-Vamos Taemin, no es como si tu lo tuvieras todo el tiempo a un lado escuchándolo lloriquear.- Jinki exhaló, tomando otro par de zapatos del estante. -Ya pasó más de un mes, perdónalo.
-Yo decido cuándo dejar de estar enojado con Jonghyun.- Taemin gruñó por lo bajo, ignorando el par de zapatos que Jinki le estaba mostrando, en cambio tomó otro par de pantalones, y un par de calcetas que había en un cajón en exposición a un lado. Los mellizos habían tenido un estirón, y mucha de su ropa empezaba a verse algo corta. -Sabe que no me gusta que den información mía, de mis hijos, y como quiera lo hizo.
-¿Pero qué esperabas que hiciera?- Jinki sin embargo era más que paciente, y no se tomaba nada a mal el absurdo enojo de Taemin. Sabía lo muy cercanos que eran Jonghyun y Taemin, así que invariablemente había terminado por decidir mediar un poco en la situación, con tal de ir suavizando las cosas. -Minho te estaba buscando, con un obvio interés, inclinado hacia lo romántico tengo que decir. Jjong sólo pensó en el mejor escenario para ti…
Taemin bajó la ropa que estaba examinando, volteando a ver a su amigo con el gesto fruncido. En realidad era su forma de expresar que genuinamente no captaba el punto de la conversación.
-¿El mejor escenario para mi?- Sacudió la cabeza. -No lo entiendo.
-Vamos Taemin, desde que te conozco, jamás has tenido ni una sola cita. Creo que es un poco obvio el punto.- Jinki señaló, quitándole de las manos los varios conjuntos de ropa que había tomado ya, y así lograr que Taemin dejara de ignorarle. -Por lo que sé, tampoco has tenido una cita luego de que terminaras tu relación con el padre de los mellizos. Jonghyun quiere que seas feliz, completamente. Dio la casualidad de que es el mismo hombre que con quien saliste antes, sí, pero esa no era la intención de Jonghyun.
Taemin exhaló, empezando a simplemente ahora colocar la ropa que estaba tomando sobre su amigo.
-No estuvo bien. Y no me interesa buscar una relación amorosa en este momento.
-Si, lo sé. No estuvo bien, ya lo regañé por eso, invadió tu privacidad.- Jinki rodó los ojos sonriendo, podía ver como Taemin estaba empezando a ceder. -Además, ¿no se supone que te ahorró muchos problemas? Los niños ven a su padre ahora, todo el tiempo.
-Si, así fue. Y lo hacen, lo ven todo el tiempo…- Entonces se giró, mordiéndose el labio inferior. -Pero todavía no saben que es su padre.
-¿Cómo?- Ahora quien frunció el ceño fue el mayor. No podía creer que luego de acceder a que los viera, Taemin no les dijera que Minho era su padre, así que ciertamente no debía ser eso. -¿Minho no quiere que sepan que es su padre?
-¡No! No es eso, en lo absoluto.- Sus hombros se encogieron. Tomó la pila de ropa que Jinki sostenía, esta vez dirigiéndose hacia la caja registradora. -Minho quiere que sepan, pero…- Torció los labios, buscando la mejor manera de explicarlo. -Está totalmente perdido de cómo hacer las cosas, no tiene idea. También tiene algo de miedo.- Rio por lo bajo. -Sabes, creo que es un poco adorable lo asustado que está. Quiere que compartamos custodia, y quiere pedirme llevarse a los niños aunque sea un día, lo sé, lo está gritando con su lenguaje corporal. Y al mismo tiempo, se ve que todavía no tiene la confianza de hacerlo.- Suspiró. -Supongo que, simplemente estamos esperando a que Minho se sienta capaz de tomar las riendas por si mismo.
¿Acaso Taemin estaba siendo condescendiente con Minho? Jinki no pasó desapercibido eso, Taemin realmente le estaba dando una oportunidad a su ex, para que poco a poco se fuera involucrando en la vida de los mellizos. Lo cual encontraba más que fascinante, ya que Taemin era realmente firme y agresivo cuando se trataba de sus hijos. Taemin quería que la custodia compartida funcionara de la mejor manera posible. O tenía una pequeña debilidad por Minho; quizás ambas. Así que decidió no señalar ese hecho, después de todo, Taemin acababa de decir que no necesitaba intereses amorosos. Eso solo significaba, que todavía no estaba preparado para salir de nuevo, así que no le obligaría a ver lo obvio.
-Entonces…¿ya perdonarás a Jonghyun?- Insistió, riendo al ver cómo Taemin rodaba los ojos. Su turno en la fila fue el siguiente, así que espero a que Taemin terminara de pagar, antes de seguir molestándole. -Lloriquea todo el tiempo que su hermanito ya no lo quiere. Y si, fue lastimoso al inicio, luego algo divertido, pero ahora es insoportable. Rompiste a mi novio, tienes que arreglarlo.
Taemin rio alto, no pudo evitarlo ante el absurdo comentario. Se limitó a agitar la cabeza, imaginándose a su molesto amigo haciéndose el herido de gravedad todo el tiempo.
-Está bien, dile que le llamaré mañana. A la hora de mi descanso.- Terminó por ceder. -De cualquier modo, tengo que contarle de lo más reciente que escuché en la oficina, estoy seguro que se morirá por las noticias que tengo.
-Sabes Taem, cuando dejaste la recepción, creí que dejarías también de saber los chismes de la empresa. No sé por qué me sorprende que no sea así.- Abrió la puerta de la tienda, dejando que Taemin pasara primero con las múltiples bolsas de ropa que llevaba. -Y el que Jjong te aliente a que le cuentes todo eso, tampoco debería de sorprenderme tanto como lo hace. ¿A dónde vamos ahora?
-Los mellizos necesitan unos útiles, las maestras dijeron que eran para el desarrollo motor fino.- Las últimas palabras las mencionó con ligera inseguridad, de no tener mucha idea de cómo funciona eso. -Son como unos tapetes con pequeños palillos, en donde se ponen ligas, y se crean formas con las ligas.- Intentó explicar, dándose cuenta que estaba confundiendo más a su amigo. -Sólo me dieron el nombre de la tienda donde podía conseguirlos. Los van a empezar a usar en clases, y también en casa.
-No entendí ni un poco de lo que me dijiste.- Rio, siguiendo el paso de a donde Taemin se dirigía. -Pudiste haberme descrito un instrumento de tortura, y estaría más que convencido que es un juguete para los niños.
-Sólo es tortura para mi cuenta bancaria.- Bromeó, señalando la pequeña tienda de juguetes didácticos que le habían indicado para comprar el material que ambos niños necesitaban en sus respectivas clases.
Cruzaron la calle, entrando a la tienda. El lugar estaba lleno de juguetes hechos a mano, además de los muchos juguetes didácticos. Definitivamente era obvio por qué las maestras le indicaron a Taemin que ese era el lugar donde podía conseguir el material. Extrañamente no había nadie atendiendo al frente, en el mostrador, aunque si se escuchaba una voz desde la trastienda. Tal vez quien estaba a cargo se estaba ocupando de algo más. Taemin no le dio mucha importancia, iniciando su búsqueda de aquel extraño material didáctico.
-Me parece que es este…- Torció los labios, entendiendo un poco cómo funcionaba eso.
-A ver…Oh…entiendo.- Jinki se detuvo a su lado, al fin entendiendo lo que Taemin le había descrito. Era en esencia, como un cepillo cuadrado, con las típicas cerdas duras que estaban cubiertas con una bolita en la punta. Así que lo entendía, los niños pondrían las ligas en las cerdas, y tratarían de hacer formas, según la cantidad de cerdas en las que pondrían las ligas. -Les va a costar demasiado poner y sacar las ligas de ahí.
-Ese es el punto, Onew. Van a fortalecer los músculos de sus dedos y muñecas.- Tomó dos de la estantería. -Aunque ahora puedo imaginarme el departamento lleno de ligas por todos lados.
-Son niños, es inevitable.- Jinki rio.
Se acercaron al aparador, esperando a que el encargado saliera de la trastienda, para poder pagar. El celular de Taemin empezó a sonar, y debido al ringtone, solo podía ser de su trabajo. Hizo una mueca, dejando los productos sobre el aparador.
-Onew, ¿puedes pagar por mi? Debo atender esto.- Sacó el dinero de su cartera, entregándoselo a su amigo. -Estaré afuera.
-Si, ve. Yo me encargo.- Minimizó la tarea con un ligero movimiento de manos.
Mientras Taemin salía a responder su llamada, Onew vio como el encargado salía de la trastienda para acercarse al mostrador.
-Disculpe no poder atenderle, estaba contactando a uno de mis proveedores.- El chico se disculpó de inmediato, tomando los juguetes para empezar a registrarlos.
-Oh, no es problema…
-Me llamo Kim Kibum, soy el dueño de aquí.- Se presentó. -Debería de tener más empleados que puedan ayudarme en estos casos, para no dejar al cliente sin atender pero…no es fácil conseguir personas de confianza en estos días.- Divagó, mientras terminaba de hacer el procedimiento en la computadora. -Lo siento, ni siquiera debería de estar mencionando esto.
-No te preocupes, entiendo.- Onew rio por lo bajo. -Me recuerdas a mi amigo, se estresa y comienza a hablar hasta por los codos de lo que le estresa.- Extendió el dinero, tomando la bolsa con los juguetes ya guardados. -Son para sus bebés de hecho, un gran tema de conversación en su vocabulario.
Kibum rio, asintiendo.
-A veces es inevitable hablar de ciertas cosas, ayuda a seguir adelante.- Asintió. -Gracias por la compra, espero que estén satisfechos y regresen pronto.
Onew se despidió rápidamente, saliendo del lugar, hallando a Taemin en la esquina de la acera, terminando su llamada. Le sonrió, acercándose. Definitivamente, Taemin tendría que pasar por muchas cosas inevitables, así que sólo le quedaba esperar a que no se cerrara del todo a ellas.