieren hablar contigo de inmediato. Son algo tímidos.- Explicó. -También…considero que no debemos decirles quien eres, no aún. Realmente no quiero confundirlos, y que piensen cosas que no son…

Minho asintió, tomando una respiración profunda justo antes de que Taemin se moviera y entrara a la sala. Le siguió, encontrando que el lugar era como una guardería, con muchos muebles del tamaño justo para los pequeños, juguetes por todos lados, aunque manteniendo cierto orden. Justo al centro de la sala, un tapete de fomi multicolor designaba un área donde un par de niños se encontraban sentados. Un niño y una niña.

No pudo avanzar más, se sentía de piedra, incapaz de dar otro paso. Para su suerte, fue Taemin quien habló.

-Niños, quiero presentarles a alguien.- Taemin se aclaró la garganta,  acomodándose un mechón de cabello detrás de la oreja. Un acto de nerviosismo que había tenido desde siempre, y que Minho encontró adorable que todavía tuviera. -Él es mi un amigo de hace tiempo mío, él…

-Hola.

Aquella vocecilla hizo que Minho despegara su mirada de la disputa interna que Taemin estaba teniendo acerca de cómo le llamarían. Los niños se habían puesto de pie y acercado al par de adultos.

-Hey, hola…- Minho abrió los ojos estremecido ante la sorpresa. .

-¿Quién eres?- La niña se acercó, mirándole con curiosidad.

–Me llamo Minho. Fui amigo de tu mamá hace tiempo. ¿Tú cómo te llamas?- Estiró su mando, ofreciéndosela como saludo. La niña en cambio no se acercó, se paró apenas lo suficiente delante de su hermano, en un gesto muy protector. Minho no lo pasó desapercibido, en cambio miró a Taemin, quien asintió y deletreó 7 minutos mayor por lo bajo. Así que ella era la mayor.

-Ella es Eunkyung. Kyungginnie- El niño esquivó a su hermana, acercándose por completo a Minho. Buscó en el bolsillo delantero del mono que llevaba puesto, sacando una galleta. -¿Quieres?

Taemin se quedó sin palabras, de los dos Tokki definitivamente era el que menos se prestaba a hablarle a los desconocidos. ¿Por qué se encontraba tan receptivo a Minho?

-Kyunggie nah.- Sonrió Minho, sintiendo su corazón acelerarse mientras tomaba la galleta que el niño le ofrecía. Aquel querubín con cara regordeta que se había escondido detrás de sus piernas, mientras jugaba a salir corriendo de su…padre. Ignoraría eso por ahora. Se acuclilló, sonriéndole. -¿Me recuerdas?

El niño se le quedó mirando, frunciendo su gesto en un vago intento de recordar, para terminar negando con la cabeza.

-Minho, ¿dónde has visto a mi hijo antes?- Taemin frunció el ceño, cruzándose de brazos.

-En el centro comercial, hace como un mes.- Explicó, girándose hacia Taemin. -Iba a ver a Kibum, y un niño pequeño corrió a esconderse detrás de mi. Kyunggie lo llamaron.- Rio, mirando al niño que acaba de llenarse la boca con una de las galletas que llevaba escondidas en su ropa. -Estaba jugando con…

-Jihoon.- Taemin exhaló, rodando los ojos. -Tiene sentido ahora.- Se descruzó de brazos, de inmediato cargando a Eunkyung que corrió a él. -Supongo que hay cosas que deben suceder, aunque trates de retrasarlas.- Tronó la lengua contra su paladar. -Sangkyung es su nombre.

-¿Eunkyung y Sangkyung?- Minho alzó una ceja, cuestionando.

-Bendita y Hermosa celebración.- Asintió, confirmando. -Celebré cuando supe que estaba esperando, celebré cuando supe que eran mellizos. Celebré su nacimiento.

-Me gusta cómo suenan.- Confirmó.

Notas finales:

¡Minho ha conocido a sus bebés! 

¿Fue lo que esperaban? Probablemente no x) Las cosas a partir de ahora tomaran forma, lo prometo. Minho formando su relación con los mellizos y...tratando de recuperar a Taemin ^u^ 

 

P.D. He llegado hasta aquí, pretendiendo que nadie se dio cuenta que la semana pasada no actualicé xp

 


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